LA HISTORIA DE GUSPECKER CELESTE CHARCO GADEA (11 AÑOS) Era una noche tormentosa, los pájaros se escondían en sus nidos y las hembras protegían a sus polluelos, los animales se refugiaban, pero bajo tierra, en una madriguera, ocurría algo maravilloso ¡UNA CONEJA DIO A LUZ 9 GAZAPOS! Eran todos pequeñitos y sin pelo, perecían ratones… Pero el noveno, el gazapo mas pequeño, parecía desplazado del resto de sus hermanos y hermanas. Al cumplir 9 meses, la mama coneja decidió poner nombre a sus bebes, primero, empezó con los 4 machos: -Tu serás Rechoncho, tu serás látigo y tu tufo. -¿Y a mí?-¿Cómo me llamaré?-Dijo el mas pequeño. La madre decidió llamarlo Guspecker. Ya dichos los nombres de los machos, fué a las 5 hembras: -Tu Selly, tu Sara, tu Saray, tu Cat y tu Bonny. Al cumplir 1 año, su madre, decidió que ya era hora de decir adiós, por eso, dejó a sus hijos en medio del bosque y se marchó: -¡Adiós, hijos míos!-les decía ella. -¡Adiós mami!-le contestaban a coro. Como seguía lloviendo, todos sus hermanos se escondieron en madrigueras fabricadas por ellos mismos, pero Guspecker no sabía hacerse una madriguera, preguntó a los demás animales si podía quedarse en su casa, pero no le dejaban, pero un buen erizo le dio cobijo en su madriguera. A la mañana siguiente, había parado de llover, sus hermanos y el, fueron a buscar comida, pero vieron una cabaña al horizonte y se sintieron atraídos por ella. La cabaña estaba llena de hombres y de comida. Pero uno de los hermanos, Rechoncho, empezó a comérselo todo, llamando la atención de los hombres. Todos huyeron despavoridos y se adentraron en el bosque, de pronto se oyó un disparo: ¡PUF! Y a partir de aquel instante, Guspecker jamás volvió a ver a sus hermanos. Guspecker sintió una extraña sensación que le brotaba de dentro, era rencor, sentía que algún día se vengaría… -Luca, quédate aquí, iré a buscar ayuda-le dijo Guspecker. Mientras, Guspecker reunía reclutas: puerco espines, tejones, castores, hasta zorros y lobos. Les dieron una lección, pero capturaron a Luca, que era lo único que le quedaba en su vida. Intentó protegerla, pero también lo cogieron a el y a todos los animales. Los metieron en jaulas gigantes, pero había una ardilla rayada, tan pequeña, que cabía entre las verjas de la jaula: -¡Ve a buscar ayuda!-le dijo Guspecker-¡Luca está herida! Al poco tiempo, la ardilla, volvió con una manada de osos y con la protectora de animales. Los osos les dieron su merecido a los cazadores, que acabaron en el hospital, y de ahí, derechitos a la cárcel. A Luca la llevaron al veterinario y decidieron prohibir la caza en el bosque y nombrarlo hábitat protegido. Después de todo esto, Luca y Guspecker, tuvieron muchos, muchos hijos. CELESTE CHARCO - TEXTO ORIGINAL |