Introducción
            El cáncer es un proceso patológico de una gran importancia 
            social demostrada por sus cifras epidemiológicas tanto a nivel 
            mundial -es la tercera causa de muerte en los humanos-, como en nuestro 
            medio, donde cada año, 1 de cada 4 ciudadanos europeos muere 
            de esta enfermedad. La misma importancia refleja su morbilidad ya 
            que cada año se generan más de un millón de casos 
            nuevos de cáncer en la Unión Europea(1). Por este motivo, 
            la enfermedad acarrea una gran cantidad de gastos económicos 
            y un importante esfuerzo de investigación. 
            Sin perder de vista la perspectiva científica y sin dejar de 
            mencionar los nuevos avances técnicos en el diagnóstico, 
            estadiaje y terapéutica, cada vez acumula más importancia 
            el estudio desde un punto de vista psicológico. Dentro de este 
            ámbito se afirma, por ejemplo, que más de la mitad de 
            los pacientes que sufren algún tipo de cáncer presenta 
            trastornos mentales(2). 
            Pero existe todavía un nivel en el cual sería necesario 
            profundizar por su relevancia respecto a la prevención, tratamiento 
            y correcta asimilación de una enfermedad. Se trata del nivel 
            psico-social, que atañe tanto a los enfermos como a las personas 
            no afectadas, y en el que confluyen un complejo conjunto de conocimientos 
            científicos y populares, la escala de valores y otros elementos 
            culturales, como las creencias, que determinan la reacción 
            general de la sociedad y la particular de cada individuo frente a 
            una enfermedad.
            La enfermedad irrumpe en la sociedad por dos vías: afecta personalmente 
            a un individuo y lo convierte en paciente, por una parte; alcanza 
            también de forma indirecta a los demás individuos de 
            dicha sociedad, convirtiéndolos en observadores participativos, 
            en mayor o menor grado, de la enfermedad. La sociedad, y cada paciente, 
            entablarán una relación médico-enfermo de la 
            cual asimilarán elementos científicos y técnicos 
            que, junto con los otros elementos culturales mencionados, darán 
            lugar a una interpretación de la enfermedad socialmente determinada.
            Este esquema de acción es perfectamente aplicable al cáncer, 
            por lo que la labor científica primaria sería conocer 
            la concepción sociocultural del mismo que permita averiguar 
            la posición de la sociedad frente a dicha enfermedad. Este 
            es el motivo de la realización de este trabajo, que persigue 
            los siguientes objetivos: conocer las características que aporta 
            la población sobre la enfermedad y sobre los distintos tipos 
            de cáncer más frecuente en la sociedad; cotejar la información 
            que posee la población con la que proporciona la medicina científica; 
            conocer la confianza de la sociedad en sus diferentes sistemas médicos, 
            y reflejar las carencias de información desde un punto de vista 
            preventivo.
            Si se consiguen analizar estos elementos, la perspectiva sociocultural 
            podrá ser utilizada como herramienta en los estudios científicos 
            en torno al cáncer.
            
          Material y 
            métodos
            El diseño del trabajo es de tipo transversal. La población 
            estudiada comprende los habitantes del barrio de la Ciudad Fallera 
            (Distrito de Benicalap), situado al noroeste de Valencia. Por su situación 
            geográfica se puede observar un cierto grado de aislamiento 
            respecto al núcleo de la ciudad. Es una zona segregada con 
            predominio de la clase asalariada y bajo nivel de instrucción 
            (6% analfabetismo, 80% estudios primarios, 10% estudios secundarios 
            y 4% estudios universitarios), así como una alta tasa de paro. 
            El 52% de la población ha nacido en la ciudad de Valencia (3,4,5,6). 
            Respecto al perfil sanitario, el hospital de referencia de la población 
            es "La Fe", situado en el distrito de Campanar. La atención 
            primaria cuenta con un ambulatorio, que carece de la organización 
            de centro de salud. El distrito de Benicalap posee 19 farmacias, 5 
            herboristerías o tiendas de dietética y también 
            ejercen cuatro sanadores reconocidos en la zona.
            La población es de 6.383 habitantes (50.3% mujeres) con un 
            predominio de la población joven. Para la obtención 
            de la muestra se ha optado por la población de la Ciudad Fallera 
            perteneciente al pueblo médico y de edad mayor o igual a 15 
            años (5.444 habitantes). Para una confianza del 95% y un error 
            de ± 7%, la muestra corresponde a 200 habitantes, que refleja 
            un coeficiente de elevación de 27.22 y una fracción 
            de muestreo del 4%. La distribución de la muestra según 
            sexo y edad se representa en la Tabla 1. Como proceso aleatorio de 
            muestreo se ha utilizado la ruta aleatoria (7).
           
          Tabla 
            1: Distribución de la muestra por sexo y edad.
          
             
              |  
                 Edad 
                  (años) 
               | 
               
                 Población 
                  masculina 
               | 
               
                 Muestra 
                  Hombres 
               | 
               
                 Población 
                  femenina 
               | 
               
                 Muestra 
                  de mujeres 
               | 
            
             
              |  
                 15-19 
               | 
               
                 310 
               | 
               
                 12 
               | 
               
                 305 
               | 
               
                 11 
               | 
            
             
              |  
                 20-34 
               | 
               
                 962 
               | 
               
                 36 
               | 
               
                 898 
               | 
               
                 32 
               | 
            
             
              |  
                 35-49 
               | 
               
                 624 
               | 
               
                 23 
               | 
               
                 669 
               | 
               
                 24 
               | 
            
             
              |  
                 50-64 
               | 
               
                 446 
               | 
               
                 17 
               | 
               
                 469 
               | 
               
                 17 
               | 
            
             
              |  
                 más 
                  de 65 
               | 
               
                 328 
               | 
               
                 12 
               | 
               
                 433 
               | 
               
                 16 
               | 
            
             
              |  
                 Total 
               | 
               
                 2670 
               | 
               
                 100 
               | 
               
                 2774 
               | 
               
                 100 
               | 
            
          
          
            Para la obtención de los datos se realizó un cuestionario 
            (Tabla 2) de tipo personal, estructurado y cerrado, con 27 preguntas 
            (14 espontáneas y 13 sugeridas con una primera como filtro 
            y dos de control). 
            Se hizo una prueba piloto previa con 20 personas para verificar la 
            comprensión de la encuesta, que ayudó a replantear nuevos 
            enunciados. El análisis de los datos se ha realizado con la 
            ayuda de los programas SPSS 6.0 (8) y Excel.
           
          
            
              |  
                 Tabla 
                  2: Cuestionario utilizado 
               | 
            
            
              |  
                 1. 
                  ¿Conoce usted la existencia del cáncer? 
                  2. ¿Cuántos tipos de cáncer conoce usted? 
                  3. ¿Cuál cree usted que es el cáncer más 
                  agresivo? 
                  4. ¿Cuál cree usted que es el cáncer menos 
                  agresivo? 
                  5. ¿Cuál cree usted que es el cáncer más 
                  frecuente en mujeres? 
                  6. ¿Cuál cree usted que es el cáncer más 
                  frecuente en hombres? 
                  7. ¿Cuál cree usted que es el cáncer más 
                  frecuente en niños (0-14 años)? 
                  8. ¿Cuál cree usted que es el cáncer más 
                  frecuente en adolescentes (15-19 años)? 
                  9. ¿Cuál cree usted que es el cáncer más 
                  frecuente en adultos (20-64 años)? 
                  10. ¿Cuál cree usted que es el cáncer más 
                  frecuente en personas mayores (65 y más años)? 
                  11. ¿Cuál cree usted que es la edad más 
                  frecuente en la que aparece el cáncer? 
                  12. ¿Qué causas cree usted que pueden desencadenar 
                  cáncer? 
                  13. De todas las causas anteriores, ¿cuál cree 
                  usted que es la más importante? 
                  14. ¿Cree usted que el cáncer se contagia? 
                  15. ¿Conoce algún caso de cáncer en su 
                  medio social? 
                  16. ¿Conoce algún caso de cáncer en su 
                  familia? 
                  17. ¿Cuál es el cáncer más temido 
                  por usted? 
                  18. Cuándo posee algún desarreglo en su cuerpo 
                  que cree usted extraño o algún síntoma 
                  que el médico no consigue encasillar, ¿lo atribuye 
                  alguna vez a un pensamiento de cáncer? 
                  19. ¿Sabe usted que es el "diagnóstico precoz"? 
                  20. ¿Cree usted que es útil el diagnóstico 
                  precoz en el tratamiento del cáncer? 
                  21. ¿Cree usted que los sanadores, acupuntores, masajistas, 
                  naturistas u otros procedimientos que conozca usted no relacionados 
                  con la medicina científica pueden diagnosticar el cáncer? 
                  22. ¿Cuál cree usted que es el cáncer con 
                  más posibilidades de curarse? 
                  23. ¿Cree usted que la medicina actual puede curar el 
                  cáncer? 
                  24. ¿Cree usted que la medicina actual puede aliviar 
                  los síntomas generados por el cáncer (dolor, mal 
                  estado general, vómitos)? 
                  25. ¿Cree usted que los sanadores, acupuntores, masajistas, 
                  naturistas u otros procedimientos que conozca usted no relacionados 
                  con la medicina científica pueden curar el cáncer? 
                  26. ¿Cree usted que los sanadores, acupuntores, masajistas, 
                  naturistas u otros procedimientos que conozca usted no relacionados 
                  con la medicina científica pueden aliviar los síntomas 
                  generados por el cáncer (dolor, mal estado general, vómitos)? 
                  27. ¿De dónde saca usted la información 
                  sobre el cáncer: documentación general, documentación 
                  especializada, comentarios de la calle y experiencia personal, 
                  propia o cercana? 
                
               | 
            
          
          
          
          Resultados
            El 100% de la población encuestada conoce la existencia del 
            cáncer como enfermedad porque es requisito indispensable para 
            la realización del cuestionario. Sin embargo, existían 
            personas que no conocían su existencia o no deseaban contestar 
            el cuestionario. No hemos reflejado este porcentaje de población 
            por ser mínimo. Respecto a la edad más frecuente de 
            aparición de cáncer, un 55% de la población afirma 
            que se encuentra en el intervalo de 40-59 años. El 15% piensa 
            que puede ocurrir a cualquier edad.
            Desde el punto de vista cuantitativo, el 68% de la población 
            conoce más de 5 tipos de cáncer, el 26% de 2 a 5 tipos 
            y un 6% conoce la posibilidad de que el cáncer se genere en 
            cualquier tejido. Cabe resaltar que ningún encuestado ha mencionado 
            sólo un tipo de cáncer. Por la edad (Figura 1), el intervalo 
            constituido por los individuos entre 20-34 años es el que más 
            tipos de cáncer es capaz de citar, mientras que los mayores 
            de 65 años son los que menos tipos nombran. El conocimiento 
            de que el cáncer puede generarse en cualquier tejido no es 
            conocido por la población entre 15-19 años y mayores 
            de 65.
          
          La Figura 2 muestra 
            los tipos de cáncer conocidos analizados de manera cualitativa, 
            según sexos.
          
           
          
          
            El cáncer más agresivo, teniendo en cuenta que la agresividad 
            se refiere al que más síntomas y signos genera junto 
            a una mayor carga psicológica negativa, es el de pulmón 
            (23%), seguido de la leucemia y el linfoma (14.5%) y el de hígado 
            (11.5%). Tanto el cáncer de garganta como los referentes al 
            aparato urinario no se asocian a la agresividad. Cabe destacar que 
            el 8.5% de la población opina que todos los cánceres 
            son igualmente agresivos.
            La población sólo resalta dos tipos de cáncer 
            como menos agresivos: el cáncer de mama, un 30%, y el cáncer 
            de piel, un 24.5%. Un 8.5% piensa que ningún cáncer 
            es poco agresivo. Las mujeres consideran el cáncer de mama 
            menos agresivo (38%) que los hombres (22%).
            El 89.5% de la población opina que el cáncer de mama 
            es el más frecuente en mujeres, seguido de los cánceres 
            del aparato genital femenino (6.5%). El cáncer considerado 
            más frecuente en hombres es el de próstata (45%), seguido 
            del cáncer de pulmón (39%).
            Respecto a edades, el cáncer que se considera más frecuente 
            en niños y adolescentes es la leucemia (58.5% y 30% respectivamente). 
            Hay un importante número de abstenciones, incluso la afirmación 
            de la inexistencia de cáncer en estos grupos de edad (1% y 
            0.5% respectivamente). El cáncer más frecuente en adultos 
            es considerado el de pulmón (41.5%), seguido del de mama (10%), 
            hígado (6%) y estómago (5.5%). En personas mayores de 
            65 años el cáncer de próstata es el más 
            nombrado (28%) seguido del de pulmón (25.5%), colon, y resto 
            de tubo digestivo (6.5%) e hígado (6%).
            Respecto al cáncer más temido, un 30% de la población 
            afirma temer todos los tipos de cáncer, el 18% teme más 
            al cáncer de pulmón y el 12.5% al de mama. Un 6.5% de 
            la población afirma no temer ningún tipo de cáncer. 
            Un 32% de la población relaciona el cáncer más 
            temido con el más agresivo. El más relacionado es el 
            cáncer de pulmón por un 9.5%.
            Cuando se pregunta si hay un "pensamiento" de cáncer 
            alguna vez ante un síntoma extraño, el 55% lo niega 
            y el 45% restante lo afirma o duda. El 4.5% de la población 
            (entre 25 y 60 años) ha pensado alguna vez en el cáncer 
            ante un síntoma dudoso y teme todo tipo de cáncer. Se 
            puede considerar este porcentaje de población como la más 
            temerosa ante este tipo de enfermedad.
            Respecto al conocimiento de casos de cáncer, el 84% de la población 
            afirma conocer casos de cáncer en su medio social, y un 70% 
            conoce casos en su familia. Un 66.5% conoce casos de cáncer 
            tanto en su medio social como familiar. Este porcentaje es similar 
            en ambos sexos.
            Los medios de comunicación de los que la población obtiene 
            información sobre el cáncer quedan reflejados en la 
            Figura 3. Se entiende por documentación general aquélla 
            que proporcionan periódicos, revistas, televisión y 
            radio, y la documentación especial se refiere a la información 
            proporcionada por los médicos e instituciones sanitarias y 
            los libros y revistas médico-científicas.
          Factores etiológicos 
            y desencadenantes del cáncer
            Cuando se pregunta si el cáncer puede ser una enfermedad contagiosa, 
            explicando las posibles vías de transmisión, el 95% 
            de la población opina que el cáncer no se contagia mientras 
            que el 5% restante duda o cree en esta posibilidad.
            El 79% de la población es capaz de nombrar entre 2 y 5 causas 
            o agentes desencadenantes de cáncer y tan sólo un 4% 
            cita más de 5.
            Las causas más frecuentemente mencionadas son el tabaco, la 
            herencia, la mala alimentación, el alcohol y la contaminación. 
            Cabe resaltar la mención de causas conductuales (falta de higiene, 
            "estrés", falta de ejercicio físico, falta 
            de descanso, "vicios", falta de control propio y "dejadez") 
            así como valores humanos (Dios, el destino, la mala suerte, 
            los disgustos y la "negatividad" de la persona).
          Estudio del 
            diagnóstico precoz
            Para validar la respuesta afirmativa se pedía al entrevistado 
            una definición de diagnóstico precoz que debía 
            asemejarse lo más posible al contenido de la siguiente: "Técnicas 
            o actividades médicas con carácter poblacional utilizadas 
            para la detección de procesos oncológicos en estadios 
            primarios(1)". 
            El 64.5% de la población conoce el significado de diagnóstico 
            precoz mientras que el 29.5% no lo conoce y el 6% duda. Según 
            el sexo, las mujeres conocen sutilmente más el concepto de 
            diagnóstico precoz (un 69% frente a un 60% en hombres). Un 
            31% de mujeres no conoce o duda sobre el diagnóstico precoz, 
            frente a un 40% de hombres. El conocimiento del diagnóstico 
            precoz según la edad está representado en la Figura 
            4.
            Respecto a la utilidad del diagnóstico precoz, un 59.5% del 
            total de la población afirma que sería útil, 
            mientras que un 40.5% lo niega o duda. Es interesante resaltar que 
            no toda la población que lo conoce afirma que es útil, 
            ya que un 12.4% duda o niega su utilidad.
          
          
            Respecto al cáncer con más posibilidades de curación, 
            un 43.5% afirma que es el de mama, seguido del cáncer de piel 
            (13.5%) y del cáncer diagnosticado a tiempo (9.5%). Cabe resaltar 
            que un 18% de la población desconoce la posibilidad de curación. 
            Los dos tipos de cáncer con más posibilidades de curación 
            coinciden con los dos tipos de cáncer nombrados como menos 
            agresivos.
            Se ha considerado que el verdadero concienciado sobre el diagnóstico 
            precoz debería reunir las siguientes características: 
            afirmar que el cáncer que se puede curar y el menos agresivo 
            es el diagnosticado a tiempo, así como conocer el diagnóstico 
            precoz y creer que es útil. Corresponde al 2% de la población.
          Confianza en 
            los distintos sistemas médicos
            Respecto a la posibilidad de diagnóstico de cáncer por 
            la folkmedicina, el 63% de la población lo niega y el resto 
            lo duda o afirma.
            Cuando se pregunta por la posibilidad de curación del cáncer, 
            un 45% de la población afirma que la medicina actual reuniría 
            las condiciones para ello, frente a un 5% que confía en la 
            folkmedicina para la curación del cáncer.
            Respecto al alivio de los síntomas generados por el cáncer, 
            un 85% de la población opina que la medicina moderna estaría 
            preparada para ello, pero un 41% confía en las posibilidades 
            de la folkmedicina.
            En resumen, la confianza de la población en sus sistemas médicos 
            se muestra en la Figura 5. Se entiende por confianza dudosa la que 
            poseen aquellas personas que han dudado en alguna de las preguntas 
            relacionadas con los sistemas médicos, es decir, el porcentaje 
            de población que no se decanta plenamente por la medicina científica 
            o la folkmedicina y que, llegado el momento, no sabrían decidir 
            cuál es la mejor o cuál podría solucionar la 
            enfermedad.
          
           
          
            Discusión y conclusiones
            El cáncer es una enfermedad de interés social. Se considera 
            una enfermedad severa, poco curable y temida, ya que predomina el 
            temor a cualquiera de sus clases, existe un elevado porcentaje de 
            casos conocidos del entorno familiar y social, y más de la 
            mitad de la población duda o afirma preocuparse por él 
            ante síntomas extraños. No se considera una enfermedad 
            contagiosa.
            En general la población posee un conocimiento básico 
            del cáncer en lo que se refiere a lo que podríamos llamar 
            "su descripción"; no así en cuanto a los medios 
            diagnósticos y terapéuticos.
            En cada pregunta existe un marcado predominio de uno o dos cánceres 
            respecto a los restantes; se podría decir que la población 
            posee un concepto de lo que se podría llamar "cáncer 
            tipo". Este hecho puede observarse en la Figura 6.
            La penetración de información sobre la realidad de los 
            cánceres en la población es lenta, ya que la opinión 
            respecto a los que son más frecuentes no concuerda con los 
            resultados científicos actuales, sino más bien, con 
            las ideas de hace más de una década. Por ejemplo, la 
            población afirma que el cáncer más frecuente 
            en hombres es el de próstata, cuando actualmente es el de pulmón. 
            Tampoco concede importancia a este tipo de cáncer en las mujeres, 
            cuando es un problema actualmente en aumento.
            Se demuestra que la población asimila términos y conceptos 
            técnicos dependiendo de la morbilidad de cada tipo de cáncer. 
            Por ejemplo, "metástasis" y "leucemia" 
            (sustituyendo al concepto "cáncer de sangre") son 
            asumidas, pero "sarcoma", "retinoblastoma" o "mieloma" 
            son nombrados por una pequeña parte de la población, 
            casi siempre coincidiendo con una vivencia más directa deestos 
            tipos de tumores. Otros se están incorporando al saber popular, 
            como el término "melanoma", en vez de "cáncer 
            de piel".
            La población estudiada también sustituye el hecho de 
            que algunas enfermedades pueden evolucionar hacia el cáncer 
            por la certeza de que éstas acaban siempre en cáncer. 
            Tal es el caso de la cirrosis hepática, que la gente asocia 
            inexorablemente a cáncer de hígado.
            La población no discrimina tipos concretos de cáncer, 
            sino que asocia distintos tipos de cáncer a una determinada 
            región orgánica. Por ejemplo, el cáncer de vesícula 
            biliar lo incluye dentro de los tumores hepáticos o no distinguen 
            las leucemias de los linfomas. Es tarea de los especialistas decidir 
            si se debe realizar algún tipo de educación sanitaria 
            al respecto.
            Las mujeres conocen más tipos de cáncer que los hombres; 
            conocen los que afectan a su aparato genital mejor que los hombres 
            los del suyo, e incluso conocen mejor los tumores que afectan al aparato 
            genital masculino. Los hombres poseen mejor información sobre 
            la frecuencia del cáncer de pulmón y las mujeres sobre 
            la del cáncer de mama.
            El concepto de diagnóstico precoz es conocido, aunque existe 
            un importante porcentaje de población que duda o no lo conoce 
            y, además, un escaso porcentaje tiene conciencia de su importancia. 
            Los grupos de población a los que se debería informar 
            más son los constituidos por jóvenes y por las personas 
            mayores de 65 años.
            En cuanto a los factores de riesgo, el tabaco, el alcohol y la polución 
            atmosférica son conocidos. La mala alimentación debería 
            ser considerada más importante, así como la ocupación, 
            ya que a pesar de que en el barrio predominan los asalariados, no 
            se reconoce su importancia como factor de riesgo. También se 
            desconocen otros factores no menos importantes como los virus, las 
            radiaciones y el envejecimiento. La población concede más 
            importancia a la herencia que la comunidad científica. Otro 
            rasgo que diferencia a la población de la comunidad científica 
            es que aquéllos consideran factores de riesgo los aspectos 
            morales y creenciales.
            En cuanto a la confianza en los distintos sistemas médicos, 
            la población tiene más confianza en la medicina científica 
            que en la folkmedicina. Ésta está desacreditada a la 
            hora de diagnosticar el cáncer, aunque el mayor porcentaje 
            de la población es tolerante frente a las dos.
            Si se realiza una comparación entre los datos obtenidos a partir 
            de la población y los extraídos del Instituto Nacional 
            de Estadística (9,10), se llega a la conclusión de que 
            la población conoce mejor los cánceres más frecuentes 
            que los menos frecuentes. La población tan sólo posee 
            información de los tumores más frecuentes y más 
            "impactantes" (pulmón y mama), pero está estancada 
            la correspondiente a cánceres menos frecuentes, pero no por 
            ello menos importantes, como son los tumores digestivos.
            A esto se añade una forma de documentarse sobre el tema del 
            cáncer inadecuada o sesgada, que se traduce, por ejemplo, en 
            las ideas acerca de las causas productoras de cáncer. Para 
            mejorar este aspecto, los medios de información deberían 
            estar mejor orientados por personal adecuado, ateniéndose siempre 
            a las limitaciones de la población en lo que a los conocimientos 
            especializados se refiere. 
            Aunque existen trabajos orientados hacia la concepción social 
            de enfermedad (11), se debería hacer mayor hincapié 
            en este tipo de estudios y no solo en trabajos de tipo epidemiológico, 
            con el objetivo de mejorar la calidad asistencial.
          Notas
            1. González Enríquez, J.; Ascunce Elizaga, N.; Epidemiología 
            y prevención. Oncología médica. En: Farreras-Rozman. 
            Medicina interna. 13ª ed. Madrid. Ed. Mosby / Doyma Libros, 
            1995. pp.1138-1139.
            2. Kaplan, H.I.; Sadock, B.J.; Grebb, J.A.; Sinopsis de psiquiatría. 
            7ª ed. Editorial médica panamericana.
            3. Anuari estadístic de la ciutat de València 1997. 
            Ajuntament de València. Àrea d'Administració 
            general / Oficina d'Estadística.
            4. Anuario estadístico de la Comunidad Valenciana. Generalitat 
            Valenciana. Direcció General d'Economia / IVE. 1995.
            5. Característiques de la població de València. 
            Padró municipal d'habitants 1996. Ajuntament de València. 
            Oficina d'Estadística.
            6. Comissió municipal per a la redistribució territorial 
            i administrativa. Els nous districtes de la ciutat de València. 
            Publicacions de l'Arxiu Municipal de València. Ajuntament de 
            València. Valencia 1981.
            7. Miquel, S. et al. Investigación de mercados. 
            Madrid. Mc. Graw-Hill Interamericana de España S.A., 1997.
            8. Visauta Vinacua, B. Análisis estadístico con SPSS 
            para Windows: estadística básica. Madrid. Mc. Graw-Hill 
            Interamericana de España. S.A.U., 1997.
            9. Encuesta de morbilidad hospitalaria 1995. INE.
            10. Estadística del movimiento natural de la población. 
            Defunciones según causa de muerte 1994. INE.
            11. Encuesta de salud de la Comunidad Valenciana. 1990-1991. 
            Generalitat Valenciana. Conselleria de Sanitat i Consum.