HISTORIA, INCIDENCIA Y EFECTOS DE LAS DROGAS O CATEGORÍAS DE DROGAS

ESTIMULANTES: ('speed', 'crack', 'coca', 'nieve', 'pasta', 'viaje', 'speedball', 'cristal', 'cross-tops', 'yellow jackets').

Cocaína:


En los últimos años, el consumo de cocaína se ha incrementado notablemente. La popularidad que ha alcanzado la sustancia  entre los adolescentes americanos se puede atribuir a  diversos factores como el consumo entre los personajes importantes de la sociedad (por ejemplo, atletas, presentadores, empresarios y profesionales), creándose así la idea de que 'se trata de una droga relativamente inofensiva de la clase alta que le da status al individuo'. Otros factores son la gran cantidad de expendios del producto que la hace más accesible y la aparición de 'crack', droga que los estudiantes adolescentes adquieren fácilmente para fumar a bajo costo.

                                                      

Su consumo se hace por medio de inhalación ('aspirado') o por vía intravenosa diluida en agua. Cuando se mezcla con heroína para uso intravenoso en una sola inyección se la conoce como 'speedball'. Existe una nueva versión conocida como 'crack' o base libre obtenida a través de una simple conversión química de la cocaína, atractiva para los consumidores, porque produce una euforia instantánea e intensa. Otros efectos de esta droga son: acción anestésica local, potente estimulante del SNC, sentimientos de mayor autoconfianza y vigor, acompañados de una disminución de las inhibiciones.

Probablemente el aumento del consumo y de la dependencia de la cocaína está relacionado con el estímulo gratificante de muy corta duración que llevan al consumidor a buscar con regularidad aquella sensación de bienestar. El consumo crónico de cocaína conduce tanto a la tolerancia como a la dependencia, creando adicción física y psicológica. Los consumidores habituales pueden experimentar algunos cambios en el estado de ánimo, depresión, problemas de sueño, pérdida de la memoria, aislamiento social y pérdida del interés por el estudio, el trabajo, la familia y los amigos. 

 

Anfetaminas


Entre los años 50 y 60, las anfetaminas eran comúnmente prescritas para controlar los estados de fatiga, obesidad y depresión leve. Posteriormente, se descubrió su alto potencial adictivo, por lo que suspendió su uso y se clasificó dentro de la lista II de sustancias controladas. A pesar de las restricciones, las anfetaminas ocupan el segundo lugar, después de la marihuana, entre las drogas de mayor abuso por la población juvenil. A este efecto contribuye también la existencia de drogas semejantes a las anfetaminas de venta libre que contienen generalmente cafeína y/o fenilpropanolamina, conocidas comercialmente como productos que ayudan a mantener a la persona en vigilia o suprimen el apetito y que son de uso común. Si se toman en altas dosis, estas drogas causan los mismos efectos más otros efectos asociados con el consumo de anfetaminas. En consumidores habituales, estos estimulantes generan irritabilidad, inquietud, alteraciones en el sueño, temblores, dilatación de las pupilas, enrojecimiento de la piel y pérdida de peso con el transcurso del tiempo. 

                                                          Amphetamine Tablet   

Inhalantes


El uso de este tipo de sustancias comenzó a hacerse popular entre los jóvenes con la 'inhalación de pegamentos' en la década de los sesenta, momento a partir del cual han surgido una amplia gama de inhalantes. Es común que los niños en edad escolar y los adolescentes jóvenes sean los grupos inhaladores y esto se da principalmente como un comportamiento experimental entre los compañeros y amigos. 

Los inhalantes más comunes son, entre otros, pegamentos para maquetas, pinturas en aerosol, artículos de limpieza, gasolina, líquido corrector de mecanografía y otros productos propelentes para desodorantes y sprays para el cabello. Para poder inhalarlos, los químicos se vierten en una bolsa plástica o se impregnan en algún pedazo de paño. Debido a que los agentes se absorben a través del tracto respiratorio, un estado mental alterado se puede observar en un período de 5 a 15 minutos. El abuso de estas sustancias conlleva a que se presenten efectos adversos como daño renal y hepático, convulsiones, neuropatía periférica, daño cerebral y muerte súbita.

Cuadro de texto:

  

 

 

 

 

 

 

 

Narcóticos/Opiáceos


se consideran narcóticos todas aquellas drogas derivadas del opio (morfina, codeína), drogas semisintéticas (oxicodona, hidromorfona) y drogas completamente sintéticas (meperidina, propoxifeno y metadona). en la década de los 60 y 70, el consumo de heroína y metadona fue particularmente alto. Actualmente estas
sustancias perdieron popularidad, pero aún se utilizan por sus efectos eufóricos.  Como analgésicos, estas sustancias distorsionan la interpretación de estímulos dolorosos, disminuyen la ansiedad y promueven efectos sedantes. Ya que la vía intravenosa es la ruta de administración más común, se deben considerar los problemas específicos relacionados con este tipo de práctica (hepatitis, VIH, SIDA ) puesto que se comparten agujas o se utilizan agujas contaminadas.  
 

                                                     8.jpg (20062 bytes)

 

Marihuana ('yerba'; 'marijuana'; 'María Juana'; 'dweebidge'; 'porro'; 'cigarrillo de marihuana'; 'hashish'; 'cannabis')


Se estima que cerca de 50 millones de norteamericanos han consumido marihuana por lo menos una vez en su vida, constituyéndose después del tabaco y en algunas áreas, del alcohol, en la sustancia más popular utilizada regularmente por los jóvenes. La planta de cáñamo (cannabis sativa) y su contenido de THC (delta -9-tetrahidrocanabinol) y otros canabinoides hallados en las hojas y retoños de las flores de la planta son la fuente de la marihuana. El hashish se elabora de la resina tomada de la parte superior de las plantas mujer, las cuales contienen la mayor concentración de THC. La dosis de la droga puede variar enormemente con cada preparación; la concentración de THC puede variar hasta cien veces debido a los contaminantes y diluyentes en la muestra.

Los efectos se sienten en unos cuantos segundos o minutos cuando estas preparaciones son inhaladas (en cigarro o pipa), o a los 30 ó 60 minutos después de la ingestión de alimentos que contengan la sustancia como dulces.  Debido a que el fumador siente casi inmediatamente los efectos, la inhalación posterior se puede suspender en cualquier momento y por lo tanto, se pueden regular sus efectos. En cambio aquellos que ingieren la marihuana experimentan el desarrollo de sus efectos de una manera más lenta, acumulativa, más duradera y variable. Con este método, las probabilidades de que se produzcan reacciones desagradables son más altas.

Los efectos primarios de la marijuana son de tipo comportamental, debido a los efectos de la droga sobre el sistema nervioso central (SNC). El uso popular de la marijuana surge debido a la sensación de euforia y relajación y al aumento de las percepciones visuales, auditivas y gustativas que se  alcanzan aún con dosis bajas o moderadas. Se pueden presentar efectos desagradables como sentimientos de despersonalización, cambios en la imagen corporal, desorientación y reacciones de pánico agudas o paranoia severa. Se han reportado casos de delirio y alucinaciones severos inducidos por marihuana en los que podría sospecharse el  uso conjunto con otros agentes como el PCP (fenilciclohexilpiperhidina o fenciclidina).

La marihuana tiene efectos específicos que pueden disminuir la capacidad del individuo de realizar tareas que requieran mucha coordinación motora (como manejar un vehículo). Hay deterioro en la orientación visual y el sentido del tiempo es prolongado. Es posible que el aprendizaje se vea afectado enormemente debido a que la droga produce una disminución en la capacidad de concentrar la atención. Los estudios señalan que el aprendizaje se puede volver 'estado-dependiente', es decir que la información adquirida o aprendida bajo los efectos de la droga se recuerda con mayor facilidad cuando se está bajo el mismo estado de influencia de la droga. Es posible que en los usuarios regulares se observe un 'síndrome amotivacional', caracterizado por pérdida de la energía, falta de concentración, alteraciones de la memoria (especialmente a corto plazo), disminución de la efectividad y rendimiento escolar/laboral y una pérdida general de interés y ambición para alcanzar metas a largo plazo.

Otros efectos de la marihuana son: ojos inyectados (ojos rojos), aumento de la ritmo cardíaco y de la presión sanguínea, broncodilatación y en algunos consumidores, irritación bronquial que conlleva a broncoconstricción y/o  broncoespasmo, faringitis, sinusitis, bronquitis y en grandes consumidores, asma. Igualmente, se puede presentar infertilidad reversible, debido a la reducción en el número y motilidad de los espermatozoides en los hombres y posiblemente depresión del sistema inmune.

Entre los efectos que los usuarios regulares experimentan debido a la abstinencia se pueden mencionar: agitación, insomnio, irritabilidad y ansiedad. Dado que el metabolito de la marihuana (sustancia que se obtiene de su metabolismo) se puede almacenar en los tejidos grasos, la evidencia de marihuana puede incluso ser detectada un mes después de dejar de consumir la droga, mediante un examen parcial de orina.

                                                

Fenciclidina(PCP) 'polvo de ángel'


Es difícil estimar cifras que exhiban el consumo real de fenciclidina en el mundo, debido a que muchos individuos no se dan cuenta que la han utilizado. Esta droga se mezcla a menudo con otras sustancias ilícitas como la marihuana, sin que el comprador perciba su presencia.

El uso de PCP en los Estados Unidos comenzó en 1967 cuando se vendía como la 'píldora de la paz' en el distrito de Haight-Ashbury, en San Francisco. El consumo de dicha píldora no llegó a ser muy popular dada su reputación de causar 'malos viajes'. Sin embargo su uso aumentó a mediados de los 70, principalmente cuando al producto se le cambió la presentación (aspersión sobre hojas para fumar) y se empezaron a emplear nuevas estrategias comerciales. Posteriormente, en los años 80, ya era el alucinógeno de mayor uso, en edades que oscilaban entre 5 y 25 años. Aunque inicialmente la fenciclidina fue desarrollada por una compañía farmacéutica que buscaba un nuevo anestésico, no era conveniente su uso por sus efectos secundarios psicotrópicos. La fenciclidina se dejó de producir por propósitos legales. Desafortunadamente, es una sustancia que se puede preparar fácilmente sin altos costos con solamente poseer algunas nociones de química orgánica y por esta razón, se convierte en un producto ideal para la industria de drogas ilícitas. Esta droga, está disponible en forma ilegal como un polvo cristalino, blanco para ser disuelto en agua o en alcohol.

Existen diferentes vías de administración del PCP que influyen en la aparición de los efectos. En caso de ser disuelto, se puede administrar por vía intravenosa y los efectos aparecen a los pocos segundos. Cuando la preparación se fuma en hojas secas de  orégano, perejil o marihuana, los efectos se sienten en dos a cinco minutos con un pico a los 15 a 30 minutos. Por vía oral, en pastillas o mezclada con alimentos o bebidas, los efectos usualmente se notan en 30 minutos y tienden a alcanzar un pico en 2 a 5 horas.

Las dosis bajas de esta droga típicamente producen euforia y disminuyen las inhibiciones como ocurre con los bebedores. Las dosis moderadas producen un efecto anestésico en amplias áreas del cuerpo, con un aumento de la sensibilidad y deterioro en la percepción que pueden llevar al individuo a experimentar reacciones de pánico y conductas defensivas violentas. Las dosis mayores pueden ocasionar paranoia, alucinaciones auditivas y psicosis similar a la esquizofrenia. Las dosis masivas, comúnmente asociadas con la ingestión de la droga, pueden provocar arritmias cardíacas, convulsiones, rigidez muscular, insuficiencia renal aguda y muerte. Debido a las propiedades analgésicas de la PCP, los usuarios que sufren lesiones serias pueden no sentir dolor.

                                                  Diversas presentaciones del

Éxtasis.

Existen distintos tipos de drogas de diseño, pero las grandes protagonistas actuales son las de acción estimulante. Dentro de éstas, el llamado ÉXTASIS o MDMA es la más representativa, por ser la de mayor demanda hasta la fecha. Bajo ese nombre se encierran otras sustancias de composición química similar y efectos secundarios más graves (MDA, MDE, ). La dificultad de referirse a ellas por su denominación técnica ha propiciado la aparición de diversos nombres coloquiales como es el caso del propio éxtasis, la píldora del amor, eva, etc.

Cuadro de texto: Todas son derivados anfetamínicos con una composición química que los aproxima a la mescalina (un conocido alucinógeno), combinación que explica la singularidad de sus efectos.

Reseña histórica.

El MDMA, tiene a sus espaldas un largo recorrido, en 1914 fue patentado en Alemania por los laboratorios Merck como supresor del apetito, pero nunca se llegó a comercializar. Quedó relegado hasta la década de los 50, época en que se rescató con fines experimentales: (interrogatorios, psicoterapias).

Los primeros consumos ilegales se detectaron durante los años 60 y 70 en el oeste de EE.UU., lo que propició su prohibición en 1985 en aquel país. Desde la década pasada irrumpe en Europa con una fuerza cada vez mayor; sirvan de ejemplo las 4.325 pastillas, que las autoridades españolas decomisaron en 1989 frente a las 645.000 incautadas en 1995.

Procedencia.

Hasta la fecha, los principales productores son europeos. No obstante, tanto el material como los conocimientos necesarios para su elaboración son muy elementales, lo cual facilita su producción casi en cualquier lugar.

Formas de consumo.

Como ya se ha adelantado, el éxtasis puede caracterizarse como una droga social. Su resurgir ha venido acompañado de un halo de inocuidad y una clara asociación con los estilos de vida juveniles. Por contra, la ONU ha manifestado su temor de que las drogas de síntesis se conviertan en el siglo XXI en un importante problema de salud pública a escala mundial.

Vía de administración.

Normalmente se toman por vía oral en forma de tabletas, cápsulas o polvos; las primeras son las de uso más extendido y se presentan en una gran variedad de tamaños, formas y colores con el fin de hacerlas más atractivas y comerciales.

Efectos.

Teniendo en cuenta que casi nunca se sabe con precisión cuales son los componentes de lo que se vende como éxtasis, y por tanto sus efectos pueden variar de forma considerable, se pueden enumerar como consecuencias más frecuentes del consumo de MDMA las siguientes:

De índole fisiológica.

Actúan sobre el corazón provocando taquicardia, arritmia, hipertensión y aumento de la frecuencia cardiaca; sequedad de boca, sudoración, contracción de la mandíbula, temblores, vértigo, deshidratación, hipertermia, sobreestimulación (aumento del estado de alerta, insomnio,.).

De índole psicológica.

Ansiedad, irritabilidad, sensación de euforia, locuacidad, vivencia de energía física y emocional, mejora de la autoestima, emotividad desinhibida y mayor facilidad para las relaciones sociales.

Hasta tal punto se trata de experiencias efímeras, que entre los estudiantes norteamericanos de la década de los 80 era frecuente encontrar camisetas con el siguiente mensaje: "don't get married for 6 weeks after X" - no te cases hasta seis semanas después de haber tomado éxtasis -.

Dosis elevadas pueden producir ansiedad, pánico, confusión, insomnio, psicosis y fuertes alucinaciones visuales o auditivas. Cuando estas sensaciones decaen sobreviene agotamiento, fatiga, inquietud y depresión que pueden durar varios días.

No se han podido establecer con rigor las secuelas a largo plazo del consumo de MDMA. No obstante, se pueden citar los siguientes efectos residuales: confusión mental, agotamiento, fenómenos recurrentes (posible flash-back, al que ya se ha hecho referencia), cambios bruscos del humor, alteraciones hepáticas y cardiovasculares, etc.

Dado el alto número de personas que se supone han empleado éxtasis a lo largo de las últimas décadas y la inexistencia de poblaciones que mantengan una utilización crónica, parece razonable inferir que el patrón de consumo con el que se ingiere esta droga no favorece el establecimiento de dependencia, aún cuando no esté exento, como ya se ha visto, de otros riesgos debido a su toxicidad. Su uso continuado podría favorecer el desarrollo de tolerancia, pero los patrones de consumo compulsivos que se han constatado no permiten hacer todavía afirmaciones categóricas al respecto.

                                      

                        

Alucinógenos


Además de PCP, otros alucinógenos comúnmente utilizados son LSD (Dietilamida del ácido lisérgico), Psilocibina (hongos alucinógenos ) y Peyote (un cactus que contiene mescalina). Durante siglos, el uso de alucinógenos de origen natural ha sido documentado en varias culturas, específicamente en los ritos religiosos, como lo hicieron los nativos mexicanos con la fenciclidina y las tribus del suroeste americano con el peyote. Por el contrario, el LSD  es una sustancia artificial que se empezó a producir en 1938 por una compañía farmacéutica legal. Actualmente, el consumo de muchos alucinógenos es experimental, una o varias veces al año y no de uso regular, según lo reportado por la mayoría de los usuarios.

El LSD es un alucinógeno extremadamente potente y los efectos que produce se alcanzan incluso con mínimas dosis. En comparación, la psilocibina es de 100 a 200 veces menos potente y la mescalina (peyote) es 4.000 veces menos potente. Los alucinógenos han sido asociados con ataques de pánico que se presentan en el punto máximo de la experiencia con la droga ('malos viajes'). Otra característica de los alucinógenos son las 'regresiones'(repetición involuntaria de la experiencia con la droga), sin la ingestión posterior de la misma. Dichas experiencias aparecen típicamente en el transcurso de situaciones de estrés y tienden a disminuir en frecuencia e intensidad a medida que se abandona el consumo de drogas.