Ese texto fue tomado de "La pasión danzaria", que publicó en 2000 la
Academia de Ciencias de la República Dominicana, en Santo Domingo y que
redactó Darío Tejada.
Origines del merengue
Merengue es ánimo,
merengue es movimiento, merengue es una pareja abrazándose y dando vueltos
que los levan al cielo. Se ha dicho que la música dominicana es
contagiosa, y verdaderamente, el merengue, nacido en un país pequeño, ha
llegado a animar y enriquecer las vidas de gente en el mundo entero. Es
contagiosa de manera quq de amor y vida: el merengue es un virus
curativo. España fue parte del mundo
cosmopolitano islámico desde 711 hasta la reconquista. las culturas
españolas, asiáticas y africanas estaban ligadas en éste mundo. Bilal, el
muezzin (cantor) del profeta Hohammad, fue un negro africano. Reconocido
como el mejor cantor de su día, Ibrahim Ibn al-Mahdei (779-839) fue hijo
de una esclava africana y un padre aristocrático que pasó la mayor parte
de su vida en España, donde fundó un movimiento musical de gran
influencia. Hasta el año 1492 un estimado de 150,000 africanos (mayormente
escavos) residieron en España. Siendo parte del nexo cosmopolitano
afro-asiático, los españoles estaban listos para la interacción con los
africanos cuando conocieron América; un rico sancocho africano-español
creció en Santo Domingo. En cuanto a la vida musical, la parte negra
predominó, creando una música afro-criolla. El
merengue surgió como una transformación afro-americana de la contradanza
europea. Otras transformaciones de la contradanza incluyen el danzón
cubano y el ragtime estadounidense. El término "merengue" (en francés
"meringue" y en creole "mereng") se aplica a géneros estilísticamente
distintos en Haití, Venezuela y Colombia. Así, el merengue dominicano es
parte de una familia de bailes generalizada en el Caribe. El
antihaitianismo que persiste entre muchos dominicanos se manifiesta en el
hecho de que algunos investigadores dominicanos casi han ignorado el
merengue de su vecino país. La investigación del merengue haitiano pudiera
enriquecer la investigación de la música dominicana por ejemplo, mientras
la relación entre el merengue y la contradanza es clara, cuando uno
considera el caso del merengue haitiano (los fuentes históricas haitianas
demuestran dicha vinculación), la relación entre el merengue dominicano y
la contradanza fue ofuscada por muchos años. El hecho de que el merengue
es el baile nacional tanto de Haití como de la República Dominicana
refleja semejanzas de las culturas de los dos países de la isla
Quisqueya. El merengue dominicano, como los
merengues haitiano y venezolano, surgió en los salones a mediados del
siglo XIX como derivativo de la contradanza, Imitando la buena sociedad,
los campesinos de las varias regiones de la isla transformaron el merengue
de contradanza a sus propias maneras, utilizando estéticas e instrumentos
musicales propios de sus culturas regionales. Lo que hoy en día se llama
"el merengue dominicano" viene de una región de la República Dominicana,
el Cibao. Otras regiones del país, y de Quisqueya entera, han tenido sus
propias formas de merengue. Los otros merengues no se parecen al merengue
cibaeño en el estilo musical ni en el estilo coreográfico. Los diferentes
estilos de merengue son: 1) el merengue de atabales (en el Este), 2) el
merengue palo echa'o, también llamado pri-prí (en Villa Mella), 3) el
merengue redondo (en Samaná), y 4) el merengue cibaeño (en el
Cibao). Durante años el merengue popular ha
admitido muchas influencias foráneas, sufriendo muchos cambios en su
estilo musical. Por eso se ha dicho que el merengue ha "degenerado." Papa
Molina, el líder de una de las mejores orquestas de los años 1950s, indica
que la música popular de Estados Unidos siempre ha cambiado su nombre
cuando su estilo musical ha cambiado, y opina que "un género musical no
puede evolucionar cuando la célula ritmica cambia, el género cambia, y su
nombre debe cambiar." Sin embargo, se debe notar que muchas veces, nombres
de géneros musicales se aplican a tipos de música que son estilísticamente
distintos. El son cubano no suena como el son mejicano, y el merengue
venezolano no se parece al merengue cibaeño dominicano, que tampoco se
parece el merengue palo echa'o dominicano (el pri-prí). Quizás los
dominicanos no han cambiado el nombre de su música popular precisamente
porque el merengue se ha convertido en un foro para promover la identidad
nacional. La colonia dominicana en Estados Unidos creció rápidamente
después de los años 1960s y los dominicanos ausentes usaron el merengue
como una estrategia para fomentar su cohesión social en el ambiente
foráneo. |