GUGLIELMO CAVALLO Libros, editores y público en el mundo antiguo: Guía histórica y critica. Madrid: Alianza, 1995. 171 p.; 20 cm. ISBN 84-206-2815-8 | ![]() |
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La obra va dirigida a los estudiosos de la cultura manuscrita, en el contexto más amplio de las ciencias de la antigüedad, sin que se pueda considerar un manual general o introductorio, sino más bien un conjunto de trabajos especializados especialmente útiles para investigadores y estudiosos que deseen profundizar en el estudio de las fuentes y testimonios de esta Época y temática, como deja claro la abundancia de notas y citas de cada capítulo, que constituyen verdaderas fuentes de investigación.
Los 3 trabajos, reunidos bajo la dirección de Guglielmo Cavallo, son independientes pero complementario, siguen un orden cronológico, aunque sin guardar paralelismo temático, centrándose cada uno en un aspecto diferente del mundo librario, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que no fueron escritos para una obra en concreto, sino que son trabajos autónomos, reunidos posteriormente para esta edición.
El propio Guglielmo Cavallo se ocupa de deslizarnos acertadamente en la problemática de la obra mediante una introducción en la que al mismo tiempo sintetiza la esencia de las aportaciones posteriores.
El primer capítulo, de Eric G. Turner, titulado "los libros en la Atenas de los siglos V y IV a.C.", supone un profundo trabajo de investigación, como reflejan el gran número de citas y fragmentos de textos antiguos, todo ello sintetizado en un moderado número de páginas.
Este trabajo, que data de 1952, ha sido revisado y actualizado por el autor para la presente edición.
En la segunda contribución, datada en 1962, "Comercio librario y actividad editorial en el Mundo Antiguo", (Grecia y el mundo helenístico, por un lado, y Roma y la Época grecorromana, por el otro), Tînnes Kleberg hace gala de un lenguaje más directo y una exposición más amena que facilita su lectura y da un carácter más divulgativo al tema del comercio librario en la antigüedad, tema que todos los manuales tratan de pasada, sin profundizar.
La tercera y última contribución, "Libros y público a fines de la Antigüedad", es obra del propio Guglielmo Cavallo, estando dedicada, fundamentalmente, al estudio de los factores que contribuyeron en la sustitución del rollo por el códice, hecho considerado como revolucionario. Su redacción es clara y amena y su extensión generosa.
El autor es erudito de reconocido prestigio en la cultura escrita antigua (incluyendo la primera época bizantina) en un sentido amplio, y un prolífico especialista, como queda demostrado por el hecho de que su última contribución conocida data de 1994, mientras que el original de la obra que nos ocupa está fechado en 1975, y en este lapso de tiempo ha elaborado numerosas aportaciones, eso sí, sin que ninguna, excepto la presente, (que es una traducción de la edición italiana de 1977) se haya publicado en castellano, de modo que esta obra sería un clásico de encontrarnos en un país de gran desarrollo investigador en este campo.
La historia del libro, siempre difícil, lo es más en determinadas Épocas a causa de la escasez de fuentes fiables, siempre procedentes de noticias inconexas que deben integrarse mediante deducciones concluyentes no siempre bien fundamentadas.
En un terreno en el que la actualización resulta tan difícil, no debemos dejar que las fechas de los trabajos nos desalienten en exceso. Esta cuestión También resulta mitigada por la inexistencia de trabajos similares en castellano. Hasta ahora, nos hemos tenido que conformar con venerables manuales de todos conocidos, como los de H. Escolar, A. Millares, S. Dahl, J. Martínez de Sousa, etc., que por su propia naturaleza debían huir de la especialización, tanto temática como temporal.
Esta pobreza bibliográfica en el propio idioma, convierte a una obra como la presente en novedosa, aunque en sentido estricto no lo sea, contribuyendo a ampliar y enriquecer los puntos de vista en el seno de un colectivo acostumbrado al manejo de un número reducido de manuales, lo cual siempre incide negativamente en la vitalidad del debate intelectual.
Esperemos, pues, que a esta obra sigan otras muchas similares, superiores, a ser posible, en cuanto a su actualización
M. Valls Martínez