LIBRO DEL MES, Diciembre 2012 El Partido Conservador y las clases obreras |
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El texto recoge el discurso político realizado por Eduardo Dato Iradier (1856-1921), integrante del Partido Conservador-Liberal, a las juventudes de su partido el 12 de diciembre de 1911. El presidente del partido, en ese momento, era Antonio Maura pero Eduardo Dato constituía uno de sus miembros más destacados como lo prueba los diferentes cargos de responsabilidad política que había ocupado hasta esa fecha de 1911 (Ministro de Gobernación, Ministro de Gracia y Justicia, alcalde de Madrid o presidente del Congreso de los Diputados). En este folleto destaca no sólo el texto del discurso sino también las acotaciones de las reacciones que sus palabras causaron entre los asistentes. El discurso destila la soflama típica que los dirigentes de cualquier partido dirigen a sus bases juveniles para predisponerlas a la lucha y a la defensa de sus ideales políticos. Como en esos momentos los movimientos obreros eran tan activos por toda Europa la terminología empleada habla de clases sociales, lucha obrera, clase trabajadora, capitalistas u obreros. Primero, Dato, en un tono eminentemente patriótico, comenzaba con una defensa cerrada de la monarquía como grandeza del estado y portadora de todos aquellos valores que habían hecho grande a España. Después, alababa al auditorio por su trabajo encomiable como propagadores, entre el pueblo, de una verdadera doctrina; para esa misión “evangelizadora” tomaba como modelo la encíclica social del Papa León XIII, Rerum novarum (1891). Luego, como muestra del carácter social del partido, enumeraba toda una serie de medidas legislativas aprobadas en el Parlamento (en un ambiente de simpatía hacia las clases trabajadoras) por iniciativa del Partido Conservador para la mejora económico-social de los trabajadores. Por tanto no se justificaba el malestar entre la clase obrera. Los trabajadores habían de comprender que el capitalista era el que más arriesgaba y, por ello, el que merecía mayor beneficio además de un mayor apoyo del Estado. Y así, en ese mismo tono proseguía el discurso hasta que en la parte final Eduardo Dato insistía en que los obreros deberían darse cuenta que sólo el Partido Conservador representaba sus verdaderos intereses sociales, por eso merecía volver a gobernar, frente al Partido Socialista de Pablo Iglesias que los había abandonado. Efectivamente, el Partido Conservador-Liberal volvió a gobernar y Eduardo Dato llegó a ser presidente del gobierno pero el 8 de marzo de 1921 fue asesinado a tiros por varios anarquistas. | ![]() |