Crácter experimental de la fisiología

 

Carácter experimental de la fisiología, En: Adolfo Gil y Morte, Tratado de Fisiología humana y nociones de fisiología comparada, 2 vols., Valencia, Imprenta de Francisco Vives Mora, 1902-3, vol. 1, pp. 19-22.

«Carácter experimental de la fisiología
Las ciencias concretas todas han de sacar de la observación la primera materia con que se forman. La observación directa y pasiva de los objetos, aquella en que el observador limita su concurso a la atención sostenida mediante el empleo de sus sentidos, suministra el caudal más exacto de conocimientos, porque estos resultan de una contemplaci´n no adulterada, del todo natural.

La descripción exacta y detalada de lo que se haya observado, como producto del empleo de las facultades meramente perceptivas, puede designarse con el nombre de “hecho”; cuando se da a éste una significación determinada, relacionándola con otros ya adquiridos, se eleva a la categoría de “conocimiento científico”.

Como es una operación intelectual complicada la que compara el hecho con otros pra dar a aquél una interpretación, cabe la disparidad entre dos o más observadores al señalar el conocimiento científico que del hecho deriva. En la descripción pura que se llama hecho, no cabe otra disparidad que la que proceda de la variabilidad de los organismos, y como ésta es producto de la acción diversa del medio sobre los cuerpos orgánicos, una anotación minuciosa de las circunstancias del organismo y del medio permitirá encontrar la diferencia entre los resultados de la observación. Un mismo hecho no se presentará diferente en dos o más obsvaciones sin una causa que motive la diferencia; sólo la anotación de las circunstancias en que se realiza cada observación permitirá hallar la causa que explique la diferencia encontrada.

La comparación que se establece para obtener el conocimiento científico no ha de ser superficial y producto de una mera impresión; ha de ser profunda, y con las condiciones de un verdadero juicio, cosa que no podrá conseguirse si la descripción del hecho no es además de exacta, detallada. De esta suerte los conocimientos tendrán aquel valor valor científico que les da el ser debidos a una exacta apreciación de analogías y diferencias.

Observación.— La observación se realiza en algunas ocasiones con los sentidos al desnudo (observación inmediata). Otras veces utiliza instrumentos (observación mediata). Los instrumentos que utiliza la observación mediata sirven para percibir hechos que de otra suerte escaparían a los sentidos (lentes amplificadoras, microscopios, polarímetro, galvanómetro, micrófono, etc.), para detallar hechos que sólo en conjunto pueden ser percibidos por los sentidos al desnudo (véase más adelante aparatos autográficos, etc.).

Siempre que la observación sea mediata hay que descontar la parte que en el hecho corresponda al instrumento empleado; el conocimiento exacto de éste permitirá hacer el cómputo de las modificaciones producidas por el instrumento.

Cuando sea posible, conviene medir el hecho observado. Para esto es preciso conocer los instrumentos más generales para medir (cintas métricas, compás ordinario y de gruesos, nonius, micrómetros, planímetros, pipetas y probetas graduadas, gasómetros, balanzas, dinamómetros, termómetros, fotómetros, galvanómetros, etc.) y saber calcular superficies, volúmenes, pesos, trabajo mecánico, etc.

Es siempre recomendable que el hecho sea observado por dos o más individuos, para ponerse a cubierto de errores imputables a los sentidos y al estado de ánimo del observador.

Experimentación.— En la observación se recoge el hecho en la forma misma en que la Naturaleza lo presenta. En la experimentación hay siempre una adulteración del hecho que se pretende conocer, adulteración que resulta de la introducción de una circunstancia que en la Naturaleza no interviene en la producción del hecho o de la supresión de alguna o algunas circunstancias que naturalmente influyen en la realización del mismo hecho. Así: se experimenta cuando se solicita la contracción muscular por la electricidad, que no es el excitante natural de dicha contracción, y se experimenta también al estudiar los movimientos del corazón extraído del pecho de la rana, porque se suprime la acción de algunas regiones nerviosas, la influencia de la respiración, etc. sobre el órgano cardíaco.

La experimentación es necesaria en Fisiología. La gran masa heterogénea que forma los organismos compuestos imposibilita la percepción de las actividades que se manifiestan en los órganos profundos, sin una previa preparación que modifique las actividades que se trata de conocer; la naturaleza compleja de las actividades fisiológicas obliga a estudiar por separado la acción de las varias circunstancias que en la producción de aquellas actividades influyen y a modificarlas, en consecuencia, por una intervención experimental.

Conocimiento científico.— Al elevar a la categoría de conocimientos científicos los hechos que se recojan por medio de la experimentación, precisa usar de una disciplna mental muy estrecha para que aquellos conocimientos merezcan este nombre. La ausencia de un hecho coincidiendo en todas las especies orgánicas con la falta de determinado órgano, la existencia de ese hecho en todas las especies orgánicas que tienen el mencionado órgano, la relación cuantitativa invariable entre la intensidad del hecho y el tamaño del órgano en los organismos que los tienen, la desaparición del hecho como consecuencia de la extirpación del órgano, habrán de ser, entre otras, reglas generales a las cuales ha de sujetarse la experimentación para ligar de un modo estrecho la noción de actividad a la de parte donde se manifiesta. Aun con todas estas precauciones no se tendrá la seguridad absoluta de estar a cubierto de todo error. La existencia, por ejemplo, de órganos capaces de suplir la actividad de otros, hace que en ocasiones la extirpación de una parte no ocasiones la pérdida definitiva de la actividad que se la supone; la pérdida inmediata, aunque más tarde reaparezca, de la mencionada actividad, y la corelación entre el acrecentamiento progresivo de su intensidad y el desarrollo suplementario del órgano sustituto, serán, en este caso, la base más segura para llegar a conclusiones aceptables.

En lo que se refiere a la aplicación a la Fisiología humana de los conocimientos adquirida en dterminada especie orgánica ha de tenerse siempre en cuenta que la asimilación será tanto más probable: 1º cuanto mayor sea el número de especies que hayan servido para obtener el conocimiento; 2º cuanto mayor sea la semejanza entre el órgano de donde se tomen los hechos para elaborar el conocimiento y el órgano análogo del hombre. Por encima de todo esto se estimarán los datos de observación que para cada conocimiento se tengan del propio organismo humano. Los hechos “teratológicos” y los “patológicos” serán también tomados en cuenta en la confrontación. Aun con todo esto se encontrarán dificultades insalvables.

Laboratorio fisiológico
La necesidad de tener un local bien dispuesto para la experimentación salta a la vista. Conviene que ese local sea una planta baja edificada en medio de un jardín y a respetable distancia de calles por donde transiten muchos carruajes. En el jardín estrán, en buenas condiciones de conservación, las especies orgánicas que se utilizan con más frecuencia en la experimentación.

La sala destinada a experimentar tendrá aberturas suficientes para que queden aseguradas una buena ventilación y la posibilidad de recibir luz en todas direcciones, zenital inclusive. El suelo estará embaldosado, y las paredes, hasta una altura considerable al menos, estucadas, para que la limpieza pueda hacerse mejor. Esta sala comunicará directamente con otras menos espaciosas destinadas a: 1º Experiencias delicadas como son las de pesar, las micrográficas, las de excitación eléctrica, etc., 2º Fotografía y experimentos de óptica; para llenar estos fines la pieza podrá convertirse en todo o en parte en cámara obscura. 3º Laboratorio químico; y 4º Taller de moldeado.

Además de la luz natural, tendrán todas las piezas nombradas lus artificial (eléctrica y de gas). Los focos habrán de multiplicarse lo suficiente para que sin moverse del sitio pueda tenerlos a su alcance el experimentador. En algunos puntos se dispondrán los focos de manera que puedan ser utilizados como fuentes de calefacción. En otro punto se instalará un motor eléctrico, térmico o hidráulico. El agua debe estar también distribuida abundantemente por todas las piezas del laboratorio.

En el jardín y en la sala de experimentación deben existir habitaciones bien acondicionadas para los animales que se han de emplear en las experiencias (cuadras, estanques, jaulas, nichos, cajas, etc.), en número proporcionado a las necesidades. Las cajas serán de doble fondo, el superior agujereado y el inferior continuo para que naturalmente quede separada la orina de las heces ventrales. En determinadas experiencias ha de rodearse al animal de condiciones dadas de temperatura, humedad, etc., y el laboratorio bien montado dispondrá de los medios que provean a esas necesidades».