ABC. 30-05-2003

Los grupos antiglobalización se manifiestan contra la cumbre del G8 en Evián

 

Evián. Agencias

Los manifestantes contra la cumbre del G8 en la vecina ciudad francesa de Evián libraron hoy violentas escaramuzas con la policía en Lausana, donde se alojan varios jefes de Estado de países en desarrollo invitados. Los manifestantes, algunos de los cuales portaban barras de hierro, levantaron barricadas, arrojaron piedras y prendieron fuego a varios contenedores, en una zona próxima al Museo Olímpico, provocaciones a las que los policías respondieron con gases lacrimógenos.

Miembros de la delegación mexicana que se encontraban en uno de los hoteles atacados narraron a EFE como algunos de esos violentos arremetieron con palos y bates contra los cristales de la entrada hasta que la policía los dispersó. Debido a la violencia desatada, las autoridades de Lausana decidieron prohibir la manifestación oficial, cuyo comienzo estaba previsto para esta tarde.

En Ginebra, de donde salió una de las dos columnas de la principal manifestación contra el G8, que debe unirse en la frontera con los llegados de la ciudad francesa de Annemasse, los antiglobalizadores levantaron a media mañana el bloqueo de los cuatro puentes sobre el Ródano que habían iniciado horas antes. Miles de personas de todas las edades integraban la manifestación ginebrina con numerosas banderas arcoiris de la paz, pancartas contra la ocupación de Irak, a favor de la liberación de Palestina, y sobre todo contra el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

La marcha comenzó en un ambiente festivo, sólo enturbiado por un
pequeño grupo de unos cincuenta alborotadores del llamado bloque
negro, que cubiertos con pasamontañas, lanzaron piedras contra algunos edificios mientras eran abucheados por el resto de los manifestantes.

Ese grupo de jóvenes, en su mayoría de menos de 20 años, iba armado con martillos, botellas, palos e incluso cócteles molotov, y su aspecto violento y amenazador contrastaba con el carácter pacífico de la mayoría de los manifestantes, muchos de ellos padres acompañados de sus hijos pequeños. La policía antidisturbios montaba guardia mientras tanto en
varias calles de la ciudad donde la pasada noche algunos individuos
incontrolados se dedicaron a romper algunos de los pocos escaparates
del centro que no habían sido protegidos con planchas de madera.

Por su parte, los líderes de los ocho países más ricos del mundo comenzaron este domingo en la localidad francesa de Evián (este) su cita anual a la que invitaron a sus homólogos de 11 países en vías de desarrollo, entre ellos México y Brasil.

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