LAS GRANDES COLECCIONES DECIMÓNICAS DE FUENTES LITERARIAS

SOBRE LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA Y CRISTIANA

por Gonzalo Fernández, Universidad de Valencia

La génesis de los grandes corpora de fuentes literarias sobre la antigüedad clásica y cristiana es un hecho típico de la erudición en el siglo XIX bien que contemple algunos precedentes en las dos centurias anteriores. En este trabajo voy a ocuparme de los repertorios de textos literarios iniciadas en el ochocientos que se refieren a la antigüedad clásica, el período tardoantiguo, el Imperio Bizantino y la Iglesia primitiva. Dividiré mi tarea en tres apartados. El primero alude a los rasgos generales de la historiografía anticuaria del siglo XIX referente a las antigüedades de Grecia y Roma. En el segundo enumero las grandes colecciones de fuentes alusivas a la historia secular. En su contenido se incluyen los Monumenta Germaniae Historica, el llamado Corpus de Bonn y las Colecciones Nisard y Didot . El tercero se vincula a la historia eclesiástica con las figuras de E. Pusey y J-P. Migne.

Presupuestos generales de la historiografía anticuaria del siglo XIX sobre la antigüedad grecorromana.

Durante los últimos años del siglo XVIII y primeros del XIX tienen lugar varios fenómenos que ejercen su influencia en la historiografía de la Antigüedad. El primero es la Revolución Francesa y su lógica consecuencia el Imperio Napoleónico. La Revolución Francesa acarrea un enorme interés por la historia de la democracia en Grecia (fundamentalmente en Atenas) y la de la República Romana (sobre todo la deposición de Tarquinio el Soberbio y la época de los Gracos). Dentro de este contexto se enmarca el juramento de Simón Bolívar en la cima del Aventino.

También se comprende el Ensayo sobre las revoluciones de Chateaubriand quien lo imprime en Londres en 1796 y lo saca a la venta un año después. En 1826 efectúa una nueva edición que se traduce a nuestra lengua en 1847. Muy interesantes son las tablas comparativas de los distintos pueblos hostiles a Grecia y a la Francia revolucionaria entre 504 a .C. (ataque de los helenos a Lidia) y la paz general de 449 a .C. y desde el 29 de abril de 1792 (fracaso de la invasión francesa en los Países Bajos dependientes del Sacro Imperio) a los preliminares de la paz en diciembre de 1796. La lista de enemigos de Atenas comprende: estados propiamente dichos del rey de los persas (Persia, Media, Babilonia); sátrapas de Persia (Lidia, Armenia, Panfilia, etc...); aliados (diversos pueblos árabes, diversos reyes de Tracia, Macedonia); potencias marítimas (Cartago, Tiro, Egipto, Jonia, Beocia, Argólida, varias islas del Mar Egeo); griegos emigrados (Hippias, príncipe de Atenas, etc...); y naciones neutrales (escitas, pueblos de Italia, tesalianos, cretenses y otros varios). Son adversarios de Francia: Alemania; estados propiamente dichos del emperador (Hungría, Bohemia, Austria, Brabante, Lombardía, etc...); estados del Imperio (Baviera, Sajonia, electorados de Tréveris y Hannover, etc...); aliados (Rusia, príncipes de Italia, España, Prusia, Inglaterra, Holanda); provincias sublevadas (Vendée, Morbihan, Lionesado, Provenza y otros varios departamentos); emigrados franceses (los Borbones, etc...); y naciones neutrales (Suiza, Dinamarca, Suecia, ciudades hanseáticas y Estados Unidos de América).

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