| ANTERIOR | OCCIDENTE EN GUERRA | SIGUIENTE | 
|---|
El 1 de enero de 1813 los rusos tomaron a los persas
      la ciudad de Lankaran,
      tras lo cual, los persas, que ya estaban negociando un tratado de
      paz, se persuadieron de la necesidad de terminarlo cuanto antes.
    
 El 8 de enero Simón
      Bolívar tomó a los realistas la ciudad de Ocaña, en Nueva
      Granada, cerca de la frontera con Venezuela.
    
El 9 de enero Antonio
      Nariño derrotó a los federalistas en Bogotá y
      Las Provincias Unidas de Nueva Granada se sometieron a un gobierno
      central.
    
El 11 de enero, un venezolano
      llamado Santiago Mariño,
      que se había exiliado a la isla de Trinidad, se
      reunió en Chacachacare
      con 44 revolucionarios y planearon liberar el este de Venezuela
      del dominio español. El 12 de
        enero desembarcó en su patria con un
      ejército.
    
El 16 de enero Murat
      llegó a Poznan con los restos de la Grande Armée.
      Allí puso al mando a Eugène de Beauharnais y
      marchó a Nápoles para organizar la resistencia
      frente a una posible invasión austríaca.
    
Después de la rendición de Hull en Detroit, William
      Henry Harrison fue puesto al mando del ejército en el
      noroeste estadounidense. Dispuesto a recuperar Detroit,
      dividió su ejército en dos columnas, una bajo su
      mando y la otra a las órdenes del general James Winchester. Éste
      tenía órdenes de no alejarse demasiado de Harrison,
      pero, disgustado por no haber recibido el mando de la
      operación, tomó la iniciativa y se encaminó
      hacia Frenchtown, que
      había sido tomada recientemente por los británicos.
      El 18 de enero tomó la
      ciudad sin esfuerzo, pero el 22 de
        enero su campamento fue atacado por sorpresa por un
      ejército de británicos e indios bajo el mando del
      general Henry Procter y
      Tecumseh. Casi la mitad de sus hombres murieron y la
      mayoría de los restantes fueron hechos prisioneros. Sin
      embargo, los británicos no estaban en condiciones de
      hacerse cargo de los prisioneros y, cuando los abandonaron el 23 de enero, los indios atacaron y
      asesinaron a más de medio centenar de ellos, la
      mayoría heridos que no podían combatir. Esto fue
      recordado como la masacre del
        río Raisin. La mayoría de las
      víctimas eran del Estado de Kentucky, donde nueve ciudades
      llevan hoy el nombre de oficiales muertos en la masacre. ¡Recordad el Raisin! se
      convirtió en el grito de guerra de los milicianos de
      Kentucky.
    
El 25 de enero,
      Napoleón logró finalmente que el Papa Pío VII
      firmara un nuevo concordato por el que abdica en favor de
      Napoleón de su autoridad temporal y cede incluso parte de
      su autoridad espiritual a los obispos franceses. Además
      acepta en fijar en París la residencia papal.
    
El 28 de enero se publicó Orgullo
        y prejuicio, firmada por La autora de Sentido y
        sensibilidad, es decir, Jane Austen. Se trata de una de las
      primeras comedias románticas de la historia de la novela,
      cuya primera frase se ha hecho famosa. "Es una verdad
        mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una
        gran fortuna, necesita una esposa". Su éxito fue
      mucho mayor que el de Sentido y sensibilidad. En seis
      meses se agotó la primera edición y ese mismo
      año se publicaron segundas ediciones de las dos novelas.
    
El 31 de enero el segundo
      triunvirato rioplatense convocó una Asamblea General Constituyente,
      encargada de redactar una constitución para las Provincias
      Unidas del Río de la Plata. La asamblea asumió
      también un cierto poder legislativo y ejecutivo,
      restringiendo la autoridad del triunvirato.
    
Privado de una buena parte de sus fuerzas, Harrison abandonó sus planes de atacar Detroit y se dispuso a defender Ohio. El 1 de febrero empezó a construir Fort Meigs.
El 3 de febrero José de
      San Martín derrotó a un pequeño
      ejército realista que pretendía cruzar el río
      Paraná. No fue una gran hazaña, pero San
      Martín se ganó la confianza de sus compatriotas.
    
Los terremotos del año anterior habían conmocionado
      a muchas tribus indias norteamericanas. En especial, los creeks estaban convencidos de
      que los movimientos de tierra tenían que ser alguna clase
      de mensaje de los espíritus, pero diferían en su
      interpretación. Algunos consideraban que era una
      advertencia para que volvieran a su antiguo modo de vida, anterior
      a la llegada de los hombres blancos. Las tensiones aumentaron
      cuando una un grupo de siete guerreros mataron a dos familias de
      colonos estadounidenses junto al río Ohio. Los
      estadounidenses pidieron a los creeks que entregaran a los siete
      responsables, pero los jefes indios consideraron oportuno
      ejecutarlos ellos mismos, y así lo hicieron. Esto hizo
      estallar una guerra civil entre los creeks. 
    
El 20 de febrero los
      ejércitos de Manuel Belgrano y Pío Tristán
      volvieron a enfrentarse, esta vez en Salta, donde los rioplatenses lograron la
      capitulación de Tristán. Los soldados realistas
      fueron puestos en libertad bajo juramento de que no
      volverían a tomar las armas contra las Provincias Unidas.
      Como consecuencia de esta victoria, las provincias de Chuquisaca,
      Potosí y, más tarde, Cochabamba, en el Alto
      Perú, se rebelaron contra los españoles. Goyeneche
      presentó su dimisión y poco después
      regresó a España. José Fernando de Abascal,
      el virrey del Perú, sustituyó a Goyeneche por Joaquín de la Pezuela.
      Por otra parte nombró capitán general de Chile a Antonio Pareja y lo
      envió al frente de un ejército para sofocar las
      insurrecciones independentistas. 
    
El 24 de febrero el barco
      norteamericano Hornet,
      bajo el mando del capitán James
        Lawrence, hundió el buque británico Peacock frente a la Guayana
      Británica. 
    
El 28 de febrero Simón
      Bolívar tomó la ciudad de Cúcuta. 
    
Ese mismo día Prusia y Rusia se aliaron contra
      Napoleón mediante el tratado de Kalisz, con el obvio apoyo de Gran Bretaña.
      Se formó así la sexta
        coalición contra Napoleón.
    
El 4 de marzo fue destituido
      el virrey de Nueva España, Francisco Javier Venegas, y fue
      reemplazado por Félix María Calleja, aunque,
      según la constitución de Cádiz,
      recibió el título de Jefe Político Superior, en lugar del de
      virrey.
    
El luddismo se extendía por Gran Bretaña. Ahora
      llegaba al condado de Lancashire.
      En diversos lugares se libraron auténticas batallas entre
      el ejército y los ludditas, los cuales continuaban con sus
      atentados contra empresarios y magistrados. Algunos empresarios
      construyeron cámaras secretas en sus edificios, para que
      les sirvieran de escondite en caso de un ataque. Ese año
      fueron ajusticiados dieciocho luditas.
    
Los rusos habían ocupado el gran ducado de Varsovia. El 14 de marzo el zar Alejandro I constituyó un Consejo Supremo provisional en su capital en el que sólo participaban dos polacos.
El general Yorck, al que en un principio se le había
      formado un consejo de guerra por el tratado de Tauroggen, se convirtió
      en un héroe y el 17 de marzo
      entró en Berlín entre aclamaciones, el mismo
      día que el rey Federico Guillermo III de Prusia declaraba
      la guerra a Francia.
    
Napoleón marchó urgentemente a Alemania para hacer
      frente a la coalición. Mientras en Francia muchos empezaban
      a cuestionarse la conveniencia de seguir apoyando al emperador,
      quien permaneció firmemente de su parte fue su esposa
      María Luisa de Austria, quien promovió el
      reclutamiento entre los franceses más jóvenes, hasta
      formar un cuerpo que fue conocido como los "María Luisa", en
      parte por la reina y en parte porque eran jóvenes imberbes,
      como mujeres.
    
El 24 de marzo el Papa
      Pío VII se retractó de las concesiones hechas meses
      antes, y Napoleón volvió a tratarlo como prisionero
      de Estado.
    
Bernardo Gutiérrez de Lara, tras haber fracasado en su
      intento de implicar a los Estados Unidos en la independencia de
      México, había reclutado un ejército de
      mercenarios a través de un anuncio en un periódico
      de Luisiana y con él había pasado a Texas. Tras
      obtener varias victorias, el 1 de
        abril consiguió la rendición del gobernador
      Manuel María de Salcedo. Éste fue juzgado y
      condenado a muerte junto con otros realistas. La ejecución
      se llevó a cabo el 5 de abril.
      El 6 de abril Gutiérrez
      de Lara declaró la independencia de Texas, proclamó
      una constitución se nombró a sí mismo
      presidente de Texas en San
        Antonio. La ejecución de los realistas fue mal
      vista por muchos de sus seguidores, que le retiraron su apoyo,
      entre ellos Jose Álvarez
        de Toledo y Dubois y también muchos de los
      mercenarios estadounidenses, que volvieron a su país.
    
El 10 de abril murió en
      París el matemático Joseph-Louis de Lagrange.
    
El 12 de abril José
      María Morelos puso sitio a Acapulco.
    
El 13 de abril James Wilkinson
      arrebató Mobile a
      los españoles, en Florida. No le supuso un gran esfuerzo,
      pero le valió cierta reputación como militar.
    
José María Morelos había difundido entre los
      insurgentes mexicanos un proyecto de constitución
      política que el 30 de abril
      resumió en treinta y ocho puntos que fueron conocidos como
      Elementos constitucionales.
      El quinto punto es especialmente sorprendente:
    
La
        soberanía dimana inmediatamente del pueblo, reside en la
        persona del señor don Fernando VII y su ejercicio en el
        Supremo Congreso Nacional Americano.
    
Reconoce la soberanía de Fernando VII pero al mismo tiempo le niega el derecho a ejercerla.
Juan José Paso fue reemplazado por José Julián
        Pérez en el triunvirato rioplatense.
    
El dictador chileno, José Miguel Carrera, organizó
      un ejército de 9.000 hombres bajo el mando de Juan de Dios Puga y lo
      envió contra el ejército de Pareja, que avanzaba
      desde el norte. La noche del 26 de
        abril Puga atacó por sorpresa a los realistas
      cerca de la aldea de Yerbas
        Buenas, pero en cuanto salió el sol y los
      españoles pudieron ver a sus atacantes reaccionaron y se
      hicieron con la victoria. Entre las bajas se encontraba el propio
      Puga. 
    
Ese mismo día, una flota estadounidense de catorce barcos
      llegó a través del lago Eire hasta las costas de York, en Canadá. Al
      mando estaba el general Henry
        Dearborn. El 27 de abril
      se libró la batalla de
        York, en la que los estadounidenses lograron la victoria.
      No obstante, no pudieron capturar la flota británica y
      hacerse con el control del lago. Además, mientras se
      negociaba la capitulación, los estadounidenses se dieron al
      pillaje, saqueando e incendiando numerosos edificios.
    
El 28 de abril James Procter y Tecumseh pusieron bajo asedio Fort Meigs y Harrison se dispuso a resistir.
El 2 de mayo el mariscal
      Wittgenstein, al frente de unos 73.000 soldados rusos y prusianos,
      atacó una columna del ejército napoleónico
      cerca de Lützen en
      un intento de apoderarse de Leipzig. Napoleón agrupó
      todos sus efectivos hasta sumar 120.000 hombres y, tras una
      jornada de combates, terminó poniendo en fuga al enemigo.
    
Ese mismo día Harrison envió un mensajero pidiendo
      refuerzos, y el 5 de mayo
      llegó un regimiento a las órdenes del coronel William Dudley. En principio
      pareció que iba a lograr su propósito de romper el
      asedio, pero cuando los indios huyeron en desbandada, los hombres
      de Dudley se lanzaron a perseguirlos abandonando la
      artillería británica que habían capturado, y
      que fue recuperada por los milicianos canadienses. Procter
      reorganizó a los indios de Tecumseh y logró
      destrozar al ejército de Dudley, cuyos hombres murieron,
      fueron capturados o huyeron por donde habían llegado. Al
      terminar la batalla, los indios arrebataron a los
      británicos a una treintena de prisioneros estadounidenses y
      los mataron. Procter no hiz nada por impedirlo, y tuvo que ser
      Tecumseh quien terminara con la matanza. Llamó "mujer" a
      Procter por no haber actuado. El 7 de
        mayo se reanudó el asedio a Fort Meigs, pero la
      mayoría de los indios se había marchado y los
      milicianos canadienses querían hacer lo mismo. Temiendo
      quedarse con menos hombres que Harrison, Procter abandonó
      el asedio el 9 de mayo. 
    
El 11 de mayo la Asamblea General Constituyente de
        las Provincias Unidas del Río de la Plata
      adoptó la Marcha
        Patriótica como himno nacional. Había sido
      compuesta por el español Blas
        Parera para una obra de teatro estrenada el año
      anterior en Buenos Aires, aunque la letra no era la que se
      cantó en ella, sino otra compuesta por un espectador, Vicente López. Parera
      se negó a hacer algunas adaptaciones porque consideraba que
      la letra era ofensiva para España, pero entonces fue
      encarcelado y amenazado con el fusilamiento, así que en una
      noche terminó la partitura que después aprobó
      la Asamblea. El himno duraba unos 20 minutos. La letra usa el
      gentilicio culto "argentinos"
      para referirse a los rioplatenses, gentilico que se
      convertiría en usual por la difusión del himno. Poco
      después Parera se marchó a Brasil y luego a
      España.
    
El rey camboyano Ang Chan II regresó a su país al
      frente de un ejército vietnamita. Sus hermanos tuvieron que
      huir a Bangkok y el 14 de mayo
      Ang Chan II entraba en la capital camboyana y recuperaba
      oficialmente su corona. Siam reconoció al monarca a cambio
      de algunos territorios.
    
Ese mismo día Simón Bolivar, tras haber recibido la
      autorización del gobierno de Nueva Granada para penetrar en
      Venezuela, cruzó la frontera el 14
de
        mayo. 
    
El 15 de mayo el
      ejército chileno volvió enfrentarse al
      español, esta vez en San
        Carlos. Los chileno estaban dirigidos por el propio
      José Miguel Carrera, mientras que Antonio Pareja se
      encontraba enfermo y cedió el mando a Juan Francisco Sánchez,
      quien obtuvo una nueva victoria. Al caer la noche las tropas
      chilenas estaban dispersas y desorganizadas. 
    
El 18 de mayo Eugène de
      Beauharnais se presentó en Milán con órdenes
      de Napoleón de organizar un ejército.
    
En su huida, el ejército ruso-prusiano se había
      detenido en Bautzen,
      dispuesto a esperar al zar Alejandro I y al rey Federico Guillermo
      III de Prusia. Napoleón le dio alcance y desarrolló
      un plan para rodear por completo al enemigo. El ataque
      empezó el 20 de mayo y
      el día terminó con todas sus tropas situadas
      según lo previsto. El 21 de
        mayo Napoleón controlaba todo el campo de batalla
      alrededor de Bautzen excepto el flanco norte, del que debía
      ocuparse el mariscal Michel Ney,
      separado por hora y media a caballo. Sin embargo, Ney no
      contó con la totalidad de su ejército hasta que fue
      demasiado tarde (en parte por negligencia de Napoleón, en
      parte porque a él no se le ocurrió tomar una
      iniciativa razonable), y los ruso-prusianos acorralados se
      abrieron paso por el norte para escapar de la masacre que
      Napoleón había concebido. 
    
Ese mismo día murio Antonio Pareja, el Capitán
      General de Chile, y fue sucedido por Juan Francisco
      Sánchez, que ya lo estaba reemplazando durante su
      enfermedad.
    
El 25 de mayo el venezolano
      Santiago Mariño derrotó al español Domingo de
      Monteverde en la batalla del Alto
        de los Godos. 
    
Henry Dearborn se había retirado de York y, tras permitir un descanso a sus tropas en Fort Niagara, se dispuso a atacar Fort George, situado a la otra orilla del Niágara, junto al lago Ontario. Desplegó un ataque anfibio, con unos 2.000 soldados de infantería y una flota de catorce barcos, ante los que los británicos tuvieron que ponerse en fuga. Dearborn, en lugar de consolidar su posición, se lanzó en persecución de los británicos.
EL 28 de mayo una flota
      británica, bajo el mando del lugarteniente George Prevost, el gobernador
      de Canadá, atravesó el lago Ontario y se dispuso a
      atacar Sacket's Harbor,
      en el Estado de Nueva York. El ataque se inició el 29 de mayo, pero los
      británicos acabaron reembarcando desordenadamente.
    
El 1 de junio James Lawrence
      estaba al mando del Chesapeake,
      y se encontró con el barco británico Shannon cerca de Boston.
      Aunque las fuerzas estaban equilibradas, la tripulación
      estadounidense era inexperta y en quince minutos de bombardeo el Chesapeake estaba destrozado.
      Lawrence murió en el combate y sus últimas palabras
      fueron "no entreguéis el
        barco", pero el barco fue entregado.
    
El 2 de junio Napoleón
      firmó un armisticio por siete semanas con Rusia y Prusia.
    
Suecia se unió a la sexta
        coalición y el príncipe heredero Carlos
      Juan, es decir, Bernadotte, el que fuera mariscal de
      Napoleón, se puso al frente del ejército aliado en
      Prusia.
    
Perseguidos por los estadounidenses, los británicos
      decidieron atacar por sorpresa el 6 de
        junio en Stoney Creek.
      A pesar de que eran unos 700, frente a 3.400 enemigos, se las
      arreglaron para capturar a los oficiales estadounidenses al mando,
      John Chandler y William Winder, que terminaron
      rindiéndose. Ese mismo día Dearborn fue relevado del
      mando y su lugar lo ocupó James Wilkinson. Los
      estadounidenses renunciaron a adentrarse en Canadá y se
      retiraron a Fort George.
    
Simón Bolívar entró en Mérida, donde las
      fuerzas realistas huyeron antes de su llegada, y entró
      entre aclamaciones. Allí por primera vez se le dio el
      sobrenombre de El Libertador.
      El 14 de junio tomó Trujillo. El 15 de junio Bolívar
      proclamó su decreto de Guerra
        a Muerte, por el que decreta la pena de muerte para todo
      español que no participe activamente en favor de la
      independencia venezolana. 
    
El 18 de junio la vanguardia
      de Bolívar, bajo el mando del coronel Atanasio Girardot,
      derrotó a los realistas en Agua Obispo, despejando así el terreno para
      el avance de Bolívar. 
    
Con la llegada de la primavera Wellington había vuelto al
      ataque. Los franceses, con muchos menos efectivos, pues
      Napoleón había retirado muchas tropas para enviarlas
      a Rusia, se inquietaron y se replegaron en Burgos. El rey
      José I abandonó nuevamente Madrid para instalarse en
      Miranda del Ebro (cerca de
      Burgos), y Wellinton, escarmentado de su frustrada campaña
      en Burgos el año anterior, se situó en Vitoria. El 21 de junio José I
      atacó a Wellington al frente de un ejército de
      más de 64.000 hombres. Wellington, por su parte, contaba
      con unos 78.000 hombres, entre británicos y
      españoles. El monarca tenía previsto huir a Francia
      si el resultado de la batalla le era desfavorable, y por ello
      llevaba consigo un bagaje de oro, plata, sedas, joyas,
      orfebrería y obras de arte que pretendía sacar de
      España. Cuando Wellington logró romper el centro del
      frente francés, José I emprendió una huida
      desesperada abandonando su tesoro, y esto hizo que sus
      adversarios, en lugar de perseguirle, como se les había
      ordenado, se detuvieran a recoger las riquezas que abandonaba.
      Wellington se enfureció, y dicen que exclamó: El soldado británico es la
        escoria de la tierra, se alista por un trago. 
    
Ese mismo día Manuel Belgrano entraba en Potosí.
    
La mañana del 22 de junio
      unos 2.000 soldados británicos desembarcaron en una isla
      llamada Craney Island,
      junto a la costa de Virginia. La isla estaba defendida por unos
      150 soldados estadounidenses, pero se las arreglaron para poner en
      fuga a los británicos, que tuvieron que embarcar de nuevo.
      El 24 de junio desembarcaron en
      Hamton y la incendiaron
      hasta dejarla en ruinas, después de haber perpetrado toda
      suerte de asesinatos, violaciones y pillajes. Parece ser que los
      responsables fueron hombres de las "compañías independientes de
        extranjeros", formadas principalmente por prisioneros
      franceses que habían aceptado incorporarse al
      ejército británico, y eran famosos por su
      indisciplina. Al parecer, durante el desembarco, un bote con 17 de
      estos soldados encalló en un banco de arena y sus ocupantes
      fueron asesinados por los estadounidenses a pesar de sus intentos
      de rendición.
    
Ese mismo día salieron de Fort George unos 600 soldados
      con la misión de capturar Beaver
        Dams, el lugar estaba defendido por medio centenar de
      británicos y unos 400 indios, pero la expedición
      acabó en un completo desastre, pues terminó con unos
      100 estadounidenses muertos y el resto hechos prisioneros. 
      Los americanos conservaron Fort
        George, pero ya no intentaron más incursiones en
      Canadá.
    
El 2 de julio Simón
      Bolívar obtuvo la victoria en la batalla de Niquitao. 
    
El 5 de julio el mariscal
      Suchet abandonó Valencia, aunque dejó guarniciones
      en diversas ciudades entre Valencia y la frontera francesa con
      provisiones para más de un año.
    
Mientras el rey José I se refugiaba en Francia, los
      ejércitos franceses resistían en San
      Sebastián y en Pamplona. El 7
        de julio Wellington puso la ciudad bajo asedio, y poco
      después hizo lo propio con Pamplona. El 25 de julio lanzó un ataque
      contra San Sebastián, que resultó infructuoso. Desde
      allí tuvo que marchar rápidamente hacia los
      Pirineos, que estaban siendo cruzados por el mariscal Soult con un
      ejército de 80.000 hombres, el resultado de reunir todos
      los restos de lo que había sido el ejército
      francés en España. Lo había dividido en dos
      columnas que cruzaron la cordillera simultáneamente por los
      pasos de Maya y
      Roncesvalles. Los franceses derrotaron ese día en ambos
      pasos a la vanguardia de Wellington, y el ejército
      anglo-portugués tuvo que replegarse hasta Sorauren, en Navarra.
      Allí acudió el propio Wellington y recibió
      refuerzos españoles hasta reunir unos 24.000 hombres.
    
Un numeroso grupo de indios creek, dirigidos por el jefe Peter McQueen, se
      dirigió a la Florida española a comprar municiones
      con una carta firmada por un oficial británico. Enterados
      de esta operación, los estadounidenses enviaron una partida
      de soldados desde Fort Mims
      para arrebatarles el cargamento. Los sorprendieron en Burnt Corn Creek mientras
      dormían la noche del 27 de
        julio, los dispersaron y los hicieron huir hacia unos
      pantanos. Entonces los soldados se dedicaron a saquear las
      posesiones indias y, viendo que habían bajado la guardia,
      los indios contraatacaron y dispersaron a los estadounidenses. Los
      creeks entendieron que el ataque estadounidense constituía
      una declaración de guerra.
    
Ese mismo día, en Chile,  José Miguel Carrera
      puso bajo asedio la ciudad de Chillán,
      donde las tropas realistas se habían concentrado para pasar
      el invierno.
    
El 28 de julio Wellington se
      enfrentó al ejército de Soult, que llegó con
      30.000 hombres, pero fue rechazado y decidió retirarse a
      Francia, aunque envió 3.600 hombres en auxilio de San
      Sebastián.
    
El 1 de agosto José
      Álvarez de Toledo desplazó a Bernardo
      Gutiérrez de Lara y fue reconocido como presidente de
      Texas.
    
Tras su derrota en Fort Meigs, Procter trató de apoderarse de una base de suministros situada en Fort Stephenson. Empezó a desplegar su artillería, pero, considerando que Harrison podría acudir y romper el asedio, decidió lanzar un ataque el 2 de agosto. Contaba con 1.400 hombres entre británicos e indios, mientras que en el fuerte había unos 160 soldados estadounidenses bajo el mando de George Croghan, quien logró rechazar una acometidad tras otra hasta que el enemigo se retiró.
En Chile, el asedio de Chillán se estaba debilitando a
      causa de las continuas deserciones debidas al mal tiempo. Por
      ello, José Miguel Carrera decidió lanzar un ataque
      antes de que fuera demasiado tarde. Las maniobras empezaron esa
      misma noche y el 3 de agosto
      los chilenos lograron entrar en la ciudad, pero fueron dispersadas
      y puestas en fuga por los realistas. Fialmente, una bala de
      cañón realista dio en una pieza de artillería
      chilena causando una explosión que se propagó a
      varios depósitos de pólvora vecinos. Los chilenos
      tuvieron numerosas bajas y pronto abandonaron la lucha.
    
Mientras tanto, Santiago Mariño entraba en Cumaná.
    
El 6 de agosto Simón
      Bolívar entró triunfalmente en Caracas, donde
      organizó la Segunda
        República de Venezuela. Con ello terminó
      una exitosa campaña militar que recibió el nombre de
      campaña admirable.
      
    
El 8 de agosto Wellington pudo
      reanudar el asedio de San Sebastián.
    
Acapulco se rindió a los insurgentes mexicanos.
    
El 10 de agosto Carrera, con
      su ejercito reducido por bajas y deserciones, abandonó el
      sitio de Chillán y se retiró a Concepción.
    
El tratado de Bucarest entre Rusia y el Imperio Otomano
      estipulaba la retirada de Rusia del territorio servio, aunque los
      turcos se comprometían a respetar la independencia de
      Servia (que seguía siendo una provincia del Imperio). Sin
      embargo, viendo a Rusia centrada en la política europea,
      los turcos invadieron el territorio simultáneamente por
      tres lugares. Karagjorgje huyó a Hungría poco
      después, y allí fue capturado y encarcelado por los
      austríacos.
    
El barco estadounidense Argus
      se dedicaba a capturar barcos comerciales en aguas territoriales
      británicas, pero el 14 de
        agosto fue avistado por el Pelican, quien, tras tres cuartos de hora de
      bombardeo estuvo en situación de abordarlo, pero entonces
      el Argus se
      rindió.
    
Los realistas de Texas iniciaron un contraataque contra los
      independentistas, quienes, privados del apoyo de los mercenarios
      estadounidenses, terminaron siendo estrepitosamente derrotados el
      18 de agosto en la batalla de Medina. José
      Álvarez de Toledo contaba con unos 1.400 hombres, de los
      que sólo un centenar conservaba la vida al cabo de cuatro
      horas de lucha. Los realistas, bajo el mando de José Joaquín de
        Arredondo, contaron 55 bajas. Tras esta rotunda victoria,
      Arredondo se dedicó a expurgar Texas de independentistas.
      Álvarez de Toledo huyó a los Estados Unidos. En San
      Antonio, los españoles ejecutaron a unas 300 personas.
    
El 19 de agosto Santiago
      Mariño entraba en la ciudad venezolana de Barcelona. 
    
El 20 de agosto Austria se
      unió a la sexta
        coalición. Inmediatamente envió un
      ejército a Italia bajo el mando del mariscal Johann von Hiller. 
    
Napoleón había decidido tomar Berlín para
      sacar a Prusia de la Guerra. Con tal misión envió al
      mariscal Oudinot al frente de unos 60.000 soldados, que avanzaron
      simultáneamente por tres rutas distintas. Entre estos
      soldados se encontraban los "María
        Luisa", que habían sido llevados prematuramente al
      frente a pesar de no estar aún adecuadamente instruidos. El
      23 de agosto se enfrentaron con
      el ejército prusiano en Blankenfield,
Gross
        Beeren y Sputendorf,
      y en los tres frentes fueron derrotados. El ejército
      prusiano estaba bajo el mando de Bernadotte, que había
      desembarcado en Alemania con 23.000 soldados suecos. Unos 1.500
      soldados sajones fueron capturados, y al día siguiente se
      pasaron al bando prusiano.
    
El 26 de agosto, en medio de
      una fuerte tormenta, un ejército francés de 102.000
      hombres se encontró accidentalmente cerca de Liegnitz con un
      ejército ruso-prusiano de 114.000 hombres. Se libró
      un combate improvisado en el que los aliados se hicieron con la
      victoria. Los franceses se retiraron dejando numerosos muertos en
      el campo de batalla.
    
El emperador Francisco I se reunió con el zar Alejandro I
      y el rey Federico Guillermo III de Prusia al frente de unos
      200.000 soldados. Los tres dirigieron un ataque a Dresde el 26 de agosto, a donde
      Napoleón había enviado al mariscal Laurent de Gouvion-Saint-Cyr. Los aliados
      venían aplicando la estrategia de evitar el enfrentamiento
      con el propio napoleón y atacar a sus mariscales, pero
      Napoleón se presentó inesperadamente en el campo de
      batalla el 27 de agosto y, a
      pesar de su inferioridad numérica, consiguió una
      brillante victoria. Sin embargo, en un momento dado,
      Napoleón se puso enfermo repentinamente y hubo de abandonar
      el campo de batalla. Esto dio a los aliados la oportunidad de
      retirarse ordenadamente.
    
El 29 de agosto un
      ejército francés atacó a otro ruso en Kulm (en Bohemia). Los
      franceses eran unos 32.000 y los rusos aproximadamente la mitad,
      pero el 30 de agosto recibieron
      refuerzos austríacos y prusianos y reunieron caso 60.000
      hombres. Los franceses fueron derrotados y contaron unos 5.000
      muertos y unos 10.000 prisioneros.
    
Ese mismo día los indios creek de Peter McQueen atacaron
      por sorpresa Fort Mims.
      McQueen se había aliado para el ataque con otro jefe creek
      llamado William Weatherford.
      Estos indios tenían nombres tan "poco indios" porque eran
      de padres británicos. Los creeks habían participado
      en un proyecto concebido por Washington y continuado por Jefferson
      de asimilación cultural de los indios.  Algunos de
      estos medio-indios se habían integrado completamente en la
      sociedad estadounidense, como era el caso del capitán Dixon Bailey, que era uno de
      los oficiales de mayor graduación en Fort Mims y enemigo personal
      de Weatherford. En el fuerte habitaban también algunos
      indios creeks en calidad de refugiados por la guerra civil que
      sacudía su tribu. Casi un millar de guerreros logró
      tomar el fuerte, y después mató y arrancó la
      cabellera a casi la totalidad de sus habitantes, en lo que se
      conoce como la masacre de Fort
        Mims. Sólo 36 personas pudieron escapar, entre
      ellos Bailey, aunque mortalmente herido. Los indios perdonaron la
      vida a los esclavos negros que había en el fuerte, a los
      que conservaron como esclavos. Este suceso hizo cundir el
      pánido entre los colonos estadounidenses de la zona, que
      empezaron a movilizarse para librar una guerra contra los indios,
      la guerra creek. 
    
Wellington había recibido noticias de que el mariscal
      Soult había logrado reconstruir el ejército
      francés en Ainhoa,
      una localidad del suroeste de Francia, y que había entrado
      de nuevo en España mucho antes de lo esperado. Por ello,
      dejó el asedio de San Sebastian en manos del general Thomas Graham y se
      dirigió al encuentro de Soult. El 31 de agosto, mientras Graham tomaba, saqueaba e
      incendiaba San Sebastián, Wellington derrotaba a los
      franceses en San Marcial.
      
    
El 5 de septiembre, el barco
      de guerra estadounidense Enterprise
      avistó cerca de las costas del Estado de Maine al
      británico Boxer,
      y ambos se dispusieron para el combate. Al cabo de media hora, el
      Boxer estaba destrozado. El capitán británico, Samuel Blythe, murió
      apenas iniciado el combate, y el estadounidense, William Burrows, mortalmente
      herido, se negó a aceptar la espada de Blythe como signo de
      rendición, disponiendo que le fuera enviada a la familia
      del difunto. Sus últimas palabras fueron: Estoy satisfecho, muero contento.
      
    
Siguiendo su plan de conquistar Berlín, Napoleón
      confió ahora las operaciones al mariscal Ney, al frente de
      unos 58.000 hombres. A diferencia de Oudinot, decidió
      conducir todos sus efectivos por la misma ruta, para tener
      comunicaciones rápidas con todos ellos. El 6 de septiembre salió a su
      encuentro el ejército de Bernadotte, formado por suecos,
      rusos y prusianos. La batalla tuvo lugar en Dennewitz, cerca de
      Berlín, y los aliados obtuvieron la victoria. Por una
      parte, los franceses andaban escasos de caballería desde la
      campaña de Rusia, lo que había reducido su capacidad
      de explorar y reconocer el terreno, y por otra parte había
      tensiones entre Ney y Oudinot, que había sido relegado al
      segundo puesto. Todo ello, junto con una tormenta de arena que se
      produjo en el campo de batalla, contribuyó a la derrota
      francesa.
    
Un joven comodoro de veintiocho años llamado Oliver Hazard Perry
      había solicitado la misión de expulsar a los
      británicos del lago Erie. Su petición le
      había sido concedida, aunque no disponía de buque
      alguno para llevarla a cabo. Él mismo se había
      tenido que construir en unos meses su flota de diez barcos, el
      principal de los cuales era el Lawrence,
      en cuya bandera figuraban las palabras "no entreguéis el barco", las
      últimas palabras del capitán Lawrence. Perry llevaba
      un mes patrullando el lago en busca de la flota británica,
      y la encontró el 10 de
        septiembre. En una encarnizada batalla logró la
      rendición de la flota británica, lo que puso el lago
      a merced de los Estados Unidos. Esto tenía una gran
      importancia táctica, pues ahora podían transportar
      fácilmente hombres y suministros.
    
Dado que la Junta de Zitácuaro se había disuelto en
      la nada, José María Morelos convocó el
      Congreso de Chilpancingo,
      que el 13 de septiembre
      reunió a diez diputados de otras tantas provincias
      mexicanas, entre ellos Ingnacio López Rayón. El 14 de septiembre Morelos leyó
      un documento titulado Sentimientos
        de la nación, que constaba de veintitrés
      puntos similares a los de los Elementos
        constitucionales de López Rayón, aunque
      Morelos excluye todo reconocimiento hacia el rey Fernando VII. En
      efecto, el primer "sentimiento" afirma:
    
Que
        la América es libre, independiente de España y de
        toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que
        así se sancione dando al mundo las razones.
    
Dispuesto a aprovechar la victoria de Perry, el general Harrison
      cruzó el lago Erie con 4.500 hombres y Procter no tuvo
      más remedio que replegarse abandonando Detroit. Tecumseh se
      había opuesto a la retirada, pero no podía
      permitirse el lujo de perder la protección del Padre de Un Brazo (Procter
      era manco), y tuvo que acompañarlo. La retirada se hizo de
      forma precipitada con Harrison pisándoles los talones,
      hasta que el 27 de septiembre
      se detuvieron junto al río Támesis, en Canadá, donde Tecumseh
      logró convencer a Procter de la necesidad de presentar
      batalla.
    
Domingo de Monteverde recibió refuerzos desde
      España y se dispuso a contraatacar a los independentistas
      venezolanos. Se puso al frente de un ejército de 3.000
      hombres, pero el 30 de septiembre
      fue derrotado en Bárbula
      por las tropas de Atanasio Girardot, el cual, no obstante,
      murió de un disparo al final la batalla, cuando se
      disponía a plantar la bandera venezolana como signo de su
      victoria. 
    
Ese mismo día la Junta de Asunción nombró un
      gobierno formado por dos cónsules que gobernarían
      alternativamente cuatro meses cada uno. Fueron elegidos
      cónsules el teniente coronel Fulgencio Yegros y Gaspar
      Rodríguez de Francia. Además se formó un Congreso o cámara
      legislativa paraguaya.
    
El 1 de octubre el
      ejército del norte, bajo el mando de Manuel Belgrano, fue
      derrotado en Vilcapugio,
      cerca de Potosí, por el ejército realista de
      Joaquín de la Pezuela, que lanzó un ataque por
      sorpresa. Belgramo perdió casi la mitad de sus tropas. 
    
El 3 de octubre Monteverde
      sufrió una nueva derrota ante los venezolanos en la que
      perdió la mandíbula inferior, lo que le
      obligó a regresar a España.
    
El 5 de octubre tuvo lugar la
      batalla del río
        Támesis, en la que los estadounidenses derrotaron
      estrepitosamente a los británicos y el jefe indio Tecumseh
      resultó muerto. Desde ese momento los estadounidenses
      dominaron la frontera del noroeste.
    
El 7 de octubre Wellington
      lanzó un ataque por sorpresa contra el mariscal Soult junto
      al río Bidasoa,
      cerca de la frontera francesa. Después de una dura lucha,
      Soult tuvo que retirarse ante el peligro de ser rodeado y
      volvió a territorio francés.
    
El 8 de octubre Baviera
      firmó con Austria el tratado de Ried, por el que abandonaba la
      Confederación del Rin y se incorporaba a la sexta coalición. A
      cambio se le garantizaba que, tras una eventual derrota de
      Francia, continuaría existiendo como estado soberano e
      independiente.
    
En principio, la provincia del Paraguay era una de las Provincias
      Unidas del Río de la Plata, pero el 12 de octubre el Congreso paraguayo
      proclamó la República
        del Paraguay. En principio se reconocía federada a
      las demás provincias unidas, pero el cambio de nombre
      indicaba que los paraguayos no estaban dispuestos a aceptar un
      gobierno central en Buenos Aires.
    
Una posició similar defendían los orientales, dirigidos por
      José Gervasio Artigas. Éstos habían
      constituido la Provincia
        Oriental y habían enviado diputados a la Asamblea General Constituyente de
        las Provincias Unidas del Río de la Plata, pero
      los representantes llevaban instrucciones específicas de
      Artigas por las que exigían autonomía para las
      provincias, que deberían estar sometidas a un gobierno
      federal que se ocupara únicamente de los asuntos de
      naturaleza interprovincial, pero de modo que cada provincia
      tuviera su propio gobierno local. Además, los orientales
      exigían que dicho gobierno federal no residiera en Buenos
      Aires. La Asamblea General respondió negando la legitimidad
      de los diputados orientales, por haber sido elegidos en el
      campamento militar de Artigas.
    
El 14 de octubre el rey
      Maximiliano I José de Baviera declaró la guerra a
      Francia. Poco después, el rey Federico I de Würtemberg
      se pasó también al bando aliado.
    
Tras el intento fracasado de tomar Berlín, Napoleón
      organizó sus fuerzas alrededor de Leipzig. Allí se
      dirigieron las fuerzas aliadas de Rusia, Prusia, Suecia y Austria.
      Unos 78.000 hombres atacaron desde el sur y otros 54.000 desde el
      norte. Napoleón contaba con unos 190.000 soldados. El
      encuentro se produjo el 16 de octubre,
      y los aliados no tuvieron mucho éxito. El 17 de octubre se produjeron
      sólo algunas escaramuzas, pues ambas partes esperaban
      refuerzos.
    
Mientras tanto, en Chile, José Miguel Carrera preparaba un
      nuevo ataque contra los realistas en Chillá, pero Juan
      Francisco Sánchez se enteró de sus planes y
      decidió atacar por sorpresa a los chilenos. Se libró
      así la batalla de El
        Roble, en la que los chilenos resultaron victoriosos.
      Frente al heroísmo que demostró el coronel Bernardo O'Higgins, verdadero
      artífice de la victoria, contrastó la actitud de
      Carrera, que, apenas se vio atacado por los realistas,
      creyéndose perdido, se dio a la fuga. Esto hizo que la
      junta de gobierno chilena (trasladada de Santiago a Talca, a causa de un
      desembarco de fuerzas realistas) depusiera a Carreras y diera a
      O'Higgins el mando supremo del ejército. Sin embargo,
      éste no quiso un enfrentamiento con Carreras y se
      negó a aceptar el cargo mientras Carreras no se retirase
      voluntariamente.
    
Finalmente, Napoleón había recibido 14.000 hombres
      adicionales, mientras que el número de los aliados se
      incrementó en 145.000. Ante semejante disparidad, el 18 de octubre los aliados atacaron
      por todas partes. Al anochecer, Napoleón comprendió
      que la batalla estaba perdida y empezó a retirar sus tropas
      cruzando el río Elster. El puente fue destruido por error y
      la retaguardia francesa fue hecha prisionera por los aliados. En
      la batalla murió el polaco Józef Antoni Poniatowski,
      que había sido nombrado mariscal de Francia pocos
      días antes.
    
Poco después de la batalla de Leipzig fue disuelto el
      reino de Westfalia, y sus territorios se repartieron entre Hesse y
      Hannover.
    
El 24 de octubre Persia
      firmó con Rusia el tratado de Gulistán, con mediación
      británica, por el que puso fin a nueve años de
      guerra. Persia cedió numerosos territorios y aceptó
      pagar un tributo a Rusia.
    
Wilkinson había recibido la orden de tomar Montreal, y se
      había planeado un ataque por dos frentes, uno
      estaría bajo la dirección de Wilkinson y otro por el
      general Wade Hampton.
      Tras el retiro de Dearborn, Wilkinson y Hampton eran los generales
      más viejos del ejército estadounidense, ninguno de
      los dos era muy competente y además eran
      públicamente enemigos desde hacía cinco años.
      Hampton tuvo que esperar hasta que el ejército de Wilkinson
      estuvo dispuesto y finalmente pudo avanzar siguiendo el río
      Châteauguay, en la
      región de Quebec. Los británicos estaban bien
      informados de sus movimientos, pero no al revés. El 25 de octubre Hampton
      localizó al ejército británico. Su plan era
      enviar 1.000 hombres al otro lado del río por un vado, para
      que en su momento atacaran a los británicos por la
      retaguardia, y destinar otros 1.000 hombres a atacar frontalmente
      al enemigo. Sin embargo, la parte que cruzó el río
      se desorientó durante la noche y en la mañana del 26 de octubre fue atacada por los
      británicos y rodeada por los canadienses. Los
      británicos obtuvieron una victoria completa y Hampton se
      enfrentó a un consejo de guerra.
    
Un ejército aliado de bávaros y austríacos
      trató de interceptar la retirada de Napoleón, que
      pretendía entrar en Francia. El 30
de
        octubre encontró a Napoleón junto a Hanau con tan sólo
      17.000 hombres disponibles. A pesar de que se enfrentaba a unos
      43.000, Napoleón logró poner en fuga al enemigo,
      aunque no trató de perseguirlo, sino que prosiguió
      con su retirada hacia Francia.
    
El 31 de octubre la
      guarnición francesa de Pamplona se rindió ante
      Wellington. Poco después éste cruzó la
      frontera francesa al mando de 80.000 soldados británicos,
      españoles y portugueses.
    
Tras la masacre de Fort Mims, el general Andrew Jackson no tardó en reunir en Tennessee una milicia de 2.500 hombres conla que marchó hacia el Mississippi para combatir a los creeks. El 3 de noviembre envió al general John Coffee con unos 900 jinetes a atacar el poblado creek de Tallushatchee. Los estadounidenses rodearon el poblado y aniquilaron a sus habitantes. En palabras de uno de los soldados presentes David Crockett, que tenía entonces veintisiete años: "Los abatimos como a perros".
El 6 de noviembre el congreso
      de Chilpacingo proclamó la independencia de la
      América Septentrional:
    
El Congreso de Anáhuac, legítimamente instalado en la ciudad de Chilpancingo, de la América Septentrional, por las provincias de ella, declara solemnemente, a presencia del Señor Dios, árbitro moderador de los imperios y autor de la sociedad, que los da y los quita según los designios inescrutables de su providencia, que por las presentes circunstancias de la Europa ha recobrado el ejercicio de su soberanía, usurpado; que, en tal concepto, queda rota para siempre jamás y disuelta la dependencia del trono español; que es árbitro para establecer las leyes que le convengan para el mejor arreglo y felicidad interior, para hacer la guerra y la paz y establecer alianzas con los monarcas y repúblicas del antiguo continente, no menos que para celebrar concordatos con el sumo pontífice romano para el régimen de la Iglesia católica, apostólica, romana, y mandar embajadores y cónsules; que no profesa ni reconoce otra religión más que la católica, ni permitirá ni tolerará el uso público ni secreto de otra alguna; que protegerá con todo su poder y velará sobre la pureza de la fe y de sus dogmas y conservación de los cuerpos regulares; declara por reo de alta traición a todo el que se oponga directa o indirectamente a su independencia, ya sea protegiendo a los europeos opresores, de obra, palabra o por escrito, ya negándose a contribuir con los gastos, subsidios y pensiones para continuar la guerra hasta que su independencia sea reconocida por las naciones extranjeras; reservándose al Congreso presentar a ellas por medio de una nota ministerial, que circulará por todos los gabinetes, el manifiesto de sus quejas y justicia de esta resolución, reconocida ya por la Europa misma
La guerra creek no
      enfrentaba a los estadounidenses con todos los indios creeks, sino
      únicamente a una facción de ellos, los llamados palos rojos, que a su vez
      estaba en guerra con el resto. Andrew Jackson recibió una
      llamada de auxilio de una tribu de indios creeks que estaban
      siendo asediados por los palos
        rojos de Weatherford en el poblado de Talladega. Jacson llegó
      el 9 de noviembre con unos
      1.200 soldados de infantería y 800 de caballería.
      Weatherford contaba con unos 700 guerreros, de los que unos 330
      acabaron muertos y otros 110 heridos. Jackson tuvo unos 15 muertos
      y menos de un centenar de heridos.
    
El 10 de noviembre Wellington
      se enfrentó al mariscal Soult junto al río Nivelle. Tras una
      mañana de combate, los franceses huyeron perseguidos por
      los aliados. 
    
James Wilkinson, pocos días después de enterarse de
      la derrota de Hampton, fue derrotado a su vez el 11 de noviembre en Crysler's Farm por un
      ejército considerablemente inferior en número (900
      hombres frente a 8.000). Tras esta derrota, se retiró a
      pasar el invierno en sus cuarteles de French Mills, en Nueva York.
    
Tras su derrota en Vicalpugio, Belgramo se había retirado
      a Macha, y se dispuso a
      reorganizar su ejército. Convocó una junta de
      oficiales en la que todos fueron partidarios de retirarse a
      Potosí, pero él se mostró partidario de
      atacar a los realistas en Ayohuma.
      Afirmó: Yo respondo a la
        Nación con mi cabeza del éxito de la batalla.
      La batalla tuvo lugar el 14 de
        noviembre y, ciertamente, fue un éxito, pero para
      el realista Joaquín de la Pezuela. Belgramo acabó
      con 200 muertos, 200 heridos y 500 prisioneros, y además
      perdió casi toda su artillería. Se dirigió
      entonces a Potosí, aunque tuvo que abandonarla en cuanto se
      acercó el enemigo.
    
El indio peruano José Miguel Lanza dejó entonces el
      ejército de Belgrano y volvió a su región
      natal, para unirse de nuevo a la guerrilla de Ayohuma, que
      él mismo había contribuido a formar. Desde entonces
      la guerrilla estuvo hostigando continuamente al ejército
      realista, que se vio alimentada por muchos revolucionarios que
      huían de la represión realista. Una trayectoria
      similar había seguido Manuel
        Ascensio Padilla, el cual también organizó
      su propia guerrilla, que llegó a contar con casi diez mil
      hombres, y que actuaba en las cercanías del pueblo de La Laguna, al norte de
      Chuquisaca.
    
Un joven alemán de veinticinco años llamado Arthur Schopenhauer se
      doctoró en filosofía en la universidad de Jena con
      su tesis Sobre la
        cuádruple raíz del principio de razón
        suficiente. Schopenhauer demuestra un conocimiento
      profundo y perspicaz de la obra de Kant. Bien es verdad que Kant
      se habría horrorizado leyento su tesis, pero es de destacar
      que lo habría hecho por
        su contenido, y no por
        su absoluta ausencia de contenido, que era la
      característica principal de las obras filosóficas de
      la época. En efecto, Schopenhauer demuestra en todo momento
      esa honestidad intelectual que a nadie le debería asombrar,
      sino que más bien tendría que darse por supuesta sin
      ser considerada un mérito especial, si no fuera porque
      todos sus contemporáneos carecían de ella. En
      semejante contexto, dicha buena voluntad, la agudeza de sus
      reflexiones, su erudición y su buen estilo casi le
      disculpan que, globalmente, sus conclusiones tengan de sensato
      poco más que lo que toma de Kant.
    
Los ejércitos del virrey de Italia Eugène de
      Beauharnais y del rey Joaquín I de Nápoles (Joaquim
      Murat) se imponían sobre el ejército que Austria
      había enviado a Italia, así que Austria trató
      de conseguir mediante la traición lo que no
      conseguía con las armas: el 23
        de noviembre Beauharnais recibió y rechazó
      la oferta de unirse a la sexta
        coalición a cambio de ser reconocido como rey de
      Italia. Hay que señalar que su ejército contaba con
      muchos oficiales franceses que habrían podido crearle
      muchas dificultades si les hubiera ordenado luchar contra Francia.
    
El ejército francés había abandonado los
      Países Bajos, tras lo cual se formó un gobierno
      provisional que organizó el regreso del príncipe
      Guillermo Federico de Orange. El 30 de
        noviembre desembarcaba en su patria y el 6 de diciembre el gobierno
      provisional le ofreció el título de rey, aunque lo
      rechazó y adoptó el de príncipe soberano de los Países Bajos.
      Además aceptó que los derechos del pueblo fueran
      garantizados por una "constitución razonable". 
    
El 8 de diciembre se
      celebró en Viena un concierto benéfico en favor de
      los heridos en la batalla de Hanau. Beethoven dirigió la
      orquesta que estrenó su séptima
        sinfonía y La
        victoria de Wellington, una obra espectacular compuesta
      para celebrar la batalla de Vitoria. En ella recrea el
      enfrentamiento: presenta ambos ejércitos con tambores,
      trompetas e himnos: el Rule
        Britannia para los británicos y la ya pasada de
      moda Marlbrough s'en
        va-t-en-guerre para los franceses. Después la
      música evoca el combate acompañada de salvas de
      fusiles y cañones, para terminar con una Sinfonía de la Victoria,
      que incluye el himno británico God Save the King. En el concierto se
      interpretaron obras de otros autores, entre ellos Antonio Salieri
      y un joven berlinés de veintitrés años
      llamado Yaakov Liebmann Beer.
      
    
El mariscal Soult se había retirado hasta Bayona, donde
      estableció una línea defensiva. Wellington le
      siguió y el 9 de diciembre
      se produjo un nuevo enfrentamiento junto al río Nive. Wellington obtuvo una
      nueva victoria. Además, durante la noche, dos batallones
      neerlandeses de Soult, al enterarse de que los franceses
      habían evacuado los Países Bajos, se pasaron al
      bando aliado.
    
Las tropas danesas que habían participado en la batalla de
      Leipzig se retiraban hacia Dinamarca, pero el 10 de diciembre fueron interceptadas en Sehested por un
      ejército aliado, aunque pudieron abrirse paso y continuar
      su retirada.
    
Ese mismo día los estadounidenses abandonaron Fort George para concentrarse
      en Fort Niagara, ante
      las noticias de que un ejército británico se
      acercaba a la zona. Al marcharse incendiaron sin previo aviso la
      ciudad cercana de Newark
      y también en parte Queenston.
      La finalidad era dejar a los británicos sin
      aprovisionamiento, pero lo cierto es que dejaron a sus habitantes
      sin refugio ni víveres en pleno invierno.
    
El 11 de diciembre
      Napoleón firmó con el derrocado rey Fernando VII de
      España el tratado de
        Valençay, por el que lo dejaba en libertad y lo
      reconocía como rey de España.
    
Wellington estaba cruzando el Nive por un puente provisional,
      pero la noche del 12 de diciembre
      éste fue arrastrado por las aguas, lo que dejó en la
      otra orilla a unos 14.000 hombres. El 13
        de diciembre Soult aprovechó para cruzar el
      río y atacar a la retaguardia aliada cerca de Saint-Pierre-d'Irube, pero
      cuando Wellington logró cruzar y acudir en auxilio de sus
      tropas, los soldados franceses, al borde del motín,
      forzaron a Soult a retirarse a Bayona con muchas bajas. Las malas
      condiciones meteorológicas obligaron a ambos bandos a
      suspender los combates durante el invierno.
    
El 19 de diciembre los
      británicos atacaron Fort
        Niagara, lo tomaron y los días siguientes los
      ocuparon en quemar algunas ciudades estadounidenses en represalia
      por el incendio de Newak, entre ellas Lewiston y un poblado cercano de indios tuscanora. 
    
El congreso de Chilpancingo había encomendado a Morelos
      conquistar la ciudad de Valladolid,
      para instalarse en ella. Félix María Calleja tuvo
      noticia de los planes de Morelos, y envió refuerzos a
      Valladolid. Morelos envió a López Rayón
      contra ellos para evitar que llegaran a tiempo de socorrer la
      ciudad, pero el 21 de diciembre
      fue derrotado en Jerécuaro
      por el coronel Agustín de
        Iturbide. El 23 de diciembre
      Morelos inició el ataque a su objetivo, pero llegaron los
      refuerzos realistas y todos los intentos de tomar la ciudad
      resultaron infructuosos. Se retiraron entonces a una planicie
      boscosa cercana conocida como las Lomas de Santa María, dispuestos a
      intentarlo de nuevo al día siguiente.
    
Entre tanto, un ejército estadounidense, que contaba con
      algunos indios en sus filas, atacó a los palos rojos de Weatherford en
      un campamento que los indios llamaban Econochaca o Tierra
        Consagrada, porque los hechiceros creek la habían
      protegido con un escudo espiritual. Ahora bien, esta
      técnica de protección debía de estar
      todavía en fase experimetal, porque los indios tuvieron que
      salir huyendo dejando tras de sí dos o tres decenas de
      cadáveres, mientras que los atacantes, sin
      protección espiritual de ninguna clase, tuvieron
      sólo una baja.
    
Esa noche Iturbide tuvo noticias del emplazamiento del campamento
      de Morelos. La madrugada del 24 de
        diciembre lanzó un ataque y eliminó a la
      cuarta parte del ejército enemigo. Luego se retiró y
      dejó a los insurgentes peleando entre sí,
      confundidos por la oscuridad. Después Morelos
      decidió retirarse a Puebla.
      
    
Desde Fort Niagara, los
      británicos realizaron varias incursiones río arriba.
      El 29 de diciembre incenciaron
      la ciudad de Buffalo. 
    
Desde mediados de año, Antonio Nariño estaba a
      frente de una campaña contra los realistas en el sur de
      Nueva Granada. El 30 de diciembre
      obtuvo la victoria de Alto
        Palacé. 
    
Un óptico alemán llamado Joseph von Fraunhofer estaba construyendo prismas
      de precisión para descomponer la luz en colores y los
      probaba haciendo pasar por ellos un rayo de luz procedente de una
      ranura muy fina. Esto le permitió comprobar que el espectro
      solar presentaba rayas negras, es decir, unas franjas muy finas
      correspondientes a colores muy precisos que estaban ausentes de la
      luz solar. No supo interpretar este fenómeno, pero pudo
      comprobar que las hoy llamadas líneas
de
        Fraunhofer eran características de la luz solar (y
      no aparecen, o no son las mismas, en la luz procedente de otras
      fuentes). En realidad estas líneas oscuras ya habían
      sido detectadas unos años atrás por un
      químico británico, William
        Hyde Wollaston, pero los prismas de Fraunhofer las
      mostraban con mucha más nitidez, y él fue el primero
      en estudiarlas sistemáticamente.
    
Carl Maria von Weber estrenó su segunda sinfonía.
    
En la Scala de Milán causó sensación un
      violinista de treinta y un años llamado Niccolò Paganini, que
      hasta entonces había pasado relativamente inadvertido, a
      pesar de que ya desde los dieciocho años destacaba como
      violinista. También contaba con algunas composiciones,
      entre ellas sus caprichos para
        violín solo, unas obras breves pero muy
      complicadas, pues requerían un gran virtuosismo y el
      dominio de numerosas técnicas, muchas de ellas innovadoras.
    
Rossini estrenó cuatro óperas ese año: Il signor Bruschino, Tancredi
      y L'italiana in Algeri
      en Venecia y Aureliano in
        Palmira en Milán. Algunas, como Il signor Bruschino fueron
      fracasos, mientras que Tancredi
      fue su mayor éxito hasta el momento. Ya en 1814 estrenó Il turco in Italia y Sigismondo. 
    
Ese año se publicó anónimamente en Gran
      Bretaña una novela histórica titulada Waverley, que
      rápidamente alcanzó una inmensa popularidad. El
      nombre de su autor permaneció desconocido durante algunos
      años, al menos técnicamente, pues no fueron pocos
      los que reconocieron el estilo de Walter Scott, un afamado poeta y editor de treinta
      y tres años que, al verse en apuros económicos,
      había decidido cambiar de género y dedicarse a la
      novela.
    
El filósofo Jakob Friedrich Fries publicó su novela
      filosófica Julius und
        Evagoras, ein Philosophischer Roman. 
    
Cuando los franceses capitularon ante los británicos en
      Egipto, éstos se hicieron con muchos de los hallazgos
      arqueológicos de aquéllos, entre otros la piedra de
      Rosetta, que no tardó en acabar en el Museo Británico (y
      aún sigue allí). Allí la estudió
      Thomas Young, quien logró traducir totalmente el texto
      demótico, y a continuación se propuso descifrar el
      texto en escritura jeroglífica.
    
Ingres pintó La gran
        odalisca, un desnudo encargado por la esposa del rey
      Joaquín I de Nápoles (hermana de Napoleón).
      Los críticos señalaron algunos defectillos, como que
      la odalisca tenía un tronco exageradamente largo. De hecho,
      se le pueden contar tres vértebras de más. Sin
      embargo, el autor lo hizo de forma intencionada. Utilizó
      para su obra cinco modelos distintas para conseguir el efecto
      estético que deseaba.
    
José Álvarez de Toledo invadió Texas desde
      Luisiana, pero su proyecto fracasó rápidamente.
    
En Arabia murió el rey Saud, y fue sucedido por su hijo Abdullah ibn Saud. 
    
| El declive de Napoleón | Índice | La
              restauración |