Zona: Calderona

Inicio: Olocau

Acceso: Desde Lliria por la CV25 o desde Bétera por la CV333

Tiempo estimado: 3 horas

Dificultad: Media.    Desnivel máximo acumulado: ±1.040m en 4 subidas

En marcha...

Ruta: Dispersión...! Hoy hemos tenido un día atípico. El guía se ha quedado sin guiados, el pastor sin rebaño.

Una serie de pequeños malentendidos provoca una dispersión poco habitual en el grupo. Había que esperar a Pilar que llegaría más tarde. Salimos de Olocau por la parte alta del pueblo y cogemos una senda que sube un poco y luego atraviesa a la izquierda para salir junto a la Font del Frare.

Desde aquí Santi, el guía, regresa a Olocau en busca de Pilar, y deja cámara de fotos e instrucciones... seguir hacia Tristán, todo recto sin dejar las marcas de PR-v8.

          

A todo esto lo que no sabemos es que Pilar y Angel llegaron a la hora prevista a Olocau, pero a otra parte del pueblo... a nadie se le ocurrió llamar a ver por donde andábamos.

Situación: Santi, al no encontrar a Pilar, regresa en busca del resto del grupo por el camino acordado. El rebaño anda perdido y sigue (luego se sabrá) el camino del Barranc de l’Olla por el Castell del Real. Pilar y Angel, por detrás, siguen el camino de Tristán, pero luego se desvían hacia l’Olla y se encuentran con Gabi que también anda por libre.

               

Ha llovido bastante y la pista está llena de charcos y barro. Es imposible que una cuadrilla de once personas pase por aquí sin dejar huellas, y es imposible que hayan ido tan rápido. ¿Se habrán perdido? ¿Seré yo el que se ha perdido…?

En vista de que el grupo no aparece, el guía-pastor decide seguir el itinerario previsto en solitario, no sin antes volver atrás un tramo y pegar unos gritos que nunca tuvieron respuesta. Parece que no hay nadie en bastantes kilómetros a la redonda.

En una curva de la pista está el aljub del Canyarisso, y junto a él sale la senda que sube a Tristán pasando por el Coll de la Calera y el Coll de la Mina. La tarde está de tormenta y la soledad es absoluta. Empieza a lloviznar y un negro nubarrón cubre el Gorg.

Pasado Tristán se coge una pista a la izquierda y luego una senda que sale a la derecha. La senda llega a una pista al pie del Gorg y una senda se dirige al collado que separa las dos cimas. La principal queda a la izquierda.

          

De regreso al collado que separa las dos cimas, un intrépido descenso hacia el oeste, por el Barranc del Gorg, conduce a la pista donde vuelven a aparecer las señales del PR-v8. Hacia la izquierda se va a Marines y hacia la derecha al Barranc de l’Olla y Olocau.

De vuelta hacia Olocau, detrás de una curva, aparece como por arte de magia el grupo perdido. Primero un grupito de unos cinco, luego dos más, después otro, y otros tres más… ¿Están todos? Parece que sí.

                    

Después de unas emotivas escenas de reencuentro examinamos la situación. Ellos han venido desde el Coll del Sentig al Castell del Real, y luego por la senda que conduce a las ruinas del Barranc de l’Olla. Desde aquí iban, sin saberlo, siguiendo el PR-v8 hacia Marines. Decidimos seguir en esa dirección, para no volver otra vez por el mismo sitio.

La pista da paso a una bonita senda por la izquierda que después de atravesar una zona de frondoso bosque desciende hasta el pueblo de Marines. Desde aquí hay que volver a Olocau por la carretera. Empieza a llover, aunque parece que la tormenta se disipa.

    

Son 5 kilómetros junto al barranco de Gátova que, a causa de las lluvias de estos días, baja con cierto caudal, cosa que aprovechamos para darnos un baño de fuera de temporada. No hace nada de calor, pero si esperamos al verano las pozas se habrán secado y nos quedaremos sin baño.

Una vez en Olocau nos reencontramos todos en el local de turno, el bar del pueblo, para echar unas cervezas y unas risas.

 

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