Aksel Gallen-Kallela fue el artista finlandés más polifacético de finales del siglo XIX: pintor, arquitecto, diseñador y pionero en la introducción de los nuevos principios de las artes gráficas en Finlandia. También fue el más apasionado, un enfant terrible que reaccionaba fuertemente ante cualquier cosa que considerara pretenciosa. Junto con Albert Edelfelt, fue el que más contribuyó a levantar el amor propio de una nación que luchaba por mantener su identidad, siendo un ejemplo supremo sus interpretaciones evocadoras de la épica nacional finlandesa, el Kalevala.
Al terminar su formación temprana, en la Escuela de la Sociedad Finlandesa de Arte y con tutores privados, en Helsinki, se incorporó a la Académie Julian en el otoño de 1884 y estudió en París hasta la primavera de 1889, a ecepción de unos pocos períodos pasados en Finlandia. También asistió a la Academia de Cormon en 1887-1888. Asimiló con facilidad diversas técnicas de pintura y temas, del naturalismo al impresionismo, del simbolismo al sintetismo. Las obras tempranas más importantes de Gallen-Kallela fueron cuadros de los campesinos finlandeses y del campo. Se convirtió en el principal pintor del romanticismo nacional y el que instigó a buscar las raíces de la leyenda épica Kalevala en Carelia, al Este. Sin embargo, estando en París, pintó su ambiente bohemio y su frívola vida nocturna en pequeños cuadros cosmopolitas.
El interés duradero de Gallen-Kallela por el Kalevala comenzó en serio en 1889. La madre de Lemminkäinen (1897, Ateneo, Helsinki), que describe la historia siempre actual del amor resucitante de una madre, es posible que dé su imagen más cautivadora, combinando una técnica meticulosa con grandes campos sintéticos de color y un ambiente simbolista siniestro del mundo de los muertos. También pintó escenas del Kalevala en fresco e ilustró la leyenda épica completa en un libro publicado en 1922.
En Berlín, en 1895, Gallen-Kallela estudió técnicas de grabado en madera y al agua fuerte con Josef Sattler, y realizó una exposición conjunta con Edvard Munch. Sus gráficos fueron muy admirados por el grupo radical Die Brücke, que le invitó a adherirse a él en 1907. El artista más nacionalista de Finlandia a principios de siglo fue también uno de los más conocidos internacionalmente.