Compuesta por medio centenar de fotografías, agrupadas en
treinta composiciones, esta exposición tiene dos hilos
conductores, la técnica y de la temática. La técnica es
la de acercamiento, conocida como “macro” y el tema “la
naturaleza”. Se trata entonces de coger al vuelo el
aspecto de objetos diminutos o de detalles concretos de
sujetos más grandes, los cuales son elementos que forman
parte siempre del entorno natural. Así encontraremos
serpientes y camaleones, mimetismo de insectos, simetría
vegetal, crisálidas escondidas, mariposas coloreadas,
orugas voraces, monstruos de pesadilla, alas que parecen
tapices, mares de escamas, formas engañosas...
Dentro de estos parámetros, los procedimientos utilizados
son múltiples, hay fotos preparadas y otras espontáneas,
organismos quietos y móviles, con fondo y sin fondo, y
las iluminaciones más diversas: luz solar, focos, flash,
etc. Quedan representadas tanto la macro de estudio como
de campo. En algún caso se han usado filtros y trucos,
pero siempre en el montaje de la presa fotográficas,
nunca alteraciones de revelado o laboratorio.
Cada composición lleva una explicación temática para que
el observador conozca lo que está viendo, incluso hay
interpretaciones biológicas de la especie fotografiada.
Al mismo tiempo se indica el aumento resultante (Ratio x
Ampliación), es decir, la proporción entre la imagen y
la realidad. |
El equipo utilizado es el siguiente:
- Cámara reflex de 35 mm: Nikon F 3 (y algunas con F 4s).
- Objetivos de macro: MicroNikkor 55 mm (f. 2.8), 105 mm AF
(f. 2.8) y el exclusivo de alta macro Leica Photar 25 mm
(f. 2).
- Accesorios especializados: anillo inversor, tubos de
extensión, mancha PB-6 y suplemento, arandelas
recuperadoras de automatismo, Flaix Nikon SB-16A y el
anular SB-21A, focos-flashes de estudio Broncolor impact
41 (con fibra óptica) y otras herramientas de la
técnica.
- Película (siempre inferior a 200 ISO): Kodachorme-25 i
64, Fujichrome 50 D i 100 D prof., Ektachrome 100 plus,
Fuji Velvia-50 y Ektachrome 50-T i 160-T.
Con todo esto se intenta coger al vuelo el aspecto de
ejemplares vistos de muy cerca, con el consiguiente
cambio de perspectiva que implica. Así la imagen puede
ser sorprendente y en algún caso difícil de identificar.
Se pretende demostrar que esta técnica, típica de la
fotografía científica y naturalista, también puede tener
una vertiente artística y estética. El resultado final
es una visión particular y personal de la naturaleza en
su mínima expresión.
Albert Masó |