Sus ojos hablan. Responderles quiero.
Tiempo de mujer
 

Os hemos negado el tiempo, hemos convertido
vuestro cuerpo es un campo de batalla.
Pero ya no camináis hacia el silencio ni el olvido.
La noche descubre tinieblas,
la aurora confunde  siluetas
Pero el crepúsculo, matrimonio de luces, 
tiempo de fusión  y comunión de colores, 
permíte un casamiento de miradas. 

Algunos monstruos oscuros con cara de hombre necio,
Aún se resisten a enteneder 
y cobardes golpean y evaporan vuestra belleza. 
Borrachos de orgullo animal 
reductos de fuego infernal,
no despiertan de su sueño eterno.

Desprenden vuestros corazones armonía literaria
y escribir con letras de oro vuestro futuro.
La tiranía del macho se ha terminado,
no más reivindicaciones
vuestra presencia es suficiente,
quienes no lo ven así reflejan sus miedos, sus carencias,
certifican sus limitaciones y precariedad intelectual. 

El hombre es culpable por naturaleza
pesa sobre él un golpe de estado histórico
hacia la libertad de la mujer.
Hoy os vemos, os reconocemos
Los que así somos os ayudaremos
y bordaremos sobre petalos vidas paralelas.
Aún así, siempre será tarde. Perdonadnos.
 

Yo voy por un camino ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?"
y ella dirá: "¿Por qué no lloré yo?"

Gustavo Adolfo Becquer

Norberto M. Ibáñez
Director de Contrastes


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