La materia médica en el siglo XVI: resinas y sustancias de origen mineral
Cobre y sulfato de cobre
Se ha usado como astringente. Es cáustico y coagula la albúmina. En el siglo XIX se empleó contra la blenorragia y la leucorrea. Administrado al interior también se ha usado contra el crup, en envenenamientos por narcóticos y por fósforo, y contra el paludismo.
Mercurio y Cinabrio. Sulfuro de mercurio. Calentado con carbón o carbonato sódico se descompone completamente dando mercurio que se volatiliza si se sigue calentando. Se utilizó así en estufas para la curación de las "bubas", "morbo gálico" o sífilis.
Más habitual en el tratamiento de esta enfermedad fue, sin embargo, el empleo del mercurio o de sus sales en forma de ungüentos y de fricciones. Dependiendo del compuesto utilizado, la toxicidad variaba, siendo muy alta cuando se usaba el sublimado corrosivo u óxido mercurioso.
Como medicamentos coadyuvantes se administraban los sudoríficos, por lo general china, zarzaparrilla y guayaco.
Yeso
Sulfato cálcico hecho anhidrido por la calcinación. Para los clásicos tenía una virtud "emplástica" y "desecativa". Se usaba junto con otros medicamentos para evitar hemorragias.