EDUCAR LA ATENCION
DEL ADOLESCENTE
Por el Doctor José
Martínez Costa
Médico de Niños y
Adolescentes
Sin atención, sin “fijarse en”, dificilmente nos
podemos enterar de las cosas y, por descontado, quedan muy entorpecidos los
aprendizajes y la instrucción, todo ello de capital importancia en la edad que
nos ocupa.
Definiciones
La atención es “la acción de fijar
nuestro espíritu sobre algo; la concentración de la actividad mental sobre un
objeto determinado” (diccionario Le Petit
Robert).
Para la RAE es “aplicar voluntariamente el
entendimiento a un objeto espiritual o sensible”.
El Prof. Pinillos la define como un “proceso de focalización
perceptiva que incrementa la conciencia clara y distinta de un número central de
estímulos, en cuyo entorno quedan otros más difusamente
percibidos”.
Atencion y
motivacion
La A. es directamente proporcional a la
motivación (P. Mª P.A.G. in Dicc. de las Cienc. de la Educ.) por lo cual una A.
normal es básica para los aprendizajes y el rendimiento. Es asimismo importante
que el adolescente está motivado en su autoeducación para potenciar su atención.
Otro factor que la potencia es la laboriosidad.
Modalidades de la
atencion:
Se distingue una atención extrínseca, otra intrínseca
así como una atención inducida. Otras modalidades son la atención afectiva y la
voluntaria. (Detalles en la pg. 485 del
libro: ATTENZIONE : Indotta , Affettiva, e Volontaria
del Prof. Paolo Manzelli).
Aproximación a la
etiología.
Teniendo en cuenta que se trata, a priori, de adolescentes sanos, quedan
descartadas las grandes patologías. Por eso solo mencionamos a continuación
algunos factores etiológicos menores:
La hipertrofia de las adenoides, con la
facies un poco abobada, frecuente en edades anteriores a la adolescencia, actúa
por el mecanismo de hipoventilación pulmonar, por obstrucción nasal crónica,
como señalamos a continuación.
Otra etiología es la rinitis alérgica
por la obstrucción nasal concomitante, con su consiguiente dificultad àra una
ventilación pulmonar normal.
La hipovigilancia puede ser consecuencia
consecuencia del “surmenage” escolar, de la monotonía, de la fatiga laboral,
tanto física como psíquica, de la saturación
mental.
El simple aburrimiento al que unos
adolescentes están más predispuestos que otros, es causa a tener en
cuenta.
La falta de motivación para el
aprendizaje académico.
Las disomnias o trastornos del sueño,
especialmente las hiposomnias o déficits de horas de sueño y los insomnios,
especialmente cuando se acompañan de somnolencia
diurna.
Hay también un factor personal (personas
de natural concentradas o distraídas, “despistadas”), en lo cual hay también un
componente genético, hereditario.
Neurofisiologia y educacion
de la atencion
El modelo geológico para
explicar la organización global del sistema nervioso central humano nos ayuda a
comprender la fisiología de la atención. Este modelo ha sido objeto de estudio y
aplicaciones por nuestra parte en foros varios, por lo cual nos limitamos a
citarlo de modo compendiado, casi abreviado en esta
ocasión.
El cerebro humano está
organizado en tres capas o estratos geológicos en consonancia con cuanto ya
apuntó Ch. Darwin en el ochocientos, de su larga historia de mutaciones
evolutivas.
a)
Un nivel basal, ancestral,
del que provienen las pulsiones instintivas.
b)
Un nivel intermedio de la
afectividad.
c)
Un nivel superior,
bihemisférico, neocortical, que posibilita las funciones cerebrales más
complejas y sofisticadas.
No olvidemos que entendemos el sistema nervioso central como una
organización global, holística, cuyos diferentes sistemas y subsistemas
contribuyen a modular armónicamente el proceso complejo de la atención, con
fusión del sensorio, del pensamiento, de los afectos, de las vivencias
anteriores e incluso de los instintos para enfocar cuanto queremos que sea
objeto de nuestra atención.
Como quiera que la corteza cerebral,
sobre todo en sus porciones más anteriores
(el llamado cortex prefrontal) interviene en hacer posibles las llamadas
funciones neurobiológicas superiores, (una de ellas es la atención), las
lesiones a este nivel pueden producir deficits de atención (hipoprosexia) o
falta de la misma (aprosexia).
El tálamo
cerebral y en él, el llamado núcleo pulvinar, controla la discriminación
al detalle de la información que llega al cerebro desde fuera y su interés en el
proceso de atención consiste en la activación selectiva en cada circunstancia,
de unas neuronas y desactivación de otras, especialmente para la atención
visual, existiendo asimismo una dominancia en este sentido de la corteza visual
del hemisferio derecho.
El Sistema
Reticular Activador Ascendente es otra
estructura meso-troncoencefálica cuya influencia sobre la corteza cerebral nos
mantiene despiertos y conscientes. Sus neuronas parvocelulares mantienen el
“arousal”, es decir, la alerta.
El mundo
emocional e instintivo gravitan intensamente sobre algunos centros de
interés de la atención y cuanto contribuya a embridar los instintos y a
controlar las emociones, es favorable para la educación de la motivación.
Como factores de influencia hay que
contar asimismo con la fuerza de los hábitos contraídos y la
racionalización.
Atención y
sentidos
Nuestros sentidos se encargan de aportar la información externa a nuestra
mente. Cualquier defecto en aquellos (déficits auditivos, visuales, etc) puede
repercutir negativamente en la atención. De ahí la conveniencia de respetar las
normas de la higiene de los sentidos por parte del adolescente (consultas
periódicas al médico oftalmólogo y eventualmente, al médico
ORL).
Oscilaciones normales de la
atención en el adolescente
Si
cotejamos la neurofisiología de la atención con la cronología de la maduración
del cerebro en el adolescente y especialmente el control que ejerce sobre la
misma el cortex prefrontal, es fácil y lógico deducir que la atención, en el
adolescente sano, pueda presentar pequeñas trastornos que afectan a su óptimo
rendimiento, en especial cuando se añaden, por ejemplo, factores ansiógenos
intrínsecos o extrínsecos al joven o cuando éste no sigue los consejos
científicos de la Higiene Mental..
Posibilidades
terapéuticas
De ahí la importancia de disponer de medicación
neurotropa selectiva que nos ayude en la “bioquimieducación” (Rodríguez Delgado)
del adolescente sano en crisis leve y pasajera. Una opción podrá ser la de los
medicamentos psicoestimulantes nootropos.