Es curioso como las sociedades
contemporáneas pretenden cimentar su desarrollo en una
historia, signos y valores que le dan su sentido, a la
vez que se vacían de contenido al permitir la
desaparición progresiva de aquello previamente exaltado.
Ante tal situación se plantea este
proyecto expositivo, que como fin último pretende
activar una conciencia de protección del patrimonio
cultural a través de la reflexión sobre el desarrollo y
la evolución del patrimonio en los últimos siglos, sobre
su conservación y sobre su estado actual. Con todo ello
se quiere motivar la implicación de los/as ciudadanos/as
en la conservación del mismo como factor de identidad.
En la exposición del concepto de
patrimonio se observa su evolución desde la noción
tradicional, aquella que solo consideraba a los bienes
artísticos y monumentales del pasado, hasta el concepto
de hoy en día, en el que se comprenden desde las
manifestaciones culturales intangibles a las
manifestaciones contemporáneas de la cultura. En un
concepto que en ocasiones plantea ideales de
conservación, se contraponen, en la mayoría de los
casos, amenazas reales que lejos de desaparecer, parecen
multiplicarse.
La muestra se divide en cuatro ámbitos
temáticos con la intención de ser más accesible a todo
tipo de público. En ellos se trata el concepto de
patrimonio y su evolución con un enfoque didáctico,
apoyado en el impacto visual de la imagen expuesta; el
patrimonio cultural, a través de ejemplos de patrimonio
etnológico, natural y urbano, y las amenazas que lo
empujan a la situación de “especie en peligro de
desaparición”,aunque desde una óptica abierta en la que
se contemplan excepciones a la regla, ocasiones en que
esa amenaza ha sido superada, siempre gracias a la
acción de movimientos cívicos. Es por esto, que el
ámbito de mayor peso de la exposición se centra en esos
movimientos cívicos para la salvaguarda del patrimonio
cultural, en su origen, sus acciones y en el papel que
desempeñan en la defensa de una identidad, por encima de
los aspectos negativos y alienantes de la globalización;
por último se propone una visión global a modo de
conclusión en formato audiovisual.
En una Europa cambiante como la actual,
en la que se defiende la individualidad de sus pueblos y
a la vez se busca una identidad común, la problemática
del patrimonio cultural debe ser un debate promovido por
todos. Para que esto se produzca hemos de ser
conscientes de la importancia de trabajar desde la base
de la ciudadanía. Promoviendo una sensibilidad por el
legado cultural, ya que la identidad es el valor que da
sentido a una sociedad dentro de la diversidad. |