Invisibles. Las otras mujeres
inVISIBLES. ¿Las
otras mujeres?
Fotografías de Susi Artal
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Itinerancia
- Del 15 de octubre al 25 de noviembre
de 2007. Edificio Departamental Central -
Campus de Tarongers
- Sala de la Muralla (C. M. Rector Peset).
Del 22 de marzo al 15 de abril de 2007
- Hall de la Facultad de Farmacia (Campus
de Burjasot). Del 12 de febrero al 12 de marzo de 2007
- Sala Oberta - La Nau. Del 11 de enero al 8 de febrero de 2007
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Una de cada dos personas migrantes es mujer. Sin embargo,
en las “noticias sobre los inmigrantes”, habitualmente,
las mujeres no aparecen diferenciadas. Si lo hacen,
suele ser como sujeto u objeto de tragedias: víctimas de
malos tratos; explotadas por mafias de la prostitución;
delincuentes a pequeña escala; sumisas, incultas…Y su
imagen suele ir asociada al tópico de lo exótico y a
roles tradicionalmente femeninos. En el imaginario
colectivo configurado a partir de esta forma de
representación, el estereotipo “mujer inmigrante”,
promueve el rechazo o la lástima.
Los estudios que introducen el género como variable,
descubren una realidad diferente y diversa. Sin olvidar
que la nostalgia, el dolor o la explotación existen,
la intención de esta exposición es contribuir al
esfuerzo de hacer visible lo habitualmente invisible.
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Representar esa no-noticia, que nos es más cercana que
lo imaginado. Ayudar a eliminar el miedo que lleva
aparejado el desconocimiento y transformar la compasión
y la repulsa en respeto a la dignidad y admiración hacia
la valentía.
Esta no-historia cotidiana contada a 18 voces, quiere
buscar, más allá del sutil velo de la diferencia, a las
mujeres amigas que no callan, a las mujeres que gritan
en voz baja.
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¿Se acabó el rol de guardiana sedentaria del campamento o
nunca existió? Según recientes estudios, una de cada dos
personas migrantes es mujer. Esta tendencia, que
caracteriza los flujos mundiales, se sigue también en
nuestro entorno inmediato. En el País Valenciano, y en
otras comunidades autónomas, el cincuenta por ciento de
la inmigración lo constituyen mujeres.
Agazapadas tras el masculino universal, esta importancia
cuantitativa no tiene equivalente en su presencia en los
medios de comunicación. Cuando se tratan “noticias sobre
la inmigración”, las mujeres no aparecen diferenciadas.
Si lo hacen, van frecuentemente acompañadas de
tragedias: víctimas de malos tratos, mujeres explotadas
por mafias de la prostitución, delincuentes a pequeña
escala, sumisas, incultas… |
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Su representación gráfica es también escasa y
distorsionada. Si se muestran imágenes de mujeres
inmigrantes ilustrativas de noticias, se seleccionan las
de alguna etnia fácilmente reconocible en su diferencia,
por el color de su piel o su indumentaria y,
habitualmente, en el desempeño de papeles femeninos
tradicionales: maternidad, trabajo doméstico….
De estas formas de representación se deriva que la
diversidad cultural, étnica y de roles aportados por las
mujeres inmigrantes, esté ausente en el imaginario
colectivo. Además de la pérdida en el enriquecimiento
social que dicha diversidad podría suponer, en estas
percepciones se fundamentan actitudes de rechazo o de
lástima y políticas migratorias planas e
indiferenciadas, cuando no xenófobas, más atentas a los
votos que a las soluciones. Quizá la situación sería
diferente si entre los votantes estuvieran también l@s
inmigrantes, a quienes parece obvio exigir el
cumplimiento de sus deberes cívicos e impensable otorgar
sus completos derechos de ciudadanía. |
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De la mano de los estudios que introducen el género como
variable, surgen otras mujeres inmigrantes: pioneras en
su desplazamiento, responsables, ilustradas,
emprendedoras, valientes y dignas, titulares de muchos
deberes y aspirantes a mayores derechos.
Ha sido mi intención contribuir al esfuerzo de hacer
visible lo invisible. Y acercarme a ellas para alejar el
rechazo que genera el miedo a lo desconocido. Buscar la
proximidad de lo cotidiano sin olvidar que el dolor, la
tristeza o la explotación existen. He querido dirigir mi
mirada a la no-noticia de cada día, en la que tan
cómodamente nos desenvolvemos las mujeres. Y me he
reconocido en esa historia diaria en la que es fácil
encontrar, más allá de lo diverso, tantos elementos
comunes.
Susi
Artal |
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