El
mundo de los pteridófitos o helechos es el de las plantas sin flores.
Su reproducción sexual es muy discreta y se desarrolla a nivel del suelo. No necesita de los colores y estructuras llamativas típicas de las plantas con flores. Sus requerimientos reproductivos se reducen a la presencia de pequeñas cantidades de agua, dado que los gametos másculinos son flagelados y solo podrán fecundar la ovocélula nadando en un medio líquido.
En un helecho adulto se desarrollan en las hojas o frondes estructuras especiales que producen esporas, son los esporangios, habitualmente en forma de manchas en el envés de las hojas, y a veces en forma de espigas terminales.
Las esporas constituyen la unidad reproductiva por excelencia, que podemos considerar análoga a la semilla porque es la que alberga la capacidad de dispersión de la especie.
Cuando la espora cae en un lugar con las condiciones de temperatura y humedad adecuadas germina e inicia el ciclo reproductivo sexual de los helechos. Los ciclos de los pteridofitos son bastante complejos, echa un vistazo a algunos de ellos }
Las esporas son el principal material con el que trabajamos en el Banco de Germoplasma para la conservación ex situ de estas especies vegetales.