Mi vida como un perro (1985)

de Lasse Hallström

basada en la novela de Reidar Jönsson


Esta bellísima historia sucede en la década de los cincuenta y nos muestra el despertar a la vida adulta de un niño de 12 años, que comparte sus juegos con un perro, y que verá alterada su existencia debido a la enfermedad de su madre, lo que hará que cambie su residencia, trasladándose a vivir con unos parientes, al campo. La relación con sus nuevos vecinos, otros niños y su nueva familia, variarán su universo infantil.

Mi vida como un perro está ambientada en los años 50, cuando tanto el director como el autor del libro eran niños. El temperamento más moderado de Hallström suaviza la historia original de Reidar Jönsson, añadiendo episodios de su propia infancia, más feliz. El rostro expresivo de Anton Glanzelius capta la vitalidad paradójica de la vida plagada de crisis del joven Ingemar. Aún así, Mi vida como un perro es realmente un cuento bastante triste sobre un niño a quien deja la madre, por enfermedad mortal, y a cuyo perro, Sickan, se le da muerte mientras él tiene que mudarse a casa de unos parientes del campo, lejos de la ciudad en la que ha crecido. El título del libro y del filme se refiere a la situación de Ingemar, psicológica y existencialmente. Su fantasía más expresiva está relacionada con el perro ruso Laika, enviado solo al espacio en un sputnik, sin tener voz ni voto en el asunto. Tales momentos son relatados sobre el fondo del infinito de un cielo azul salpicado de estrellas, ocasiones en que la soledad y la vulnerabilidad de Ingemar adquieren una perspectiva metafísica. En el nivel psicológico, esas tomas pueden ser yuxtapuestas en otra viñeta repetida, en que Ingemar cuenta chistes a su madre en una época en que esta todavía sana y podía reirse. Nosotros comprendemos, e Ingemar sospecha, que esos momentos no volverán; que al igual que el perro ya muerto en el espacio, han pasado al eterno mundo de los recuerdos. Sin embargo, Ingemar es un sobreviviente; en parte, porque tiene vitalidad, sensibilidad y humor, y en parte, porque sus parientes y la gente del pueblo son seres humanos decentes, que le aceptan, no por compasión ni sentimentalismo, sino en sus propias condiciones. La película finaliza con un canto a la vida en donde el pueblo, que es como una familia ampliada, celebra la victoria del boxeador sueco Ingemar Johansson sobre Floyd Patterson, mientras que el joven Ingemar, se queda dormido en los brazos de su primer amor juvenil, Saga.



Lasse Hallström - Su carrera como director comenzó en Suecia, trabajando para la televisión. Entre otras cosas realizó los videos musicales de ABBA. Esto hizo que fuera seleccionado para rodar, en 1977, ABBA: la película. Posteriormente rodó varios largometrajes en su país, como Happy we o The children of Bullerby Village. Lasse Hallström es famoso por sus atractivas e idiosincrásicas películas que abarcan personajes y puestas en escena muy peculiares. Nacido en 1946 en Estocolmo (Suecia), llamó la atención de la audiencia estadounidense en 1985 con Mi vida como un perro. La película obtuvo dos nominaciones a los Oscar ese año y fue elegida mejor película extranjera por la Asociación de la crítica de cine de Nueva York.

Desde principios de los 90 reside en los Estados Unidos donde ha realizado películas como Mi querido intruso (Once Around, 1991), una original comedia con Holly Hunter y Richard Dreyfuss; ¿Quién ama Gilbert Grape? (What's Eating Gilbert Grape?, 1993), con Johnny Depp y Leonardo DiCaprio; Algo de que hablar (Something to Talk About, 1995) con Julia Roberts y Dennis Quaid. Su último trabajo es Chocolate (2000) con Juliette Binoche.



 

 Mi vida como un perro (1985)

Mitt Liv Som Hund

Director: Lasse Hallström

Guión de Lasse Hallström basada en la novela autobiográfica de Reidar Jönsson

Director de Fotografía: Rolf Persson

Música de Bjorn Isfalt

Actores principales: Anton Glanzelius, Manfred Serner, Anki. Liden, Tomas von Bromssen.