Instituto Confucio
VOLUMEN 12 | Nº3 MAYO 2012
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A
l ser una ciudad histórica y cul-
tural, Guangzhou cuenta con
una dilatada tradición en las re-
laciones con el mundo exterior
y su apertura como puerto emisor de la
Ruta Marítima de la Seda se remonta a las
dinastías Qin (221-207 a.C.), Han (206
a.C.-220 d.C.), Jin Occidental (265-316)
y Jin Oriental (317-420), constituyendo
el primer puerto chino importante desti-
nado al comercio exterior que no cesó de
tener actividad a lo largo de su historia.
Algunos productos originales chinos como
la seda, la cerámica y el té se exportaban
al resto del mundo desde Guangzhou
a cambio de mercancías exóticas como
joyas, especias, marfil, cuernos de rino-
ceronte, etc. La instalación de la Agencia
Administrativa de Productos Extranjeros
durante la dinastía Tang (618-907) en
Guangzhou fue la primera entidad oficial
dedicada específicamente al comercio
exterior. Durante las dinastías Song (960-
1279) y Yuan (1271-1368), Guangzhou
mantenía una relación activa con más de
140 países y regiones en el sector de los
negocios, aun a pesar de que figuraba en
segunda posición en cuanto a la capaci-
dad de su puerto, después de la ciudad de
Quanzhou (provincia de Fujian). En un
viaje que realizó el sacerdote franciscano
italiano Odorico de Pordenone (1265-
1331) a Guangzhou procedente de la
India, descubrió que esta ciudad china era
en aquel entonces tres veces más grande
que la famosa Venecia.
Sin embargo, en las dinastías Ming
y Qing, el gobierno implantó durante
mucho tiempo la política de paralizar
cualquier maniobra comercial a través
de la navegación marítima, conservando
exclusivamente dos vías de comunicación
con el mundo exterior: una ruta terrestre
que entraba en Pekín pasando por el Asia
Central y otra marítima que finalizaba en
Guangzhou, propiciando la aparición en
esta ciudad septentrional de los agentes
intermediarios conocidos como las “Trece
Casas Comerciales”, quienes ofrecían todo
tipo de servicios a los comerciantes extran-
jeros durante el reinado del emperador
Wangli (1563-1620) de la dinastía Qing.
El monarca dudó entre la idea de recaudar
fondos mediante el comercio con el ex-
tranjero y el miedo a la influencia foránea
que producía tal actividad y que podría
poner en peligro la estabilidad política
del país. De hecho, al final resultó que en
1757 -año 22 del reinado del emperador
Qianlong (1711-1799)-, Guangzhou se
convirtió en la única ciudad portuaria de
toda China con autorización oficial para
el comercio exterior, con lo que las Trece
Casas Comerciales fueron asignadas para
llevar a cabo dichas gestiones. A partir de
allí, Guangzhou –más conocida como
Cantón entre los comerciantes europeos-,
comenzó su nueva era gloriosa, que duró
un total de 85 años. Una época consis-
tente en monopolizar el mercado de la
importación y la exportación, y que a
su vez logró un aumento inmediato del
prestigio internacional y un alto nivel de
prosperidad, convirtiéndose en una de
las ciudades más grandes y habitadas del
mundo.
En realidad, las supuestas Trece Casas
Comerciales, que se refieren a los esta-
blecimientos mercantiles autorizados por
el gobierno para hacer negocios con los
comerciantes occidentales en Guangzhou,
no coinciden exactamente en número con
las entidades existentes, sino que la can-
tidad de ellas podía variar con el paso del
tiempo en mayor o menor medida.
En aquellos años los comerciantes que
se congregaban en Guangzhou provenían
principalmente del Reino Unido, Fran-
cia, Dinamarca, Suecia, Holanda, Brasil,
Rusia, Portugal, España y diversos países
del Sudoeste Asiático. Teniendo en cuenta
que el gobierno prohibía cualquier tipo de
contacto entre los comerciantes extranje-
ros, los funcionarios y el pueblo común,
1900 年摄于广州的有趣图片,题为“夜勤屋顶巡逻警
的过街天桥”。(Underwood & Co.)。
Curiosa imagen titulada "Puentes por los que la
policía nocturna de los tejados cruzaba las calles"
(Guangzhou, 1900, Underwood & Co.)
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