Exposición ‘TEXT [NO TEXT]'. Foto: Desirée Juliana.

Originales de Andy Warhol, Edward Ruscha, Ulises Carrión, John Baldessari, Christian Boltanski y Jenny Holzer, entre otros, se presentaron el martes 19 de noviembre, en la inauguración de la exposición ‘TEXT [NO TEXT] Llibres i Publicacions d’Artista. Col·lecció UPV’, que podrá visitarse en la Sala Estudi General del Centre Cultural La Nau de la Universitat de València hasta el 12 de enero.

La exposición es una selección de parte de la colección de libros y publicaciones de artista de la Universitat Politècnica de València, que supera el millar de ejemplares. Recoge la obra de los artistas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX que utilizaron el libro como soporte artístico. Se centra en el periodo de los años 60 y 70, cuando se produjo una ruptura considerable en el concepto de libro de artista a través del desarrollo del movimiento Fluxus o del Pop Art.

La exposición, que se presentó en rueda de prensa, contó con la participación de  Antonio Ariño, vicerrector de Cultura y Deporte de la Universitat de València; José Luis Cueto, vicerrector de Alumnado, Cultura y Deporte de la Universitat Politècnica de València, y el comisario de la exposición, Antonio Alcaraz.

La muestra recoge en torno a 80 publicaciones divididas en 7 secciones que atienden a la utilización o no del texto, en función del predominio de la imagen o del lenguaje. La primera sección constituye la parte más histórica, se remonta al origen de los artistas y el libro a partir de los años 60 y el ámbito Fluxus. Acoge grandes artistas como George Maciunas, creador del movimiento, o La Monte Young y su libro colectivo ‘An Anthology’. La segunda aborda el concepto de la Beau Geste Press, la editorial que creó el mexicano Felipe Ehrenberg para dar salida a publicaciones experimentales con medios muy artesanales.

En la tercera sección, la exposición presenta el libro de artista como producto de masas a través del pop, el minimalismo y el arte conceptual. Incluye obras tan míticas como el desplegable ‘Every Building on the Sunset Strip’ de Edward Ruscha o el ‘Warhol’s Index (book)’. El cuarto apartado pone el foco en la geometría y el diseño y la ausencia de texto con obras de Bruno Munari y Sol Lewitt. El quinto sector está dedicado a la fotografía y la estrategia del archivo, con artistas que trabajan con la imagen fotográfica desde el punto de vista más próximo al documentalista.

Las dos últimas secciones de la muestra se centran en artistas que trabajan con el lenguaje. Por un lado, escritos y documentos, artistas que utilizan el texto para hacer su obra. Por otro, la experimentación poética, poesía visual y poesía concreta, donde predomina la obra de relevantes artistas latinoamericanos como Edgardo Antonio Vigo o Guillermo Deisler.  

El comisario de ‘TEXT [NO TEXT] Llibres i Publicacions d’Artista. Col·lecció UPV’, Antonio Alcaraz, ha explicado que la importancia de la exposición reside en la generación de artistas plásticos que engloba, que no solo utilizaron el libro para difundir su obra, sino también para innovar en el concepto y en su arquitectura. Respecto al impacto en el público, Alcaraz ha afirmado que las personas que visiten la exposición “van a ver la obra de artistas muy relevantes y se van a dar cuenta de la importancia que tiene el trabajo en formato libro en relación a lo que hacen ellos en otros soportes”.  

José Luis Cueto ha destacado la singularidad de esta colección de la Universidad Politécnica de Valencia, que dispone de más de 1.400 ejemplares catalogados y se sitúa en la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes. Comienza con obras realizadas a partir de la década de 1960 y atiende tanto el libro de artista como publicaciones especiales, revistas experimentales, libro ilustrado, poesía visual o cualquier obra realizada por artistas en formato libre. El vicerrector ha explicado también que no es la única colección artística de la que dispone la Politécnica, que destaca por su apuesta por el arte, además de ser la única universidad politécnica de España con una facultad de Bellas Artes.

Por último, Antonio Ariño ha manifestado la satisfacción que supone organizar conjuntamente con la Politécnica de Valencia esta exposición, ya que a través de la misma ambas instituciones cierran la colaboración que a lo largo de este año han realizado con la organización de proyectos expositivos conjuntos, con motivo del 20 aniversario de la Nau y el 520 aniversario de la Universidad, y los 50 años de la creación de la Universidad Politécnica de Valencia.

Una nueva concepción: el libro como objeto artístico

Fue a principios de la década de 1960, la misma década en que se formuló el arte conceptual, cuando surgió un enfoque realmente diferente tanto en la concepción de los libros de artista como en su realización y en la forma de distribución.  En ese período, el libro ocupó un lugar central en la producción de relevantes artistas contemporáneos, siendo a su vez motivo de teorías críticas sobre la autoría (o mejor la falta de autoría), la eliminación en el libro del texto o la imagen y, no menos importante, sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la producción masiva de la obra de arte.

Los artistas que decidieron trabajar con el libro como soporte plástico, asumieron que sus publicaciones, además de como producto artístico, funcionarían como instrumentos puramente comunicativos que se producían por los sistemas más económicos y serían fáciles de conseguir. Se lanzaron a trabajar con las técnicas y procesos de impresión entonces más avanzados, la reproducción de fotografía en blanco y negro por medio del offset o la Xerox, que les permitía realizar ediciones numerosas de forma rápida y a bajo coste. Y, según estos criterios, se alejaron radicalmente de las producciones anteriores, los llamados livres d’artiste o libros ilustrados, así como de cualquiera de los otros compromisos de artistas que utilizaron el libro en la primera mitad del siglo XX.

En las primeras décadas del siglo XX, que corresponden al período de las denominadas ‘vanguardias históricas’, los movimientos artísticos trabajaron con la intención de distanciarse del academicismo del XIX y buscaron nuevos medios de expresión, descubriendo en el libro un vehículo ideal para desarrollar sus objetivos. El libro fue transformando la función que ejercía como un contenedor de palabras, de ideas, de comunicación y los artistas lentamente fueron introduciendo otros lenguajes vinculados a las artes plásticas. La innovación en la arquitectura del libro y la utilización de materiales hasta el momento no relacionados con la edición provocan en el espectador una nueva experiencia que, en ocasiones, puede dejar en segundo plano o incluso prescindir del contenido del texto. En ese periodo, además del libro desempeñaron un papel fundamental los carteles y otro material publicitario.

El libro y las publicaciones de artista en las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX, contemplados en el conjunto de la producción de artistas como Ed Ruscha, Dieter Roth, John Baldessari, Sol LeWitt, Bruno Munari, Christian Boltanski, Bernd & Hilla Becher, Hans-Peter Feldmann, o Lawrence Weiner, por citar algunos de los más relevantes, no sólo instauraron el soporte libro como un medio perfectamente homologable en el arte contemporáneo, sino que además -haciendo honor a su naturaleza- ofrecieron una lectura fundamental del perfil propio del Fluxus, el Minimalismo o el Arte Conceptual.

Los principales museos y centros de arte contemporáneo han completado sus colecciones de arte con documentación y publicaciones de artista, debido a la relevancia de este material a la hora de ofrecer una visión completa de la producción artística de muchos de los autores citados.

Para esta exposición en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València, se han seleccionado libros de autores de reconocido prestigio del panorama internacional, que muestran tanto la parte más histórica de la colección como los orígenes del libro de artista contemporáneo.