孔子学院
总第
12
期
2012
年
05
月
第
3
期
E
n Occidente, para expresar
amor se suele regalar un ramo
de rosas, generalmente rojas,
durante los últimos diez años
cada vez más chinos han adoptado esta
costumbre tan romántica. Así, los jóve-
nes chinos ya celebran el Día de San
Valentín (14 de febrero) y regalan
rosas a la persona amada igual que
hacen los occidentales.
Sin embargo, los chinos han
tenido y tienen desde tiempos
ancestrales su flor favorita para
expresar su amor y esta es la del
melocotón (o del
durazno
,
桃花
).
Así pues, la flor del melocotón posee
varios pétalos de dos colores, rojo pálido
y blanco, con un degradado de tonos
rosáceos por medio. Representan el co-
lorido, la indulgencia, la elegancia más
pura, el refinamiento, la generosidad y el
buen temperamento. En el
Libro de las
odas
(
诗经
o
Shījīng
), perteneciente a los
Cinco Clásicos que enseñaba Confucio
y formado por 305 poemas, se dice: “La
flor del durazno florece como el fuego,
las chicas se casan con luminosidad y
armonía”. La flor del melocotón, en rea-
lidad, no acapara para sí toda la belleza
entre cientos de flores, sino que compar-
te generosamente su belleza con otras.
Además, contiene cumarina, kaempferol,
glucósidos de soja y vitaminas A, B
y C entre otros nutrientes, que re-
fuerzan la piel y aportan vitalidad
a las células faciales. Su efecto en
los medicamentos permite una
epidermis hidratada, luminosa,
suave y elástica, por lo que se co-
noce la como la “flor de la belleza”.
La flor del melocotón florece en pri-
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