Fue Jean Sibelius un hombre orgulloso y tímido,
reservado y sensible. Una vida tranquila, sin turbulencias ni
pasiones, no exentas de conflictos pero siempre sin estrépito.
La música se corresponde con la imagen del hombre y de
su vida, refinada, elegante, a veces serena, a veces sombría,
sin excesos ni desmesura. Este mago de la orquesta, que lamentará
siempre no haber podido ser violinista - cuando tiene ya más
de cuarenta años escribe en su diario: He soñado
que era un virtuoso del violin-,supo cantar como nadie el
alma del pueblo finlandés y los paisajes nórdicos
que tanto amaba. Compositor al que con frecuencia se acusa de
no ser más que el cantor de una etnia, supo con sus sinfonías
y sus poemas sinfónicos, situarse junto a los más
grandes sinfonistas del mundo europeo. Para su país, Sibelius
era y es todavía hoy un objeto de culto, un músico
que, en tiempos de la dominación rusa, supo expresar las
reivindicaciones de su pueblo, un músico, en fin, que contribuyó
a que la cultura finesa franquease las fronteras de su país.
LA VIDA Y LA OBRA DE JEAN SIBELIUS
1865
Nacimiento en Hämeenlina el 8
de diciembre
1878
Estudia en el Liceo finlandés
de Hämeenlina
1885
Estudia derecho en Helsinki
1886
Estudia música en el Conservatorio
de Helsinki
1890
Viaje a Viena
1891
Regreso a Finlandia
1892
Kullervo.
Se casa el 10 de junio con Aino
1893
Comienza Cuatro leyendas
1894
Período del Simposium. Primer
viaje a Italia
1897
Se le asigna una renta anual
1899
Primera sinfonía. Aternarnes Säng
1900
Finlandia
1901
Versión definitiva de En
saga
1902
Segunda sinfonía
1903
Vals triste de Kuolema
1904
Concierto para violín
1905
Se instala en Järvenpää.
Primera estancia en Inglaterra