Roy
Andersson nacido en Göteborg en 1943 no ha realizado
más que tres películas en toda su carrera, pero
ha ganado una gran reputación por la locura que siembra
en sus películas, cuyos estrenos siempre son un gran evento.
Después de obtener su diploma en el Instituto
Sueco de Cine en 1969, realiza su primer largometraje Una
historia de amor (En kärlekshistoria, 1970)
premiada en el Festival Internacional de Berlín. Su segundo
film Giliap (1975) fue presentado para la Quincena de realizadores
de Cannes en 1976 y fue mal recibido por la industria del cine.
Entonces Roy Andersson decide filmar cortos publicitarios a los
cuales puede caracterizar con su propio estilo de planos totales
y tomas con gran angulares. La industria del cine publicitario
lo galardona varias veces por sus películas. En 1981, se
lanza completamente solo en el campo de la producción,
pues nadie quiere darle una oportunidad en cine. Su empresa productora
en Estocolmo se llama Studio 24. A este cineasta tan especial
le lleva cuatro años rodar Canciones
desde el segundo piso (Sånger från andra
våningen, 1999), su última película que
compite en Cannes 2000. Esta pequeña joya surealista de
una hora y media traspasa las barreras de la comprensión
y la clásica en el cine. Mejor aún, hace de Roy
Andersson uno de los cineastas más perfeccionistas de su
época.