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                  GUERRA ENTRE MÉXICO Y LOS ESTADOS UNIDOS II | SIGUIENTE | 
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Manuel Oribe seguía manteniendo bajo asedio la capital
      uruguaya al frente de su propio gobierno. Fructuoso Rivera
      trató de llevar una campaña contra los partidarios
      de Oribe en el interior del país, pero en enero de 1847 fue derrotado en la batalla del Cerro de las
        Ánimas. 
    
En Persia, el profeta Siyyid Alí Muhammad Shirazi, conocido como el Bab, estaba ganando cada vez más adeptos, pero, tras la muerte del gobernador de Isfahan, su principal protector, los clérigos de la provincia intrigaron ante el sha Mohammad Sha para que actuara contra él. El sha ordenó al Bab que se presentara en Teherán.
El coronel Kearny y el comodoro Stockton unieron sus fuerzas y se
      dispusieron a retomar Los Ángeles. El 8 de enero, mientras el ejército
      estadounidense cruzaba el río San Gabriel, fue atacado por el ejército
      del general Flores. Sin embargo, la artillería californiana
      no fue efectiva, por la mala calidad de su pólvora y la
      falta de municiones. Los estadounidenses cruzaron el río
      con sólo seis bajas y pusieron en fuga a Flores. El 9 de enero Flores sufrió una
      nueva derrota en La Mesa
      y abandonó California esa misma noche, tras transferir el
      mando a Andrés Pico. El 10 de
        enero los estadounidenses tomaron Los Ángeles y
      Archibald Gillespie pudo izar la misma bandera que el año
      anterior se había visto obligado a arriar.
    
Mientras tanto, el presidente Mexicano Valentín
      Gómez Farías estaba tratando de encontrar recursos
      para financiar la guerra, y el 11 de
        enero promulgó una ley de desamortización
      de bienes eclesiásticos que puso al clero en su contra.
    
La situación del proletariado británico que Marx y
      Engels denunciaban en sus escritos se extendía por Europa a
      medida que se extendía la revolución industrial. En
      Francia eran frecuentes las jornadas laborales de 14 horas
      diarias, con salarios miserables de 20 céntimos diarios y
      sin derecho a ninguna clase de vacaciones. Se calcula que en
      Francia había unos 250.000 mendigos y unos tres millones de
      personas inscritas en instituciones de beneficencia. Sin embargo,
      mientras en Gran Bretaña se estaban aprobando
      paulatinamente leyes de protección para los trabajadores
      (ese mismo año se aprobó una que limitaba la jornada
      laboral a 10 horas), en Francia había tan sólo una
      ley a ese respecto, que tenía ya seis años, y que
      prohibía trabajar a los niños menores de ocho
      años y trabajar de noche a los menores de trece, si bien
      rara vez se respetaba. Por otra parte la legislación
      francesa negaba a los obreros el derecho de huelga o de
      asociación, al contrario que la ley británica. Desde
      el año anterior Francia vivía una de las crisis
      económicas recurrentes del "capitalimo salvaje" de la
      época, agravada por la plaga que afectaba al cultivo de la
      patata y otros alimentos, que se estaba extendiendo desde Gran
      Bretaña por toda Europa. El 13
        de enero se produjo una revuelta en Buzançais, donde un
      grupo de hambrientos se hizo con un cargamento de trigo. El
      gobierno del rey Luis Felipe I respondió con
      energía: veintiséis aldeanos fueron arrestados, de
      los cuales tres fueron guillotinados y el resto enviado a trabajos
      forzados.
    
Mientras tanto los disidentes de la Asociación por la derogación se
      reunieron en Dublín y formaron una nueva asociación
      a la que llamaron Confederación
        Irlandesa. Pronto llegó a reunir unos 10.000
      miembros, pero casi todos pertenecían a las clases
      más humildes de la sociedad, hasta el punto de que la
      tarifa de inscripción se redujo a una aportación
      voluntaria, y los fundadores se comprometieron a sufragar los
      gastos de su propio bolsillo si fuera necesario. La clase media
      guardó las distancias y el clero mostró hostilidad
      hacia la Confederación.
      
    
Ese mismo día John C. Frémont y Andrés Pico
      firmaban el tratado de
        Cahuenga, por el que los californianos abandonaban sus
      armas y se comprometían a no volver a luchar contra los
      estadounidenses, así como a obedecer su legislación.
      A cambio se les reconocía los mismos derechos que a
      cualquier otro estadounidense. Los prisioneros de ambos bandos
      fueron liberados. Así terminaron las hostilidades en
      California. El 16 de enero
      Robert F. Stockton nombró a Frémont gobernador de
      California.
    
Kearny había dejado el ejército de Nuevo
      México bajo el mando del coronel Sterlin Price, el cual a su vez había
      nombrado gobernador a Charles
        Bent. Éste había tratado de convencer,
      primero a Price y luego a sus superiores, de la necesidad de
      obligar a los soldados a tratar con respeto a los mexicanos, pues
      de lo contrario vaticinaba una revuelta. Ya a finales del
      año anterior se había descubierto un proyecto de
      alzamiento que había tenido que ser postpuesto, pero el 19 de enero la revuelta
      estalló finalmente en Don
        Fernando de Taos, bajo la dirección del mexicano Pablo Montoya y del indio Tomás Romero. Los
      rebeldes acudieron a la casa del gobernador (que residía en
      Taos, a pesar de que su despacho como gobernador estaba en Santa
      Fe), tiraron la puerta abajo, dispararon flechas sobre él y
      le arrancaron la cabellera delante de su mujer y sus hijos.
      Seguidamente arrancaron también las cabelleras del Scheriff
      y otras autoridades. El 20 de enero
      unos quinientos hombres, entre mexicanos e indios, protagonizaron
      ataques similares en Arroyo
        Hondo y en Mora,
      en los que murieron unos quince estadounidenses, entre ellos un
      grupo de comerciantes que viajaban a Misuri.
    
Ese mismo día el parlamento venezolano reconoció a
      José Tadeo Monagas como presidente de la república,
      si bien la rebelión iniciada por Francisco José
      Rangel se había extendido por diversas provincias y contaba
      con varios cabecillas, como Ezequiel Zamora, los hermanos Manuel María y Juan Bautista Echendia, o Rafael Flores. Éste
      último no tardó en ser capturado y ejecutado.
    
Los estadounidenses reaccionaron con rapidez ante el alzamiento
      de Nuevo México. El coronel Price reclutó un
      ejército de unos 400 hombres y se dirigió hacia
      Taos. Por el camino, el 24 de enero,
      Price se encontró con unos 1.500 rebeldes en lo alto de una
      colina. A pesar de su mala posición atacó y los puso
      en fuga tras matar a treinta y seis de ellos en la batalla de La Cañada.
      (Su ejército contó sólo dos bajas.) Mientras
      tanto, un destacamento de 80 soldados trataba de capturar a unos
      200 rebeldes que seguían en Mora. No lo consiguieron y,
      tras tres horas de escaramuzas por las calles del pueblo, tuvieron
      que retirarse, pero dejaron unos 25 muertos entre las filas
      enemigas, mientras que de los estadounidenses sólo
      murió el oficial al mando, el capitán Israel R. Hendley. 
    
El comandante supremo del ejército de los Estados Unidos
      era a la sazón el general Winfield Scott. Sin embargo, el
      presidente Polk se había abstenido de hacerlo intervenir en
      la guerra contra México porque era un whig, y temía que se
      convirtiera para los whigs
      en lo que Andrew Jackson había sido para los
      demócratas o, más claramente, temía que los wighs pudieran elegirlo como
      candidato para las próximas elecciones presidenciales y
      privaran así a Polk de un segundo mandato. Por eso
      había enviado en su lugar a Taylor, que nunca había
      expresado sus opiniones políticas. (De hecho, nunca
      había participado en unas elecciones.) Cuando Polk se
      enteró de que Taylor había pactado una tregua de dos
      meses, se enfureció, pues los whigs tenían cada vez más poder
      político (en las elecciones del año anterior para la
      renovación de la cámara de representantes los whigs habían
      conseguido la mayoría), y estaban usando la guerra en su
      contra. Si la guerra no terminaba antes de las elecciones del
      año siguiente, las posibilidades de Polk para la
      reelección serían muy escasas. Para colmo, los whigs estaban empezando a
      plantearse el elegir a Taylor como su próximo candidato
      para la presidencia. Ante esta situación, Polk
      consideró preferible enviar a Scott para reducir la
      popularidad que estaba adquiriendo Tayor. Scott consideraba que
      para derrotar a México era necesario ocupar su capital, y
      que sería difícil llegar a ella desde Monterrey, que
      dista 1.300 km de la Ciudad de México. Su propuesta era
      dirigirse por mar hasta Veracruz, que está a sólo
      400 km de la capital, y desde allí avanzar hacia
      ésta. Polk había autorizado el plan y, más
      aún, había ordenado a Taylor que enviara el grueso
      de su ejército a Veracruz y permanecer en Monterrey a la
      defensiva. Así, su propósito de privar a Taylor de
      sus laureles se hizo evidente, y los whigs empezaron a presentar al general como un
      mártir.
    
Los mexicanos habían interceptado un mensaje de Scott a
      Taylor en el que le notificaba la orden de Polk de entregarle
      nueve mil de sus hombres, con lo que Santa Anna se enteró
      de que Taylor quedaría en Monterrey con menos de cinco mil
      soldados. El 28 de enero,
      mientras Scott se dirigía a Veracruz, Santa Anna
      partió hacia Monterrey con un ejército de quince mil
      hombres.
    
Ese mismo día dimitió el primer ministro
      español Francisco Javier de Istúriz. El general
      Francisco Serrano se había convertido en amante de la reina
      Isabel II y había influido sobre ella para que permitiera
      el regreso de algunos líderes liberales, los cuales
      finalmente se habían impuesto en el parlamento y
      habían provocado la caída de Istúriz, que fue
      sucedido por el marqués Carlos
        Martínez de Irujo, también moderado, pero
      que intentó llevar adelante una política
      conciliadora con los liberales.
    
Los rebeldes ahuyentados por Price en La Cañada
      habían acampado en el Paso
        del Embudo, un desfiladero por el que no podía
      llevarse la artillería o los carros, así que Price
      envió tres compañías a enfrentarse a ellos.
      La batalla del Paso del Embudo,
      librada el 29 de enero, fue un
      éxito total para los estadounidenses. Sus bajas fueron un
      muerto y un herido, mientras que los rebeldes contaron veinte
      muertos y sesenta heridos, y nuevamente tuvieron que retirarse,
      esta vez hasta Taos.
    
El 30 de enero la tuberculosis
      acabó con la vida de Virginia, la esposa de Edgar Allan
      Poe. El autor siguió al cortejo fúnebre envuelto en
      su vieja capa de cadete, que durante meses había sido el
      único abrigo de la cama de su esposa. Este suceso
      desestabilizó aún más al ya de por sí
      inestable Poe.
    
El 1 de febrero los
      estadounidenses regresaron a Mora, esta vez con doscientos hombres
      y dos obuses. Tras un breve enfrentamiento, los rebeldes huyeron a
      los montes, y los estadounidenses incendiaron la ciudad y los
      campos de trigo que la rodeaban en venganza por la muerte del
      capitán Hendley.
    
El 3 de febrero Price
      entró en Taos, y encontró a los rebeldes
      atrincherados en una ciudadela fortificada. Instaló la
      artillería e inició un asedio. Al tercer día
      los rebeldes estaban acorralados en una iglesia. Price hizo un
      agujero en la puerta de un cañonazo, acercó el
      cañón y lo disparó cargado de metralla por el
      agujero, tras lo cual los rebeldes se rindieron. En total hizo
      unos 400 prisioneros, pero cerca de un millar había
      escapado a las montañas.
    
Ese mismo día murió en París Marie
      Duplessis, a los veintitrés años, velada por su
      marido, que hacía semanas que no se apartaba de la cabecera
      de su cama. Alejandro Dumas había marchado a España
      con su padre para asistir al matrimonio del duque Antonio de
      Orleans, y aún seguía allí. Poco
      después publicaba su primer trabajo literario: un libro de
      poemas titulado Pecados de
        Juventud, en el que dedicó a Marie una
      elegía titulada MD,
      en la que se lee:
    
| Pauvre fille! on m’a dit
              qu’à votre heure dernière, Un seul homme était là pour vous fermer les yeux, Et que, sur le chemin qui mène au cimetière, Vos amis d’autrefois étaient réduits à deux! | ¡Pobre niña!
              Me dijeron que en vuestra última hora, Un solo hombre estaba allí para cerraros los ojos, Y que en el camino que lleva al cementerio, Vuestros amigos de otrora ¡se habían reducido a dos! | 
En efecto, al entierro sólo acudieron su marido, el conde
      Perregaux, y el embajador ruso von Stackelberg. 
    
En dos años, los franceses habían vencido toda la
      resistencia de los tahitianos y el 9 de
        febrero la reina Pomare IV aceptó regresar a
      Tahití y gobernar bajo el protectorado francés.
    
El 12 de febrero Juan Lindo fue elegido
      presidente de Honduras. 
    
La salvedad de Wilmot fue propuesta nuevamente en el Congreso de
      los Estados Unidos y, tras una semana de intensos debates, el
      resultado fue el mismo que el del año anterior: el 15 de febrero la Cámara de
      Representantes la aprobó y el Senado la rechazó.
    
El 16 de febrero tuvo lugar la
      primera acción destacada de los guerrilleros carlistas en
      España, cuando una partida dirigida por el cura Benet Tristany entró en
      Cervera para hacerse con
      dinero y municiones. Algunos historiadores toman este suceso como
      el inicio de la Segunda Guerra
        Carlista. 
    
El 21 de febrero Taylor fue
      informado de la cercanía del ejército de Santa Anna
      (que se había reducido a unos 10.000 hombres a causa de las
      deserciones durante la marcha). Inmediatamente, Taylor se
      atrincheró en el rancho de Buena Vista, situado a unos 65 km de Monterrey.
      Santa Anna pensó que los estadounidenses se retiraban, por
      lo que el 22 de febrero les
      pidió que se rindieran. Sin embargo, esa idea nunca
      había pasado por la cabeza de Taylor y así le fue
      comunicado. Santa Anna atacó al amanecer del 23 de febrero. La batalla de Buena Vista se
      prolongó hasta el anochecer. Los mexicanos, superiores en
      número, lograron algunas victorias locales sobre los
      estadounidenses, pero Santa Anna se dio cuenta de que no
      podía romper las líneas enemigas, que se
      recomponían bajo la eficiente dirección de Taylor, y
      cada acometida le suponía muchas bajas. Al finalizar el
      día había perdido casi cuatro mil hombres entre
      muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. Las bajas de Taylor
      eran poco más de setecientas. Pero a Santa Anna se le
      ocurrió una forma muy astuta de ganar la batalla:
      afirmarlo. Durante la noche, declaró que el enfrentamiento
      había sido una victoria y se retiró con sus hombres
      a marchas forzadas no fuera que al día siguiente su
      "victoria" no lo pareciera tanto. La fama de Taylor creció
      como la espuma.
    
Valentín Gómez Farías había dispuesto
      que varios regimientos se dirigieran a Veracruz para defenderlo
      del inminente ataque estadounidense, pero algunos oficiales
      consideraron que era un momento tan bueno como cualquier otro para
      dar un golpe de estado. El 27 de
        febrero el general Matías
        de la Peña Barragán se rebeló contra
      el gobierno pidiendo que Santa Anna asumiera la presidencia y que
      se derogaran las leyes de amortización.
      
      Mientras tanto, Alexander Doniphan seguía su marcha hacia
      Chihuahua con unos mil hombres. Pensaba cruzar el río Sacramento por un vado, pero
      ese mismo día se enteró de que estaba protegido por
      un ejército mexicano de unos 4.000 hombres. El 28 de febrero Doniphan inició
      un ataque muy bien calculado y logró cruzar el río y
      tomar la artillería mexicana. Al cabo de menos de una hora
      los mexicanos huían en desbandada.
    
Ese mismo día moría el presidente haitiano
      Jean-Baptiste Riché. Al parecer murió envenenado,
      pues pretendía llevar adelante reformas políticas
      similares a las que he costaron el puesto a su predecesor,
      Jean-Louis Pierrot. La clase dirigente haitiana estaba harta de
      presidentes con ideas propias, así que esta vez
      buscó un sucesor que ofreciera garantías de no tener
      grandes iniciativas: el general Faustin-Élie
        Sououque, un antiguo esclavo de sesenta y cinco
      años de escasa educación.
    
El 1 de marzo el
      ejército gubernamental venezolano derrotó
      decisivamente al ejército de los rebeldes Rangel y Zamora
      en el sitio del Pagüito.
      
    
El 2 de marzo Doniphan entraba
      en Chihuahua.
    
Entre las especulaciones sobre por qué Santa Anna
      huyó de Buena Vista, una de ellas afirma que el general
      recibió noticias del golpe de estado que se estaba
      fraguando en su favor, y quiso regresar a la capital cuanto antes.
      En cualquier caso, el 9 de marzo
      envió un mensaje a Gómez Farías en el que le
      comunicaba que estaba dispuesto a asumir el gobierno para acabar
      con los disturbios. Mientras tanto, el general Scott ponía
      bajo asedio a Veracruz, que, a causa del oportuno estado de
      rebelión que vivía México, contaba con poco
      más de 3.000 hombres para defenderse de los 12.000
      estadounidenses que la sitiaban.
    
Justo José de Urquiza estaba tratando de llegar a un nuevo
      acuerdo similar al tratado de Alcaraz que había firmado el
      año anterior con el gobernador de Corrientes, Juan
      Madariaga, pero que Juan Manuel de Rosas había rechazado.
      Sin embargo, el 10 de marzo
      Madariaga dio por cerradas las conversaciones sin haber llegado a
      un consenso.
    
El 14 de marzo una patrulla
      mató a Francisco José Rangel. Fue decapitado y su
      cabeza fue llevada a Caracas.
    
El 21 de marzo Santa Anna
      prestó juramento como presidente de los Estados Unidos
      Mexicanos.
    
El emperador vietnamita Thieu Tri había encarcelado a
      varios misioneros católicos que se obstinaban en entrar
      ilegalmente en el país tras haber sido expulsados. El 23 de marzo una flota de guerra
      francesa llegó a las costas vietnamitas para exigir
      garantías de seguridad para los ciudadanos franceses y el
      cese de la persecución de misioneros. Por una
      cuestión de orgullo, los funcionarios no hicieron llegar a
      los franceses la respuesta del emperador, y la flota empezó
      a destruir sistemáticamente los fuertes costeros y las
      naves vietnamitas. La respuesta del emperador fue considerar a los
      misioneros cristianos como espías extranjeros y ordenar su
      ejecución inmediata.
    
El 25 de marzo fue capturado
      el rebelde venezolano Ezequiel Zamora. Fue juzgado y condenado a
      muerte, pero el presidente Monagas le conmutó la pena
      capital por la de diez años de prisión.
    
Scott recibió informes de que Santa Anna se dirigía
      a Veracruz con un ejército, así que
      intensificó el ataque sobre la ciudad y la sometió a
      un bombardeo continuo. El 25 de marzo
      una comisión de notables pidió una tregua para que
      las mujeres y los niños pudieran abandonar la ciudad, pero
      Scott no podía perder el tiempo y el bombardeo
      continuó. Esa misma noche los mexicanos se ofrecieron para
      negociar la rendición, que tuvo lugar el 29 de marzo. Los estadounidenses
      contaron apenas 13 muertos y 55 heridos, mientras que entre los
      mexicanos hubo casi 800 muertos, la mitad de ellos civiles. No
      obstante, entre los soldados estadounidenses se declaró un
      brote de fiebre amarilla.
    
El 2 de abril Santa Anna
      cedió la presidencia de México al general Pedro María de Anaya. 
    
Mientras tanto los estadounidenses capturaban a Pablo Montoya y
      Tomás Romero, los cabecillas de la revuelta de Nuevo
      México. El indio Romero fue asesinado en su celda por un
      soldado antes de ser juzgado, mientras que Montoya fue juzgado y
      ahorcado el 6 de abril. En
      total hubo 21 ahorcamientos públicos.
    
El 18 de abril los
      ejércitos de Santa Anna y Scott se enfrentaron en la
      batalla de Cerro Gordo.
      Santa Anna contaba con unos 7.000 hombres, mientras que Scott
      tenía algo más de 8.000. Los estadounidenses
      barrieron a los mexicanos, que acabaron con un millar de bajas y
      unos 3.000 hombres hechos prisioneros. Las bajas estadounidenses
      fueron moderadas. Al mismo tiempo, el comodoro Mattew Perry
      hacía progresos en el bloqueo del golfo de México.
      Ese mismo día tomó el puerto de Tuxpan. 
    
El jefe supremo de Costa Rica, José María Alfaro
      Zamora, promulgó una constitución y convocó
      elecciones, en las que fue derrotado por José María Castro
        Madriz, que el 8 de mayo
      paso a ser el nuevo presidente de Costa Rica.
    
El 15 de mayo Scott entraba en
      Puebla, a 120 km de la
      capital mexicana, sin encontrar resistencia alguna. Allí se
      dispuso a reorganizar su ejército y esperar refuerzos. Ante
      el fracaso del ejército, el presidente Anaya había
      autorizado la formación de guerrillas que trataran de
      hostigar en lo posible a los enemigos.
    
Ese mismo día murió en Génova el
      irlandés Daniel O'Connell, en el transcurso de una
      peregrinación a Roma.
    
El año anterior un médico húngaro llamado Ignaz Semmelweis había
      sido contratado como auxiliar en la primera clínica de
      obstetricial del Hospital General de Viena. El hospital
      tenía dos clínicas, que atendían
      gratuitamente a mujeres embarazadas que no podían hacerse
      cargo de sus hijos (en muchos casos eran prostitutas o mujeres de
      baja condición social que habían concebido un hijo
      ilegítimo). Era una medida destinada a evitar el
      infanticidio de hijos no deseados. A cambio de los servicios
      gratuitos, las mujeres consentían en participar como
      pacientes en las prácticas de los estudiantes de medicina.
      Era bien conocido que la cantidad de mujeres que morían en
      la primera clínica a consecuencia de la fiebre puerperal era mucho
      mayor que en la segunda. Las nuevas pacientes eran asignadas un
      día a una clínica y al día siguiente al otro
      (con lo que la asignación resultaba totalmente aleatoria),
      pero Semmelweis contaba haber visto mujeres arrodilladas
      suplicando que no las inscribieran en la primera. Algunas incluso
      preferían tener a sus hijos en la calle. La diferencia era
      de un 10% de muertes en la primera clínica frente a un 4%
      en la segunda. Semmelweis estaba intrigado (o más bien
      obsesionado) por explicar esa diferencia. De hecho, los casos de
      fiebre puerperal en las mujeres que tenían a sus hijos en
      la calle era incluso menor que en ambas clínicas.
      Semmelweis trató de encontrar diferencias significativas
      entre ambas clínicas y sólo encontró una: en
      la primera se entrenaban los estudiantes de medicina, mientras que
      en la segunda lo hacían las matronas. Ese año, un
      médico amigo suyo llamado Jakob
        Kolletschka murió poco después de haberse
      cortado con un bisturí mientras realizaba una autopsia, y
      su cadáver mostró características similares a
      los de las mujeres que morían de fiebre puerperal. Esto
      llevó a Semmelweis a conjeturar que los estudiantes de
      medicina transmitían algún género de "partículas
        cadavéricas" de los cadáveres que
      examinaban en las autopsias a las pacientes que examinaban en la
      clínica. Entonces obligó a los estudiantes a lavarse
      las manos antes de entrar en la clínica con hipoclorito de
      calcio. La mortalidad del més de abril había sido
      del 18%, mientras que en junio pasó a ser del 2.2%, en
      julio del 1.2%, en agosto del 1.9% y al año siguiente hubo
      dos meses con mortalidad nula.
    
El carlista Benet Tristany, tras haber sufrido algunas derrotas,
      fue capturado con sus principales colaboradores, y todos ellos
      fueron fusilados el 17 de mayo.
      Sin embargo, el número de guerrilleros carlistas
      había ido aumentando a lo largo del año, y a la
      sazón se calcula que había unos 4.000. A ellos se
      enfrentaba el general Manuel
        Pavía al frente de un ejército regular de
      unos 40.000 hombres.
    
El 20 de mayo Santa Anna
      retomó la presidencia de México.
    
Los rebeldes de Nuevo México se habían reorganizado
      y el 26 de mayo unos quinientos
      de ellos, entre mexicanos e indios, tendieron una emboscada a unos
      200 soldados en marcha por un desfiladero llamado Red River Canyon. Los
      estadounidenses repelieron el ataque con mínimas bajas, y
      los rebeldes intentaron una nueva acometida al día
      siguiente, pero también fueron rechazados dejando al menos
      17 muertos, frente a los 5 muertos y 9 heridos en sus propias
      filas.
    
Karl Marx había creado en Bruselas un Comité de correspondencia
        comunista, integrado por quince hombres, pero en junio se unió con una
      sociedad secreta londinense llamada Liga de los justos, que había sido
      fundada en París por trabajadores alemanes hacía
      once años, pero que había tenido que trasladarse a
      Gran Bretaña y ahora contaba con cerca de un millar de
      miembros en varios países, incluidos algunos de
      Latinoamérica. La unión se realizó en un
      congreso celebrado en Londres, al que acudió Engels. En
      él se decidió cambiar el nombre de la liga por el de
      Liga comunista.
      Además, Engels convenció a los representantes para
      que cambiaran el lema de la Liga de los justos (que era "Todos los hombres son hermanos")
      por una frase de Marx: ¡Trabajadores
        de todos los países, uníos!  Marx
      introdujo algunas reformas, como la de suprimir lo que el llamaba
      "autoritarismo supersticioso",
      en referencia a los rituales más o menos teatrales que
      acostumbraban a celebrar las sociedades secretas.
    
El 16 de junio, tras dos
      días de operaciones, Mattew Perry tomó el puerto de
      Tabasco, con lo que los estadounidenses controlaban ya todos los
      puertos relevantes del golfo de México.
    
El 6 de julio un destacamento
      de unos 60 soldados estadounidenses se presentó en Las Vegas (Nuevo
      México) en busca de unos milicianos rebeldes que
      habían matado a tres soldados unos días antes. La
      ciudad estaba defendida por una cantidad indeterminada de
      rebeldes, pero al cabo de quince minutos de combate se
      habían dado a la fuga dejando unos cincuenta prisioneros.
      Tras el combate, los estadounidenses encontraron los
      cadáveres de los tres soldados que buscaban, incendiaron
      algunos edificios como represalia y abandonaron la ciudad con los
      prisioneros, que fueron llevados a Santa Fe. Seis de ellos
      serían ahorcados al mes siguiente.
    
En Francia había estallado un escándalo
      político, cuando salió a la luz que, cuatro
      años atrás, el general Amédée Despans-Cubières
      (ex-ministro de la guerra del rey Luis Felipe I) había
      sobornado al entonces ministro de trabajos públicos, Jean-Baptiste Teste, para que
      le concediera la explotación de una mina de sal. El 8 de julio ambos ex-ministros y
      otros implicados acudieron a declarar ante la Cámara de los
      Pares por decisión del rey.
    
Luis Felipe I había prohibido las reuniones de liberales y
      demócratas, pero la oposición empezó a
      organizar reuniones bajo el inocente nombre de "banquetes", el primero de
      los cuales se celebró en París el 9 de julio, con 1.200 "invitados",
      entre los que había 86 diputados. Los "banquetes" se
      celebraban abiertamente, incluso con una orquesta de
      acompañamiento durante la comida (cada invitado se pagaba
      la suya). Al terminar la comida empezaban los "discursos", que los
      convertían en auténticas reuniones políticas.
    
Ese mismo día unos 200 rebeldes de Nuevo México
      atacaron a una guarnición estadounidense en Cienega Creek, que se vio
      obligada a retirarse a las afueras. Los rebeldes localizaron su
      nueva posición y volvieron a atacar, entablándose
      así un sangriento combate del que los estadounidenses
      resultaron vencedores. Fue el último incidente
      bélico que tuvo lugar en Nuevo México. Los rebeldes
      se desalentaron y abandonaron la lucha.
    
El 17 de julio el general
      Despans-Cubières fue condenado a la degradación
      cívica y a pagar una multa de 10.000 francos, mientras que
      Jean-Baptiste Teste fue condenado a tres años de
      prisión, la devolución al Estado de los 94.000
      francos del soborno y al pago del mismo importe al hospicio de
      París.
    
Con la Alta California ya pacificada, las fuerzas estadounidenses
      pasaron a ocupar posiciones estratégicas en la Baja
      California. El 21 de julio una
      compañía de voluntarios de Nueva York
      desembarcó en La Paz
      (en la costa oriental de la península de California) sin
      encontrarse resistencia alguna, y poco después se
      ocupó también San
        José del Cabo, en el sur de la península.
    
Ese mismo día España reconoció la
      independencia de Bolivia.
    
El 22 de julio se
      inauguró la Dieta de
        Nacaome, en Honduras, con representantes de El Salvador,
      Honduras y Nicaragua, en un nuevo intento de formar un estado
      centroamericano unificado. Se invitó a participar a Costa
      Rica y Guatemala, pero no aceptaron.
    
Al llegar la primavera, Brigham Young había salido del
      campamento de invierno con una parte de los mormones constituyendo
      así la vanguardia de su migración hacia el oeste.
      Como muchos de sus seguidores, había contraído la
      llamada fiebre de las
        montañas, y viajaba en una carreta de enfermos. El
      24 de julio llegó al valle del Lago Salado, en
      territorio mexicano, y al verlo dijo: Éste es el lugar, vayamos a él.
      Durante los días siguientes empezaron a roturar la tierra,
      construir un sistema de irrigación y a plantar patatas y
      nabos. Ésos fueron los comienzos de la que con el tiempo
      sería Salt Lake City.
      Por esas fechas terminaba el servicio del batallón
      mormón. No había librado ninguna batalla (excepto
      una contra unos toros salvajes en su marcha hacia Nuevo
      México), pero había colaborado eficientemente en las
      labores de ocupación. Unos pocos se realistaron por seis
      meses más, otros se quedaron en California y otros
      partieron hacia Salt Lake City.
    
Mientras tanto, muchos mormones rigdonitas se sintieron
      defraudados con su nuevo líder y uno de ellos, William, Earl M'Lellin,
      convenció a David Whitmer para que se declarara sucesor de
      Joseph Smith en Kirtland. Muchos rigdonitas se hicieron entonces whitmeritas, entre ellos
      Martin Harris. Sin embargo, Whitmer nunca puso mucho entusiasmo en
      el proyecto y su Iglesia no tardó en disolverse. 
    
Aunque la esclavitud estaba prohibida en México, los
      indios vivían en un estado de servidumbre que en nada se
      diferenciaba de la esclavitud. Entre los peor parados estaban los
      indios mayas, que vivían en la península del
      Yucatán. Todos estaban endeudados con los terratenientes
      para los que trabajaban. Tenían que comprar la comida y
      otros bienes en mercados de sus señores a los precios
      fijados por éstos. Ningún indio podía
      abandonar la tierra de su señor sin saldar su deuda —cosa
      imposible— y las deudas se transmitían de padres a hijos,
      con lo que todos nacían ya endeudados. La península
      de Yucatán se hallaba en estado de rebeldía contra
      México, y en las guerras contra los ejércitos
      gubernamentales los mayas eran usados como "carne de
      cañón". Todas estas circunstancias llevaron a
      algunos caciques mayas a fraguar una revuelta. El 26 de julio fue ahorcado Manuel Antonio Ay, uno de los
      líderes rebeldes, tras un juicio sumarísimo en el
      que se le hizo confesar que, en efecto, planeaba una revuelta.
    
Ese mismo día el gobernador de Liberia, Joseph Jenkins
      Roberts, tras haber celebrado un referéndum,
      proclamó la independencia de la colonia. No se trataba de
      un acto de rebeldía contra los Estados Unidos, sino todo lo
      contrario. La American
        Colonization Society hacía años que
      había quebrado y Liberia era una carga económica
      para los Estados Unidos, así que éstos realizaron
      todos los preparativos necesarios para que los afroamericanos
      proclamaran su independencia. En total había unos 3.000
      colonos, quienes promulgaron una Constitución similar a la
      de los Estados Unidos en la que los indígenas liberianos
      (que constituían el 95% de la población) no
      tenían derecho al voto. En efecto, los americoliberianos
      habían asimilado completamente la cultura estadounidense,
      hablaban inglés, vivían como estadounidenses y
      construían casas e iglesias similares a las
      estadounidenses, y trataban a los nativos como los estadounidenses
      sureños trataban a los negros. No era una cuestión
      de racismo (puesto que los americoliberianos eran tan negros como
      los nativos, o a lo sumo un poco menos), sino de cultura: los
      nativos eran unos salvajes testarudos que pretendían
      mantener su modo primitivo de vida, sus lenguas grotescas y sus
      falsas religiones animistas. No obstante, la colonia de Maryland
      en Liberia no se unió a la nueva república, sino que
      siguió dependiendo de la Maryland
        Colonization Company, pues a ésta le interesaba
      mantener el monopolio comercial con la zona.
    
El 30 de julio el maya Cecilio Chi se rebeló
      en Tepich
      (Yucatán), donde ordenó la muerte de todos los
      blancos.  Jacinto Pat
      se unió a la revuelta desde el sur. La primera
      reacción del gobierno fue matar caciques mayas
      arbitrariamente, aunque no tuvieran ninguna implicación en
      la revuelta.
    
El general Scott se encontraba en un dilema: sabía que los
      méxicanos no tardarían en cortar la larga
      línea de comunicación que lo conectaba con Veracruz,
      con lo que debía decidir si las reforzaba o si continuaba
      su avance renunciando a la comunicación. A la vista de la
      facilidad con la que había avanzado hasta el momento,
      optó por lo primero y el 7 de
        agosto continuó su marcha hacia la Ciudad de
      México. 
    
El coronel Kearny consideraba que, de acuerdo con las
      órdenes recibidas, le correspondía a él
      ocupar el cargo de gobernador de California, y no al coronel John
      C. Fréemont. Solicitó una confirmación a
      Washington y, una vez la recibió, instó a
      Frémont a cederle el mando. Éste se resistió
      y, cuando Kearny perdió la paciencia, lo mandó
      arrestar y lo envió a Washington para ser juzgado en un
      consejo de guerra. Allí fue declarado culpable de
      amotinamiento, desobediencia a un oficial superior y mala
      conducta. No obstante, el presidente Polk, si bien
      consideró adecuada la sentencia, le conmutó la pena
      de expulsión del ejército con deshonor en
      agradecimiento a los servicios prestados. Poco después
      estaba de nuevo en California, donde compró un rancho.
    
El 10 de agosto la flota
      estadounidense en el Pacífico recibió órdenes
      de descender hacia el sur para bloquear Mazatlán y otros puertos de la costa oeste
      por los que México podía recibir suministros.
    
El año anterior una flota francesa había entregado
      a las autoridades coreanas una carta en la que pedía
      explicaciones por la muerte de Pierre Maubant y los otros dos
      misioneros franceses ejecutados nueve años atrás. En
      ella se indicaba que un año después los franceses
      volverían para recibir una respuesta. En su respuesta, el
      gobierno coreano explicó que los misioneros habían
      sido condenados según las leyes coreanas, pues "sus acciones eran más
        criminales que las de los homicidas y los incendiarios".
      El capitán Lapierre,
      al mando de la expedición francesa, rebatió los
      argumentos coreanos y advirtió que cualquier francés
      que en un futuro fuera arrestado en Corea debía ser enviado
      a Pekín, y que en caso contrario el país
      debería atenerse a las consecuencias.
    
El 17 de agosto Scott se
      encontraba ante los suburbios meridionales de la capital mexicana.
      Contaba con unos 8.500 hombres y el 19
        de agosto se enfrentó a unos 5.000 mexicanos bajo
      el mando del general Gabriel
        Valencia en la batalla
        de Padierna, que fue un cúmulo de torpezas por
      parte mexicana contrastada por la brillante actuación de
      Scott. Santa Anna se encontraba cerca con más hombres, pero
      no envió ningún refuerzo a Valencia. Los mexicanos
      tuvieron que retroceder hasta el convento de Santa María de Churubusco,
      donde el general Anaya tomó el mando. Al descontar muertos,
      heridos y desertores, sólo quedaban unos 1.300 hombres,
      mientras que el ejército de Scott estaba
      prácticamente intacto. No obstante, a los mexicanos se
      unió el batallón
        de San Patricio, un grupo de irlandeses que habían
      desertado del ejército estadounidense por causas poco
      claras (hay quien dice que en el ejército no se les dejaba
      celebrar misa los domingos, o que eran discriminados por su
      religión católica, o simplemente que simpatizaron
      con los mexicanos por ser católicos también). El 20 de agosto se produjo un nuevo
      enfrentamiento, que terminó cuando, tras un duro combate,
      los estadounidenses entraron en el convento. El general Anaya fue
      hecho prisionero y se cuenta que, cuando un oficial le
      pidió que entregara las municiones de que dispusiera,
      respondió: Si hubiera
        parque (municiones), no
        estarían ustedes aquí. Los desertores del
      batallón de San Patricio fueron juzgados, algunos fueron
      ahorcados y a otros se les marcó con hierro candente en la
      mejilla una D de desertores.
    
El 24 de agosto se
      suicidó en prisión el duque Carlos de Choiseul-Praslin,
      que una semana antes había sido detenido por la
      policía de París por haber matado a su esposa con un
      cuchillo, por desavenencias matrimoniales. La oposición al
      rey Luis Felipe I usó el asunto para censurar la
      corrupción de las costumbres de la alta sociedad que
      rodeaba al monarca. Incluso se llegó a insinuar que el
      suicidio había sido fingido por el gobierno para dejar
      escapar al duque en secreto.
    
El 3 de septiembre la reina
      Isabel II de España firmó un decreto por el que el
      general Espartero podía regresar de su exilio en Gran
      Bretaña y, más aún, lo nombraba senador. No
      obstante, Espartero no regresó de momento, porque poco
      después fue nombrado embajador de España en Gran
      Bretaña.
    
El 8 de septiembre Scott se
      encontraba en los campos de Molino
de
        Rey, a 3 km de las murallas de la Ciudad de
      México, al frente de un destacamento de unos 2.800
      soldados. Allí le esperaba atrincherado un ejército
      de unos 4.000 mexicanos, que sufrió una nueva derrota.
    
El siguiente obstáculo que tuvo que superar Scott para
      llegar a la Ciudad de México fue el castillo de Chapultepec, un colegio
      militar donde Santa Anna había dispuesto unos 4000 soldados
      de infantería bajo la dirección de Nicolás
      Bravo. Esta vez Scott contaba con 13.000 soldados, que el 13 de septiembre le proporcionaron
      una nueva victoria. Entre las bajas mexicanas estuvieron seis
      cadetes de entre 14 y 18 años que pidieron permiso para
      quedarse en el castillo cuando fue desalojado por el
      ejército y que son recordados como los Niños héroes de
        Chapultepec. Nicolás Bravo fue hecho prisionero.
      Esa misma noche los estadounidenses entraban en la capital
      mexicana. El 14 de septiembre
      tuvieron que luchar en las calles de la ciudad y al llegar la
      noche Gómez Farías se rindió y la bandera
      estadounidense ondeó en la Ciudad de México. Santa
      Anna había huido de la ciudad camino de Puebla, donde ese
      mismo día el general Joaquín
        Rea pedía la rendición de la
      guarnición que Scott había dejado. Ante la negativa,
      inició un asedio. El 15 de septiembre el congreso mexicano
      nombró presidente provisional al presidente del Tribunal
      Supremo, Manuel de la
        Peña y Peña. 
    
El 22 de septiembre Santa Anna
      llegó a Puebla y solicitó nuevamente la
      rendición de la plaza, y nuevamente los estadounidenses se
      negaron en redondo.
    
El 30 de septiembre un buque
      estadounidense entró bajo bandera británica al
      puerto de Mulege, en la
      costa oriental de la península de California y, un vez
      anclado en el puerto, izó la bandera estadounidense. El 1 de octubre el capitán
      exigió a las autoridades de la ciudad que depusieran las
      armas, que se comprometieran a mantenerse neutrales y que no
      tuvieran ningún contacto conl la costa oriental del golfo
      de California. La mayor autoridad militar mexicana en Mulege era
      el capitán Manuel Pineda,
      al frente de unos doscientos milicianos, que respondió
      protestando por el uso de la bandera británica para entrar
      en el puerto y negándose a acatar las exigencias
      estadounidenses. Tras esta respuesta, una partida de soldados
      desembarcó al tiempo que la artillería bombardeaba
      el puerto y, sin mucha dificultad, expulsaron a todos los
      milicianos. Unos días después el puerto mexicano de
      Guaymas cayó en
      poder de los estadounidenses.
    
Las pugnas y tensiones entre moderados y liberales habían
      hecho que, a lo largo del año, España hubiera tenido
      cuatro primeros ministros sucesivos, todos del partido moderado, y
      el 4 de octubre Narváez
      se convirtió en el quinto.
    
El 5 de octubre Joseph Jenkins
      Roberts ganó las primeras elecciones presidenciales
      liberianas.
    
El 7 de octubre la Dieta de
      Nacaome aprobó un convenio para crear un gobierno
      centroamericano provisional y convocar una asamblea constituyente,
      pero El Salvador no lo ratificó y quedó sin efecto.
    
El general Scott envió al general Joseph Lane con 3.000
      hombres para liberar a Puebla del asedio de los mexicanos. El 8 de octubre sus espías le
      informaron de que Santa Anna se había marchado de Puebla
      con casi la mitad del ejército de Rea, y que se encontraba
      en Huamantla, camino de
      Veracruz. El 9 de octubre la
      vanguardia de Lane, dirigida por el capitán Samuel Walker atacó a
      los mexicanos en dicha ciudad, pero Santa Anna dirigió un
      contraataque que mantuvo a raya a los estadounidenses y Walker
      murió. Más tarde llegó Lane con el grueso del
      ejército y expulsó a los mexicanos de Huamantla.
      Cuando se enteró de la muerte de Walker dio permiso a sus
      hombres para que incendiaran y saquearan la ciudad. Poco
      después Manuel de la Peña entregaba el mando del
      ejército (que hasta el momento había detentado Santa
      Anna) a José Joaquín de Herrera. Santa Anna se
      exilió en Nueva Granada.
    
A principios de año, Samuel Walker había encargado
      a Samuel Colt la fabricación de 1.000 revólveres.
      Hacía tiempo que Colt había cerrado su
      fábrica de armas, pero creó un nuevo diseño
      de revólver en colaboración con Walker y
      encargó su fabricación a Eli Whitner Blake, sobrino del inventor de la
      desmotadora, que había abandonado sus estudios de derecho
      para colaborar con su tío en su fábrica de armas.
      Tras la muerte de su tío se asoció con sus dos
      hermanos y, además de armas, fabricaba cerraduras, bisagras
      y otros mecanismos de diseño propio que habían
      patentado. Whitner fabricó los mil nuevos colts Walker solicitados, y
      pronto tuvo que satisfacer un nuevo pedido de otros mil. Colt
      recibió 10 dólares por cada pieza vendida.
    
El 12 de octubre Lane
      dispersó a los soldados que asediaban Puebla.
    
En noviembre se celebró
      en Londres el segundo congreso de la Liga Comunista, al que
      asistieron Marx y Engels, los cuales recibieron el encargo de
      redactar un manifiesto que expresara los objetivos de la
      organización. Ese año Marx publicó en
      París y Bruselas La
        miseria de la filosofía, en alusión a la
      obra de Proudhon, La
        filosofía de la miseria, y en él rebate los
      argumentos económicos y filosóficos del autor
      francés.
    
El 4 de noviembre murió
      el compositor Felix Mendelsohnn de una apoplejía a los 48
      años de edad.
    
Ese mismo día murió el emperador vietnamita Thieu
      Tri. Fue sucedido por su hijo Tu
        Duc, que era más radical que su padre en su
      aversión a toda innovación y a toda influencia
      extranjera. No obstante, no hizo efectiva la orden que
      había dictado su padre de ejecutar a todos los misioneros
      católicos. 
    
El 16 de noviembre Manuel
      Pineda, al frente de unos 300 milicianos, trató de
      arrebatar La Paz a los estadounidenses, pero tuvo que desistir al
      segundo día. Por esas fechas los estadounidenses ocuparon
      el puerto de Mazatlán.
    
El 20 de noviembre
      murió el príncipe elector Guillermo II de
      Hesse-Kassel. Fue sucedido por su hijo Federico Guillermo, que ya
      llevaba más de diez años como regente. El nuevo
      príncipe elector planeó un golpe de estado para
      abolir la constitución y aumentar su poder, pero no
      contó con el apoyo del ejército y su proyecto no
      prosperó.
    
Mientras tanto Manuel Pineda enviaba a unos 150 milicianos a
      retomar San José del Cabo, pero nuevamente el intento fue
      abandonado al segundo día.
    
En Argentina, tras la ruptura de las negociaciones entre Juan
      Madariaga y Justo José de Urquiza, éste pidió
      instrucciones a Juan Manuel de Rosas, quien le ordenó
      atacar de nuevo a Madariaga. Urquiza trató de retrasar en
      lo posible el enfrentamiento, pues confiaba en convencer a Rosas
      de que aceptara un acuerdo de paz, pero llegó un punto en
      que Rosas podría ver como un desafío la
      dilación, y así el 27 de
        noviembre Urquiza y Madariaga se enfrentaron en la batalla de Vences. Urquiza
      obtuvo un éxito completo. Los correntinos contaron 700
      muertos, más los que fueron degollados y fusilados
      después de haberse rendido. Madariaga y sus allegados
      tuvieron que huir al Paraguay, desde donde luego pasaron a Brasil.
      En corrientes se reunió de nuevo la legislatura federal que
      Madariaga había disuelto y ésta eligió como
      gobernador a Benjamín
        Virasoro, quien colaboró completamente con Rosas,
      de modo que el caudillo bonaerense era finalmente acatado por
      todas las provincias Argentinas (salvo el Paraguay, al que Rosas
      también consideraba como tal).
    
Mientras tanto Manuel Pineda lograba poner bajo asedio la ciudad
      de La Paz con 500 milicianos. Ese mismo día lanzó un
      ataque contra la guarnición estadounidense, pero
      resultó en un nuevo fracaso.
    
El 29 de noviembre la colonia
      polaca en París celebró el decimoséptimo
      aniversario de la insurrección polaca contra Rusia. El ruso
      Mijaíl Bakunin fue invitado a pronunciar un discurso, en el
      que afirmó que la emancipación de Polonia
      sería también la emancipación de Rusia, e
      instó a los polacos a salvar a Rusia combatiéndola.
      Predicó un alzamiento en rusia de campesinos y soldados
      unidos con la juventud para derribar el poder del zar. La embajada
      rusa presentó una queja y, poco después, Bakunin fue
      expulsado de Francia. Marchó a Bruselas a reunirse con
      Marx.
    
El uruguayo Fructuoso Rivera había iniciado unas
      negociaciones con Manuel Oribe sin el consentimiento del gobierno,
      por lo que el 4 de diciembre
      fue arrestado y deportado al Brasil en un buque francés "por todo el tiempo que dure la
        presente guerra". 
    
El 7 de diciembre, en su
      informe anual ante el Congreso, el presidente Polk afirmó:
    
Poco después del inicio de la guerra, Nuevo México y las Californias fueron ocupadas por nuestras fuerzas. Nuestros oficiales militares y navales recibieron órdenes de conquistarlas y retenerlas en espera de lo que disponga un tratado de paz. Esas provincias están ahora indiscutiblemente en nuestro poder y así lo han estado durante varios meses. La resistencia por parte de México se ha reducido a un mínimo [...] Estoy satisfecho de que nunca tendrán que ser devueltas a México.
El "mínimo de resistencia" era principalmente el
      infatigable Manuel Pineda, que tenía La Paz bajo asedio,
      pero el asedio duró lo que tardó en llegar un buque
      de guerra estadounidense. El 8 de
        diciembre, al verlo venir, Pineda ordenó la
      retirada a sus hombres.
    
Seis grandes terratenientes irlandeses habían sido
      asesinados a tiros, así como otros propietarios menores,
      por lo que el parlamento aprobó una ley que permitía
      actuar más enérgicamente contra estas acciones y se
      enviaron a Irlanda tropas adicionales.
    
El 17 de diciembre
      murió María Luisa de Austría, la que fuera
      segunda esposa de Napoleón I. El congreso de Viena le
      había concedido el ducado de Parma, con carácter
      vitalicio pero no hereditario. Según lo previsto, el duque
      de Lucca (hijo del duque Carlos I de Parma) recuperó el
      ducado como Carlos II. 
    
Después de haber librado algunos combates contra los
      franceses, el argelino Abd al-Qádir se había visto
      obligado a refugiarse en Marruecos, pero el sultán Abd
      al-Rahmán estaba aliado con Francia y logró
      expulsarlo de su territorio. El 21 de
        diciembre, de nuevo en Argelia, se vio perseguido por los
      franceses y envió una carta ofreciendo su rendición
      a cambio de que se le permitiera retirarse a Alejandría o a
      Acre. El general Louis de
        Lamoricière aceptó esta condición.
    
En Bolivia, varios caudillos disputaban la presidencia a
      José Ballivián. Los más importantes eran el
      ex presidente José Miguel de Velasco y Manuel Isidoro Belzu.
      Éste se dirigía hacia la capital al frente de un
      ejército. Ballivián, viéndose incapaz de
      detenerlo, renunció a la presidencia el 23 de diciembre, cedió el
      mando al presidente del consejo de Estado, Eusebio Guilarte Vera y
      huyó a Chile (y de ahí a Brasil) antes de que Belzu
      lo capturara.
    
Ese mismo día Emma Smith se casó con el mayor Lewis Crum Bidamon, que no era
      mormón. Vivieron en la entonces casi desértica
      Nauvoo.
    
El 24 de diciembre Abd
      al-Qádir se entregó a los franceses. El gobernador
      general de Argelia, Enrique de Orleans, ratificó el
      compromiso de enviarlo a Alejandría o a Acre, aunque era
      necesaria la aprobación de su padre, el rey Luis Felipe I.
      Abd al-Qádir insistió en abandonar Argelia lo antes
      posible y se le ofreció ser llevado a Francia
      provisionalmente ese mismo día. Así, el emir
      embarcó junto con su séquito, formado por 61
      hombres, 21 mujeres y 15 niños (entre ellos su madre, sus
      tres esposas y sus dos hijos).
    
En diversas ciudades de Francia (París, Orleans, L'ille,
      Dijon, Amiens, Ruen)  se habían celebrado ya casi 70
      "banquetes" que habían llegado a reunir entre todos a unos
      17.000 "invitados" de todas las tendencias políticas. Los
      "invitados" se oponían a la política del gobierno y
      propugnaban, entre otras cosas, una reforma electoral que
      aumentara el censo de votantes. Durante unos meses fueron
      tolerados, pero el 25 de diciembre
      el gobierno los prohibío.
    
El 27 de diciembre Brigham
      Young ya había reorganizado el Negocio de los Santos de los
      Últimos Días en Salt Lake City, con él mismo
      como presidente, por supuesto. Para esa fecha, cerca de 2.000
      mormones habían completado el trayecto desde el campamento
      de invierno en Iowa hasta Salt Lake City, en México, y
      aún quedaban muchos más que emprenderían el
      viaje al pasar el invierno.
    
El 28 de diciembre se
      inauguró una nueva legislatura en Francia, y el discurso
      del rey Luis Felipe I, que rechazaba toda reforma, relanzó
      la campaña de los banquetes, aunque ahora fueran ilegales.
    
El 29 de diciembre Abd
      al-Qádir desembarcó en Toulon y fue puesto en
      cuarentena.
    
En Suiza se descubrió que, dos años atrás,
      siete cantones católicos habían formado una alianza
      secreta llamada Sonderbund
      (alianza particular) y que ahora ésta intentaba aliarse con
      Austria. El parlamento suizo, dominado por protestantes
      radicalmente contrarios a los católicos, exigió la
      disolución de la Sonderbund,
      pero los cantones que la integraban se negaron a acatar la orden y
      el ejército intervino en una mini guerra civil que, al
      parecer, dejó menos de un centenar de muertos, pero en la
      que los protestantes lograron imponerse, expulsaron a los jesuitas
      de territorio suizo y empezaron a preparar una nueva
      constitución más centralista.
    
El Bab había pasado unos meses en un campo cercano a Teherán sin que se le diera ocasión de ver al Sha, que había reclamado su presencia. El primer ministro hizo que fuera llevado a Tabriz, donde fue encarcelado. Poco después fue trasladado a una fortaleza cercana a la frontera turca. Allí empezó a escribir el llamado Bayán persa, en el que se identifica a sí mismo con el duodécimo imán que esperaban los chiitas, y declara derogada la ley islámica, que debía ser sustituida por la ley babista. Todo el libro (que quedaría incompleto) gira alrededor de "Aquel a quien Dios pondrá de manifiesto", que es un nuevo profeta que estaba por venir.
Samuel Morse hizo una demostración de su telégrafo ante el sultán Abdulmecit I, que le otorgó la patente de su invento para el Imperio Otomano.
Un profesor de química de la universidad de Turín
      llamado Ascanio Sobrero
      sintetizó por primera vez una sustancia química, un
      líquido, al que llamó piroglicerina, aunque más tarde se le dio
      el nombre de nitroglicerina.
      Se trataba de un potente explosivo muy difícil de
      controlar, pues cualquier movimiento brusco bastaba para hacerla
      explotar con una potencia muy superior a la de la pólvora.
      Sobrero desaconsejó enérgicamente su uso, tanto en
      cartas privadas como en un artículo en un periódico,
      debido a su enorme peligro.
    
Un joven médico llamado Hermann
von
        Helmholtz, había estudiado algunos trabajos de
      física en relación con un estudio sobre el
      metabolismo muscular, y ahora publicaba un tratado titulado Sobre la conservación de la
        fuerza, en el que postulaba que la energía
      mecánica, el calor, la luz, la electricidad y el magnetismo
      eran manifestaciones de una misma "fuerza" (hoy diríamos
      energía). Así, se considera que von Helmholtz fue el
      primero en enunciar el principio
        de conservación de la energía en toda su
      generalidad. En su trabajo citaba a Joule, pero no a von Mayer, lo
      que alimentó la controversia que ya existía entre
      ambos sobre la prioridad en el establecimiento de la equivalencia
      entre calor y trabajo. Ese año Joule presentó su
      teoría en Oxford ante varios científicos eminentes,
      entre los cuales se encontraban Michael Faraday, George Gabriel Stokes (autor
      de importantes contribuciones a la mecánica de fluidos y al
      estudio de la aberración de la luz) y el joven William
      Thompson, que se mostró escéptico ante las ideas de
      Joule. Éste trataba de desacreditar la teoría del
      calórico, según la cual el calor era una sustancia
      que se transmite entre los cuerpos, y con ella la
      termodinámica desarrollada por Carnot y Clapeyron, que se
      fundaba en aquélla. Sin embargo Thompson se dio cuenta de
      que la termodinámica tenía una razonable base
      experimental y se dedicó a diseñar nuevos
      experimentos que la confirmaran. Ya en 1848
      extendió la teoría de Carnot-Clapeyron para
      conjeturar que debía existir una temperatura mínima,
      un cero absoluto. Sin
      embargo, al mismo tiempo empezó a dudar de la teoría
      del calórico y se planteó la posibilidad de que las
      teorías de Joule fueran compatibles con la
      termodinámica.
    
Ese año una muchedumbre incendió el templo que los
      mormones habían dejado en Nauvoo.
    
El presidente de Haití, Faustin Soulouque, resultó
      tener más carácter del que se le había
      supuesto y llevó adelante una política en favor de
      los negros frente a los mulatos. Ese año se hizo nombrar
      presidente vitalicio.
    
En Somalia murió el sultán Yusuf Mahamud Ibrahim,
      que fue sucedido por su hijo Ahmed
        Yusuf. 
    
Alejandro Dumas hijo publicó su novela La dama de las camelias, en
      la que presenta una versión muy idealizada de la
      relación que había mantenido con Marie Duplessis,
      convertida en Margherite
        Gautier, mientras que él mismo se identifica con
      el personaje de sus mismas iniciales: Armand Duval. Pronto fue adaptada como obra de
      teatro y tuvo un gran éxito, lo que le animó a
      proseguir su carrera como dramaturgo.
    
Charles Dickens terminó la publicación por entregas
      de su novela Dombey and son,
      iniciada dos años atrás.
    
Robert Schumann compuso su única ópera Genoveva. Su propósito
      era abolir los recitativos, a los que consideraba una
      interrupción del fluir de la música. 
    
John Stuart Mill publicó sus Principios de economía política,
      considerado como una de las obras más importantes de
      economía política del siglo XIX.
    
El astrónomo estadounidense William Cranch Bond, de la universidad de Harvard
      y su hijo George Philipps Bond
      descubrieron un nuevo satélite de Saturno, que dos
      días después fue descubierto independientemente por
      el británico William Lassell, que le dio el nombre de Hiperión. 
    
El físico francés Hippolyte
        Fizeau redescubrió el efecto Doppler, por el que
      la luz emitida por un cuerpo en movimiento se ve más rojiza
      si se aleja del observador y más violácea si se
      acerca a él. Esto ya lo había predicho Christian
      Doppler seis años atrás, pero Fiezeau hizo una
      observación adicional que, al menos en teoría,
      permitiría medir la velocidad con la que las estrellas se
      acercan o se alejan de la Tierra: el espectro de la luz procedente
      de cada estrella presenta unas líneas oscuras, las llamadas
      líneas de Fraunhofer, que indican que ciertos colores muy
      precisos no están presentes en ella. Estas líneas no
      son exactamente las mismas en todas las estrellas, pero hay
      ciertos patrones que se repiten en todas ellas. Fizeau
      observó que, en una estrella que se acerca o se aleja de la
      Tierra, esas líneas de Frauhofer estarán desplazadas
      hacia el rojo o el violeta respecto a las que aparecen en el Sol,
      y midiendo dicho desplazamiento se puede calcular la velocidad con
      la que la estrella se acerca o se aleja. 
    
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