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Zona: Quatretonda Inicio: Los Corrales (Quatretonda) Acceso: Desde el pueblo de Quatretonda, cogemos la calle Camí Serra, que nos
saca del pueblo, y la seguimos durante un par de km, hasta una bifurcación donde
comienza una empinada subida. Aquí dejamos los coches. Tiempo
estimado:
2 horas y media Dificultad: Media. No tiene desniveles fuertes y la senda está bien marcada, pero
hay muchos tramos rocosos y con piedra suelta. Hay que correr con cuidado con
los tobillos. En marcha... Ruta: Los protagonistas de
hoy, la lluvia y la noche. El jueves pasado tuvimos record de participación y
hoy ha habido record de correr de noche. El recorrido sigue el trazado del PRv 172, pero salimos desde el final del
camino asfaltado, en los Corrales, dejando los coches en el principio del
“Camí Planisses”.
Iniciamos la marcha por la empinada rampa a la
izquierda del panel informativo del PRv. Junto a la puerta de la última casa,
sale a la derecha la senda. Enseguida salimos a una pista, la atravesamos y
seguimos recto (por la derecha es por donde volveremos).
El sendero baja hasta un barranco y después
remonta la ladera hasta llegar a un alto. Estamos en el Molló. Dejamos
una senda que baja recto y tomamos la de la izquierda, que se mantiene por lo
alto y recorre una meseta caliza. Pasamos luego junto al corral de Banyeta,
en ruinas, e iniciamos el descenso por un barranco umbrío. Aquí parte del
grupo decide darse la vuelta. Está lloviendo, el terreno está muy resbaladizo
y es evidente que la noche se nos echa encima.
Salimos a una pista estrecha y pronto llegamos
al Pla d’Engullidors, donde hay una desolada zona de merienda. Aquí salimos a
una pista más ancha que tomaremos hacia la izquierda. Seguimos esta pista durante 1’5km aproximadamente,
pasando junto al albergue Casa de la Bastida, y poco después la dejamos para coger, a la derecha,
un estrecho sendero que sube. Hay un poste indicador de “Camí Falaguera”. La
estrecha senda sale a una pista pedregosa que remonta la ladera en empinadas
rampas. Más que una pista es un sendero ancho. La pendiente se suaviza y pasamos junto a la Cava de la Falaguera,
que la veremos a la derecha del camino, formando un pasillo húmedo y fresco
incluso en verano, con una pequeña surgencia de agua. Viene luego un último repecho hasta dar vista al
bello y solitario rincón de la caseta del Tio Honorio, que bordeamos por la
izquierda atravesando un pequeño y frondoso pinar, reducto del bosque que
cubría hace años todo el paraje. El camino sube por la ladera de un barranco y
salimos a una meseta, al final de la cual llegamos al borde de una amplia
depresión. En el centro de la misma aparece el pueblo de Pinet. La noche se nos ha echado encima y aún nos falta
la mitad del recorrido. Además la llovizna ha dado paso a una lluvia más
consistente.
Giramos a la derecha y seguimos el borde de la
depresión durante medio kilómetro. Hay que estar atentos porque tenemos que
dejar esta senda y coger un desvío a la derecha. La nueva senda sigue, en suave descenso, por la
zona alta y va girando formando un círculo sobre la cabecera del barranco
donde está la casa del Tio Honorio, para enfilar luego por un largo cordal en
descenso. Giramos a la izquierda, atravesamos un barranquillo y enfilamos un
segundo cordal más frondoso que seguimos en descenso hasta un collado bajo
donde a la izquierda hay un grupo de casas. Ya de noche, y con la lluvia, hay que tener
mucho cuidado con los resbalones. Hay mucha roca mojada y piedras sueltas. Atravesamos el grupo de casas y seguimos por el
camino principal. Atravesamos una cancela y poco después llegamos a una
bifurcación, junto a un poste eléctrico. Tomamos el camino de la derecha y
enseguida cogemos un desvío también a la derecha por un camino hormigonado
que sube junto a unos bancales. Pasamos otra cancela y nos dirigimos hacia una
casa, pero antes de llegar nos desviamos a la izquierda, bajando por una
pista estrecha durante unos doscientos metros. Cogemos aquí un sendero
estrecho a la derecha que desciende por un cordal y nos lleva después de un
repecho corto pero empinado al collado por el que pasamos nada más iniciar el
recorrido. Aquí giramos y la izquierda y por la senda del
principio salimos a los chalets y de regreso a los coches. Habrá que ponerse
ropa seca y entrar en calor con unas olivitas...
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