La Biblioteca Nacional de España tiene su origen en la biblioteca real fundada por el rey Felipe V a finales de 1711, pero no fue hasta marzo de 1712 cuando pudieron consultarse sus fondos. En 1836 se convirtió en Biblioteca Nacional como depositaria de un ejemplar de todo aquello editado en España. Así, entre sus funciones se encuentra no solo preservar, catalogar y clasificar sus fondos documentales sino también difundirlos, sobre todo entre los investigadores. Con esta finalidad fue publicado el primer volumen del catálogo de fondos varios. Su redacción la realizó el responsable de la Sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional, Julián Paz y Espeso. A pesar de que en el prólogo de la obra expresa su interés en continuar publicando estos fondos diversos, pues aportan gran información al investigador, quien no suele tener suficiente tiempo para adentrarse en la revisión de materiales tan dispersos, no pudo concluirlo. Ignoramos los motivos.
Respecto a la publicación, este primer volumen corresponde a los 49 tomos que constituyen la Colección Mascareñas, primer virrey de Brasil, con documentos datados entre los años 700 y 1666. Una edición intonsa sin ninguna relevancia tipográfica más allá de la nota adjunta a su año de edición: “Este volumen estaba preparado, y su publicación acordada por el Patronato de la Biblioteca Nacional1, con anterioridad al Glorioso Movimiento. Aunque la impresión se hizo en 1938, su importe ha sido satisfecho íntegramente por Patronato, después de la liberación de Madrid”. Una referencia expresa a la Guerra Civil y sus consecuencias en un simple catálogo bibliográfico.
También se puede ver en el reverso de la cubierta un listado, por orden cronológico de publicación, de todos los catálogos de manuscritos con fondos de la Biblioteca Nacional. El primero de ellos de 1769 con los códices griegos que conserva la institución, redactado por Juan de Iriarte. El último pertenece al libro descrito este mes. Además, en el reverso de la hoja de guarda destacan todos los catálogos publicados hasta 1938 por el bibliotecario Julián Paz, no solo de fondos de la Biblioteca Nacional sino también de documentos del Archivo de Simancas, en donde fue archivero. El precio del ejemplar era de 30 pesetas.
1Este Patronato había sido creado en 1930.
