Un Mundo de Papel
Un Mundo de Papel
Exposición de
papiroflexia
Del 15 de febrero al 18 de abril de
2005
Sala de Exposiciones - Jardín Botánico
(C/Quart, 80) |
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Pájaros, ranas, árboles, aviones, barcos, soldados... son
algunas de las incontables figuras que podemos crear con
una hoja de papel.
Cuando éramos pequeños, muchos de nosotros jugábamos con
papel haciendo aviones que tirábamos al patio de la
escuela, barcos que navegaban por nuestra bañera,
pájaros de papel que emigraban de un lugar a otro de
nuestra casa y, cómo no, el sombrero con el que nos
disfrazábamos de soldados. Sin saberlo, ya hacíamos
papiroflexia.
La papiroflexia, de papyrus ‘papel’ y flexus
‘doblar’, consiste en la creación de figures más o menos
complejas a partir del plegado de una hoja de papel.
Esta técnica no permite cortar, pegar ni grapar. Todo se
sustituye por mucha imaginación, habilidad y un poco de
paciencia.
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Su historia va ligada a la del papel. La fabricación del
papel apareció en
la
China hacia el año 105 dC. En el siglo
vi, se
hacía uso en el Japón. Pero no fue hasta el siglo
xiii cuando
el viajero Marco Polo lo introdujo en Europa, si bien
los árabes ya lo habían traído a España algunos siglos
antes.
La papiroflexia recibe el nombre original de origami
en el Japón, país al que llegó este arte desde
la
China. Al principio se utilizó para los actos
religiosos, donde las figuras se hacían servir como
ofrendas en las ceremonias.
En España es probable que fuera introducido por los árabes,
junto con la técnica de la fabricación del papel.
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En este arte hay diferentes tendencias: unos hacen modelos
muy sencillos con pocos pliegues, otros realizan figuras
esquemáticas, y también hay que hacen modelos muy
complicados, con muchos pliegues y con una visión
tridimensional. Actualmente, ha evolucionado a una
papiroflexia modular, que consiste en hacer figuras más
complejas mediante la unión de módulos de papel.
La papiroflexia es considerada como un arte, un juego...
También se le reconoce un valor educativo, ya que
proporciona: imaginación, paciencia, habilidad,
fantasía... Y no solo eso: además, la variante modular
ayuda a desarrollar un vocabulario geométrico.
Otra ventaja es su utilización para la rehabilitación de
las personas con problemas de movilidad en los dedos y
en las manos. También como terapia ocupacional para
niñas y niños hiperactivos.
Si quieres descubrir este mundo maravilloso, acércate a la
exposición sobre papiroflexia que organiza el Grup
València, en el Jardí Botànic, desde el 15 de febrero
hasta el 3 de abril. |
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