UN VIAJE AL PAÍS DE LOS ÍBEROS

A pesar de la gran cantidad de yacimientos ibéricos que existen dispersos por toda la Península, lo cierto es que todavía nos encontramos en la prehistoria del conocimiento sobre las costumbres, tradiciones y rasgos esenciales de estos pueblos.

La exposición sobre el mundo íbero realizada en Barcelona hace ya algunos años, puso de manifiesto las enormes lagunas y los grandes problemas de interpretación que todavía hoy en día se nos presentan cuando se trata de estudiar a los íberos.

Los problemas filológicos, las interpretaciones de índole religiosa, social, política o cultural nos sumergen en un mar de contradicciones difíciles de solucionar, donde la hipótesis y la imaginación ante la flagrante falta de datos ha sido siempre, sin mala intención, la pauta de comportamiento de los ilustres especialistas que se han armado de valor y han decidido adentrarse en este oscuro mundo de la prehistoria hispánica.

El pueblo íbero ha sido considerado tradicionalmente como un pueblo guerrero al que ha rodeado siempre un halo de misterio que se ha ido reforzando con el tiempo de manera sorprendente. Desde el siglo pasado se había ido gestando una visión romántica que forjaba un prototipo de personaje aguerrido, feroz, cargado de símbolos al que gustaba rodearse de objetos bélicos y que estaba altamente preparado y cualificado para la guerra.

Esta visión apologética del íbero está dando paso a una nueva concepción que resalta su alto grado de refinamiento y el gran interés mostrado por éstos en favor del arte y todas sus manifestaciones.

Existen numerosos hallazgos arqueológicos que han probado estos hechos. Estas manifestaciones culturales han puesto de relieve su alto conocimiento del arte escultórico y la gran precocidad en el trabajo de la orfebrería. Sirvan como ejemplos las esculturas de Indibil y Mandonio en Lerida, la popular y contradictoria Dama de Elche, la Bicha de Balazote, el guerrero de Moixent, el relieve de los Guerreros de Osuna, la cabeza del guerrero y jinete en pie de El Cerrillo Blanco, el Caballo de los Villares, etc.

Este gran interés por el arte mostrado por los íberos en una sociedad fuertemente jerarquizada no sólo es una muestra más de la necesidad de sus gobernantes de perpetuarse en el poder y reafirmar su posición dominante, tanto en el interior como en el exterior, sino también una forma avanzada y diferente de entender la cultura.

Por todo ello, no podemos olvidar tampoco su producción en estatuaria religiosa o los llamados exvotos, pequeñas figuras que representan al propio oferente en su camino penitente hacia una nueva y purificadora vida.

En estas últimas décadas se ha producido el auge de la investigación en temas relacionados con la prehistoria hispánica e incluso europea. Esta gran inquietud por conocer nuestro pasado más lejano ha facilitado el despegue en la investigación arqueológica e histórica. Parece como si se quisiera rescatar una cultura ibérica con una concepción muy diferente a la tradicional imagen recargada y cargada de tópicos del pueblo íbero.

La gran variedad de manifestaciones socio-culturales muestran la magnitud y la importancia de una cultura que se encargó de recoger el legado de otra anterior, la civilización tartésica. Importantes enclaves ibéricos han puesto de manifiesto ese carácter de “vanguardia” y de avanzada cultural del momento de los pueblos íberos.

Entre los yacimientos más importantes destacan los de la Bastetania, la Oretania, la Contestania, la Edetania y la Ilercavonia, entre otros. Parece más o menos probado que los turdetanos fueron los que principalmente recogieron el testigo de la civilización tartésica en cuanto a manifestación urbana, artística y culturalmente se refiere.

Estos íberos se desplazaron hacia el sudeste hispano desde fases avanzadas del periodo Bronce Final. No podemos olvidar, que este momento de auge coincide cronológicamente con un periodo de importante penetración de otros pueblos de procedencia fenicio-púnica por un lado y de establecimientos de tribus célticas por otro.

Se dice que los turdetanos constituían la avanzadilla cultural del pueblo íbero. El insigne catedrático Manuel Bendala Galán rescata un fragmento de texto del historiador, cronista y geógrafo fallecido en los primeros años de nuestra era Estrabón -autor de la magna obra Geographia-, que es muy esclarecedor sobre la importancia de los turdetanos en el devenir histórico de la cultura íbera y que dice lo siguiente: “Son éstos los tenidos por más cultos de entre los íberos, puesto que no sólo utilizan la escritura sino que de sus antiguos recuerdos tienen también crónicas históricas, poemas y leyes diversificadas de seis mil años, según dicen” (Estr.3,1,6).

Entre los yacimientos que sorprenden por sus trazas urbanísticas se encuentran los de Puente de Tablas en Jaén con un sólido recinto amurallado de finales del siglo VIII a.c.; el poblado de “El Oral” en San Fulgencio de Alicante por su planificación y alto nivel organizativo; el de “La Picola” muy próximo al anterior en Santa Pola, del siglo V a.c. y que reproduce con gran exactitud un recinto fortificado con patrones muy próximos a los de la Grecia clásica; el de la Alcudia de Elche o Ilici; la Isleta de los Baños en Campello, Alicante; Torreparedones; Carmo; Montemolín; Bastida de les Alcuses y otros tantos yacimientos diseminados por toda la Península que ponen de manifiesto la extraordinaria magnitud y alcance de las construcciones íberas, como grandes ciudades defensivas hacia el exterior y ampliamente organizadas en el interior.

BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
Historia de España, número 2, De Argantonio a los romanos. La Iberia protohistórica, Historia 16, Jaime Alvar, Los íberos pp 108-125.
Historia y Vida, nº 193, Juan Eslava Galán, El enigma de Tartessos, pp 46 a 57, Madrid, 1984
Historia y Vida, nº 241, Nuria Sureda Carión, Etnografía de Iberia: los íberos y los celtas, pp 95-102, Madrid 1988
Historia y Vida, nº 294, Javier Velaza, La Lengua de los íberos, pp 102 a 111, Madrid 1992
Historia 16, nº 263, Los íberos conquistan Europa. Manuel Bendala, La conquista del pasado, los íberos conquistan Europa, pp 100-112, Marzo 1998
Historia y Vida, nº 215, Nuria Sureda Carrión, Tarsis en las fuentes escritas, pp 18 a 30, Madrid 1986
Guía de la exposición de Barcelona, Los íberos, príncipes de Occidente, Fundació La Caixa, 1998-11-05 L’Enigma dels ibers, Estrella, Diciembre 1997
Cuadernos de Historia 16, nº 31, Lorenzo Abad Casal, Los íberos, Madrid 1995.

 

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