Organiza y produce : Comes, Centre de Música Antiga i
Barroca de la Comunitat Valenciana
Colaboran: Universitat de València, Ajuntament de
València, Institut Valencià de la Música
www. culturalcomes.net
Esta exposición se enmarca dentro de las actividades
programadas con motivo de la celebración del X
aniversario del Festival “Música, Història y Art” de
Valencia, que desde sus inicios conjuga estos tres
elementos en su afán por difundir el patrimonio musical
histórico valenciano.
Cuando aludimos hoy día al término metamorfosis son
casi inevitables las referencias que desde nuestro
subconsciente nos sugieren nombres como los de Kafka u
Ovidio, cuyas monumentales obras fueron intituladas por
sus autores empleando dicho término. Este hecho no hace
sino poner de manifiesto la considerable importancia que
a lo largo de la historia y en diferentes contextos
socio-culturales ha tenido y tiene un concepto - no ya
un término sin más – que parece estar íntimamente ligado
a lo mágico, a lo que si bien no nos es desconocido, sí
al menos nos produce una cierta curiosidad, por la
transformación que, como proceso, resulta inherente al
propio concepto.
En el caso de la exposición que aquí presentamos, la
idoneidad del concepto nos viene dada no solo por el
peso histórico de la palabra metamorfosis en el
devenir de la historia, sino también por su exégesis, es
decir, por su significado atendiendo a la propia
constitución del término: el prefijo griego meta
indicando alteración, y morphè (también
derivado de esa lengua clásica) relacionado con la idea
de forma. Así pues, y en este contexto,
pretendemos acercarnos precisamente a ese proceso: a
partir de dos pinturas del siglo XV, éstas son
transformadas o reconstruidas por la mano del hombre -
“metamorfoseadas” podríamos decir - pasando de la tabla
o el fresco a nuestras propias manos como si de alquimia
se tratase, con el interesantísimo aliciente que supone
añadir a la posibilidad de tocarlos en calidad de objeto
artístico tridimensional, su capacidad para emocionarnos
a través de la música que igualmente son capaces de
producir.
La música y la organología nos adentran así en los cuatro
caminos del quadrivium a los que se suman las
matemáticas y la aritmética del sonido y la luthería y,
por qué no, indagar desde ellos en la astronomía y el
número sonoro. Las dos violas valencianas que han
sufrido esta metamorfosis de la mano del músico Carles
Magraner son, por una parte, el ángel-músico que aparece
en el conjunto pictórico del altar mayor de la Seu de
València (pintado por Francesco Pagano y Paolo de
San Leocadio y construída por el luthier valenciano
Sergi Martí) y por la otra el ángel-músico que aparece
en el retablo de la Verge de la Llet de la
Colegiata de Xátiva (pintado por Valentí Montoliu y
construída por el luthier italiano Marco Salerno).
|