Como ya hiciera en Diario de un náufrago, el García Márquez periodista vuelve a dar cuenta, en Noticia de un secuestro, de una realidad palpitante. El punto de partida de esta extraordinaria narración fue la petición de una amiga, Maruja Pachón, de que se contara su secuestro. Pero el análisis de su caso dio luz a lo que, en realidad, habla sido una estrategia que se verificó en una oleada de cautiverios forzados que padecieron diez periodistas, cada uno de ellos vinculados de alguna manera a una convicción politice que recrudeció la guerra contra los Extraditables, es decir, los narcotraficantes con posibilidad de ser extraditados a Estados Unidos para ser juzgados allí. Los sucesos, acaecidos durante los años 1989 y 1990, después de la toma de posesión de César Gaviria como nuevo presidente de la República de Colombia, eran la reacción con la que Pablo Escobar, jefe supremo del crimen organizado y del narcotráfico del país, quería negociar sus condiciones de no extradición y su plan maestro se estructuró en torno a una serie de secuestros planificados perfectamente, sin resquicios. El libro, escrito en ese estilo directo y simple que maneja tan magistralmente García Márquez, va contando el testimonio, no solamente de los secuestrados, sino de las familias de los mismos, de cómo se organizaron los esfuerzos de búsqueda y de qué motivaciones políticas, jurídicas y económicas tenía todo el entramado. Por tanto, el lector se instala rápidamente en una historia espeluznante, que hace comprender de manera muy directa, con testimonios de primera mano, el complejo mundo de la realidad colombiana, más allá de toda anécdota.

Tres años de trabajo para recabar toda la información, cantidades ingentes de entrevistas y una labor casi de filigrana para ir entrelazando todos y cada uno de los sucesos, han dado como fruto una obra de un inestimable valor, tanto documental como literario, que la convierte en un libro de imprescindible lectura.