La dieta sana sigue siendo el pilar
fundamental para que el tratamiento medicamentoso de la
hipercolesterolemia sea eficaz.
Por ello, las sociedades
científicas, encargadas del estudio de estas patologías, recomiendan
el estricto control de su alimentación.
Los expertos
anglosajones recomiendan una dieta pobre en grasa y rica en hidratos
de carbono, algo parecida a la dieta vegetariana. Sin embargo, en
los países mediterráneos recomendamos una dieta rica en grasa,
siempre que ésta, en su mayoría, proceda del aceite de oliva.
Existe acuerdo unánime en restringir los alimentos ricos en
grasas saturadas y colesterol, como las carnes rojas, los embutidos,
la bollería industrial, la mantequilla, la leche entera o sus
derivados y los productos preparados con aceites de palma o
coco. |