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Bjørnstjerne Bjørnson recibió el premio Nobel de literatura en 1903,
siendo el tercer ganador de la serie. Henrik Ibsen no lo ganó
nunca. En años posteriores, esto se ha considerado como
prueba del poco valor de los premios literarios. Sus contemporáneos
lo vieron de otra manera: Ibsen y Bjørnson eran dos estrellas
igualmente luminosas. Ambos merecían el premio, pero quizás
Bjørnson más, por acercarse su obra más
a la intención expresa del testador, al hablar de trabajos
escritos con espíritu idealista, sobre todo si se
interpreta el término trabajo en sentido amplio
y se tiene en cuenta la lucha llevada a cabo por Bjørnson
en la prensa internacional en favor de pueblos oprimidos y personas
perseguidas; de sus esfuerzos por la paz, el desarme y la conciliación
de la sociedad internacional. |