e s c e n a
  

Rafael Azcona

LO QUE NO PUEDE LA INFORMATICA
ES MEJORAR LAS HISTORIAS

Norberto M. Ibáñez/ Adolfo Plasencia


 
Rafael Azcona (Logroño, 1926). Guionista y maestro de guionistas. Ha sido durante años un ser discreto y poco amante de la popularidad, hasta llegarse a rumorear que su nombre era un pseudónimo del propio Luis G. Berlanga, con quien ha retratado durante décadas nuestra España más negra y profunda a través de películas irrepetibles (El cochecito, El pisito, El verdugo...). Actualmente muestra su nueva faceta como literato en un libro de relatos cortos con el título de Estrafalarios. 
Como buen amante de su privacidad, no suele conceder entrevistas con facilidad por lo que es un privilegio para Contrastes contar con la genialidad del guionista español por excelencia.

1. Usted en unas declaraciones recientes dijo que “los espectadores prefieren ver o leer lo que a una pareja le cuesta llegar a la cama que lo que realmente pasa en la cama”. Según ésto: ¿En una secuencia de un guión cinematográfico, o en un capítulo de una novela, le parece más sugestivo ”enredar” al espectador con el desencadenamiento sucesivo que conduce a la acción finalmente, que contar la acción en sí misma? También nos da la impresión que en su nueva faceta de escritor de novela le gusta siempre persuadir o “dirigir” al espectador, como lo ha hecho en el cine. ¿Le parece acertada esa impresión?
Lo que yo decía sobre la cama era aplicable a la mostrenca presencia del sexo en el cine: los coitos—orales o no—son clónicos: visto uno vistos todos. En cuanto a mi presunta inclinación como escritor a “dirigir” al lector, lo cierto es que las narraciones que recoge ESTRAFALARIO /1 se limitan a contar cómo estaban las cosas en la nacionalcatólica España de los años cincuenta, un país donde oficialmente se pretendía que los ciudadanos—los súbditos, mejor dicho—fueran mitad monjes mitad soldados para forjar un imperio y ofrecérselo a Dios: ¿Héroes, unos españolitos llenos de sabañones? ¿Un imperio, Ceuta y Melilla? Creo que me quedé corto. O sea, que de dirigir y de persuadir, nada.
 

La mano que te guía
a contar historias 
que sólo tú conoces

2. La inmensa mayoría de ideas de nuestra vida parecen estar sujetas a equívocos que se podrían quizá definir como errores “sintácticos” en la comunicación, muchas veces determinantes para el desarrollo de la “acción” de lo que va sucediendo. ¿Está de acuerdo con esta opinión?
Yo lo veo de otra manera: en mi opinión, seguramente equivocada, vivimos en función de unas ideas condenadas a convertirse en material de derribo.

3. ¿ En qué grado son responsables de la revitalización actual del cine español los nuevos y jóvenes guionistas españoles de nueva generación?
En la medida en que siempre lo ha sido el cine independiente, que es el que oxigena la sangre de la industria.

4. ¿Cree que ya no existe aquella diferencia radical que se daba en los años cincuenta entre los guiones españoles y estadounidenses?
No es lo mismo caerse o tirarse del Empire State Building que del Edificio España, al menos desde el punto de vista del espectáculo. Y el cine era entonces—y sigue siéndolo ahora—un espectáculo.

5. Parece que el cine español ya está ahora en mejores condiciones de empezar a competir con la mejor industria cinematográfica, pero quizás a cambio de perder parte de la identidad cultural del cine español por la mimetización de los modelos del cine “yanky”. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Yo esa mimetización o ese remedo—sólo la veo en los films basados en los efectos especiales.

6. ¿Es aún el guión la estructura que soporta mayor peso en la construcción de una película?
Supongo que sí. Pero, claro, como Berlanga va diciendo por ahí que el guión es un engorro...

7. ¿Qué Influencias más directas encuentra en los jóvenes creadores españoles de última generación en las historias que narran para la pantalla grande? ¿Qué le gustaría que aportasen y no hacen?
-¿Tarantino & Company? No lo sé, el caso es que demasiado cine joven se parece a la “Casa de los Horror de los parques de atracciones, esas en las que apenas entras se apaga la luz y cada diez segundos te dan -o intentan darte- un susto. Pero que hagan lo que quieran: para eso son jóvenes.

8. Si las historias que se nos cuentan estuviesen cargadas de mayor realismo y eliminasen los falsos estereotipos de héroes de ficción, mitos, espectacularidad, creados por la mercadotecnia, ya no sólo en el cine, sino en ámbitos tan diversos como el periodismo, la política, justicia, ¿tendríamos un mundo más comprometido e inteligente?
No lo sé. Pero, desde luego, esas historias serían menos estúpidas.

9. ¿No se siente atraído a unir su talento de maestro de guionistas con la ingenuidad y entusiasmo de algún joven guionista de hoy y trabajar juntos en algún proyecto?
“Admesso, ma non concesso”—como decía Tofo en sus películas—que yo disponga del talento ese—cosa que está por ver—claro que me gustaría trabajar con gente joven. En el caso de los directores lo he hecho siempre que se me ha dado la oportunidad.

“Admesso, ma non concesso”—como decía Tofo en sus películas—que yo disponga del talento ese—cosa que está por ver—claro que me gustaría trabajar con gente joven. En el caso de los directores lo he hecho siempre que se me ha dado la oportunidad.

10. ¿Las escuelas cinematográficas llevan a los jóvenes realizadores y guionistas a ser mejores, o cómo dice algún intelectual, quien tiene algo que contar tan sólo tiene que sentarse frente a unos folios y contarlo?
Se puede escribir sin conocer las reglas gramaticales, pero no se puede escribir sin utilizarlas. No parece una mala cosa que te las enseñen.

11. ¿Se puede planificar el proceso de generar creatividad y talento?
Esa ya es otra cuestión. Tengo oído que para ser campeón olímpico, aparte de entrenarse mucho, lo fundamental es elegir a los propios padres.

12. ¿Por qué hay pocas mujeres que escriban para el cine?
Parece obvio recordar que esa proporción se da en otras muchas esferas. En cualquier caso: cada día hay más en casi todas ellas, y yo encantado, ya es hora de que veamos el mundo desde otro punto de vista que el del hombre, machista o no.

13. ¿Un artista debe ser siempre irreverente frente al poder establecido?
Los artistas, no lo sé, pero yo, entre las instituciones y el individuo, siempre de la parte del individuo: no se hizo el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre.

14. Actualmente parece ser que hay un cierto descontento por parte de la “gente de la cultura” porque la política del gobierno está favoreciendo bien poco a que ésta florezca ¿cómo ve usted este momento por el que estamos pasando? ¿Hubo un tiempo mejor?
Lo malo no es que la política nigunee a la cultura; lo malo es que la favorezca para dirigirla.

15. Vd. se ha confesado en alguna aparición pública partidario del entorno del ordenador Macintosh que representa un símbolo de una cierta contracultura informática, frente a la llamada “informática del pensamiento único” que representa el entorno Pc Windows. ¿Es una casualidad que Vd. trabaje con Mac, o le atrae también trabajar a contracorriente de la mayoría también con su herramienta informática de trabajo?
Yo trabajo con Mac porque no me plantea problemas; al contrario, me ha solucionado un montón de ellos. Así es que prefiero no complicarme la vida con bizantinismos.

16. Opina Vd. que las nuevas herramientas (informáticas) proporcionan mayores fácilidades y nuevas posibilidades para elaborar buenos guiones, ¿o la calidad de los mismos no depende para nada de la herramienta o el método físico con que son confeccionados?
Ésta es una ocasión de oro para marcar las diferencias entre “guión” e “historia”: Naturalmente que la informática facilita la construcción del guión; lo que no puede la informática es mejorar las historias.

17. Los guionistas multimedia cuentan historias construyendo guiones no lineales en que la “historia” se puede bifurcar, ramificar o converger por caminos diferentes. ¿Ha tenido alguna experiencia o ha pensado colaborar en algún proyecto de guión “no lineal”? ¿Se imagina llevar a la práctica las variantes no definitivas de sus guiones y adjuntarlas a la historia final que se culmina en el montaje y que el espectador pueda elegir entre las diversas variantes que Vd. ha imaginado de una misma historia?
Si hablamos de las historias, ¿para qué complicar tanto la cosa? ¿No sería mejor escribir distintos guiones? Pero si se refiere a cambiar los finales, esa era la idea utópica—y venal—de unos distribuidores regionales a la salida de la proyección de una película que no viene al caso: cada uno de ellos sugería el final que, en su opinión, atraería más público a los cines de su región.
 

Si hablamos de las historias, ¿para qué complicar tanto la cosa? ¿No sería mejor escribir distintos guiones? Pero si se refiere a cambiar los finales, esa era la idea utópica—y venal—de unos distribuidores regionales a la salida de la proyección de una película que no viene al caso: cada uno de ellos sugería el final que, en su opinión, atraería más público a los cines de su región.

18. Por último: ¿Tiene todavía algún proyecto pendiente con la historia cinematográfica de este país? ¿Podemos aún abrigar esperanzas de que pronto adapte al cine la obra de Kafka, “El Castillo”, una de sus favoritas?
Paso la sugerencia a los productores.

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