Una mujer de 36 años fue ingresada por una erupción vesiculo-ampollosa
en piernas y nalgas de 4 semanas de evolución, acompañada
de dolor e hinchazon de rodillas y tobillos. 8 semanas antes había
tenido un episodio de fiebre y sudoración nocturna de 1 semana de
evolución. La paciente no tenia factores de riesgo para la infección
por HIV-1.
El examen clínico mostró la existencia de lesiones purpúricas
y vesiculo-ampollosas (Fig 1). La analítica practicada mostro un
hemograma dentro de al normliada pruebas bioquímicas e inmunológicas
dentro de la normalidad. Rx torax dentro de la normalidad.
Los estudios microbiológicos fueron negativos a excención
de una elevación de los titulos de IgM y IgG frente al citomegalovirus,
indicativos de una infección primaria por CMV 8 semanas antes.
La realización de una biopsia cutánea mostro una vasculitis
leucocitoclástica sin inclusiones en ojo de buho. La realización
de una inmunofluorescencia directa mostró la presencia de C3 en
la pared de los vasos dérmicos.
La paciente fue tratada con Prednisona a dosis de 40 mg dia, resolviendose
las lesiones cutáneas en un período de 6 meses. El
seguimiento durante un año ha mostrado unos controles dentro de
la normalidad sin observarse ninguna infección oportunística
ni ningun dato que sugiera una infección por VIH.
La vasculitis leucocitoclástica por CMV está bien descrita
en pacientes inmunocomprometidos en los cuales la vasculitis se acompaña
de inclusiones intranucleares en ojo de buho. En nuestro caso y en otros
descritos previamente no existen las inclusiones en ojo de buho sugeriendo
que la vasculitis por CMV en pacientes inmunocompetentes es el resultado
de una reacción inmune y no de una infección directa de los
vasos. Esta teoria viene apoyada por el hallazgo de C3 en la pared de los
vasos.