Proyecto WWW del Museo
Métodos de Información. nº 6 / 7. Julio / Septiembre 1995.

PROYECTO WWW DEL MUSEO ESPACIO DE ARTE

Se explora en este artículo en las posibilidades de las diferentes herramientas existentes en la Internet -correo electrónico y World Wide Web (w3)- para la confección de un servicio de información de un hipotético museo con una excelente relación calidad/precio.

Entre las múltiples opciones que ofrecen las nuevas tecnologías, destacan, sin ninguna duda, las excelentes posibilidades que ofrecen las nuevas herramientas existentes en la red para la construcción de un sistema de información que resuelva, de manera indistinta, las consultas informativas de los visitantes del museo, los requerimientos de los usuarios on line y las comunicaciones entre los trabajadores de los diferentes servicios del museo.

La dimensión interna
Uno de los conceptos a los que menos atención se ha prestado desde la aparición de los www es al hecho de que se trate de un ingenio creado con la aparentemente modesta intención de resolver la transferencia y la circulación de la información en una organización determinada. El creador del lenguaje (http) que posibilitó la aparición de los w3 no tenía otra pretensión que la de solucionar la transferencia informativa en el CERN de Suiza.

La combinación de las características del http con la accesibilidad universal que ofrecía el protocolo internet, hicieron posible el desarrollo del acceso on line de manera universal evitando los problemas de estándares tecnológicos existentes hasta ese momento. El w3 ofrece entonces la posibilidad de realizar consultas en servidores australianos y ello hace que miles de personas que no habían prestado hasta entonces atención al hombre del tiempo se dediquen de manera sistemática a bajarse cada mañana las fotos del satélite Meteolsat, por poner un ejemplo tan absurdo como real.

Tratamos en este proyecto de recuperar la dimensión interna del w3 para que pueda servir como canal de circulación de una organización. La idea que subyace a nuestro planteamiento es la de que los mayores usuarios del servicio de información del hipotético museo serían los propios trabajadores que utilizarían dicho canal para comunicarse entre ellos e intercambiarse información mediante el correo electrónico, envio de correspondencia electrónica con contactos internacionales, consultar los catálogos de los fondos para una consulta concreta o tramitar mediante el w3 la suscripción a la propia publicación del museo.

Se plantearán, sin duda, objeciones respecto a la privacidad de la información interna que maneja un organismo de estas características. Aunque seamos partidarios de una total transparencia informativa, podemos suponer que existen en el mundo directores a los que no les hará gracia la idea de que cualquier usuario tenga acceso a su correo electrónico. Sólo señalar que existe la posibilidad de proteger determinadas áreas a elección de los gestores.

Relaciones exteriores
La posibilidad mas golosa. La misma instalación que permite el flujo informativo interno va a servir de presentación del museo a los más de 31 millones de usuarios que en la actualidad navegan en las redes. Con una infraestructura informática modesta podremos presentar a la sociedad cibernética la existencia de nuestro museo. Además basta con realizar una consulta en el World Wide Art Resources (referenciado en este mismo número) para darnos cuenta de la carencia de museos españoles entre los que tienen representación en la red.

Las posibilidades del visitante electrónico son amplísimas: consultar el catálogo de las exposiciones permanentes, comprar el catálogo de una exposición concreta (rellenando el formulario de petición electrónico y pagando, como no, con dinero electrónico), consultar los fondos de la biblioteca, conocer detalles sobre la biografía de un artista o simplemente solicitar una visita concertada de grupo.

Las posibilidades son infinitas, pero lo que nos interesa hacer resaltar es la doble posibilidad de consulta del servicio. Así, por un lado, la consulta puede ser realizada por un usuario de Internet del Japón (lo que no deja de ser una curiosidad para citar en la memoria del centro), pero, por otro, los visitantes físicos tendrán la posibilidad de realizar dichas consultas mediante las terminales instaladas por el propio museo para su uso in situ. La existencia de terminales de libre acceso tendría una importancia determinante en una etapa inicial y sirve, además, como la mejor publicidad del propio w3.

Sobre los contenidos de la propuesta
Las diferentes pantallas han sido diseñadas con criterios de claridad y amplitud. Claridad de conceptos para no dificultar su uso (aún teniendo en cuenta que un w3 es un ente vivo susceptible de mudanza periódica) aún entre aquellos usuarios y trabajadores carentes de cultura informática. La amplitud viene determinada por tratar de contemplar en un mismo proyecto los requerimientos informativos internos y externos. La información contenida en cada uno de los puntos señalados tanto en la pantalla homepage como en las restantes son responsabilidad de cada uno de los servicios del museo. Así, el servicio de publicaciones sería el responsable de los contenidos del catálogo de publicaciones (en realidad un catálogo de publicaciones versión electrónica), mientras que la biblioteca tendría la responsabilidad de las consultas realizadas sobre sus fondos. Todo ello coordinado, claro esta, por el responsable del servicio de información y del w3 que tiene amplios poderes sobre los contenidos.

Por último, resaltar la existencia de un único punto de conexión con otros posibles puntos de interés existentes en la red. Así, el servicio de información del museo ofrece, además de las informaciones propias del centro, una selección de los mejores recursos externos sobre el tema que ocupe al organismo en cuestión.