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Zona: Espadán. Inicio: Artana, en la pista que va a Les Penyes Altes o Aragonesses. Acceso: Desde la CV10 cogemos el desvío a Artana y antes de llegar vemos a la
derecha un entrador con una señal que pone “Camí Penyes Altes”. A 2,2 km hay una
pista a la izquierda junto a una valla metálica. Aquí dejamos los coches. Tiempo
estimado:
2 horas y cuarto Dificultad: Media-alta Distancia: 12 km En marcha... Ruta: Dejamos los coches
cerca del inicio de la pista por la que acabaremos el recorrido. Para empezar
volvemos atrás unos 100 metros por la carretera por la que hemos llegado y
cogemos una pista que baja al lecho del barranco, gira a la izquierda y sale
del barranco por la otra orilla. La pista comienza a subir bordeando la inmensa cantera que, con prisas y sin pausas, devora la montaña.
Llega a un recodo en un barranquito y desaparece. Desde aquí hay que seguir
por estrechas trazas sin camino definido, pero hay que mantener una diagonal
ascendente hacia la izquierda para llegar a la parte alta de la montaña
dejando la cima justo a nuestra derecha. Estamos sobre Les Penyes Aragonesses,
aunque las veremos mejor más adelante. Salimos a un sendero más marcado que
seguimos a la izquierda. Dejamos un ramal que baja a la derecha y seguimos
por lo alto. Enseguida hay una bifurcación y cogemos a la izquierda un
estrecho sendero que empieza a bajar, primero poco a poco y luego más rápido. Llegamos a una zona llana sobre la loma y el sendero
parece que se pierde... hay que dejarse caer a la izquierda y buscar un
estrecho sendero poco visible pero que nos guiará hasta abajo (atención a los
mojones y cuidado con la maleza), hasta salir a la pista que viene de Onda
(la continuación de donde están los coches) Tomamos la pista a la izquierda, cruzamos el
lecho del barranco y como a 500 metros veremos una senda a la derecha que
empieza a subir junto a un gran mojón por un terreno de tierra roja. Empezamos la ascensión por una umbría medio
boscosa bastante húmeda. El camino va recorriendo la ladera en diagonal en
suave ascenso y salimos luego a una zona más seca con matorral bajo. Empieza
aquí el tramo más empinado, ya que subimos casi al recto. Cuando llegamos a lo alto del cordal salimos a
un camino y giramos a la izquierda, para seguir subiendo hasta coronar el
monte. Seguimos desde aquí por lo alto de la loma por una zona pelada con
buenas vistas sobre Les Penyes Aragonesses. El camino gira hacia la derecha y se mete por un
frondoso bosque de pinos jóvenes. Seguimos bajando por el tortuoso sendero y
enfilamos un pequeño cauce de un barranco. Aquí el camino gira bruscamente a
la izquierda, sale del barranco y empieza a subir en diagonal por una ladera. A unos 500 metros de salir del barranco, hay que
estar atentos a una estrecha senda que sale a la izquierda y sube por una
zona boscosa hasta llegar a un alto, donde giramos a la derecha para seguir
por lo alto de la loma. Pasamos junto a un corral en ruinas con los restos de
un curioso “cuco” y comienza a bajar. Llegamos a un collado con unos bancales y
giramos a la izquierda. Primero es pista, pero enseguida se acaba y seguimos
por un bonito sendero que baja por la ladera y llega después al fondo rocoso
del barranco. Cruzamos el barranco y continuamos por un camino
que se convierte en pista. Dejamos un desvío a la derecha y enseguida salimos
a una pista más ancha, que seguiremos a la izquierda. Esta pista es la que nos llevará hasta los
coches, no sin antes recorrer un trozo, entre medias, donde el agua del
barranco ha erosionado y hecho desaparecer el firme de la pista. Hay que ir
con cuidado, ya es de noche (como de costumbre) y no se hace sencillo correr
entre bloques de roca y grava. Por fin llegamos a los coches, arañados y
cansado, pero contentos. Volver a... Inicio – Cronológico - Zonas |