v. Alcali. Bajo este término se designaban indistintamente al menos dos de las formas en las que se presentaba el gas obtenido de la putrefacción de las materias orgánicas animales y algunas vegetales. En forma gaseosa o disuelto en agua se designaba como "álcali volátil" o "álcali volátil cáustico", mientras que unido al ácido carbónico (v. Aire fijo) formaba una sustancia sólida identificada como "álcali volátil concreto", "álcali volátil no cáustico" o "álcali volátil aireado". El nombre de "amoníaco", con el que actualmente designamos a este gas procede, del término "sal ammoniacum" con el que diversos autores latinos nombraron las sales de cloruro de amonio formadas en el oasis de Ammon, en el Alto Egipto.