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Como cualquier saga vikinga,
esta historia cuenta una serie de aventuras de héroes
enfrentados a pruebas más grandes que la vida, bajo el
exótico fondo del mundo nórdico. Pero también
muestra el lado siniestro y oscuro de aquellos tiempos. La vida
era muy dura, pero había que sobrevivir, y esa supervivencia
dependía de las habilidades que cada cual desarrollase.
Erik el Rojo es uno de los vikingos más famosos.
Y curiosamente no pasó a la historia por hazañas
guerreras ni por asaltos de piratas ni por haber sido el rey
de un país, como suele ser el denominador común
de la mayoría de vikingos que recogen los textos históricos.
Erik el Rojo fue el descubridor de Groenlandia, la Tierra Verde,
ampliando así el mapa de la Europa medieval. Fue "el
hombre que pudo reinar", de no haber sido por los profundos
sentimientos antimonárquicos de aquellos pioneros que
cruzaron el océano en busca de una segunda oportunidad
en una nueva tierra donde poder asentarse y prosperar. Pero también
fue el símbolo de quienes se empeñaron en correr
contra el viento, trazando su propio camino, en vez de seguir
el sendero marcado por las costumbres. |