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Juan Genovés, todo un legado de algunas de sus obras en la Colección Martínez Guerricabeitia de la Universitat de València

  • 19 mayo de 2020
Imagen de Juan Genovés con Jesús Martínez, la esposa Carmen y las hermanas de Carmen en la fiesta del PCE de la Casa de Campo de Madrid. 1988.
De izquierda a derecha: Jesús Martínez, la esposa Carmen, Juan Genovés y las hermanas de Carmen en la fiesta del PCE de la Casa de Campo de Madrid. 1988.

El pintor valenciano Juan Genovés, fallecido el viernes 15 de mayo, deja en el recuerdo grandes obras que pertenecen a la Colección Martínez Guerricabeitia. La Colección alberga ocho obras del autor de ‘El abrazo’ convirtiéndose en uno de los pintores mejor representados de la propia Colección.

A la edad de 89 años, Juan Genovés nos ha dejado. El artista luchador antifranquista y de gran proyección internacional en la década de los setenta, destaca por su interrelación entre el compromiso ético y la indiscutible dimensión estética de sus obras. En palabras del propio Genovés: ‘En el fondo el gran tema de mis pinturas ha sido la relación entre el ser humano y su medio’.

Precisamente, su emblema antifranquista se convierte en el vínculo de unión con Jesús Martínez Guerricabeitia, mecenas de la Colección. A partir de la década de los setenta, la ideología política de ambos explica la amistad que surge entre ellos y el interés de Jesús Martínez por adquirir obras del pintor, aunque le lleve a buscar piezas del artista valenciano fuera de nuestras fronteras.

Un total de ocho obras únicas y ocho obras gráficas forman parte de la Colección Martínez Guerricabeitia. ‘Relato’ de 1968 es la creación de un rotundo lenguaje pictórico que se vale de los procedimientos fotográficos desarrollados por los medios de comunicación como la seriación, el contraste, el encuadre, el montaje en paralelo o la alternancia de planos con la finalidad de hacer una crónica de las agresiones a las que se ve sometido el ser humano.

El cuadro ‘Los que golpean’ de 1973 muestra la preocupación por la representación poco convencional del espacio y el uso de la perspectiva o visión cenital. Las figuras adquieren una dimensión más cercana y se ubican en un espacio que se muestra desnudo, sin ningún detalle paisajístico ni temático que nos permita un atisbo de concreción. El contenido de la obra trasluce, de nuevo, el trágico acoso de la amenaza y el terror. ‘He pretendido crear un espacio del miedo que ha sido siempre algo muy latente en este país y que todavía no se nos ha quitado de encima’ afirmaba el autor.

A partir de la década de los 70, la pintura de Genovés abandona la distancia del teleobjetivo para aproximarse en una especie de zoom a sus protagonistas. Es lo que ocurre con ‘Seis Jóvenes’ de 1975 que evoca los entonces recientes fusilamientos de dos militantes etarras y tres del FRAP ejecutados el 27 de septiembre del mismo año. La obra capta un momento de fuerte intensidad dramática: los condenados, con las manos atadas y vendados los ojos, se recortan sobre un fondo neutro que subraya su indefensión y soledad. La mirada se centra así en sus cuerpos y en su ropa.

El lienzo ‘La Ventana’ de 1975 es  una obra de casi idénticas dimensiones que ‘Seis jóvenes’. Datada dos meses antes, trabaja asimismo una casi monocromía de negros y dorados sobre fondo blanco. En ambos casos asistimos a obras en las que de nuevo Genovés logra crear signos de reconocimiento universal de esas lacras de violencia, persecución o injusticia que pueden afectar a cualquier sociedad.

En 1978 Genovés comienza una larga serie sobre papel. Como en su obra ‘Sin título 18-79’ del año 1979 que abundan los detalles o fragmentos descontextualizados, las visiones fugaces o inacabadas. Su afición al papel se plasmará más adelante en muchas de sus obras. ‘Para mí un dibujo casi siempre es superior a una pintura, porque recoge la intención primera, el primer concepto que fragua el artista’ aseguró el pintor demostrando su fascinación por el papel y sus texturas.

Desde finales de los setenta y a lo largo de los ochenta, la pintura de Genovés experimentará una transformación formal e iconográfica. El título de la obra ‘Más cerca’ de 1980 expresa la conciencia del pintor en ese momento de haber llevado su técnica de la observación en zoom de la persona hasta el límite.

Ya a partir de su obra ‘Paisaje Urbano: El Foco’ de 1983 se produce un cambio substancial en su pintura. Por primera vez, aparecerán las referencias arquitectónicas que pasarán a ser en muchos casos las protagonistas absolutas.

Genovés, que fue amigo de grandes genios de la pintura como Francis Bacon, no era un pintor al que le gustaran los pintores, pero sí sus obras. Desde el pasado viernes 15 de mayo el arte ha perdido a un maestro de la pintura. La Colección Martínez Guerricabeitia tiene el honor de disponer de obras de este valenciano universal que nos deja un importante legado.