I.S.S.N.: 1138-9877
Cuadernos Electrónicos de Filosofía del Derecho. núm. 1
SAMI NAÏR, Contre les lois Pasqua, Arléa,
Paris, 1997.
Continúando con el tema iniciado en su obra "Lettre à Charles Pasqua de la part de ceux qui ne sont pas bien nés", y anteriormente con "Le Regard des vainqueurs: les enjeux français de l'immigration", el autor afirma ya en el prólogo, que la legislación francesa relativa a la inmigración lo que verdaderamente hace es desestabilizar a los inmigrantes legalmente instalados, hasta tal punto que, se contradice la propia tradición universalista francesa. En este sentido, en otro de sus libros, esta vez con Javier de Lucas titulado "Le déplacemnet du monde", Sami Naïr afirma que en realidad las leyes Pasqua vienen a legitimar la retórica de la extrema derecha llevando a cabo un "ataque sistemático contra los inmigrantes y los extranjeros"
Ahora, S. Naïr recoge de nuevo la carta dirigida a Charles Pasqua añadiendo un análisis de la política seguida por el ministro del Interior Jean-Louis Debré, el cual, como acertadamente destaca el autor, contribuye a radicalizar las previsiones de las disposiciones de 1993 añadiendo factores que las dotan de una incoherencia mayor. Desde el prólogo, ya se anticipa la conclusión al entender que, la única solución posible, pasa por una gestión realista de los flujos migratorios y por una verdadera política de inmigración que tenga en cuenta los intereses a largo plazo.
Conviene destacar dentro de la carta dirigida a Pasqua la previsión de futuro, que el autor hace y que en muchos sentidos ha comenzado ya a cumplirse, al afirmar que los remedios propuestos por estas leyes más que "regular el problema" de la inmigración acabarán perjudicando a Francia, no porque en realidad no sea necesario intervenir en estos temas, sino porque no se está interviniendo de forma adecuada.
Comienza el capítulo primero señalando los tres aspectos en los que se centran estas leyes reguladoras de la inmigración en Francia, estos serían:
- el desplazamiento de personas
- las condiciones de integración en la sociedad francesa
- el control y la vigilancia dentro de Francia de los extranjeros
Con la ley de 24 de agosto de 1993 relativa al control de la inmigración, comienzan ya los cambios en cuestiones básicas para los inmigrantes: así , por ejemplo, se atribuye al alcalde la posibilidad de rechazar el certificado de alojamiento de modo que se asigna a un poder municipal una materia que, como acertadamente destaca el autor, debería de regularse por el Estado, ya que, entendemos que supone un evidente peligro de actuación arbitraria el dejarla en manos de la autoridad municipal. Por otra parte, se atribuye al ministro del Interior la posibilidad de fijar las categorías de extranjeros, atendiendo a la nacionalidad, sometidos a la obligación de tener visado en el momento de desplazarse fuera de Francia. Con esta disposición, no sólo se discrimina a los extranjeros, sino que, además, se limita la libertad de circulación atacando la igualdad internacional reconocida en el Pacto Internacional de derechos civiles y políticos.
Asimismo, se introducen importantes novedades en cuestiones como la renovación de los permisos de residencia y el reagrupamiento familiar :
En cuanto a la renovación de los permisos de residencia, se permite ,tras el artículo 14 de la ley de 24 de agosto de 1993, que viene a modificar la ordenanza de 1945, la reconducción del extranjero a la frontera, sin el beneficio del plazo de un mes que va unido al procedimiento normal de expulsión, siempre que, el extranjero no haya conseguido la renovación de dicho permiso por motivos de orden público. Evidentemente, por nuestra parte entendemos, que el término orden público es tan genérico que la posibilidad de prescindir de la garantía que a favor del extranjero supone ese plazo se amplia excesivamente.
Por lo que se refiere al reagrupamiento familiar las condiciones que se exigen para el mismo se hacen tan estrictas que se dificulta el cumplimiento de las mismas (Capítulo IV de la ley de 24 de agosto de 1993).
En realidad, se trata de atacar los mecanismos que suponen garantías para los extranjeros realizando un recorte cada vez mayor de sus derechos, así por ejemplo se reforma la Comisión de residencia dejándola en un poder meramente consultivo.
Como ya anunciábamos, el autor entiende que lo que se origina es una desestabilización de la inmigración legalmente instalada provocada por reformas como las señaladas anteriormente y también por otras como:
- la ley de 22 de julio de 1993, que reforma el derecho de nacionalidad cuestionando el ius soli.
- la ley de 10 de agosto de 1993, relativa a controles y verificaciones de la identidad.
- la modificación del derecho de asilo en cumplimiento de los acuerdos de Schengen, de forma que se dificulta el acceso al mismo atacando la tradición francesa al respecto o, como el propio autor indica, cuestionando uno de los grandes principios de la República "le droit sacré à l'asile" .
Como J. de Lucas señala, en el ya mencionado libro "Le déplacement du monde" , el hecho de que en paises como Francia o España se tienda a una regulación restrictiva del derecho de asilo, obedece a un espíritu de cierre a nivel europeo, tal como se pone de relieve en el capítulo siguiente, que pretende evitar que los denominados inmigrantes económicos se acojan a este derecho. Se recogen , así, muchos de los postulados de la derecha francesa y también muchas de las propuestas de la ultraderecha, lo que resulta, sin duda, mucho más preocupante.
En el capítulo segundo, el autor analiza cómo estas medidas adoptadas por Francia se incluyen dentro del contexto europeo. Europa parece tener la pretensión de ser vista , por el resto del mundo, como una única nación frente a los extranjeros, es esta idea la que justifica medidas represivas en Francia y al mismo tiempo sirve de excusa para la actuación de España como guardián europeo.
En este sentido, el autor mantiene , que tratados como el de Maastricht crean una situación d'apartheid entre los comunitarios y los extranjeros de un tercer país. La política europea, además de caracterizarse por la obsesión de la seguridad que lleva al control a veces no justificado de los extranjeros, se identifica por que es mucho más favorable con los procedentes del Este frente a aquellos que provienen del Sur.
El problema, tal como lo entiende S. Naïr, es que existe una situación que es disimulada a los ojos de los ciudadanos europeos, es decir, el hecho de que la política de inmigración acaba decidiéndose fuera del control democrático de las naciones, puesto que obedece a un ámbito más amplio que el meramente nacional, pero también fuera de las instituciones comunitarias puesto que no existe una verdadera codecisión. Las políticas europeas relativas a la inmigración, acaban alineándose con aquellas de origen nacional que, más que favorecer la adecuada regulación de la inmigración, complican todavía más la situación existente.
Las circunstancias que ahora se nos presentan hace que debamos repensar el pasado , cuando las mismas condujeron a consecuencias sumamente graves, se trata de aprender de lecciones anteriores. El autor analiza en el capítulo tercero la influencia de los años 30, recoge algunas de las medidas adoptadas en estos años para estigmatizar a los obreros extranjeros y a los solicitantes de asilo, en este sentido destacan:
- el cierre de fronteras
- la precarización y la exclusión de la inmigración irregular
- el cierre del acceso a la nacionalidad
- el reforzamiento de los controles policiales
Son supuestos idénticos a los propuestos por Pasqua, tal como veíamos al analizar el capítulo primero, lo que hace temer que circunstancias iguales conduzcan a las mismas consecuencias . En los años 30, lo más preocupante fue que las distintas medidas adoptadas acabaron acostumbrado a la opinión pública a que existiera una persecución del extranjero, de forma que, no se prestó especial atención a las previsiones hechas para los judios en 1940 y 1941. ¿Existe el peligro de que esta práctica se repita en nuestros días?, precisamente esta posibilidad es la que nos advierte el autor que hay que tener en cuenta, si el extranjero es pisoteado continuamente en sus derechos ¿qué importará cuando estos se le nieguen totalmente? ¿estaremos tan acostumbrados a ello que ni nos inmutaremos?. En realidad, como magistralmente señala S. Naïr, lo que ocurre es que con leyes como las francesas se ataca a las víctimas, en este caso los extranjeros extracomunitarios, y no al sistema que las produce.
La diferencia entre los argumentos planteados por el Gobierno francés para la defensa de su política y los que nuestro autor mantiene reside, como él mismo destaca, en que el ministro del Interior pretende actuar contra los enemigos de la república haciendo valer así su condición de republicano, en cambio S. Naïr propone "ensanchar" los derechos de las víctimas del sistema, en el cual todos nos movemos, para ensalzar las bases de la República. Entendemos que se trata de hacer valer los principios republicanos en beneficio de todos aquellos que están dispuestos a asumirlos y respetarlos.
La opción, ahora, por una regulación adecuada de la inmigración determinará el control de los flujos migratorios , quizás aquellos a quienes en este momento rechazamos influiran en nuestro equilibrio en el futuro, a esta cuestión se refiere el capítulo cuarto. El autor parte de la existencia de una interdependencia entre las naciones, los Estados y las economías , es decir, tras lo que denomina el desplazamiento del mundo (le déplacement du monde) se esconde la necesidad de ir más allá de la mera división entre paises ricos y pobres.
Tal como analiza en el libro del mismo título, el desplazamiento del mundo supone que ya no puede afirmarse que el Norte pueda prescindir del resto del mundo, sino que, en un contexto de mundialización a todos los niveles, de globalización de la economía como el que encontramos actualmente, el Sur también tiene un papel determinante.
Si como S. Naïr afirma existen unos cien millones de migrantes en el mundo, cuyos desplazamientos obedecen a factores tanto cuantitativos como cualitativos, ¿resulta verosímil pensar que la regulación de esta situación pasa por un cierre o por una apertura total de fronteras?. El cierre total es un mito imposible de llevar a la práctica (tal como se ha visto en los intentos de lograr la inmigración cero) , mientras que la apertura sería insoportable. La alternativa a estas dos posturas se ha intentado encontrar en la denominada política de cuotas, en la cual el Estado es el encargado de determinar la cantidad de extranjeros que podrán acceder a su territorio, sin embargo , tal como señala S. Naïr esta política también implica una serie de problemas puesto que la selección es muy fuerte para determinar qué extranjeros podrán entrar y, ello, acaba generando un cierto favoritismo. En cualquier caso, la apertura no sólo favorece a los paises del Sur , sino que influye en toda Europa y, muy especialmente, en Francia puesto que puede suponer una vía de escape a problemas tan graves como el demográfico.
El autor apuesta, creemos que acertadamente, por sustituir la política de "la puerta blindada" por una política de cooperación, entendida en el sentido amplio de dicho término, de forma que una parte del salario pagado a los trabajadores extranjeros que se forman en Francia sea enviado en divisas a sus paises de origen (como una especie de precio por la inmigración) para que estas permitan el relanzamiento de dichos paises y favorezcan a la larga los retornos.
Se trata de una cooperación en la que es necesario un compromiso por ambas partes, por el Estado que asume la obligación de formar a trabajadores y por el país de origen que debe elevar el nivel técnico para potenciar su economía. Entendemos que, dentro de este esquema, debe considerarse incluida la superación de políticas al estilo de las autoritarias o dictatoriales que en ningún caso son compatibles con la cooperación propuesta.
Sami Naïr plantea una nueva vía para la regulación de la cuestión migratoria: la inmigración " d'alternance" , que supone ventajas para los paises de origen y que respeta, en todo caso, la posibilidad de elección libre por parte de los inmigrantes, mucho más adecuada a la realidad de nuestros días que la política burocrática y policial mantenida hasta el momento. Se hace una apuesta por la liberalización del estatuto del inmigrante superando las manipulaciones actuales de los derechos y acabando, al mismo tiempo con las mafias que surgen en trono a las inmigraciones ilegales.
El capítulo quinto, comienza afirmando la necesidad de conseguir primero la integración de los propios franceses para después intentar lograr la de los extranjeros en Francia. La única solución es la integración de aquellos que realmente desean quedarse en el país, las prohibiciones de entrada en un país por estrictas que sean siempre acaban siendo vulneradas. Conseguir la regulación adecuada es evitar la inmigración clandestina, para ello es necesario convertir a los inmigrantes en ciudadanos , como señala el propio autor " faire des immigrés des citoyens, c'est faire les Français de demain" (hacer de los inmigrantes ciudadanos, es hacer los franceses del mañana).
La cuestión de las migraciones pasa por la reestructuración del concepto de ciudadanía, entendiéndola más allá de la mera identificación con el nacional y relacionándola con la integración en la sociedad. Tal como señala S. Naïr, ser ciudadano no es solamente tener derechos y obligaciones sino que supone estar integrado en el seno de la sociedad y de sus valores. Permitir al inmigrante la posibilidad de acceder a la historia de un país, a su memoria, puede ayudar a superar una de las peores consecuencias de este fenómeno: el desarraigo, no resulta tan absurdo el intentar lograr un arraigo de aquellos que llegan a un nuevo Estado para que se sientan en él como en su propia casa.
La falta de claridad en las leyes, la ambigüedad que genera confusión en la sociedad, tiene como única respuesta el rechazo de lo que no se conoce, esta reacción defensiva es el germen donde surge el racismo y la xenofobia. La solución esta justo en el lado opuesto, en dar a conocer a la opinión pública las ventajas que puede suponer la presencia de extranjeros en nuestro territorio, incluso que puede llegar a convertirse en una necesidad, en definitiva es desdramatizar la inmigración.
Según S. Naïr, la inmigración tal como aparece regulada en las leyes Pasqua será un objeto permanente de discordia, puesto que están habituando a la sociedad a un lenguaje de represión ante el cual acabaran sin reaccionar. La misma perspectiva podría predicarse del caso español, acostumbrarnos a las expulsiones ilícitas de inmigrantes, aceptar leyes restrictivas de derechos sin reaccionar convertirá a nuestra sociedad en un grupo acostumbrado a los ataques, tolerante a las acciones violentas siempre que recaigan en el extranjero (extracomunitario). La reacción social puede ser un buen punto de partida para poner de manifiesto que la legislación existente no casa con la realidad, aunque evidentemente, la solución debe tomarse en el ámbito político y jurídico.
En el epílogo, el autor continuando con el tono de denuncia utilizado en todo el libro, pone de relieve el temor existente en Francia, en especial por parte del ministro Pasqua, frente a la inmigración musulmana por dos motivos:
- en primer lugar, porque se afirma que este tipo de inmigración es difícil de integrar.
-en segundo lugar, porque a menudo ésta es asociada con la noción de integrismo.
Tal como mantiene S. Naïr, no puede afirmarse, a priori, que esta inmigración sea inasimilable, el integrismo es sólo una visión, la más negativa del Islam que debe entenderse como una enfermedad de nuestro tiempo, pero que desgraciadamente es utilizada con finalidades electoralistas por parte de la derecha francesa lo que lleva a regular la inmigración desde un punto de vista únicamente represivo. No puede partirse de la tendencia generalizadora según la cual toda la sociedad musulmana esta constituida por integristas, debemos distinguir entre lo esencial y lo secundario.
Concluye el libro con una propuesta al ministro J.L.Debré para que lleve a cabo la rectificación adecuada de las leyes Pasqua. Teniendo en cuenta todos los problemas que pueden surgir de la aplicación de estas leyes, es ahora cuando el autor propone una alternativa a la desestabilización que éstas generan haciendo ver que, para Francia, sí existe la posibilidad de optar por una verdadera política de inmigración.
Naïr recoge las ocho categorías de personas que se ven desestabilizadas por las leyes de inmigración y los atentados más frecuentes a los derechos del hombre que surgen de la aplicación de las mismas, tales como los siguientes:
- la expulsión de aquellos a quienes no se les haya concedido el derecho de asilo hacia un país en el cual su vida puede estar en peligro
- la posibilidad de prolongar la retención ilegal
- la expulsión de extranjeros enfermos
- la "caza" de extranjeros para completar los charters
- el rechazo de los alcaldes del acuerdo relativo al derecho de reagrupamiento familiar
Para intentar evitar la proliferación de situaciones de este tipo se propuso por el ministro Debré un primer proyecto de ley que, ya en el gobierno, fue abandonado porque provocaba divisiones en la clase política especialmente en la derecha . Esta reforma abordaba cuestiones como la entrada y residencia en Francia partiendo de la inmigración clandestina , como si la cuestión migratoria sólo pudiera tratarse desde esta perspectiva. Se preveían algunas medidas especialmente significativas como las siguientes:
- la posibilidad por parte del alcalde de solicitar una investigación de la policía para verificar un eventual desvio del proceso, así podían intervenir los agentes de la Oficina de migraciones para llevar a cabo ese control.
- la obligación del que alojaba a un extranjero de informar al alcalde de la partida de este de su domicilio. En este punto el anteproyecto tuvo que ser modificado gracias a la fuerte presión social ejercida en contra del mismo, puesto que trataba al extranjero y a aquel que lo alojaba como delincuentes sometidos a vigilancia.
- permite que la reconducción a la frontera sea mucho más fácil modificando la posibilidad de recurso etc .
En general se continua con el recorte de los derechos de los extranjeros ya iniciado con Pasqua. S. Naïr aboga por un punto de partida distinto basado en los siguientes principios:
- dar a conocer al pueblo francés la verdad sobre la significación histórica de los flujos migratorios.
- restaurar el universalismo republicano elaborando un verdadero derecho de asilo.
- hacer de la inmigración un vector de cooperación entre los paises interesados.
Lamentablemente sabemos, por los acontecimientos acaecidos en el país vecino a principios de este año, que las modificaciones llevadas a cabo por Debré han continuado en la linea restrictiva, iniciada por su predecesor, haciendo oidos sordos a las demandas de buena parte de las sociedad.
Si bien es cierto que precisamente las fuertes movilizaciones sociales a las que dió lugar el anteproyecto de ley Debré hizo que fuera necesario introducir modificaciones que permitieran la aprobación del mismo, especialmente, en lo relativo a los permisos de alojamiento de extranjeros por parte de ciudadanos franceses en los que se instauraban verdaderos controles policiales para ambas partes y frente a los cuales se manifestó buena parte de la sociedad francesa.
Precisamente , en estos momentos, se encuentran en vía de reforma este conjunto de leyes, puesto que, desde su aprobación se ha puesto de manifiesto la inadecuación de las mismas a la realidad de los extranjeros en Francia.
El problema de los inmigrantes es que siguen siendo vistos por los paises ricos como una mera mercancía que debe moverse según la voluntad del mercado, pero no como una fuente de codesarrollo.
Como mantiene el autor, sólo una política madura y meditada puede permitir a los poderes públicos superar el desafío que la inmigración supone para todos los paises europeos . El ejemplo de Francia, puede marcar peligrosamente la pauta a seguir en la política migratoria comunitaria. Este libro expone las consecuencias que medidas restrictivas y policiales generan, e invita a reflexionar sobre la necesidad de llevar el ideal de los derechos humanos a la práctica.
Con el libro "Contre les lois Pasqua" Sami Naïr, una vez más , nos aporta una visión clara y sobre todo sintética de las leyes de inmigración francesas y de los problemas que de ellas surgen. Se trata de un excelente trabajo que compagina la brevedad de la exposición, con un razonamiento magistral de los factores que influyen en la cuestión migratoria, los cuales pueden extrapolarse del caso francés y aplicarse al contexto europeo. A lo largo de la exposición, el autor realiza una dura crítica, a veces mezclada con un tono irónico, de la política francesa explicando porqué y como debe ser combatida, acercándonos, así, a los verdaderos motivos que conducen a legislaciones cada vez más restrictivas.
Angeles Solanes Corella
Universitat de València
CUADERNOS ELECTRONICOS DE FILOSOFIA DEL DERECHO. núm. 1
I.S.S.N.: 1138-9877
Fecha de publicación: 18 de noviembre de 1998