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En 1815 los británicos
tomaron Kandy, en
Ceilán, e iniciaron una rápida colonización
de lo que había sido una colonia neerlandesa: crearon
caminos y vías férreas y organizaron una
economía basada en las plantaciones. El cultivo del
té se fue convirtiendo paulatinamente en el recurso
principal de la isla.
El 15 de febrero zarpó
de Cádiz una expedición de 15.000 hombres bajo el
mando del teniente general Pablo
Morillo con el objetivo de someter a Venezuela y Nueva
Granada.
En el Río de la Plata, José Rondeau, pese la
oposición del director Carlos María de Alvear,
había iniciado la invasión del Alto Perú. El
19 de febrero la vanguardia de
su ejército fue sorprendida y derrotada en El Tejar por el
ejército realista.
El 24 de febrero murió
en Nueva York el ingeniero Robert Fulton.
En su destierro en la isla de Elba, Napoleón estaba al
corriente de lo que estaba sucediendo en Europa. Sabía que
en el Congreso de Viena
todavía recelaban de él y se barajaba la posibilidad
de exiliarlo a las Azores, o a la isla de Santa Elena, en medio
del océano Atlántico, e incluso había quien
proponía ejecutarlo. Su esposa había vuelto a
Austria y no había esperanzas de que volviera a ver a su
hijo. Por otra parte, los franceses no estaban nada satisfechos
con que Francia perdiera todos los territorios que se había
anexionado desde que estallara la revolución francesa.
Además, los prisioneros de guerra estaban regresando a
Francia y con ellos se podría reorganizar la grande armée.
Éstas y otras consideraciones lo llevaron a planear su
regreso. El 26 de febrero,
aprovechando el descuido de la guardia francesa y británica
que lo custodiaba, embarcó con unos seiscientos hombres y
el 1 de marzo estaba en
Francia. Los ejércitos que supuestamente habrían
tenido que detenerle se unían a él. Sin librar un
solo combate, se encontró al frente de un considerable
ejército.
Durante la guerra entre Gran Bretaña y los Estados Unidos,
Argel había expulsado al cónsul estadounidense y
declaró la guerra a los Estados Unidos aduciendo que no
habían pagado a su debido tiempo el tributo al que
Trípoli había renunciado diez años
atrás, cuando fue derrotada. Acabada la guerra, el 3 de marzo el Congreso de los
Estados Unidos aprobó el envío de una flota contra
Argel bajo el mando del comodoro Stephen
Decatur.
Los triunfos de José Gervasio Artigas en la Banda Oriental
convencieron a Carlos María de Alvear, el director supremo
de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de la
imposibildiad de retener el territorio, así que
ordenó abandonar Montevideo sometiéndola previamente
a un drástico saqueo, que tuvo lugar el 4 de marzo. La Banda Oriental
quedó bajo el dominio de Artigas, que desde el año
anterior la había organizado como una Liga de los Pueblos Libres,
de los cuales él era el protector.
En el Estado de Virginia vivía un hombre llamado George Boxley, que
había sido propietario de esclavos, pero que recientemente
se había convertido en abolicionista. Es más,
había recibido órdenes del Cielo para que se
dedicara a liberar esclavos. Así lo hizo, y organizó
una revuelta que debía estallar el 6 de marzo, pero una esclava llamada Lucy advirtió a su amo
de la conspiración y ésta fue rápidamente
abortada. Seis esclavos fueron encarcelados o ejecutados, y el
propio Boxley fue arrestado, pero con la ayuda de su esposa
logró escapar de la cárcel y, aunque se
ofreció una recompensa, nunca fue capturado. Huyó a
Ohio y de ahí a Indiana.
El 6 de marzo Olbers
descubrió un cometa que hoy lleva su nombre.
La Santa Inquisición abrió un proceso al pintor
Francisco de Goya por la obscenidad de su Maja desnuda, aunque
finalmente fue absuelto por las influencias de alguna de sus
amistades. Por esta época Goya pintó una serie de
cuadros que reflejaban algunas escenas crueles y deprimentes de la
España de su tiempo: Corrida
de toros, Auto de fe de la Inquisición, Casa de locos,
Procesión de disciplinantes...
Juan Ramírez de Orozco había salido de Arequipa a
la captura del ejército de los independentistas de Cuzco.
Tras casi un mes de cautas maniobras por parte de ambos bandos, se
enfrentaron el 10 de marzo en
la batalla de Umachiri,
donde los rebeldes fueron estrepitosamente derrotados.
Cuando Napoleón se dirigía a Lyon, un
ejército realista le interceptó el paso, pero
Napoleón avanzó solo hacia él, se
abrió el abrigo y dijo: "Si
alguno de vosotros va a disparar a su emperador, que lo haga
ahora", y todo el ejército adversario se
unió a sus filas. (En París aparecieron pintadas que
decían "Ya tengo
suficientes hombres, Luis, no me envíes más.
Napoleón.") El 13 de
marzo Napoleón publicó un edicto en Lyon
por el que disolvía las cámaras legislativas y
convocaba una convención nacional para elaborar una nueva
constitución. Ese mismo día llegaron al Congreso de
Viena las noticias del regreso de Napoleón e inmediatamente
se formó la séptima
coalición contra él, que integró a
prácticamente todas las potencias europeas.
El 15 de marzo el mariscal Ney
se unió a Napoleón.
El concreso de Viena había decidido el año anterior
entregar al príncipe Guillermo de Orange la
soberanía de los Países Bajos, lo cual
incluía las antiguas Provincias Unidas y también los
Países Bajos españoles que luego habían
pasado a Austria y luego a Francia. El 16
de marzo, asustado por las noticias sobre
Napoleón, se proclamó rey de los Países Bajos, con el
nombre de Guillermo I.
El 18 de marzo Napoleón
escribió a su esposa la tercera carta desde que
salió de Elba, en la que dice:
Mi querida Luisa, la gente corre en masa ante mí. Regimientos enteros lo dejan todo para unirse a mí. Cuando recibas esta carta estaré en París. Espero abrazarte antes de fin de mes.
El 19 de marzo entraba en
París, abandonada precipitadamente por el rey Luis XVIII.
Los independentistas de Cuzco habían lograro reunir un
ejército de 800 fusileros y 500 indios, pero lo pusieron
bajo el mando de José
Manuel Romano, que los traicionó y se
rindió a los realistas. Los cabecillas de la revuelta
huyeron en desbandada, pero pronto fueron capturados. El 25 de marzo Ramírez de Orozco
dominaba el Cuzco y el 29 de marzo
fue ejecutado José Angulo con algunos de sus colaboradores.
El rey Joaquín I de Nápoles, viendo que el Congreso
de Viena estaba pensando en arrebatarle su reino, decidió
jugárselo apoyando a Napoleón, y el 30 de marzo hizo un llamamiento al
pueblo italiano para que se rebelara contra el dominio
austríaco. Los italianos no reaccionaron, y los pocos que
trataron de seguirlo fueron aplastados por los austríacos.
Pese a ello, Murat avanzó rápidamente desde
Nápoles al frente de unos 40.000 hombres. El 3 de abril derrotó junto al
río Panaro (al sur
de Módena) a un pequeño ejército
austríaco, que se vio obligado a replegarse tras del Po.
En Indonesia se encuentra la isla de Sumbawa, sobre la que los neerlandeses
habían establecido un protectorado a principios del siglo
anterior. En ella se encuentra el monte Tambora, que el 5 de
abril estalló convertido en volcán y en
sólo un día generó una nube de ceniza que
cubrió el Sol durante dos días enteros en un radio
de 600 km. La erupción se prolongó durante diez
días, en las que se calcula que arrojó a la
atmósfera un millón y medio de toneladas de polvo.
La materia incandescente que lanzó mató a unas
12.000 personas, a las que hay que sumar unas 49.000 que murieron
de hambre en la región, porque todas las cosechas quedaron
arruinadas.
Ese mismo día Pablo Morillo desembarcó en Venezuela
y Francisco Tomás Morales, que se había convertido
en la máxima autoridad militar de la región, se puso
bajo su mando. El 7 de abril,
Morillo y Morales desembarcaron en la isla Margarita, que era el
último reducto revolucionario venezolano, y que fue
sometido con poca resistencia, gracias a los ofrecimientos
conciliadores de Morales.
El 8 de abril, mientras
Joaquín I trataba de cruzar el Po por Occhiobello con una parte de
su ejército (aunque el grueso de sus efectivos estaban
ocupados asediando Ferrara) fue rechazado por los
austríacos. El 9 de abril
hizo un nuevo intento, pero los austríacos habían
recibido refuerzos y el resultado fue peor aún. Con muchas
pérdidas, tuvo que retirarse. El 10 de abril los austríacos expulsaron a los
napolitanos de Módena tras derrotarlos en Carpi. El 12 de abril Joaquín I fue nuevamente
derrotado en Casaglia,
tras lo cual emprendió una huida a marchas forzadas,
perseguido por un pequeño ejército austríaco
bajo el mando del conde Adam
Albert von Neipperg, que era el amante de María
Luisa de Austria, la esposa de Napoleón.
En el Alto Perú, el rioplatense Martín Miguel de
Güemes derrotó el 17 de
abril al realista Joaquín de la Pezuela en el Puesto del Marqués. Por
otro lado, el director supremo Carlos María de Alvear
estaba preparando un ejército de 5.000 hombres bajo el
mando de su ministro de guerra, Francisco
Javier de Viana, para enfrentarse a Artigas en la Banda
Oriental. Viana había enviado a su vanguardia bajo el mando
del coronel Ignacio
Álvarez Thomas, pero éste mantuvo una
reunión secreta con un enviado de Artigas, tras la cual, el
18 de abril, se rebeló
contra Alvear afirmando que no participaría en una guerra
civil y regresó a Buenos Aires. Allí se
encontró con un amplio sector que exigía la
dimisión de Alvear, arrestó a Viana y Alvear se vio
obligado a huir a Brasil mientras muchos de sus partidarios,
incluido su tío, Gervasio Antonio de Posadas, fueron
arrestados. El 20 de abril fue
elegido como sucesor José Rondeau, cuyo principal
mérito es que estaba a 2.000 kilómetros de distancia
y, por consiguiente, no estaba en condiciones de perseguir a sus
adversarios en la capital. En la práctica, fue
Álvarez Thomas quien ejerció de director supremo y
se encargó de deportar a los principales miembros de la Logia Lautaro. Inmediatamente
entabló negociaciones con Artigas para llegar a un acuerdo
de paz. Además se acordó convocar un congreso en Tucumán para redactar
una nueva constitución. Entre los partidarios de Alvear que
tuvieron que abandonar Buenos Aires se encontraba el chileno
José Miguel Carrera, que, viéndose sin apoyos para
reconquistar Chile, marchó a buscarlos en los Estados
Unidos.
El 21 de abril von Neipperg
derrotó con 3.000 hombres junto al río Ronco a los 8.000 hombres que
formaban la retaguardia de Joaquín I. El 23 de abril von Neipperg
derrotó con 600 hombres a la guarnición napolitana
en Cesenatico, formada
por 3.000 soldados.
Ese mismo día, un Consejo
Nacional
Servio proclamó una revuelta contra el dominio
turco. Eligió como dirigente a Milos Obrenovic, que ya había participado
en la revuelta de Karagjorgje, años atrás.
El 26 de abril las tropas
realistas evacuaron Potosí, llevándose consigo las
máquinas de la casa de la moneda y el tesoro
público. Ese mismo día la ciudad fue tomada y
saqueada por partidas de guerrilleros independentistas.
El 28 de abril von Neipperg
expulsó a unos 3.000 napolitanos de Pesaro.
Joaquín I había llegado a Ancona, donde le esperaba un
ejército de 30.000 hombres con el que planeaba enfrentarse
al ejército principal austríaco en Italia, que
avanzaba bajo el mando del general Frederick Bianchi. Para evitar que el
ejército de von Neipperg se uniera al de Bianchi,
envió un destacamento a cerrarle el paso bajo el mando del
general Michele Carascosa,
que el 1 de mayo fue derrotado
en la batalla de Scapezzano.
En el Alto Perú, las relaciones entre José Rondeau
y Martín de Güemes siempre habían sido tensas,
pues éste pretendía seguir las directrices que le
había marcado en su día José de San
Martín cuando lo envió al norte. Finalmente se
produjo una ruptura y Güemes abandonó el
ejército del Norte juntamente con sus hombres. Rondeau puso
al frente de su vanguardia a Francisco
Fernández de la Cruz, que entró en
Potosí. Pocos días después llegó
Rondeau, que decretó la confiscación de todos los
bienes de los soldados que luchaban en el bando realista.
El 2 de mayo Joaquín I
se enfrentó a Bianchi en Tolentino,
donde, tras dos días de combate, sufrió una rotunda
derrota. El rey no tuvo más opción que emprender la
retirada hacia Nápoles. Bianchi marchó al frente de
un destacamento en su persecución y le dio alcance el 13 de mayo junto a Castel di Sangro, donde obtuvo
una nueva victoria. Finalmente, Joaquín I llegó a San Germano, donde se
reunió con el ejército que había dejado en
reserva para defender Nápoles.
A pesar de sus éxitos militares, Simón
Bolívar no halló ningún respaldo
político en Nueva Granada, así que decidió
embarcar hacia Jamaica, entonces colonia británica.
Llegó a Kingston el 14 de mayo,
y allí empezó a buscar el apoyo británico
hacia la causa de la independencia de Sudamérica.
El 15 de mayo llegaron los
austríacos a San Germano y entablaron una batalla que se
prolongó hasta el 17 de mayo.
El 19 de mayo Joaquín I
huyó a Córcega y Michele Carascosa, que quedó
al mando del ejército, firmó el 20 de mayo el tratado de Calazanza, que
restablecía al rey Fernando I de Sicilia como rey de
Nápoles. Sólo tres ciudades, Ancona, Pescara y
Gaeta, se resistieron a aceptar la rendición y fueron
puestas bajo asedio.
Ese mismo día zarpó de Nueva York la escuadra
estadounidense enviada contra Argel.
Mientras tanto el Congreso de Viena reconocía la Neutralidad perpetua de Suiza
en los conflictos europeos.
El 1 de junio fue aprobada la
constitución francesa propuesta por Napoleón (aunque
con una inmensa abstención). No hacía más
concesiones a las libertades de los ciudadanos que las que ya
había hecho el rey Luis XVIII.
El emperador Francisco I de Austria había rechazado el
año anterior recuperar su título de emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico, así que éste se dio por
definitivamente extinguido. En su lugar aceptó presidir una
Confederación Alemana,
cuya acta de constitución fue aprobada el 6 de junio. La confederación
integraba al Imperio Austríaco, a los reinos de Baviera,
Hanover, Prusia, Sajonia y Würtemberg, doce principados, seis
grandes ducados, doce ducados y las ciudades independientes de
Bremen, Francfurt, Hamburgo y Lübeck.
El 9 de junio se clausuraba el
Congreso de Viena. Sus disposiciones principales eran las
siguientes:
En la delegación de Hesse en el Congreso de Viena figuraba
Jacob Grimm, quien, ese mismo año, en colaboración
con su hermano Wilhelm, publicó el segundo tomo de sus Cuentos de la infancia y del hogar.
Jacob publicó también un tratado sobre
mitología y una edición crítica de antiguos
romances españoles.
El 15 de junio Napoleón
cruzó la frontera de los Países Bajos al frente de
un ejército de 128.000 hombres. Trazó el plan de
enviar al mariscal Ney a enfrentarse con los británicos
mientras él mismo se enfrentaba a los prusianos, impidiendo
que ambos se unieran. Así lo hizo. El 16 de junio Ney se enfrentó en Quatre Bras al rey Guillermo I
(Wellington llegó con retraso), mientras Napoleón se
enfrentaba en Ligny al
ejército prusiano del general Blücher. Aunque
Blücher logró con gran dificultad ser completamente
rodeado por los franceses, al caer la noche tuvo que retirarse con
grandes pérdidas. Napoleón envió tras
él un destacamento bajo el mando del general Emmanuel de Grouchy. El
enfrentamiento en Quatre Bras resultó indeciso, aunque los
aliados tuvieron que retirarse hacia Waterloo. Llegaron el 17
de junio perseguidos por Napoleón, que
había unido sus tropas a las de Ney.
Mientras tanto, la flota estadounidense de Stephen Decatur, poco
después de haber cruzado el estrecho de Gibrarltar,
capturó una fragata argelina tras un combate en el que los
argelinos tuvieron treinta muertos y más de cuatrocientos
heridos, mientras que los estadounidenses apenas sufrieron bajas.
Ese mismo día concluyó una entrevista, iniciada el
día anterior en una goleta anclada en el río
Uruguay, entre un representante de José Gervario Artigas y
otro de Ignacio Álvarez Thomas. Éste ofreció
a Artigas la independencia de la Banda Oriental respecto de las
Provincias Unidas del Río de la Plata, pero la oferta fue
rechazada, pues lo que Artigas pretendía era que la Banda
Oriental permaneciera integrada en las Provincias Unidas en un
régimen federalista, cosa que Buenos Aires no podía
aceptar porque obligaría a conceder un régimen
similar al resto de las provincias. Buenos Aires no volvió
a invadir la Banda Oriental, pero los ejércitos de ambas
partes continuaron luchando por el control de las regiones
fronterizas.
Grouchy actuó con torpeza en la persecución de los
prusianos. Blücher tuvo tiempo de reorganizarse y de correr a
reunirse con Wellington dejando su retaguardia en Wavre para retener a los
franceses. Así, el 18 de junio
tuvo lugar otro doble enfrentamiento: Napoleón se
enfrentaba en Waterloo al grueso del ejército aliado
mientras Grouchy luchaba con la retaguarda prusiana en Wavre. Tras
todo un día de combates, Napoleón tuvo que retirarse
dejando en el campo de batalla unos 31.000 cadáveres, a los
que había que sumar más de 15.000 heridos. Aunque la
batalla de Waterloo se asocia siempre al duque de Wellington, cabe
señalar que el británico actuó en todo
momento con la actitud defensiva que siempre le había
caracterizado, y que el triunfo aliado debía más a
la resolución del general prusiano von Blücher, que a
sus 72 años no vaciló en atacar a pesar de que la
indecisión de Wellington puso en peligro en más de
una ocasión a los prusianos y al éxito de la
batalla. Mientras tanto, la batalla de Wavre se prolongó
hasta el 19 de junio y Grouchy
obtuvo la victoria, si bien ésta fue inútil tras el
desastre de Waterloo.
El estadounidense Decatur capturó otro buque argelino sin
sufrir ninguna baja, mientras que su enemigo acabó con
más de veinte muertos y algunos heridos.
Mehmet Alí había recibido noticias del regreso de
Napoleón y receló de que tratara de invadir Egipto
por segunda vez, así que dejó en manos de su hijo Tusun la guerra contra los
wahabíes y llegó a El Cairo el mismo día de
la batalla de Waterloo.
Napoleón regresó a París y consideró
la posibilidad de instaurar una dictadura, pero finalmente
abdicó en su hijo y trató de huir a los Estados
Unidos. El 28 de junio el rey
Luis XVIII regresaba a París, con lo que terminó el
periodo de la historia francesa conocido como Los Cien Días,
iniciado con la entrada de Napoleón en París.
Durante los años siguientes, Francia permanecería
ocupada por los ejércitos aliados. Cada semana, los
ministros del rey debían rendir cuentas a los embajadores
aliados, que se reunían en la casa de Wellington en
París. Las instituciones y leyes napoleónicas
permanecieron en vigor, salvo que se ilegalizó el divorcio,
que "deshonraba al
código civil".
El 29 de junio José Gervasio
Artigas presidió en Concepción
del Uruguay el Congreso
de Oriente, que proclamó la Liga de los Pueblos Libres,
una federación entre la Banda Oriental y otras cinco
provincias limítrofes de las Provincias Unidas del
Río de la Plata, bajo el control de Artigas. Se
proclamó la independencia de España y se
adoptó una bandera igual a la de las Provincias Unidas
(azul-blanca-azul), pero atravesada en diagonal por una franja
roja que simbolizaba el federalismo. Se acordó enviar una
delegación a Buenos Aires, que llegó el 11 de julio, pero no fue recibida
por el director Álvarez Thomas. Se ofreció una vez
más a los delegados la independencia de la Banda Oriental,
pero éstos insistieron en que la Banda Oriental
pretendía integrarse federalmente en las Provincias Unidas.
Viéndose perseguido y sin escapatoria, el 15 de julio Napoleón
pidió asilo político al capitán Frederick Maitland, del barco
británico Bellerophon.
Su estrategia era acogerse a la jurisdicción
británica, que le garantizaría el derecho de habeas corpus, es decir a no
ser encarcelado sin un juicio, pero no funcionó. Los
británicos no consintieron que pusiera el pie en Gran
Bretaña. José Bonaparte emigró a los Estados
Unidos, Lucien fue acogido en Roma por el Papa Pío VII,
Jerónimo marchó a Suiza, mientras que Luis
permaneció en Francia.
El 30 de junio, dos
días después de presentarse con su flota ante Argel,
Decatur logró que sus autoridades aceptaran un nuevo
tratado de paz con los Estados Unidos. Luego marchó a
Trípoli y Túnez, donde no halló ningún
obstáculo para cobrar una indemnización por los
daños ocasionados por los piratas el año anterior.
Después regresó a los Estados Unidos, donde fue
aclamado como "el conquistador
de los piratas berberiscos".
El 8 de agosto, con la toma de
Gaeta, el rey Fernando I de las Dos Sicilias recuperó el
control de todo su reino.
El pintor Jacques-Luis David había secundado a
Napoleón durante los Cien
días, y tras Waterloo había decidido huir a
Suiza, pero ahora regresaba a Francia confiando en no tener muchos
problemas con las autoridades.
La Academia Francesa
recuperó su nombre tras un periodo en el que había
sido reducida a una sección del Instituto de Francia.
Desde Venezuela, Morillo y Morales habían pasado a Nueva
Granada. Después de entrar en Santa Marta, prepararon el
asedio de Cartagena de Indias, que había sido aislada por
tierra el mes anterior y desde el 26
de agosto fue bloqueada también por mar.
Simón Bolívar, en respuesta a una carta de un
estadounidense, escribió la llamada carta
de
Jamaica, datada el 6 de
septiembre, en la que analiza la situación
política de Sudamérica, su historia y sus
perspectivas de futuro.
El zar Alejandro I de Rusia estaba atravesando un periodo de
misticismo que lo llevó a convencerse de que este pasaje
bíblico:
"Del norte levanté a uno, y vendrá; del nacimiento del sol invocará mi nombre; y pisoteará príncipes como lodo, y como pisa el barro el alfarero." (Is XLI 25)
hacía referencia a él mismo y a su victoria sobre
Napoleón. Y dispuesto a asumir tan alto destino,
promovió la creación de una Santa Alianza, cuyo texto fue
redactado por él mismo y el 26
de septiembre lo firmó junto con el emperador
Francisco I de Austria y el rey Federico Guillermo III de Prusia.
Su objetivo era asegurar que la política europea fuera en
todo momento acorde a los principios de la religión, y no
deja de ser irónico que los tres firmantes profesaran tres
religiones diferentes.
En La Coruña se produjo un nuevo intento de
rebelión contra el absolutismo del rey Fernando VII de
España. Lo dirigió Juan
Díaz Porlier, uno de los guerrilleros que
habían luchado contra los franceses en nombre del que ahora
se convertía en su verdugo, pues Porlier fue ejecutado el 3 de octubre.
El rey Joaquín I de Nápoles trató de
recuperar su reino, para lo cual salió de Córcega y
el 8 de octubre
desembarcó en Calabria. Esperaba contar con el apoyo
popular, pero fue todo lo contrario. Los calabreses no le
perdonaban todas las medidas que había tomado para acabar
con el bandidaje durante su reinado. Fue capturado y ejecutado el
13 de octubre.
El 17 de octubre
Napoleón fue conducido a la isla de Santa Elena.
Inicialmente convivió con un colono británico
llamado William Balcombe
y su familia.
El 20 de octubre
Joaquín de la Pezuela derrotó al ejército del
Norte rioplatense en Venta y
Media.
Un ingeniero de veintisiete años llamado Augustin Jean Fresnel,
aprovechó que sus convicciones realistas lo habían
llevado a perder su trabajo durante los Cien días para dedicar más tiempo
a sus investigaciones sobre la difracción de la luz.
Éstas le llevaron a postular que la luz es una clase de
onda, cuando la comunidad científica se inclinaba por la
teoría corpuscular de Newton. Fresnel desconocía los
trabajos previos de Huygens y Young sobre la teoría
ondulatoria, y ahora que ya había recuperado su puesto de
trabajo, publicó sus conclusiones. Éstas
contenían una teoría matemática capaz de
predecir correctamente las interferencias producidas por la
difracción de la luz cuando ésta se encuentra con un
obstáculo o una rendija y la aplicó para obtener
resultados teóricos sobre las interferencias de una fuente
de luz reflejada en dos espejos.
Ampère publicó por las mismas fechas algunos
resultados sobre la refracción de la luz.
Percy Bisshe Shelley malvivía con su esposa en las afueras
de Londres, tratando de rehuir a los acreedores. Ésta se
hacía llamar Mary
Shelley, aunque no estaban casados. Por esta época
Percy escribió Alastor o
el espíritu de la soledad, que en su momento no
causó un gran impacto, pero hoy se considera una de sus
obras mayores.
Ese año se publicó en Gran Bretaña una
novela titulada Guy Mannering,
firmada por "El autor de
Waverley". Era un secreto a voces se trataba de Walter
Scott, hasta el punto de que el príncipe de Gales lo
invitó a cenar porque quería conocer al "autor de
Waverley", pero oficialmente Scott no reconoció su
autoría.
El 5 de noviembre, el
insurgente mexicano José María Morelos fue derrotado
y hecho prisionero en la batalla de Tezmalaca.
Tras derrotar a sus enemigos en la batalla de Te Feipi,
el rey Pomare II pudo regresar a Tahití y fue
reconocido como rey de esta isla y sus vecinas.
Beethoven atravesaba una mala racha. Su economía se
resentía, pues ya no contaba con el apoyo de ningún
mecenas, y gastó una gran cantidad de dinero para procurar
atención médica a su hermano Carl, que acabó
muriendo el 15 de noviembre, y
entonces se vio envuelto en un complejo pleito con su
cuñada por la custodia de su sobrino Karl, que tenía
entonces nueve años.
El príncipe von Metternich, que se estaba convirtiendo en
el principal director de la política austríaca,
consideraba que la Santa Alianza era, según sus propias
palabras, un "rien sonore"
(una nada retumbante), pero la idea de que la política
europea fuera dirigida por una alianza entre las potencias
principales le pareció buena. Como los británicos
nunca se adherirían a lo que su ministro de asuntos
exteriores, a la sazón Robert
Stewart, el vizconde de Castlereagh,
había calificado de "documento
de
misticismo y tontería sublimes", se las
arregló para que el 20 de
noviembre Austria, Gran Bretaña, Prusia y Rusia
firmaran una Cuádruple
alianza, más prosaica, que regulara la
política europea a través de reuniones
diplomáticas periódicas y garantizara la ayuda mutua
de las potencias para sofocar cualquier brote revolucionario o
liberal que surgiera en el seno de cualquiera de ellas.
Ese mismo día fue fusilado el mariscal Ney, tras haber
sido declarado culpable de traición (por su apoyo a
Napoleón) por un consejo de guerra. Se le concedió
el derecho de dar la orden de disparar y la dió con estas
palabras:
¡Soldados, rechazo ante Dios y ante la Patria el juicio que me condena! He luchado cien veces por Francia y nunca contra ella. Apelo a los hombres, ante Dios, ante la posteridad. Apuntad directo al corazón. ¡Viva Francia!
Los británicos habían desarrollado una exitosa
campaña contra los nepalíes, que entablaron
negociaciones para llegar a un acuerdo de paz, pero el 25 de noviembre se negaron a
ratificarlo, por lo que el gobernador Hastings se dispuso a
invadir Nepal con un ejército de 20.000 hombres bajo el
mando del general Sir David
Ochterlony, que había destacado durante la
campaña precedente.
El 29 de noviembre tuvo lugar
en los macizos de Viluma
el enfrentamiento decisivo entre el ejército del Norte
rioplatense, dirigido por José Rondeau, y el
ejército realista dirigido por Joaquín de la
Pezuela. Éste contaba con más de 4.000 hombres, que
se enfrentaron a algo más de 3.000 rioplatenses, de los
cuales más de un millar acabaron muertos o heridos,
mientras que los realistas contaron muy pocas bajas.
Además, los rioplatenses perdieron toda su
artillería. Rondeu tuvo que retirarse perseguido por Pedro Antonio Olañeta.
Poco después el rey Fernando VII nombraría
marqués de Viluma a Joaquín de la Pezuela.
El virrey del Perú, José Fernando de Abascal,
había publicado un artículo en un periódico
de Lima en el que se atribuía los méritos del
sometimiento de los independentistas chilenos. Cuando el
gobernador de Chile, Mariano Osorio, tuvo noticia de esto,
envió una respuesta al mismo periódico desmintiendo
a su superior y atribuyéndose los méritos. Como
consecuencia Abascal destituyó a Osorio y nombró en
su lugar a Casimiro Marcó
del Pont.
El 6 de diciembre los
españoles tomaron Cartagena de Indias. Se calcula que
más de seis mil personas murieron durante el asedio, y este
número aumentó sensiblemente con la entrada de los
españoles.
El 10 de diciembre
Napoleón fue trasladado a Longwood House, que se convertiría en su
residencia definitiva en Santa Elena.
La situación de Bolívar en Jamaica era precaria.
Llegó a sufrir un intento de asesinato, del que se
libró porque no pudo acudir a la pensión en la que
se alojaba por falta de pago. Sin obtener ningún apoyo
explícito por parte del gobierno británico, el 15 de diciembre dejó la isla
con destino a Haití.
"La autora de Orgullo y Prejuicio" publicó su nueva
novela, Emma. La obra no gustó mucho a los
admiradores de Jane Austen, que dijeron cosas como "no hay
historia alguna en esta novela", o "hay poco que
recordar" o "es demasiado natural para ser interesante",
pero en cambio recibió unas críticas muy positivas
de Walter Scott.
El 22 de diciembre, tras haber
sido juzgado como hereje por la Santa Inquisición,
José María Morelos (que era sacerdote) fue
ejecutado. El virrey Félix Calleja desencadenó una
drástica represión, con medidas como la
ejecución de uno de cada diez (o, a veces, de cada cinco)
varones de cada pueblo que había apoyado a la insurgencia.
La restauración de la Compañía de
Jesús había dado nuevas alas a los jesuitas que,
hasta entonces, habían pasado más o menos
desapercibidos en su exilio ruso. Por ello, el 20 de diciembre, el zar Alejandro I
publicó un edicto de expulsión.
El 24 de diciembre
llegó Bolívar a Haití, dispuesto a presentar
al presidente Petion un plan de reconquista de Venezuela.
El 25 de diciembre se
estrenó en Viena la obertura Para la Onomástica, de Beethoven, una
obra que debía haber acabado el año anterior para
una celebración en Francia en honor del rey Francisco I,
pero que, al no haberla podido terminar a tiempo, la había
dejado relegada hasta ahora.
Este fue uno de los años más prolíficos de
Franz Schubert, que, a sus dieciocho años, llegó a
componer en total unos 20.000 compases. Entre sus obras más
destacadas estaban su segunda
sinfonía, iniciada el año anterior, y su tercera sinfonía.
Weber estrenó su concierto para trompa y orquesta en mi menor. Rossini sólo estrenó dos óperas: Elisabetta, regina d'Inghilterra, estrenada en Nápoles, y Torvaldo e Dorliska, estrenada en Roma el 26 de diciembre.
Luigi Cherubini había viajado a Londres para dirigir el estreno de tres obras que le había encargado la Real Sociedad Filarmónica de Londres: una sinfonía, una obertura y una composición para coro y orquesta.
El 2 de enero de 1816
Simón Bolívar se entrevistó con Alexandre
Petion, el presidente de Haití, quien se comprometió
a facilitarle recursos para organizar una expedición a
Venezuela. Los refugiados venezolanos y neogranadinos lo
reconocieron como general en jefe. Ese año Petion se
proclamó presidente vitalicio, y elaboró una nueva
Constitución. Similarmente, Gaspar Rodríguez de
Francia, el dictador supremo de la república del Paraguay,
cuya dictadura acababa —en principio— dentro de tres años,
reunió un Congreso que lo nombró dictador perpetuo
para después autodisolverse. Rodríguez de Francia
controló el país exaustivamente: nadie podía
entrar ni salir sin su autorización, controlaba la Iglesia
y suprimió las instituciones culturales, excepto la
enseñanza primaria, que hizo obligatoria. Por otra parte,
impuso una férrea honestidad administrativa, condenando el
robo con la muerte. Llevó al país hacia la
autarquía. El comercio estaba prohibido excepto en dos
puertos, para importar lo más esencial, y el comercio con
el exterior tenía que hacerse mediante trueque, sin dinero.
En el Alto Perú, José Rondeau había recibido
dos mil hombres de refuerzo con los que pudo organizar una
resistencia en Jujuy frente al ejército realista que lo
perseguía.
El 21 de enero se
conmemoró en Londres la ejecución del rey Luis XVI
de Francia con un Requiem
de Cherubini. Entre los "regicidas" que habían votado su
ejecución se encontraba el pintor Jacques Louis David, que
ahora fue expulsado de Francia por tal motivo, como consecuencia
de una nueva ley del 12 de enero
que excluía de toda amnistía a los regicidas que
habían firmado la última constitución
napoleónica. David solicitó asilo político al
Papa, pero le fue denegado, y el 27 de
enero fue aceptado en los Países Bajos. Se
instaló en Bruselas.
El 30 de enero el Papa
Pío VII promulgó su encíclica Etsi longissimo terrarum,
dirigida al clero americano, en el que recordaba cuán
pecaminoso era oponerse a la legítima soberanía del
devoto rey Fernando VII:
Aunque inmensos espacios de tierras y de mares nos separan, bien conocida Nos es vuestra piedad y vuestro celo en la práctica y predicación de la Santísima Religión que profesamos. Y como sea uno de sus hermosos y principales preceptos el que prescribe la sumisión a las Autoridades superiores, no dudamos que en las conmociones de esos países, que tan amargas han sido para Nuestro Corazón, no habréis cesado de inspirar a vuestra grey el justo y firme odio con que debe mirarlas. Sin embargo, por cuanto hacemos en este mundo las veces del que es Dios de paz, y que al nacer para redimir al género humano de la tiranía de los demonios quiso anunciarla a los hombres por medio de sus ángeles, hemos creído propio de las Apostólicas funciones que, aunque sin merecerlo, Nos competen, el excitaros más con esta carta a no perdonar esfuerzo para desarraigar y destruir completamente la funesta cizaña de alborotos y sediciones que el hombre enemigo sembró en esos países. Fácilmente lograréis tan santo objeto si cada uno de vosotros demuestra a sus ovejas con todo el celo que pueda los terribles y gravísimos prejuicios de la rebelión, si presenta las ilustres y singulares virtudes de Nuestro carísimo Hijo en Jesucristo, Fernando, Vuestro Rey Católico, para quien nada hay más precioso que la Religión y la felicidad de sus súbditos; y finalmente, si se les pone a la vista los sublimes e inmortales ejemplos que han dado a la Europa los españoles que despreciaron vidas y bienes para demostrar su invencible adhesión a la fe y su lealtad hacia el Soberano. Procurad, pues, Venerables Hermanos o Hijos queridos, corresponder gustosos a Nuestras paternales exhortaciones y deseos, recomendando con el mayor ahinco la fidelidad y obediencia debidas a vuestro Monarca; haced el mayor servicio a los pueblos que están a vuestro cuidado; acrecentad el afecto que vuestro Soberano y Nos os profesamos; y vuestros afanes y trabajos lograrán por último en el cielo la recompensa prometida por aquél que llama bienaventurados e hijos de Dios a los pacíficos. Entre tanto, Venerables Hermanos e Hijos queridos, asegurándoos el éxito más completo en tan ilustre fructuoso empeño, os damos con el mayor amor Nuestra Apostólica Bendición.
Rondeau esperaba nuevos refuerzos que se acercaban bajo el mando
de Gregorio Aráoz de
Lamadrid, pero el 31 de enero
fue derrotado por los realistas en Culpina.
En febrero Pablo Morillo hizo
fusilar en Cartagena de Indias a nueve revolucionarios, en lo que
fue el inicio de un régimen de terror contra la
insurgencia. Desde allí envió cuatro columnas en
direcciones distintas para ocupar Nueva Granada.
La guerra entre Gran Bretaña y los Estados Unidos, junto
con algunos reveses comerciales, había paralizado el
proyecto de John Cuffee de repatriar negros a Sierra Leona, pero
finalmente estuvo en condiciones de retomarlo y el 3 de febrero llegó a Freetown
con treinta y ocho colonos negros. Más tarde regresó
a Nueva York donde, a pesar de que no recibió ninguna ayuda
estatal, empezó a planear un envío masivo y
sistemático de transporte de emigrantes. Muchos negros
mostraron interés por el proyecto.
El 12 de febrero Pedro Antonio
Olañeta derrotó a Aráoz en el río San Juan, cuando éste
se retiraba a la ciudad de Tarija.
El 13 de febrero Olañeta
entró en esta ciudad. Poco después José
Rondeau recibió orden de retirarse a Tucumán con su
maltrecho Ejército del Norte.
Beethoven logró arrebatarle a su cuñada la custodia
de su sobrino y lo ingresó en un colegio colegio privado,
mientras los pleitos continuaban. Ese año su
producción musical fue escasa: compuso poco más que
su sonata para piano
número 28.
Schubert compuso su cuarta
y su quinta sinfonía,
si bien permanecieron inéditas, como la mayor parte de su
obra.
Weber dejó su puesto de director de la Ópera de
Praga para trasladarse a Berín.
El 20 de febrero Rossini
alcanzó uno de sus mayores éxitos al estrenar en
Roma Il barbiere di Siviglia.
Rossini afirmó haberla compuesto en trece días. En
realidad el estreno fue muy conflictivo, pero las representaciones
siguientes causaron furor. Unos meses más tarde
presentó en Nápoles La gazzetta y Otello.
Ese año, la rebelión militar contra el rey Fernando
VII de España la encabezó el general Vicente Richard el 21 de febrero, que intentó
secuestrar al rey para obligarlo a jurar la constitución de
Cádiz, pero fracasó al igual que los intentos
precedentes.
El 28 de febrero los
británicos infligieron una severa derrota a los
nepalíes en la batalla de Makwanpur,
y el 4 de marzo se firmó
el tratado de Sugauli que
ponía fin a la guerra. Nepal perdió la tercera parte
de su territorio, aunque poco después le fue devuelta una
parte de los territorios cedidos.
El 20 de marzo murió en
Río de Janeiro la reina María I de Portugal. Su
hijo, que ya ejercía de regente desde finales del siglo
anterior por la demencia de su madre, fue coronado como el rey Juan VI del Reino Unido de Portugal, Brasil y
Algarve, pues el Congreso de Viena había
reconocido a Brasil como un nuveo reino bajo la soberanía
de María I. El nuevo monarca decidió permanecer en
Brasil a pesar de que la metrópoli ya no estaba amenazada
por Napoleón. Ese año casó a su hija Isabel con el rey Fernando VII
de España (que era su tío, hermano de su madre,
Carlota Joaquina de Borbón).
El 24 de marzo inició
sus sesiones el Congreso de
Tucumán, en las Provincias Unidas del Río
de la Plata, integrado por dieciocho abogados, nueve sacerdotes,
dos frailes y cuatro militares. No enviaron representantes ni
Paraguay, que ya había declarado su independencia respecto
de las Provincias Unidas, ni las provincias de la Liga de los Pueblos Libres,
constituida alrededor de la Banda Oriental, ni algunas provincias
del Alto Perú, en poder de los realistas. Pocos días
antes, José de San Martín instaba en una carta a
declarar de una vez la independencia:
¡Hasta cuándo esperamos declarar nuestra independencia! ¿No le parece una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos. ¿Qué nos falta más que decirlo? Por otra parte, ¿qué relaciones podremos emprender cuando estamos a pupilo? Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos... Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas. Veamos claro, mi amigo; si no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo éste la soberanía, es una usurpación al que se cree verdadero, es decir, a Fernandito.
El 31 de marzo Simón
Bolívar salió de Haití rumbo a Venezuela.
La guerra entre Gran Bretaña y los Estados Unidos había potenciado un fuerte nacionalismo estadounidense. Los héroes de la guerra fueron ensalzados, como Andrew Jackson, o Stephen Decatur, el "conquistador de los berberiscos", que en una fiesta celebrada en Norfolk rspondió a un brindis en su honor con unas palabras que se hicieron famosas:
¡Por nuestro país! Que en sus relaciones con las naciones extranjeras tenga siempre la razón, pero, con razón o sin ella, ¡por nuestro país!
En este fervor nacionalista, el partido federalista que se
había opuesto a la guerra y cuyas acciones habían
rozado la traición, se sumió en el más
profundo desprestigio y, ya durante el último año de
la guerra, muchos de sus seguidores empezaron a pasarse al partido
republicano demócrata. Este movimiento trasvasó
también a este partido algunos aspectos de la
ideología federalista, en especial uno que encajaba
perfectamente con el nacionalismo dominante: la idea de un estado
federal fuerte. En teoría, esta idea era el núcleo
de la ideología federalista, pero ahora era adoptada por
los republicanos demócratas con el nombre de unionismo. El ala unionista
dentro del partido republicano demócrata indujo al
presidente Madison a plantearse la reconstrucción del Banco de los Estados Unidos,
que los demócratas republicanos habían dejado
extinguirse cinco años atrás, cuando expiró
el plazo asignado en el momento de su constitución. Los
principales impulsores del proyecto fueron John Caldwel Calhoun y Henry Clay, que no
desaprovecharon ocasión para poner en evidencia el
perjuicio que había supuesto para el país carecer de
un banco federal durante la guerra. Finalmente, el Congreso
aprobó el proyecto el 10 de
abril, que estableció la creación del Segundo Banco de los Estados Unidos
por un periodo de veinte años.
Ese mismo día se recibió una Real Orden por la que el virrey del Perú, José María de Abascal, era relevado de su cargo a petición propia y era reemplazado por Joaquín de la Pezuela. Abascal regresó a España.
El 14 de abril llegó a
Santa Helena sir Hudson Lowe,
a quien se había encomendado la seguridad de Bonaparte y
que se tomó tantas precauciones e impuso medidas tan
férreas que se ganó la enemistad, no ya de
Napoleón, sino de su propio séquito.
Ignacio Álvarez Thomas, el director interino de las
Provincias Unidas del Río de la Plata, envió una
expedición al frente de Eustoquio
Díaz
Vélez con el fin de retener la ciudad de Santa Fe,
que pretendía adherirse a la Liga de los Pueblos Libres de
José Gervasio Artigas. Sin embargo, Dïaz Vélez
buscó el consenso con Artigas para tratar de persuadirlo de
que enviara diputados al Congreso
de Tucumán. Parte del acuerdo consistió en
que el 16 de abril Díaz
Vélez forzó a dimitir a Álvarez Thomas, que
fue sucedido, siempre a título interino, por Antonio
González Balcarce.
El 27 de abril el Congreso de
los Estados Unidos aprobó otra medida unionista,
también impulsada por Calhoun y Clay, que en otros tiempos
se habría considerado propia del partido federalista, y fue
la imposición de un arancel sobre las importaciones de
productos manufacturados, como el cuero, los textiles, sombreros,
papel, etc. Su finalidad era potenciar el consumo de productos
nacionales aunque, en principio, fueran de menor calidad que los
de importación. Sin embargo, el presidente Madison era un
republicano demócrata "auténtico" y recelaba de un
gobierno excesivamente poderoso, así que llegó a
echar atrás con su veto algunas propuestas que
consideró excesivamente "unionistas", como lo que Clay
había llamado el "sistema
americano", consistente en que el gobierno federal se
hiciera cargo de la construcción de una red de caminos,
puentes y canales a lo largo de toda la nación. Madison se
convertía así en uno de los principales (al menos,
el más poderoso a la sazón) defensores de la
doctrina de "los derechos de
los Estados", según la cual el gobierno federal
debía limitarse a ejercer las atribuciones que
explícitamente le concedía la Constitución,
dejando el resto en manos de los Estados. Así pues, la
oposición entre federalistas y defensores de los derechos
de los Estados había pasado de enfrentar a dos partidos
políticos a enfrentar a dos sectores del mismo partido.
El 2 de mayo se celebró
la boda entre Carlota Augusta de
Gales, la hija de veinte años del príncipe
de Gales, con Leopoldo,
príncipe de Sajonia-Coburgo,
hermano del duque Ernesto de
Sajonia-Coburgo. Después de que Napoleón
invadiera el ducado familiar, Leopoldo estuvo un tiempo en
París, donde rechazó el cargo de asistente que le
ofreció el Emperador para marchar a Rusia. Allí
destacó en la lucha contra Napoleón bajo las
órdenes del zar Alejandro I, que le concedió el
grado de mariscal de Rusia.
Ese mismo día la flota de Simón Bolívar
capturó a los españoles un bergantín y una
goleta. El 3 de mayo
desembarcó en la isla Margarita, donde recibió el
respaldo de sus habitantes, que se unieron a su causa y le
reconocieron el mando supremo.
Ese mismo día el Congreso
de
Tucumán nombró a Juan Martín de
Pueyredón director supremo de las Provincias Unidas del
Río de la Plata.
Pablo Morillo tomó Santa Fe de Bogotá, donde
formó tres tribunales: un Consejo de Guerra encargado de juzgar a los
revolucionarios, un Consejo de
Purificación, que se ocupaba de los menos
comprometidos con la revolución, y una Junta de Secuestros, que se
ocupaba de confiscar los bienes de los acusados.
Francisco Javier Mina había pasado de Francia a Gran
Bretaña, y allí había tenido noticias de la
rebelión mexicana contra España, así que,
contando con alguna ayuda británica, el 15 de mayo embarcó rumbo a
los Estados Unidos junto con algunos oficiales españoles,
italianos y británicos con el objetivo de ayudar a la
insurgencia mexicana.
El 25 de mayo Simón
Bolívar dejó la isla Margarita y el 1 de junio desembarcó en Carúpano, en la costa
venezolana, donde obtuvo una victoria sobre los realistas.
Las cenizas que había lanzado a la atmósfera el
volcán Tambora el año anterior habían
alterado significativamente el clima mundial (aunque entonces no
se sabía la causa del fenómeno). Tanto en Europa
como en el noreste de América se apreció una bajada
espectacular de las temperaturas. El mes anterior la escarcha
había arruinado muchas cosechas, y en junio hubo tormentas de nieve en Canadá y
Nueva Inglaterra. En pleno verano se detectó hielo en
ríos y lagos de latitudes tan meridionales como la de
Pennsilvania. En Europa se desató una hambruna que produjo
revueltas en Gran Bretaña y Francia, donde se saquearon
almacenes, y sobre todo en Suiza. También en China hubo
nieve estival y malas cosechas.
Lord Byron había terminado escandalizando a la sociedad británica: su esposa lo había abandonado por sus infidelidades, se rumoreaba que había mantenido relaciones incestuosas con su hermana, con la que de hecho tuvo una hija, se le acusaba también de sodomía y de escribir poemas antipatrióticos. En vista de su escasa popularidad, decidió abandonar Gran Bretaña y estuvo de turismo por Europa. Visitó entre otras la localidad turística de moda: Waterloo, y finalmente se estableció en Suiza donde mantuvo un idilio con Claire Clermont, la hermanastra de Mary Shelley. Cuando ya se había cansado de ella, le sugirió que invitara a su hermanastra y a su cuñado, con quienes pasó el verano en una casa a orillas del lago Lemán. La relación entre Percy Shelley y Byron influyó en sus obras respectivas. Shelley compuso su Himno a la belleza intelectual, y el poema Mont Blanc, que incluyó en el libro Historia de una excursión de seis semanas, escrito junto con Mary. A su vez, Byron muestra la influencia de Shelley en el tercer canto de La peregrinación de Childe Harold y en Manfred. Pero el acontecimiento más famoso de estas vacaciones tuvo lugar una noche del 17 de junio, cuando lord Byron, retó a los participantes en una velada noctura, después de haber leído una antología de historias de fantasmas, a que escribieran una novela terrorífica. No queda constancia de que lo hicieran otros aparte de John William Polidori, el médico de Byron, y Mary Shelley. Polidori escribió Ernestus Berchtold o el moderno Edipo, obra que ha quedado eclipsada por la de Mary Shelley: Frankenstein o el moderno Prometeo. Polidori es autor de algunas obras consideradas mediocres, aunque una de ellas, compuesta unos días después, logró cierta fama. Se trata de El vampiro, cuyo protagonista es un vampiro de corte aristocrático (con ciertos rasgos de Byron, a decir verdad) que se convertiría en modelo de muchas historias posteriores.
El 6 de julio Bolívar
desembarcó en Ocumare,
pero poco después, ante el contraataque de Francisco
Tomás Morales, enviado por Pablo Morillo desde Nueva
Granada, tuvo que retirarse y regresar a Haití.
Ese mismo día Manuel Belgrano, recién llegado de
Gran Bretaña, asistió al Congreso de Tucumán,
donde propuso establecer una monarquía parlamentaria con
capital en Cuzco y elegir como rey a un descendiente de los Incas.
Consideraba que sólo así se podría lograr,
por una parte, que el conservador Perú se uniera a las
Provincias Unidas y, por otra, que Europa reconociera la nueva
nación.
El 9 de julio
Pueyrredón tomó posesión de su cargo de
Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la
Plata. Ese mismo día el Congreso de Tucumán
declaró la independencia de las Provincias Unidas del
río de la Plata, aunque en el texto aprobado se habla de
las Provincias Unidas en
Sud-América.
El 14 de julio murió de
una apoplejía en su prisión de Cádiz el
revolucionario venezolano Francisco de Miranda.
El presidente de las Provincias Unidas de Nueva Granada, Camilo
Torres Tenorio, fue capturado por los hombres de Pablo Morillo y
llevado a Bogotá.
Algunos de los indios que habían luchado en alianza contra
los británicos en el sur de los Estados Unidos, y que
habían sido derrotados por el enérgico Andrew
Jackson, habían cruzado la frontera española de
Florida y se habían adueñado de un fuerte
británico abandonado llamado fort Apalachicola, en la desembocadura del
río del mismo nombre. Con ellos se habían reunido
numerosos negros que huían de la esclavitud, y estos grupos
de negros e indios se llamaban a sí mismos seminolas, de una palabra
india que significa "fugitivos". Desde el fuerte, los seminolas
realizaban incursiones en Georgia y Alabama. Además, el
fuerte era un reclamo para muchos esclavos que se aventuraban a
fugarse y buscar refugio en él. Por ello, los Estados
Unidos enviaron un ejército que el 27 de julio destruyó fort Apalachicola.
Técnicamente, esta incursión había supuesto
una violación de la frontera Española, pero no
había españoles en las proximidades y España
no estaba interesada en generar un conflicto. Los seminolas
contraatacaron y así se inició la Guerra seminola.
Un oficial venezolano llamado José
Antonio
Páez estaba obteniendo desde principios de
año algunas victorias contra los Españoles en Nueva
Granada. Fue convocado a una reunión de oficiales
granadinos y venezolanos que se celebró en Arauca, en Nueva Granada con
objeto de formar un gobierno provisional. Finalmente se
constituyó un gobierno civil en Guasdualito (Velezuela), pero las autoridades
militares no reconocieron a los funcionarios que éste
nombró y, en su lugar, propusieron a Páez como jefe
supremo en la región.
El 7 de agosto José
Rondeau fue relevado del mando del Ejército del Norte y
reemplazado por Manuel Belgrano.
Los piratas berberiscos habían llegado a un acuerdo con
los Estados Unidos, pero los europeos seguían sufriendo su
presencia. Especialmente sangrante era su costumbre de capturar
cristianos para esclavizarlos. Durante la guerra contra
Napoleón, Gran Bretaña había procurado
mantener buenas relaciones con los estados berberiscos porque los
necesitaba para aprovisionarse en el Mediterráneo, pero
ahora las tornas habían cambiado, y envió como
embajador al almirante Edward
Pellew, vizconde de Exmouth,
al frente de una pequeña flota que le sirviera como
argumento negociador. Las autoridades de Túnez y
Trípoli entendieron bien los argumentos británicos,
y se avinieron a razones, mientras que en Argel las negociaciones
fueron más complicadas. Finalmente se firmó un
tratado, pero poco después, al parecer por falta de
información, unos piratas argelinos mataron a unos 200
pescadores de Sicilia, Córcega y Cerdeña. Gran
Bretaña lo consideró un ultraje y envió de
nuevo a Exmouth con instrucciones de ser más claro en sus
planteamientos. Zarpó con diez buques de guerra a los que,
al llegar a Gibrartar se unió una flota neerlandesa. El 27 de agosto Argel fue sometida a un
intenso bombardeo. Las bombas no derribaron muchos edificios de la
ciudad, pues éstos eran tan endebles que entraban por una
pared y salían por otra sin dejar más que dos
agujeros a su paso. Como consecuencia, unos 3.000 esclavos fueron
liberados, aunque al cabo de un tiempo los piratas volvieron a sus
labores.
El 28 de agosto Portugal
invadió la Banda Oriental desde Brasil con un
ejército de unos 12.000 hombres, entre ellos unos 5.000
portugueses con experiencia en la guerra contra Napoleón,
comandado por Carlos Federico
Lecor. Tras ocupar la Fortaleza de Santa Teresa,
anunció que "los
generales portugueses tenían órdenes de tratar a
los orientales como a sus hijos". El plan de
invasión había empezado a gestarse a primeros de
año, con el apoyo de los españoles exiliados de
Montevideo.
En septiembre, el coronel Francisco Javier Aguilera
derrotó a Manuel Ascensio Padilla en el Alto Perú y
lo ejecutó junto con setecientos de sus guerrilleros. Desde
allé se dirigió a Santa Cruz, defendida por Ignacio
Warnes, que resistía esperando el regreso del
Ejército del Norte.
Napoleón había designado como cónsul
francés en Egipto a un abogado italiano llamado Bernardino Drovetti, que se
había convertido en un hombre de confianza de Mehmet
Alí gracias a la ayuda que le prestó en la
organización del ejército, la agricultura, la
creación de sistemas de riego e industrias textiles y la
lucha contra el cólera. Destituido tras la caída de
Napoleón se había embarcado en una
exploración del Alto Egipto, y ahora llegaba a Nubia, donde
visitó antiguos templos del egipto faraónico y en Abú Simbel no pudo
retirar la arena que cubría la entrada al templo de
Ramsés II.
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