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                  GUERRA DE SECESIÓN V | SIGUIENTE | 
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El ejército paraguayo continuaba con su invasión de
      Brasil. Tras haber hundido algunos barcos en el río
      Paraguay, el 1 de enero de 1865
      tomó sin lucha el presidio de Albuquerque. 
    
El 2 de enero el
      ejército brasileño, aliado con los colorados
      uruguayos, tomó la ciudad de Paysandú tras un mes de
      asedio. Mientras tanto, la guarnición brasileña en Corumbá decidió
      abandonar la plaza ante la inminente llegada del ejército
      paraguayo, que la ocupó y saqueó el 3 de enero. 
    
El 6 de enero el
      ejército brasileño abordó el vapor
      Anhambaí y asesinó a su tripulación.
    
El 13 de enero se
      inició un nuevo ataque federal contra Fort Fisher, de nuevo
      con David D. Porter al mando de la flota, pero ahora la ventaja
      era que Butler no estaba al mando, sino que la infantería
      estuvo dirigida por el mayor Alfred
        Howe Terry. El primer día se dedicó al
      desembarco de las tropas, sin que los confederados opusieran
      resistencia. El 15 de enero los
      barcos de Porter empezaron a bombardear el fuerte y a
      mediodía habían silenciado a toda la
      artillería confederada excepto cuatro cañones. Luego
      siguió el ataque por tierra de Terry que, al cabo de unas
      horas, se hizo con el fuerte.
    
Un ejército japonés de unos 10.000 soldados
      dirigidos por Tokugawa Keiki logró reducir a los
      insurgentes de Mito. Se calcula que murieron unos 1.300 rebeldes,
      incluidos los 353 que fueron ejecutados tras la rendición.
    
El 19 de enero murió el filósofo francés Pierre-Joseph Proudhon. Ese año sus seguidores fundaron una oficina en Francia de la Asociación Internacional de Trabajadores, dirigida por Henri Tolain.
La noche del 23 de enero una
      flota confederada descendió por el río James y
      atacó Fort Brady,
      con intención de abrirse paso y atacar City Point, el
      cuartel general de Grant. La flota logró cruzar el fuerte
      con pocos daños, aunque cuatro de sus barcos encallaron al
      día siguiente, cuando bajó la marea.
    
El líder independentista dominicano Gaspar Polanco, que
      había asesinado a su antecesor, José Antonio
      Salcedo, fue depuesto el 24 de enero
      por los partidarios de Serrano, dirigidos por Benigno Filomeno de Rojas y
      Gregorio Luperón, el primero de los cuales (que
      había sido el vicepresidente de Salcedo) pasó a ser
      el nuevo jefe de los insurgentes.
    
El 25 de enero una flota
      federal logró detener el avance de la flota confederada en
      Trent's reach. 
    
El 31 de enero la
      Cámara de Representantes estadounidense aprobó la
      decimotercera enmienda a la constitución (la que
      prohibía la esclavitud), que ya había sido aprobada
      por el Senado antes de la reelección de Lincoln. Para
      entonces la Confederación sólo controlaba partes de
      Virginia y los Estados de Carolina del Norte y Carolina del Sur.
      Sin embargo, el presidente Davis se negaba a aceptar que la guerra
      estaba perdida. Ese mismo día nombró a Robert E. Lee
      comandante en jefe del ejército confederado (hasta entonces
      no había habido comandante en jefe, sino que el propio
      presidente Davis, que no era militar, había coordinado los
      distintos ejércitos confederados).
    
El 1 de febrero el senador
      Charles Summer propuso que el abogado negro John Rock pasara a formar
      parte del Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Su propuesta fue
      aceptada por el Congreso. Unos días después Rock fue
      el primer negro que entró en la Cámara de
      Representantes, donde fue recibido entre aclamaciones. La
      intervención de Summer también fue decisiva para
      rechazar la propuesta de erigir un busto a la memoria del juez
      Taney:
    
Nadie puede contradecirme cuando declaro que la sentencia del Tribunal Supremo en el caso de Dred Scott fue absolutamente abominable, por encima de cualquier otra sentencia en la historia de los tribunales. La vileza judicial alcanzó su punto más bajo en esa ocasión. Ustedes no han olvidado esa terrible decisión en la que una sentencia totalmente injusta fue sostenida por una falsificación de la historia. Por supuesto, la Constitución de los Estados Unidos y todo principio de Libertad fueron falsificados, pero también la verdad histórica lo fue...
El 2 de febrero el presidente
      peruano Juan Antonio Pezet ratificó el tratado Vivanco-Pareja por el
      que España aceptaba retirarse de las islas Chincha a cambio
      de recibir una indemnización. El presidente recibió
      duras críticas por aceptar una salida tan humillante al
      conflicto. El ex presidente y almirante Ramón Castilla
      discutió agriamente con el presidente en el Senado y
      llegó a golpearlo, por lo que fue exiliado.
    
Grant había ordenado a Sherman que embarcara a sus tropas
      en Savannah para unirse a la campaña contra Richmond y
      Petersburg, pero Sherman tenía otros planes de más
      envergadura, y convenció a Grant para que le permitiera
      hacer el recorrido por tierra, a través de Carolina del Sur
      y Carolina del Norte, Estados en los que dejaría su
      particular "tarjeta de visita", en forma de destrucción de
      cualquier cosa que tuviera valor militar. Sherman desplegó
      sus 60.000 hombres e inició su avance. El primer
      obstáculo se lo encontró al tratar de cruzar el
      río Salkehatchie,
      en Carolina del Sur, donde un ejército confederado
      trató de impedirle el paso, pero el 3 de febrero dos brigadas vadearon el río y
      pusieron en fuga a los confederados.
    
Ese mismo día Abraham Lincoln y su secretario de Estado se
      reunían en el barco River
        Queen cerca de Fort
        Monroe, en Virginia, con el vicepresidente confederado
      A.H. Stephens y otros dos delegados en un intento de negociar el
      fin de la guerra civil. Los confederados propusieron que se
      reconociera la independencia de la Confederación y que los
      dos países, los Estados Unidos y los Estados Confederados,
      unieran sus ejércitos en un ataque contra el emperador
      Maximiliano I de México. Por su parte Lincoln
      planteó lo siguiente:
    
Sin embargo, los representantes confederados no estaban
      autorizados a aceptar nada que no fuera la independencia de la
      Confederación, así que al cabo de cuatro horas la
      reunión dio por finalizada sin acuerdo alguno.
    
El 5 de febrero Grant
      inició una maniobra que, aunque no consiguió su
      objetivo de cortar una línea ferroviaria confederada,
      sí que logró estrechar aún más el
      cerco a Petersburg.
    
El 7 de febrero Johann Strauss
      estrenó su vals Espíritu
        ciudadano. Su hermano Joseph también estaba
      alcanzando gran fama como compositor. Ese año compuso los
      valses Poderes misteriosos del
        magnetismo y Transacciones.
      Offenbach estrenó ese año sus operetas Coscoletto ou Le lazzarone, Les
        refrains des bouffes y Les
        bergers. 
    
El 8 de febrero un monje
      agustino llamado Gregor Mendel,
      profesor de física de la abadía
        de Santo Tomás, en Brno (en Hungría) presentó en las
      reuniones de la Sociedad de
        Historia Natural de Brno los resultados y conclusiones
      que había obtenido tras siete años de
      experimentación con plantas de guisantes. Mendel
      había identificado determinadas "razas puras" de plantas de
      guisante respecto a ciertos rasgos, como el color verde o amarillo
      de las semillas. Mendel observó que cuando se cruzaban
      plantas puras de semillas amarillas con plantas puras de semillas
      verdes, todas las plantas resultantes tenían semillas
      amarillas, pero, en cierto sentido, el color verde quedaba
      latente, pues estas plantas de segunda generación no eran
      ya de raza pura, sino híbrida, pues al cruzarse entre
      sí parte de los descendientes volvían a mostrar
      semillas de color verde. El hecho de que un individuo puede
      heredar características de sus abuelos era algo
      perfectamente conocido, pero los experimentos de Mendel mostraban
      que, estadísticamente, se daban relaciones
      matemáticas simples entre las proporciones de descendientes
      puros, e híbridos de la segunda generación, lo que
      ponía de manifiesto que existía un mecanismo de
      herencia subyacente relativamente sencillo. Más aún,
      Mendel identificó algunos grupos de rasgos cuya
      transmisión era independiente desde el punto de vista
      estadístico. Concretamente, se fijó al mismo tiempo
      en el color verde o amarillo de las semillas y en su aspecto liso
      o rugoso, y obtuvo que ambos rasgos seguían las leyes
      matemáticas sencillas que había descubierto de forma
      independiente, es decir, que el hecho de que un guisante fuera,
      por ejemplo, de color verde, no hacía ni más ni
      menos probable que fuera liso o rugoso. Mendel distinguía
      entre i (características observables) y "elementos"
      (características que un individuo poseía
      internamente y era capaz de transmitir a sus descendientes tanto
      si los mostraba como caracteres o si permanecían ocultos).
      De este modo, una raza híbrida poseía elementos
      opuestos, pero sólo uno de ellos se manifestaba como
      carácter. A los elementos que se imponían los
      llamó dominantes,
      mientras que a los que eran ocultados por los elementos dominantes
      los llamó recesivos.
      
    
Ese mismo año Mendel fundó la Sociedad Meteorológica
        Austríaca. 
    
El 9 de febrero el
      ejército francés derrotó al general mexicano
      Porfirio Díaz y
      tomó la ciudad de Oaxaca.
      
    
La caída de Fort Fisher abría a los federales el
      camino a través del río Cape Fear, en Carolina del Norte, en lo alto de
      cuyo curso estaba Wilmington,
      el último puerto importante que los confederados
      tenían en el Atlántico, desde donde salían
      barcos que trataban de burlar el bloqueo para enviar
      mercancías a Europa. El 11 de
        febrero Porter inició el ascenso por el
      río, mientras el mayor John Schofield dirigía a la
      infantería.
    
El ejército de Venancio Flores y sus aliados
      brasileños había puesto bajo asedio la ciudad de
      Montevideo. El 15 de febrero
      terminó el mandato del presidente uruguayo Atanasio Cruz
      Aguirre, que cedió el mando al presidente del senado, Tomás Villalba.
      Éste era contrario a la guerra e inició
      inmediatamente negociaciones con Flores para rendir la ciudad.
    
Sherman avanzó de modo que logró confundir a los
      confederados sobre cuál era su objetivo más
      inmediato, y así el 18 de
        febrero entró en Columbia,
      la capital de Carolina del Sur, después de que una
      pequeña guarnición confederada huyera sin presentar
      combate. La ciudad ardió en llamas, y existe cierta
      controversia sobre si el fuego lo iniciaron los federales o los
      confederados. Probablemente fueron los confederados, porque
      Sherman negó haber dado la orden, pero a la vez dijo que no
      lamentaba lo ocurrido, y no había razón para que
      negara haber dado una orden que reconocía que no le hubiera
      importado dar. En cualquier caso, Sherman se encargó de que
      en Columbia no quedara nada de valor.
    
El 20 de febrero Montevideo se
      rindió ante Venancio Flores, donde estableció un
      "gobierno provisional", que era una forma fina de decir
      "dictadura". La presión de Gran Bretaña
      impidió que Brasil cayera en la tentación de
      cobrarse su apoyo a Flores anexionándose parte del
      territorio uruguayo.
    
Tras haber destruido diversos puntos de resistencia confederados
      a lo largo del río Cape Fear, el 22 de febrero los federales tomaban Wilmington. 
    
El 23 de febrero Lee
      ordenó al general Joseph E. Johnston que reuniera en
      Carolina del Norte todas las tropas disponibles para detener el
      avance de Sherman. La falta de hombres en el ejército
      confederado era tan acuciante que Lee y otros generales empezaron
      a instar al presidente Jefferson Davis para que permitiera alistar
      esclavos. Hasta entonces los esclavos se usaban para construir
      trincheras y otras estructuras defensivas, pero la idea de usarlos
      como soldados era impensable. El mayor Howel Cobb dijo: "Si los esclavos pueden ser buenos soldados, toda
        nuestra teoría sobre la esclavitud está
        equivocada", donde no está claro si estaba
      infravalorando a los esclavos o sobrevalorando a los militares.
    
El 28 de febrero el coronel Mariano Ignacio Prado se
      sublevó contra el presidente peruano Juan Antonio Pezet a
      causa del tratado Vivanco-Pareja.
    
El 2 de marzo Sheridan se
      enfrentó una vez más con los restos de la
      caballería de Early en la batalla de Waynesboro, en la que obtuvo una
      rotunda victoria: la mayor parte de la caballería
      confederada se rindió, aunque Early logró escapar
      con unos pocos hombres.
    
La guerra contra los dominicanos era cada vez más
      impopular en España. La economía española
      llevaba mucho tiempo en crisis y la guerra suponía un coste
      del que no cabía esperar ninguna contrapartida que lo
      compensara. Por ello el 3 de marzo
      la reina Isabel II firmó la anulación de la
      anexión. 
    
El 4 de marzo Abraham Lincoln
      fue investido por segunda vez como presidente de los Estados
      Unidos. En su discurso habló de enemigos que
      dejarían de serlo en cuanto los cañones callasen,
      para volver a ser compatriotas estadounidenses. Sus palabras
      finales fueron:
    
Sin rencor hacia nadie, con benevolencia para todos, con firmeza en el bien, en la medida en que Dios nos permite ver el bien, tratemos de terminar la labor en la que estamos empeñados, de curar las heridas de la nación, de cuidar del que ha combatido, o de su viuda y de su huérfano, de hacer todo lo que permita lograr una paz justa y perdurable entre nosotros y con todas las naciones.
Tras la toma de Wilmington, Grant ordenó a Schofield que
      marchara hacia el sur para unirse a Sherman, pero el 7 de marzo Bragg trató de
      interponerse en su camino en Wyse
        Fork. Logró retrasar su avance unos días,
      pero el 10 de marzo se vio
      obligado a retirarse. Mientras tanto Sherman había entrado
      en Carolina del Norte.
    
El 16 de marzo Johnston
      envió a 5.400 hombres bajo el mando del lugarteniente William Jospeh Hardee contra
      la columna izquierda de Sherman, dirigida por el mayor Henry Warner Slocum, que
      contaba con casi 26.000 hombres. Tras un combate indeciso en Averasborough, Hardee
      ordenó la retirada.
    
El ejército paraguayo había tomado algunas plazas
      en la provincia brasileña de Matto Grosso, pero esta
      región estaba mal comunicada con el resto del imperio,
      así que el dictador Francisco Solano López
      pidió permiso al presidente argentino, Bartolomé
      Mitre, para que le permitiera atravesar a su ejército la
      provincia de Corrientes para llegar a la provincia de Río
      Grande del Sur. Mitre se negó aduciendo que su país
      permanecía neutral en la guerra entre Paraguay y Brasil,
      pero López alegó que Argentina también se
      había declarado neutral en la reciente guerra entre Brasil
      y Uruguay y eso no le había impedido permitir a los
      rebeldes uruguayos cruzar el territorio y las aguas
      jurisdiccionales argentinas en su invasión a Uruguay. Ante
      la negativa de Mitre, el 18 de marzo
      López declaró la guerra a Argentina.
    
El 19 de marzo Johnston
      atacó nuevamente a Slocum cerca de Bentonville, esta vez con todo
      su ejército, compuesto por unos 21.000 hombres. Al
      principio, Slocum creyó que sólo se enfrentaba a la
      caballería de Johnston e informó a Sherman de que no
      necesitaba ayuda, pero cuando comprendió la
      situación cambió su informe. Por su parte, Johnston
      creía que la columna derecha de Sherman estaba mucho
      más lejos y que tardaría mucho más en llegar,
      pero el 20 de marzo empezaron a
      llegar refuerzos para Slocum y el 21
        de marzo Johnston tenía ante sí unos 60.000
      federales. Por la noche se retiró inadvertidamente.
    
El 22 de marzo el mayor James Harrison Wilson,
      cruzó la frontera de Alabama desde Tennessee con la
      misión de destruir importantes puestos de suministros
      confederados. Iba al frente de tres divisiones de
      caballería que sumaban más de 13.000 hombres. 
    
El ex presidente boliviano Manuel Isidoro Belzú se
      encontraba en Europa en una misión diplomática
      cuando se enteró del golpe de estado de Mariano Melgarejo.
      Inmediatamente regresó a Bolivia para disputarle el poder.
      En ese momento controlaba una parte del ejército y del
      país, pero el 23 de marzo
      Melgarejo lo buscó y, según se cuenta, lo
      mató personalmente.
    
Ese mismo día Sherman se reunió con Schofield en Goldsboro, con lo que sus
      efectivos casi llegaban a los 89.000 hombres.
    
El ejército de Lee se había reducido a unos 50.000
      hombres por las deserciones, las enfermedades y la falta de
      suministros. Grant contaba en cambio con unos 125.000 hombres, y
      no tardaría en recibir los refuerzos de Sherman desde el
      sur y los de Sheridan desde el norte. El 25 de marzo Lee ordenó una salida de
      Petersburg en un intento desesperado de romper el asedio. Aunque
      el ataque tuvo un éxito inicial, terminó siendo
      rechazado con unas 4.000 bajas.
    
Los independentistas dominicanos habían elaborado una
      constitución y, de acuerdo con ella, el 25 de marzo eligieron como
      presidente a Pedro Antonio
        Pimentel. 
    
El puerto de Mobile, en Alabama, aunque había sido
      neutralizado, había permanecido en manos confederadas, pero
      el 27 de marzo el
      ejército federal lanzó una campaña contra
      él.
    
Un ejército francés desembarcó cerca de
      Guaymas y tomó la ciudad el 29
        de marzo. 
    
El 31 de marzo Grant
      inició un ataque a las defensas de Lee por varios frentes:
      Gouverneur K. Warren obtuvo una victoria en White Oak Road mientras
      Sheridan derrotaba a Fitzhugh Lee en Dinwiddie Court House. El 1 de abril Sheridan obtuvo una nueva victoria en Five Forks, tras la cual Lee
      informó al presidente Davis que Petersburg y Richmond
      debían ser evacuadas. El 2 de
        abril las tropas confederadas de Richmond y Petersburg
      salieron abriéndose paso como pudieron entre las
      líneas federales, mientras el gobierno confederado
      abandonaba también la capital. En su huida Lee
      perdió otros 4.000 hombres.
    
Ese mismo día Wilson alcanzó uno de sus principales
      objetivos: la ciudad de Selma
      (Alabama), que la confederación había convertido en
      uno de sus mayores centros de producción y de
      destribución de suministros para sus ejércitos. Para
      defenderla estaba Nathan Bedford Forrest, que apenas contaba con
      5.000 hombres, la mayoría de los cuales eran milicianos
      adolescentes o casi ancianos. Forrest tenía fama de
      invencible, pero con semejantes recursos no pudo hacer nada para
      evitar que Wilson tomara y arrasara la ciudad. Los federales
      apresaron a varios miles de soldados enemigos, entre muertos,
      heridos y prisioneros, Forrest contó unas 2.700 bajas.
    
El 3 de abril un
      ejército federal entraba en la indefensa Richmond.
    
Durante los días siguientes el ejército federal
      persiguió a Lee y mantuvo pequeños combates, hasta
      que el 6 de abril una
      rápida maniobra de Sherman logró cortar el paso a
      una cuarta parte del ejército confederado en retirada. Se
      libró entonces la batalla de Sayler's Creek, en la que los más de
      15.000 hombres de Sheridan se enfrentaron a unos 11.000
      confederados, que terminaron con unas 7.000 bajas.
    
Para tratar de paliar la crisis económica que afectaba a
      España desde hacía varios años, el gobierno
      de Narváez proyectó "nacionalizar" el 75% de los
      bienes del Patrimonio Real y, como compensación, convertir
      el 25% restante en propiedad personal de la reina Isabel II. Esta
      medida (más concretamente, la segunda perte) había
      suscitado muchas críticas, y las más destacadas
      habían provenido de Emilio
        Castelar, catedrático de historia en la
      universidad de Madrid, que había publicado un
      artículo en el periódico "La Democracia"  titulado ¿De quién es el
        Patrimonio Real? (y la respuesta que daba era que el
      Patrimonio Real era patrimonio nacional). El artículo fue
      censurado, pero se distribuyó en forma de octavillas. El
      ministro de Fomento, Antonio
        Alcalá Galiano, encarceló a Castelar y
      pidió al rector, Juan
        Manuel Montalbán que lo cesara inmediatamente. El
      rector se negó, y como respuesta el 7 de abril Alcalá Galiano lo
      destituyó de su cargo, a la vez que se desposeía a
      Castelar de su cátedra. Estas medidas provocaron varias
      medidas de protesta y de solidaridad hacia los dos afectados,
      tanto por parte de profesores como de alumnos. Entre ellas, los
      alumnos de Montalbán planearon para esa noche una serenata
      de apoyo hacia su profesor. Inmediatamente, el ministro de la
      Gobernación, Luis
        González Bravo, dictó un decreto que
      permitía al gobierno la suspensión de los derechos
      constitucionales, la deportación interna de personas, la
      instauración de la ley marcial y la censura de la prensa.
      Esa noche la guardia civil disolvió a los asistentes a la
      serenata convocada y cerró el centro de Madrid durante dos
      días.
    
Esa misma noche el general Lee recibió una carta de Grant
      en la que le invitaba a rendirse. Lee trató de ganar tiempo
      y respondió preguntando por los términos de la
      rendición. El 8 de abril el mayor George Armstrong Custer
      capturó un tren de suministros destinado al ejército
      de Lee. Grant envió una nueva carta en la que
      proponía unos términos de rendición bastante
      generosos. Mientras tanto en Alabama caía Spanish Fort, y la
      última defensa de Mobile pasó a ser Fort Blakely, que cayó
      al día siguiente.
    
El 8 de abril Lee se
      encontró en Appomattox
        Station con que los federales le bloqueaban totalmente la
      retirada, así que sólo podía atacar o
      rendirse, y optó por atacar. Durante la noche
      celebró un consejo de guerra. Había perdido los
      suministros que le esperaban en Appomattox, pero aún
      tenía la esperanza de alcanzar la vía férrea
      de Lynchburg, donde
      tenía más suministros disponibles. Escribió
      de nuevo a Grant dilatando la rendición y al alba del 9 de abril atacó con sus
      28.000 hombres a lo que creía que era la caballería
      federal en un intento de abrirse paso, pero cuando se dio cuenta
      de que tenía enfrente dos cuerpos de infantería, no
      tuvo más remedio que aceptar la rendición. Sus
      palabras fueron: "No me queda
        más que ir a ver al general Grant, aunque
        preferiría morir mil veces antes que esto". 
    
Tras varios intercambios de correspondencia, se acordó un
      alto el fuego y Grant dejó que Lee fijara el lugar de
      encuentro. Éste fue una casa particular en Appomatox Court House, donde
      esperó la llegada de Grant. Mientras Lee vestía un
      impecable uniforme, Grant llegó con su uniforme machado de
      barro y sin más distintivo de su rango que los galones de
      su hombro. Al principio le resultó violento entrar en
      materia y empezó recordando la primera y única vez
      que se habían visto, dos décadas atras, cuando la
      guerra contra México. Finalmente Lee preguntó por
      los términos de la rendición. Grant fue generoso:
      los hombres de Lee podrían regresar a sus casas bajo
      palabra de no volver a luchar contra el gobierno de los Estados
      Unidos. Deberían entregar sus armas, pero no sus caballos y
      sus propiedades personales. Además se les
      suministrarían alimentos. Lee respondió que sus
      hombres agradecerían semejante trato y que eso
      contribuiría en gran medida a la reconciliación del
      país. Cuando Lee abandonó la casa, los hombres de
      Grant empezaron a dar vítores, pero Grant los hizo callar.
      Algunos oficiales de Grant compraron al dueño de la casa
      prácticamente todo lo que había en la
      habitación en la que Grant y Lee se habían
      entrevistado, y se lo llevaron a modo de recuerdo.
    
El territorio de Utah recibió ese nombre por los indios Uta, que lo poblaban desde
      mucho antes de que llegaran los colonos mormones. Al principio,
      éstos se habían mostrado muy amistosos y
      conciliadores con los indios, pero a medida que fueron siendo
      más numerosos y contaron con más recursos, el trato
      hacia los indios empeoró. Además, los mormones
      habían introducido entre los indios enfermedades para las
      que no estaban tan inmunizados como los blancos y, por ejemplo, la
      tuberculosis estaba haciendo estragos entre ellos. Por
      último, los colonos controlaban cada vez más
      territorio del que los indios estaban siendo desplazados, lo que
      los privaba de sus fuentes de alimentación tradicionales.
      Los conflictos iban en ascenso hasta que el 10 de abril se produjo el primer ataque indio
      deliberado: dieciséis Utas dirigidos por el jefe Antonga espantaron unas reses
      que estaban en las afueras de Manti,
      cuando unos jóvenes (blancos) corrieron hacia allí
      al verlos y los indios abrieron fuego contra ellos. Uno
      murió en el acto y el resto corrió a refugiarse en
      Manti. Esto marcó el inicio de la guerra de Halcón Negro, llamada
      así porque Brigham Young llamaba Halcón Negro a Antonga, en alusión
      sarcástica al jefe indio que había sido derrotado
      tres décadas atrás en Illinois, de donde
      procedían los mormones.
    
Ese mismo día Lee dirigía a su ejército un
      discurso de despedida y, tras una ceremonia, 28.000 soldados
      confederados entregaron sus armas. Grant había sido
      generoso en los términos de la rendición en gran
      parte porque sabía que la rendición de Lee era el
      mayor golpe que podía recibir la Confederación, y
      que a ella se seguiría rápidamente la
      rendición de todos los demás generales. Lee
      había sido el mayor estratega de toda la guerra, sin punto
      de comparación siquiera con Grant. Él era
      perfectamente consciente de que no había sido derrotado por
      Grant, sino por la falta de medios. Si hubiera decidido luchar en
      el bando federal, la guerra no habría durado más de
      un año. Un par de días después el general
      Johnston empezó a negociar su rendición con Sherman.
      En principio, Sherman le ofreció unos términos
      similares a los que Grant había ofrecido a Lee, pero
      Johnston pedía que a las garantías militares se
      añadieran garantías políticas sobre
      cuál sería la situación de los Estados
      Confederados después de la guerra.
    
Mientras tanto Lincoln daba un discurso ante la Casa Blanca en el
      que no perdió ocasión de fomentar la
      reconciliación entre las dos partes del país. A
      pesar de que Dixie había sido adoptada como himno nacional
      confederado, se atrevió a pedir que fuera interpretada
      bromeando de este modo:
    
Propongo ahora terminar pidiéndoos que cantéis cierta pieza de música o melodía. Creo que Dixie es una de las mejores melodías que jamás he oído [...] había oído que nuestros adversarios habían tratado de apropiársela. Yo insistí ayer en que la habíamos capturado limpiamente. [...] presenté la cuestión al fiscal general y él dio su opinión de que es nuestra presa legítima. [...] Pido a la banda que nos de una buena muestra de ello.
En España tomaba posesión de su cargo el nuevo
      rector de la Universidad de Madrid, y el partido progresista
      convocó actos de protesta en la periferia de Madrid. Por la
      tarde, estudiantes, obreros y representantes del partido
      progresista acudieron a la Puerta del Sol (la plaza considerada el
      centro de Madrid) con el propósito de dar una serenata de
      protesta. Allí les esperaban unos mil hombres armados,
      entre guardias civiles, una unidad de infantería y otra de
      caballería. El ministro González Bravo dio la orden
      de cargar contra los manifestantes que, perseguidos, trataron de
      formar barricadas, aunque sin éxito. El balance fue de 14
      muertos y 194 heridos. Esa misma noche se reunió el Senado,
      de donde se expulsó a los periodistas y se cursó la
      orden de censurar los periódicos al día siguiente,
      muchos de los cuales, como señal de protesta, salieron con
      la portada en blanco. El 11 de abril
      Narváez convocó un consejo de ministros en el que
      Alcalá Galiano reprochó a González Bravo la
      dureza de la represión. Se produjo una violenta
      discusión entre ambos que terminó con la muerte de
      Alcalá Galiano de un ataque al corazón. A partir de
      "la noche de san Daniel",
      tanto el gobierno de España como la propia reina Isabel II
      contaron con la oposición de diversos sectores de la
      sociedad española, de ideologías dispares. Entre sus
      principales oponentes estaba el general Juan Prim, que
      intentó provocar un levantamiento militar en Valencia,
      aunque fracasó, y entonces huyó a Francia.
    
Tras un aviso de que los Utas habían matado a dos hombres
      en el cañón Salina,
      el 12 de abril ochenta y cuatro
      milicianos mormones entraron en el cañón en su
      búsqueda. Confiados en que los indios huirían ante
      un grupo tan numeroso, no se preocuparon de evitar una emboscada,
      y de repente se encontraron con una lluvia de balas y flechas. Los
      mormones salieron huyendo presas del pánico y dejaron
      atrás un muerto y un herido. Al día siguiente,
      después de que un jefe indio llamado Sanpitch enviara exploradores
      al cañón y volviera para informar de que los Utas se
      habían marchado, los milicianos regresaron a recuperar los
      cuerpos de los hombres que habían dejado atrás. Uno
      de ellos había sido terriblemente mutilado.
    
El 13 de abril cinco barcos de
      vapor paraguayos desembarcaron 2.500 soldados cerca de la ciudad
      argentina de Corrientes, los cuales atacaron a varios barcos de
      guerra en reparación. Al día siguiente ocuparon la
      ciudad.
    
Según sus más allegados, el 14 de abril Abraham Lincoln se despertó de
      muy buen humor, cosa que hacía mucho tiempo que no
      sucedía. En los últimos meses se le había
      visto pálido y ojeroso, pero ese día debió de
      asimilar por vez primera que todo estaba saliendo bien y no se
      cansaba de decir a todo el mundo lo feliz que se sentía.
      Tras su agenda política para ese día, tenía
      planeado asistir al teatro con sus esposa, por primera vez desde
      hacía mucho tiempo. Durante el transcurso de la
      función, alguien entró en su palco y le
      disparó un tiro en la cabeza. Se trataba de John Wilkes Booth, un actor
      muy renombrado en la época, nacido en Maryland. Desde
      principios de año venía fraguando un plan con
      algunos colaboradores para secuestrar a Lincoln y forzar
      así a la Unión a intercambiar prisioneros. Sin
      embargo, tres días antes había escuchado un discurso
      de Lincoln en el que proponía conceder el derecho de voto a
      los negros, y eso fue para él la gota que colmó el
      vaso. Desde ese momento decidió modificar su plan de
      secuestro y cambiarlo por el de asesinato. Más aún,
      planeó que, mientras él se ocupaba de Lincoln y
      Grant en el teatro (la prensa había anunciado que Grant
      acompañaría al presidente esa noche, pero al final
      no fue así), George
        Atzerodt mataría al vicepresidente Johnson en su
      casa y Lewis Powell
      haría otro tanto con el secretario de Estado William Henry Seward. 
    
Booth no tuvo dificultad en acceder al teatro, pues
      conocía perfectamente el edificio, y su presencia en
      él no extrañaba a nadie. Tras herir mortalmente al
      presidente, se defendió con un puñal de quienes
      trataron de capturarlo y, viendo cortada su huida, saltó
      por el palco al escenario, pero una de sus espuelas se
      enganchó en la bandera que decoraba el palco presidencial,
      lo que le hizo romperse el peroné en la caída, pero
      logró ponerse en pie ante un público que
      todavía no sabía qué estaba pasando y
      gritó Sic semper
        tyrannis! (¡Así siempre a los tiranos!, la
      divisa de Virginia). Desde allí logró salir del
      teatro y huir en su caballo.
    
Seward se encontraba en su casa, convaleciente de una
      caída de caballo. Powell se presentó afirmando que
      le llevaba una medicina de parte del médico y que
      debía entregársela personalmente a Seward para
      explicarle cómo debía administrársela. La
      hija de Seward le dejó pasar, pero su hermano Frederick desconfió y
      lo invitó a marcharse. Sin embargo, Powel pudo deducir
      dónde se encontraba la habitación de Seward,
      sacó su revólver y trató de disparar a
      Frederick, pero el arma se atascó. Entonces golpeó
      al hijo del Secretario de Estado con la culata causándole
      graves heridas y corrió hacia la habitación de
      Seward. Allí pudo apuñalarlo en la cara y en el
      cuello antes de que otro de sus hijos y un sargento que
      ejercía de enfermero pudieran apartarlo. Las heridas eran
      graves, pero no resultaron mortales. Powel huyó a caballo.
      Por su parte, Atzerodt, que debía asesinar a Johnson, se
      emborrachó antes de poner en marcha el plan y al final no
      hizo nada.
    
Ese mismo día murió el dictador guatemalteco Rafael
      Carrera. 
    
El 15 de abril Andrew Johnson
      se convirtió en el decimoséptimo presidente de los
      Estados Unidos.
    
 El 16 de abril tuvo lugar la que se considera la
    última batalla de la guerra civil estadouniense: el mayor
    Wilson había cruzado la frontera de Alabama con Georgia y
    ahora amenazaba Columbus.
    Para ocuparla tuvo que derrotar a unos escasos 3.000 confederados
    bajo el mando del mayor Cobb. En Columbus había una
    importante industria bélica. El 17
      de abril Wilson ordenó destruir todo aquello que se
    hallara en Columbus con valor militar. Los confederados
    habían hundido un acorazado para evitar que cayera en manos
    enemigas, pero no hicieron sino ahorrar trabajo a los federales,
    dado que éstos se hicieron con otro acorazado y fueron ellos
    quienes lo incendiaron y lo hundieron. Al terminar el día la
    mayor parte de la ciudad había sido reducida a cenizas.
El 16 de abril tuvo lugar la que se considera la
    última batalla de la guerra civil estadouniense: el mayor
    Wilson había cruzado la frontera de Alabama con Georgia y
    ahora amenazaba Columbus.
    Para ocuparla tuvo que derrotar a unos escasos 3.000 confederados
    bajo el mando del mayor Cobb. En Columbus había una
    importante industria bélica. El 17
      de abril Wilson ordenó destruir todo aquello que se
    hallara en Columbus con valor militar. Los confederados
    habían hundido un acorazado para evitar que cayera en manos
    enemigas, pero no hicieron sino ahorrar trabajo a los federales,
    dado que éstos se hicieron con otro acorazado y fueron ellos
    quienes lo incendiaron y lo hundieron. Al terminar el día la
    mayor parte de la ciudad había sido reducida a cenizas.Ese mismo día Johnston se reunió con Sherman en Bennet Place para presentar su
      rendición. En un principio, Sherman, siguiendo la voluntad
      de Lincoln, había ofrecido a Johnston las garantías
      políticas que exigía, pero tras el asesinato de
      Lincoln, siguiendo instrucciones de Washington, se retractó
      y su oferta volvió a ser la inicial. En estas condiciones,
      Jefferson Davis ordenó a Johnston que disolviera a su
      infantería y que escapara con su caballería, pero
      Johnston desobedeció la orden y aceptó las
      condiciones de Sherman.
    
En la provincia de Corrientes algunos federales se habían
      unido al ejército paraguayo invasor. En Buenos Aires se
      temía que Justo José de Urquiza pudiera aliarse con
      Francisco Solano López y tratar de dar un golpe de estado,
      pero los temores se desvanecieron cuando el presidente Mitre
      recibió una carta de apoyo de Urquiza. Mitre
      respondió poniendo a Urquiza al frente de la guarcia
      nacional de Entre Ríos y le ordenó reunir un
      ejército de 5.000 hombres. Urquiza se propuso reunir 8.000.
    
Los indios Navajos que se habían rendido el año
      anterior fueron obligados a trasladarse hasta un lugar al este de
      Nuevo México llamado Bosque
        Redondo, para lo cual tuvieron que caminar unos 500 km a
      pie durante 18 días. Se creó así una nueva
      reserva india al oeste del Territorio Indio destinado hasta
      entonces para concentrar a los indios molestos. Unos 9.000 indios
      tuvieron que acampar en un área de unos 100 km2.
      Había escasez de agua y leña, y poco antes se
      había emplazado allí mismo a unos 400 apaches, que
      constantemente generaron disputas con los Navajos.
    
El 1 de mayo Argentina, Brasil
      y Uruguay firmaron el tratado
        de la Triple Alianza contra Paraguay o, más
      concretamente, con el fin de acabar con la dictadura de Francisco
      Solano López. Si el haber declarado la guerra a Brasil ya
      era una insensatez, haber declarado al mismo tiempo la guerra a
      Argentina ya era un suicidio. López confiaba en su
      ejército de 30.000 hombres, pero la totalidad de la
      población del Paraguay era inferior al número de
      miembros de la guardia nacional brasileña. Aunque hubiera
      obligado a alistarse a todos los varones mayores de diez
      años y hubiera empleado a todas las mujeres paraguayas en
      labores de apoyo a la guerra, no habría igualado los
      efectivos de sus rivales, todo ello sin contar con la falta de
      oficiales bien entrenados y la ausencia de una industria capaz de
      producir armamento adecuado para reemplazar las pérdidas en
      las batallas. Además, sus tres rivales podían
      bloquear conjuntamente la llegada de suministros del exterior.
    
El 4 de mayo se rindió
      el general Richard Taylor en Alabama. El 5 de mayo Jefferson Davis se reunió con su
      gabinete en Washington
      (Georgia) y se acordó la disolución del gobierno
      confederado. Tras la muerte de Booth, Davis era ahora el hombre
      más buscado en los Estados Unidos.
    
En las dos semanas siguientes al asesinato de Lincoln varias
      decenas de personas habían sido detenidas como sospechosas
      de haber participado en el complot, entre ellas varios familiares
      de Booth, pero al final la policía redujo el número
      de sospechosos a ocho, siete hombres y una mujer, entre ellos
      Atzerodt, Powell y Herold. El juicio contra ellos (ante un
      tribunal militar) se inició el 9
        de mayo. Ese mismo día Nathan Bedford Forrest se
      sumó a la rendición de Taylor, lo que
      completó la rendición de los ejércitos
      confederados al este del Mississippi.
    
El 10 de mayo el general Benjamin Dudley Pritchard, que
      llevaba un tiempo rastreando pistas sobre el paradero de Jefferson
      Davis, logró finalmente encontrar el campamento en el que
      se encontraba, lo atacó por sorpresa y Davis se
      rindió sin ofrecer resistencia. Diez minutos después
      oyó unos disparos que resultaron ser debidos a que dos
      regimientos federales se estaban disparando mutuamente por error.
      Pritchard dejó a Davis a cargo de un ayudante de 21
      años y se dispuso a detener el tiroteo. Entonces la esposa
      de Davis salió de la tienda donde estaba retenido con su
      familia y solicitó permiso para que su anciana madre
      saliera a beber agua. El ayudante se lo concedió y la mujer
      de Davis hizo salir a la "anciana", pero otro oficial se dio
      cuenta de que la señora calzaba botas de montar con
      espuelas. Las "mujeres" fueron detenidas y la anciana madre
      resultó ser Davis, que estuvo a punto de fugarse.
    
Aunque la Confederación estaba ya definitivamente disuelta
      y la guerra civil oficialmente terminada, Texas albergaba
      todavía algunos focos de resistencia. El mayor Lewis Walace
      estaba negociando la rendición cuando en Palmito Ranch se produjo el
      que fue definitivamente el último enfrentamiento armado de
      la guerra civil, una escaramuza que apenas implicó a un
      millar de hombres conjuntamente entre ambos bandos.
    
El 19 de mayo Jefferson Davis
      fue encarcelado en Fort Monroe, Virginia. Los tres primeros
      días los pasó encadenado. Desde la cárcel
      logró gestionar la venta de su plantación en
      Mississippi a uno de sus esclavos. El Papa Pío IX le
      envió un retrato suyo con la inscripción "Venite ad me omnes qui laboratis,
        et ego reficiam vos, dicit Dominus" (Venid a mí
      todos los que sufrís y yo os aliviaré, dijo el
      Señor).
    
En la localidad británica de Christ Church vivía un diácono
      anglicano y profesor de matemáticas de 33 años
      llamado Charles Lutwidge Dogson,
      aficionado a la literatura, la fotografía y la magia
      (ilusionismo). Hasta entonces había publicado un par de
      libros sobre geometría algebraica y algunos poemas y
      cuentos. Dogson solía llevar de paseo a las hijas del
      deán Henry Liddell,
      llamadas Lorina, Alice y
      Edith. Tres años
      atrás, durante un paseo por el Támesis,
      improvisó un relato que cautivó a las niñas,
      especialmente a Alice, que le pidió que escribiese la
      historia. Ante la insistencia de la niña, Dogson se puso
      manos a la obra y completó un manuscrito ilustrado por
      él mismo que tituló Las aventuras subterráneas de Alicia.
      Animado por varias personas para que lo publicara, se había
      dedicado a redactar una versión más cuidada, para la
      que contrató a un ilustrador profesional, y el 24 de mayo salieron de la imprenta
      los dos mil primeros ejemplares de Las aventuras de Alicia en el País de las
        Maravillas, firmados con el pseudónimo de Lewis Carroll, que era el que
      usaba habitualmente en sus obras literarias. Sin embargo, el
      editor no quedó satisfecho con la calidad de la
      impresión y por ello esos primeros ejemplares se vendieron
      en los Estados Unidos, mientras que en Gran Bretaña
      salió a la venta unos meses más tarde. La obra tuvo
      un gran éxito.
    
Ese mismo día la asamblea guatemalteca elegía a Vicente Cerna Sandoval como
      sucesor de Rafael Carrera, un conservador (militar leal a Carrera)
      que, sin ser tan bruto como su antecesor, continuó en su
      misma línea.
    
El 2 de junio se rindió
      Kirby Smith en Galveston (Texas), lo que completó la
      rendición del ejército confederado.
    
Brigham Young negoció un encuentro entre los principales
      jefes Utas y una representación del gobierno federal para
      tratar de poner fin a la guerra
        de Halcón Negro. El 8
        de junio los indios firmaron el tratado de Spanish Fork, por el que renunciaban
      a todas las tierras de Utah salvo una pequeña
      porción a cambio de recibir una paga anual y suministros
      por parte del gobierno estadounidense. Entre los firmantes del
      acuerdo estaba Montaña,
      el hermano de Halcón Negro, pero no el propio Halcón
      Negro, que no aceptó el tratado y ese mismo día
      realizó un ataque en un lugar cercano. El jefe Sanpitch
      estuvo presente en Spanish
        Fork, pero se negó a firmar un tratado que
      obligaba a su gente a abandonar las tierras en las que
      habían vivido desde siempre.
    
Ese miso día Henry Edward Manning, el antiguo
      clérigo anglicano convertido al catolicismo, fue nombrado
      arzobispo de Westminster.
    
El 9 de junio se produjo un
      accidente ferroviario en Staplehurst, en Gran Bretaña,
      cuando un tren cruzó un puente sobre un río donde
      las vías habían sido retiradas para su
      reparación. Varios vagones descarrilaron y cayeron al
      río (que no era nada profundo y desde una escasa altura) lo
      que provocó diez muertos y cuarenta heridos. Entre los
      pasajeros se encontraba el escritor Charles Dickens, que regresaba
      de un viaje a París. Su vagón fue el único de
      primera clase que no cayó al río. Dickens
      ayudó a socorrer a los accidentados y, cuando ya estaba a
      punto de abandonar el lugar, recordó que se había
      dejado el manuscrito inacabado de la novela que estaba publicando
      por entregas "Nuestro
        común amigo", y regresó por él.
    
El 10 de junio Wagner
      estrenó finalmente en Munich su Tristán e Isolda bajo la dirección
      de Hans von Bülow. La ésposa de éste, Cosima,
      hija de Franz Lizst, había tenido una hija tres meses
      atrás que se llamó Isolda en honor a su padre. Las relaciones entre
      Wagner y Cosima von Bülow fueron objeto de rumores en la
      corte del rey Luis II, donde también se recelaba de la
      influencia que el compositor ejercía sobre el soberano en
      cuestiones políticas.
    
El 11 de junio la flota
      brasileña derrotó a la paraguaya en la batalla del Riachuelo, en el
      río Paraná, en la provincia de Corrientes. Como
      consecuencia, Paraguay quedó aislado del océano
      Atlántico.
    
La impopularidad de Narváez había ido aumentando
      hasta que el 21 de junio tuvo
      que dimitir. Fue sucedido por O'Donnell, que no tardó en
      restituir su cátedra a Emilio Castelar. El general Prim
      había intentado provocar un nuevo alzamiento en Pamplona y
      luego otro más en Valencia de nuevo, pero todos
      habían fracasado. Había una orden de arresto contra
      él que O'Donnell levantó, pero Prim siguió
      conjurando.
    
Ese mismo día Alfred Nobel fundaba en Hamburgo la empresa
      Alfred Nobel & Company,
      dedicada a la producción y exportación de una mezcla
      líquida de nitroglicerina y pólvora a la que llamaba
      "aceite explosivo". 
    
El 22 de junio murió el
      escritor y político español Ángel
      María de Saavedra, el duque de Rivas.
    
El 24 de junio España
      reconoció la independencia de El Salvador.
    
El ex presidente salvadoreño Gerardo Barrios, exiliado en
      Colombia, vio una oportunidad en la muerte del dictador
      guatemalteco Rafael Carrera para expulsar del gobierno a Francisco
      Dueñas. Su cuñado, el general y ex presidente
      hondureño José Trinidad Cabañas (que
      vivía exiliado en El Salvador) se puso de acuerdo con
      él para iniciar una revuelta mientras Barrios regresaba al
      país, pero cuando puso el pie en tierra recibió la
      noticia de que la revuelta de Cabañas había
      fracasado. Trató entonces de marchar de nuevo a Colombia,
      pero una tormenta obligó a su barco a tomar tierra en
      Nicaragua, y el 28 de junio fue
      apresado por las autoridades locales.
    
El 30 de junio se
      emitió el veredicto contra los acusados por el asesinato de
      Lincoln. Los ocho acusados fueron declarados culpables. Atzerodt,
      Powell, Herold y Mary Surratt
      fueron condenados a la horca, y los restantes a cadena perpetua.
    
Ese día Franz von Suppé estrenó en
      Berlín su opereta La
        bella Galatea, que constituyó su primer gran
      éxito.
    
El 3 de julio las tropas que
      Urquiza había reclutado para hacer frente a la
      invasión paraguaya desertaron, instigadas en gran medida
      por muchos oficiales que simpatizaban más con los
      paraguayos que con el gobierno de Mitre. Cuando Urquiza
      recibió la noticia, se desplazó rápidamente
      al campamento, ordenó algunos fusilamientos y arengó
      a los hombres para que cumplieran con sus obligaciones. Sin
      embargo, durante las noches siguientes se produjeron más
      deserciones.
    
El 7 de julio se ejecutaron
      las sentencias por el asesinato de Lincoln. Mary Surratt se
      convirtió en la primera mujer ejecutada en los Estados
      Unidos.
    
Los paraguayos seguían ocupando la ciudad argentina de
      Corrientes. Desde allí movilizaron a toda la provincia
      apoyándose en los federales y ordenaron el alistamiento de
      todos los varones entre 17 y 50 años. Al mismo tiempo se
      reprimió con dureza cualquier amago de patriotismo
      argentino. El 11 de julio
      partidas paraguayas secuestraron a las esposas y los hijos de los
      líderes más destacados de la resistencia. Cualquier
      indicio era suficiente para acabar ejecutado tras un juicio
      sumarísimo. Unos indios que entraron en la ciudad para
      vender leña como tenían costumbre se negaron a
      aceptar moneda paraguaya como pago y por ello fueron masacrados.
      Sin embargo, hacia finales de mes más de la mitad de los
      soldados paraguayos habían muerto o habían sido
      capturados.
    
El 15 de julio los
      últimos soldados españoles abandonaron la
      República Dominicana. En su retirada, el ejército
      español devastó el territorio cuanto pudo:
      cegó pozos, quemó cosechas, cortó
      árboles frutales uno a uno, y a ello se sumó que los
      funcionarios españoles habían abandonado el
      país llevándose cuantas riquezas pudieron. 
    
Los ataques de Halcón Negro continuaban y los mormones
      obligaron a su hermano Montaña a guiar a unos cien
      milicianos durante la noche hasta su campamento para pillarlo por
      sorpresa, pero Montaña se escabulló y alertó
      a Halcón Negro. El 18 de julio
      la partida encontró un pequeño campamento Uta. Tras
      cuatro horas de combate 10 indios estaban muertos, dos escaparon y
      otro fue capturado. En el campamento sólo quedaban mujeres,
      niños y ancianos. Una mujer trató de atacar a un
      miliciano con un cuchillo y éste le disparó.
      Entonces las demás mujeres se asustaron y las mataron a
      todas. Un niño que logró huir del campamento
      aseguró que tenían un papel firmado por un obispo
      que certificaba que eran indios buenos.
    
El gobierno nicaragüense dudó si extraditar a Gerardo
      Barrios como le exigía el salvadoreño Francisco
      Dueñas mientras los liberales presionaban para que no lo
      hiciera. Al final se acordó su extradición con la
      condición de que el gobierno salvadoreño se
      comprometiera a no condenarlo a muerte. El 27 de julio Barrios fue recibido en El Salvador y
      se estableció que sería juzgado en un consejo de
      guerra.
    
El capitán James Waddel
      estaba al mando del barco de guerra confederado Shenandoah y llevaba varios
      meses atacando a barcos comerciales estadounidenses por el
      océano Pacífico. Hasta el 2 de agosto no se enteró de que la guerra
      había terminado y que sus últimas actuaciones ya no
      eran, por tanto, acciones de guerra, sino actos de
      piratería. La diferencia era importante, porque la
      piratería estaba penada con la horca.
    
Una vez los españoles habían abandonado el
      territorio, la República Dominicana se vio envuelta en las
      típicas luchas intestinas por el poder. Desde hacía
      unos meses se había alzado en armas un caudillo llamado José María Cabral,
      que el 4 de agosto, con la
      colaboración de Gregorio Luperón, logró
      derrocar a Pedro Antonio Pimentel.
    
El rechazo de la comunidad médica a las teorías de
      Ignaz Semmelweis sobre las causas de la fiebre puerperal se
      había convertido en una obsesión para él:
      todas las conversaciones que entablaba derivaban hacia la fiebre
      puerperal, escribía cartas abiertas a médicos
      eminentes con toda clase de insultos, su comportamiento en
      público era inapropiado prácticamente en todas las
      ocasiones. Un día fue invitado a visitar unas nuevas
      instalaciones médicas en Viena. Cuando llegó se dio
      cuenta de que se trataba de un manicomio. Comprendió lo que
      estaba pasando y trató de escapar, pero fue golpeado,
      metido en una camisa de fuerza y recluido en una celda. Un par de
      semanas más tarde, el 13 de
        agosto, moría a causa de una herida gangrenada,
      probablemente consecuencia de una paliza. Su muerte pasó
      inadvertida en la comunidad científica. Actualmente es
      reconocido como pionero de la antisepsia.
    
Mientras tanto, Pasteur recibía el encargo de investigar
      una enfermedad de los gusanos de seda que estaba arruinando la
      industria de la seda francesa: la pebrina. Sus primeros pasos fueron bastante
      desafortunados, pues decidió negar el carácter
      microbiano de la enfermedad, hecho que estaba considerado como
      bien establecido por numerosos científicos.
    
El químico alemán August Kekulé
      ilustró las posibilidades de su teoría de la
      estructura química al encontrar una estructura molecular
      para el benceno, C6H6, que explicaba su
      comportamiento químico. Según su conjetura, el
      benceno tenía una estructura en la que los seis
      átomos de carbono se disponían en forma de anillo.
      Hasta el momento los químicos habían resuelto la
      estructura de numerosas moléculas orgánicas que
      tenían como "esqueleto" una cadena de átomos de
      carbono, pero nunca se habían encontrado con una
      molécula cíclica.
    
El ejército francés había tomado la ciudad
      de Chihuahua, donde Benito Juárez había establecido
      su gobierno, pero éste había logrado escapar y el 14 de agosto el gobierno se
      estableció en Villa de
        Paso del Norte. Desde finales del año anterior,
      Austria había empezado a enviar soldados a México,
      hasta un total de 7.000 hombres, principalmente polacos y
      húngaros. A ellos se añadió un regimiento de
      unos 2.000 voluntarios belgas.
    
El 17 de agosto el
      ejército conjunto de Argentina, Brasil y Uruguay, bajo el
      mando de Venancio Flores, derrotó al ejército
      paraguayo en la batalla de
        Yatay. Los aliados contaban con más de 10.000
      hombres, frente a 3.000 paraguayos. La mitad resultó muerta
      y casi la otra mitad fue hecha prisionera. Entre los capturados
      había algunos uruguayos adversarios de Flores, que
      aspiraban a recuperar el control sobre Uruguay con la ayuda
      paraguaya. Flores los hizo fusilar. Los prisioneros paraguayos
      fueron obligados a combatir contra su país, y muchos de los
      que trataron de huir fueron fusilados como desertores.
    
El ejército de Flores se sumó al asedio de Uruguayana, que había
      sido iniciado un mes antes por el ejército
      brasileño. En la ciudad había unos 7.000 paraguayos
      bajo el mando de Antonio de la
        Cruz Estigarribia. El 19 de
        agosto Flores le instó a rendirse, pero la
      propuesta fue rechazada.
    
El 20 de agosto Autria y
      Prusia firmaron la Convención
        de Gastein, en la que concretaban el reparto de los
      ducados de Schleswig y Holstein. Se ratificaba que Autstria
      controlaría Holstein y Prusia Schleswig, pero además
      se acordaba fundar una flota alemana que tendría su base en
      Kiel, en Holstein, pero
      que quedaría bajo soberanía prusiana.
    
Ese mismo día el presidente Andrew Johnson proclamó oficialmente el fin de la Guerra Civil. A partir de ese momento, siguiendo el plan trazado por Lincoln, se propuso reincorporar los Estados confederados a la Unión lo más pronto posible (antes de fin de año). Para ello nombró gobernadores provisionales con instrucciones para organizar elecciones tanto para las legislaturas estatales como para el congreso. Sin embargo, los republicanos radicales no estaban dispuestos a secundar ese plan. Desde su punto de vista, con la secesión, los Estados confederados habían dejado de serlo y ahora eran más bien territorios que deberían cumplir ciertos (exigentes) requisitos para ser readmitidos en la Unión. Johnson logró que no hubiera juicios por traición contra las autoridades confederadas políticas o militares. Los únicos juzgados y condenados por crímenes de guerra fueron Henry Wirtz, el responsable del campo de prisioneros de Andersonville, y un guerrillero llamado Champ Ferguson. Ambos fueron ahorcados. Por lo demás, sólo Jefferson Davis permanecía en prisión. El presidente también evitó que se llevara a cabo un proyecto de repartir las tierras de los grandes propietarios sureños entre los esclavos que las habían trabajado. Por el contrario, los antiguos propietarios fueron reconocidos como tales.
Otra de las muchas cuestiones en disputa era si se
      concedía el derecho de voto a los negros. Lincoln se
      había mostrado partidario de empezar concediendo el derecho
      de voto a los negros capaces de leer y escribir, así como a
      los que habían luchado en el ejército federal, y
      Johnson apoyó este punto de vista, y recomendó a los
      gobernadores provisionales que lo pusieran en práctica. Sin
      embargo, los republicanos radicales vacilaban. Por una parte
      aceptaban que ser capaz de leer y escribir era un requisito
      razonable para poder votar, pero no era aceptable exigir la
      alfabetización a los negros mientras los blancos
      analfabetos podían votar, y retirar el derecho de voto a
      algunos blancos era un asunto espinoso. Por esa época, la
      tasa de analfabetismo en los Estados Unidos era del 9%, pero en el
      sur era rondaba el 25% (entre los blancos) e incluso llegaba al
      33% en algunos Estados, mientras que el 70% de los negros eran
      analfabetos. Finalmente, los republicanos radicales llegaron a la
      convicción de que sin el derecho a voto era del todo
      imposible proteger a los negros. Entre los hechos que los llevaron
      a esta convicción estaba el hecho de que las nuevas
      legislaturas estatales estaban aprobando "códigos de negros", que eran leyes que,
      si bien reconocían la desaparición de la esclavitud,
      restringían de tal modo los derechos de los negros que en
      poco se distinguían de los esclavos. Por ejemplo, en el
      código de Mississippi se establecia que:
    
Los negros deben firmar contratos de trabajo anuales por escrito. Si abandonan sus tareas, perderán su salario anual. Siempre que se les requiera, deberán presentar sus licencias (expedidas por el alcalde en las ciudades y en otros lugares por la policía) en las que conste su lugar de residencia y su autorización para trabajar. Los que huyan de sus puestos de trabajo podrán ser arrestados y devueltos a sus empleadores. Los cazadores de negros recibirán cinco dólares por cabeza más un suplemento por la distancia recorrida. Se considerará un delito, castigable con una multa o prisión, inducir a un liberto a abandonar a su empleador o alimentar a los fugitivos. Los menores de edad se considerarán aprendices hasta los veintiún años en el caso de los varones y los dieciocho en el de las hembras. Los amos podrán infligir castigos corporales a los aprendices como los que los padres administran a los hijos. A los vagabundos se les impondrá multas onerosas y si no pueden pagarlas podrán ser obligados a trabajar hasta que puedan satisfacerlas. Los negros no pueden llevar cuchillos o armas de fuego salvo que sean autorizados a hacerlo. Se considerará delito punible con una multa de 50$ y treinta días de prisión suministrar o vender bebidas alcohólicas a un negro. Cuando los negros no puedan pagar las multas o los procedimientos legales, serán ofrecidos como trabajadores por el sheriff en subasta pública al mejor postor...
Estos códigos escandalizaron a la opinión
      pública del norte, pues venían a decir que la guerra
      civil no había servido para nada. Sin embargo, Johnson les
      dio el visto bueno. Cada vez era más patente que su
      concepto de "seguir las directrices de reconciliación
      marcadas por Lincoln" era de lo más peregrino, y sus
      concesiones desmesuradas daban cada vez más fuerza a los
      republicanos radicales, a la vez que le granjeaban el apoyo de los
      demócratas. No obstante, los códigos negros tuvieron
      escasa aplicación, pues Lincoln había creado un "Gabinete de libertos" que se
      encargó de velar por los intereses de los negros. Al
      principio les suministró ropa y comida, luego se
      ocupó de resolver cuestiones cotidianas sobre las que los
      antiguos esclavos carecían de toda experiencia y finalmente
      (pese a la gran oposición de los blancos) de fundar
      escuelas para negros similares a las de la enseñanza
      pública existente en los Estados del norte, pero
      prácticamente desconocidas en el sur.
    
Más graves que los códigos negros eran las
      constantes agresiones que los blancos resentidos les
      infligían impunemente. Oficiales del norte informaron de
      docenas de linchamientos extrajudiciales y afirmaron que cientos o
      miles de negros estaban siendo asesinados, especialmente en las
      zonas donde la presencia de soldados federales era escasa o nula.
      Las mujeres negras estaban particularmente indefensas frente a las
      agresiones sexuales, especialmente por parte de sus empleadores
      blancos.
    
En El Salvador, el tribunal militar que estaba juzgando a Gerardo
      Barrios estaba a punto de absolverlo, pero el presidente
      Dueñas tuvo noticia de ello y habló personalmente
      con cada uno de sus miembros para explicarles que no estaban
      allí para juzgar nada, sino para condenar a Barrios. El
      fiscal renunció, se arrancó los galones del hombro y
      los tiró al suelo, pero finalmente la sentencia fue de
      culpabilidad y se lo condenó a muerte, violando así
      las condiciones del tratado de extradición. Barrios fue
      fusilado el 29 de agosto. 
    
El 31 de agosto terminó
      el mandato del presidente ecuatoriano Gabriel García
      Moreno, y fue sucedido por Jerónimo Carrión, que
      siguió las directrices políticas marcadas por su
      antecesor.
    
El 2 de septiembre
      murió el matemático irlandés sir William
      Rowan Hamilton.
    
El 3 de septiembre Bismark se
      entrevistó en Biarritz con el emperador Napoleón III
      de Francia. Allí pactaron la neutralidad de Francia en una
      "hipotética" guerra entre Austria y Prusia. A cambio,
      Prusia no tendría inconveniente en que Francia se
      anexionara Bélgica y Luxemburgo.
    
El 11 de septiembre el
      paraguayo Estigarribia solicitó permiso a Flores para dejar
      salir a la población civil de Uruguayana, y así se
      hizo. Ese mismo día llegó al campamento aliado el
      emperador Pedro II, que se entrevistó con Flores y Mitre.
      El ejército aliado contaba con más de 17.000
      hombres, de los cuales unos 12.000 eran brasileños, casi
      4.000 argentinos  y algo más de 1.000 uruguayos. Los
      efectivos de Estigarribia se habían reducido a algo
      más de 5.000, y el hambre y las enfermedades estaban
      reduciendo velozmente esa cifra.
    
El masivo alzamiento que estaba planeando la Hermandad
      Republicana Irlandesa se redujo a una revuelta de unos 800
      campesinos en Irlanda, que pronto fueron sometidos. La
      policía británica realizó indagaciones y e 15 de septiembre asaltó la
      redacción del periódico Irish People en Dublín, donde detuvo a
      los cabecillas de la revuelta. Stephens y O'Connell trataron de
      asaltar la prisión donde estaban retenidos, pero fracasaron
      y fueron detenidos también. Stephens logró escapar y
      huyó a París.
    
La opinión pública chilena condenaba la
      actuación española en Perú y se produjeron
      incidentes violentos contra los españoles residentes en el
      país. El gobierno negó la entrada a los barcos
      españoles en puertos chilenos, mientras enviaba suministros
      a los peruanos seguidores de Mariano Ignacio Prado. El 17 de septiembre, el almirante
      español José Manuel Pareja pidió
      explicaciones al gobierno chileno y exigió que,
      además de levantar las restricciones impuestas a los barcos
      españoles, la bandera española fuera saludada con 21
      cañonazos.
    
El 18 de septiembre el
      ejército aliado se disponía a asaltar la ciudad de
      Uruguayana, pero antes instó una vez más a
      Estigarribia a rendirse. Esta vez el paraguayo aceptó, sin
      más exigencia que la garantía de que sus oficiales
      pudieran marcharse y que los soldados no fueran entregados a
      Flores (por temor a que los ejecutara). Estigarribia pasó
      el resto de sus días en Río de Janeiro. Los soldados
      rendidos estaban en un estado deplorable de desnutrición.
      Algunos de ellos se unieron al ejército aliado.
    
Brasil y Gran Bretaña habían reanudado las
      negociaciones sobre el conflicto diplomático que
      mantenían en los últimos años. Gran
      Bretaña aceptó el fallo del rey Leopoldo I de
      Bélgica y se mostró dispuesta a presentar excusas,
      pero no al pago de indemnización alguna. Brasil, por su
      parte, ante la posibilidad de que Gran Bretaña se aliara
      con Paraguay, aceptó las condiciones y así, antes de
      regresar al Brasil, el 23 de
        septiembre Pedro II recibió en Uruguayana al
      embajador británico en Argentina, sir Edward Thornton, quien le
      presentó excusas en nombre de la reina Victoria. Cuando
      llegó a Río de Janeiro el emperador fue recibido
      entre aclamaciones, tanto por los éxitos militares ante
      Paraguay como por el triunfo diplomático ante Gran
      Bretaña. La realidad fue que Gran Bretaña estaba
      interesada en acabar con la dictadura de López o,
      más en general, con el estricto control que el estado
      paraguayo venía ejerciendo sobre el país en general
      y su economía en particular desde los tiempos de
      Rodríguez de Francia, que planteaba fuertes resistencias a
      la penetración del comercio y las inversiones
      británicas. Por ello prefirió presentar sus excusas
      ante Brasil, para aumentar así sus posibilidades de apoyar
      a la Triple Alianza.
    
El 24 de septiembre, ante la
      negativa chilena a satisfacer las condiciones exigidas por
      España, José Manuel Pareja ordenó el bloqueo
      de toda la costa chilena. Desde luego, no estaba en condiciones de
      llevarlo a cabo con eficiencia, pero el 25 de septiembre Chile declaró la guerra a
      España.
    
Ese mismo día murió el Francia el ex presidente
      boliviano Andrés de Santa Cruz.
    
Mientras tanto el general Philip Sheridan había recibido
      la orden de desplegar 50.000 soldados sobre la frontera mexicana,
      desde donde empezó a proporcionar extraoficialmente
      suministros a los partidarios de Benito Juárez. (Los
      estadounidenses "dejaban abandonados" los suministros en su lado
      del Río Grande y "no parecían advertir" que los
      mexicanos cruzaban el río, los tomaban y regresaban a
      México con ellos.)
    
El 3 de octubre el emperador
      Maximiliano I de México promulgó un decreto por el
      que los insurgentes mexicanos podían ser ejecutados
      inmediatamente tras ser capturados. Paradójicamente, aunque
      Maximiliano I había sido proclamado emperador gracias al
      apoyo de los conservadores, estableció una política
      abiertamente liberal. Para exasperación de los
      conservadores, el emperador se negó a devolver a la Iglesia
      los bienes que Juárez había desamortizado,
      promulgó la libertad de culto y prohibió a los
      sacerdotes católicos cobrar por aplicar los sacramentos.
      Por otra parte, promulgó la libertad de prensa (cosa que
      Juárez nunca había hecho), y emitió la
      primera ley del trabajo en México, que estipulaba jornadas
      laborales de 12 horas con 2 de descanso y un día de
      descanso a la semana. Se prohibían los castigos corporales,
      se establecía el libre acceso de los comerciantes a los
      centros de trabajo (para evitar que los patrones obligaran a sus
      trabajadores a comprar productos de sus propias tiendas a precios
      abusivos) así como la obligación de los patrones a
      pagar los salarios en efectivo (y no en alimentos o en vales para
      sus propios negocios, etc.). Sin embargo, nada de esto le
      sirvió para ganarse el apoyo de los liberales.
    
El dictador paraguayo Francisco Solano López dio la orden
      de evacuar el territorio argentino, pero la evacuación se
      hizo lentamente entre saqueos e incendios.
    
Samuel Baker regresó a Gran Bretaña tras haber
      explorado el lago Alberto y haber comprobado que es atravesado por
      el Nilo. Por su trabajo recibió la medalla de oro de la Royal Geographical Society. 
    
La población negra en Jamaica era 32 veces superior a la
      blanca, pero muy pocos negros alcanzaban el nivel de riqueza que
      la ley británica exigía para poder ser elegidos como
      representantes en la legislatura de la colonia. De hecho,
      sólo unos 2.000 negros reunían los requisitos, entre
      una población total de más de 400.000 individuos.
      Esto hacía que la política local apenas los tuviera
      en cuenta. Más aún, desde los pasados disturbios en
      la India, la minoría blanca recelaba de una posible
      insurrección de los negros y procuraba mantenerlos tan
      controlados como fuera posible. Algunos misioneros
      británicos estaban animando a la población negra a
      que presentara reclamaciones por su situación de
      marginación. Un grupo de campesinos había enviado
      una carta a la reina Victoria pidiendo que la Corona pusiera
      tierras a su disposición para poder trabajarlas, pero la
      reina respondió aconsejándoles que trabajaran con
      más ahínco. El gobernador de Jamaica, Edward John Eyre, había
      interceptado la carta y la había acompañado de otra
      propia en la que daba a la reina su propia versión de los
      hechos.
    
El 8 de octubre un negro fue
      juzgado y encarcelado por haber entrado en una plantación
      que llevaba tiempo abandonada. Se produjeron protestas y un hombre
      fue arrestado. Los demás se enojaron aún más
      y lo sacaron por la fuerza de la cárcel. El 11 de octubre un grupo de negros se
      concentró en el tribunal de justicia de Morant Bay, donde un grupo de
      milicianos blancos se asustó y disparó contra los
      negros, matando a siete de ellos antes de que se desbandaran. Pero
      los negros se reorganizaron y contraatacaron matando a 18
      personas, entre ellas varios milicianos blancos y oficiales.
      Durante los días siguientes unos 2.000 negros
      protagonizaron actos violentos por la zona, y mataron a dos
      terratenientes blancos, mientras otros muchos huían.
    
El 18 de octubre murió
      el primer ministro británico lord Palmerston, dos
      días antes del que hubiera sido su octagésimo primer
      cumpleaños. Fue sucedido por John Russell.
    
El gobernador de Jamaica hizo intervenir al ejército
      contra los rebeldes negros. En la represión de la revuelta,
      más de 400 negros murieron a manos de los soldados y unos
      350 fueron capturados, juzgados (en algunos casos) y ahorcados.
      Entre ellos estaba Paul Bogle,
      uno de los cabecillas de la revuelta. El gobernador Eyre
      aprovechó para deshacerse de uno de sus mayores
      críticos, George William
        Gordon, hijo de un terrateniente escocés y de una
      esclava mulata (la esclavitud había sido abolida cuando
      Gordon cumplió los catorce años), miembro de la
      legislatura jamaicana y que no tenía nada que ver con la
      revuelta. Gordon fue llevado por la fuerza de Kingston a Morant
      Bay, donde estaba vigente la ley marcial, y allí fue
      juzgado por un tribunal militar sin garantía alguna,
      condenado y ejecutado en breve plazo. Estos hechos hicieron que
      John Stuart Mill organizara un comité que solicitó
      el procesamiento del gobernador Eyre. La iniciativa contó
      con el respaldo de personajes como Charles Darwin y Thomas Huxley,
      pero también con la oposción de Charles Dickens,
      entre otros. Aunque Eyre fue relevado de su puesto, no se
      presentaron cargos contra él.
    
Durante el último mes, mientras el Magasin d'Éducation et de
        Récréation seguía publicando Las aventuras del capitán
        Hatteras, Julio Verne había publicado por entregas
      otro de sus Viajes
        extraordinarios, excepcionalmente en el Journal des Débats Politiques
        et Littérairs. El 25
        de octubre se publicó la obra encuadernada en un
      solo volumen. Si hasta ese momento Verne había llevado a
      sus lectores al África inexplorada, a las profundidades de
      la Tierra y al Polo Norte, el nuevo viaje era mucho más
      ambicioso, pues en su "De la
        Tierra a la Luna, viaje directo en 98 horas", relataba
      nada menos que un viaje a la Luna. La novela está
      ambientada en los Estados Unidos del momento, es decir, justo
      después de la guerra civil, cuando Impey Barbicane, el
      presidente de una sociedad de aficionados al diseño de
      armamento, propone construir un cañon gigantesco capaz de
      lanzar un proyectil que llegue hasta la Luna. La tarea se complica
      con la aparición de un personaje francés, un
      aventurero llamado Michel
        Ardan, que anuncia su interés en viajar en dicho
      proyectil. Este personaje inaugura una característica que
      tendrán muchas de las novelas futuras de Verne: la
      presencia de un francés entre los protagonistas. Verne
      realiza cálculos bastante acertados sobre las
      características que debía reunir el
      cañón para cumplir el objetivo marcado (si bien lo
      cierto es que el cañón debería haber sido
      muchísimo más largo para conferir al proyectil la
      velocidad necesaria sin que la aceleración resultara mortal
      para sus tripulantes). La novela termina con el lanzamiento
      exitoso y la constatación final (desde la Tierra) de que el
      proyectil no ha alcanzado la Luna, sino que se ha puesto en
      órbita a su alrededor. El relato del viaje y el final de la
      aventura lo desarrollará en una novela posterior.
    
El 29 de octubre los
      republicanos mexicanos expulsaron a los franceses de la ciudad de
      Chihuahua y Juárez volvió a establecer su gobierno
      en ella.
    
El capitán Waddel pasó dos meses sin tocar tierra,
      sin saber qué hacer, hasta que el 2 de noviembre se presentó en Liverpool y
      presentó su rendición a un oficial británico,
      que fue comunicada por carta al gobierno de los Estados Unidos.
    
El 3 de noviembre el
      ejército argentino entraba en la ciudad de Corrientes, al
      tiempo que las últimas tropas paraguayas salían de
      territorio argentino.
    
El 5 de noviembre el ejército de Mariano Ignacio Prado entró en Lima y se enfrentó a la guarnición del palacio de gobierno, que, tras una dura resistencia, terminó rindiéndose y una multitud saqueó el edificio. El presidente Pezet tuvo que huir a El Callao donde el 8 de noviembre se refugió en un barco británico y renunció a su cargo.
Ese mismo día desertó en masa un segundo
      ejército (de unos 6.000 hombres) que Justo José de
      Urquiza había reunido para luchar contra la invasión
      paraguaya. Si la deserción anterior fue tratada con
      indulgencia, esta vez Urquiza ordenó fusilar a todos los
      desertores que fueran capturados, así que muchos de ellos
      huyeron a Uruguay o se presentaron en los campamentos paraguayos.
    
El 15 de noviembre otro de los
      guerrilleros que habían participado en la guerra de
      independencia se hizo con el poder en la República
      Dominicana. El nuevo presidente se llamaba Pedro Guillermo. 
    
El 18 de noviembre un
      periódico neoyorquino publicó un cuento
      humorístico titulado Jim
        Smiley y su rana saltarina. Estaba firmado por Mark Twain, que era el
      pseudónimo de Samuel
        Langhorne Clemens. Nacido en Misuri, hasta la guerra
      civil había trabajado como piloto de barcos de vapor en el
      Mississippi, luego (con 26 años) se había unido a un
      grupo de milicianos confederados voluntarios, pero lo dejó
      al cabo de unas pocas semanas para viajar a Nevada, donde su
      hermano Orion
      había conseguido trabajo como secretario del gobernador del
      territorio. Allí se había hecho buscador de oro, con
      la esperanza de enriquecerse rápidamente, cosa que no
      logró. Ahora trabajaba como periodista en San Francisco. Su
      relato fue reimpreso por varios periódicos de diversos
      Estados y gracias a ello Twain logró una gran popularidad.
    
La flota chilena no era gran cosa, pero, para bloquear la enorme
      costa del país, el almirante Pareja tuvo que diseminar su
      flota, y esto dio muchas oportunidades a los chilenos. Así,
      el 26 de noviembre, frente a
      las costas de Valparaíso, una corbeta chilena, armada con
      18 cañones, se encontró con la goleta
      española Covadonga,
      que sólo tenía 3. Se produjo un combate en el que la
      goleta y su tripulación terminaron apresados. Los
      españoles contaron un muerto y catorce heridos, mientras
      que los chilenos no sufrieron bajas.
    
El 28 de noviembre Mariano
      Ignacio Prado fue reconocido como presidente de Perú.
      Inmediatamente organizó un gobierno plural formado tanto
      por liberales como conservadores.
    
El 30 de noviembre, tras haber
      recibido la noticia de la captura de la goleta Covadonga junto con falsos
      rumores de que una segunda goleta también había sido
      capturada, el almirante español José Manuel Pareja
      se suicidó. Fue sucedido por el almirante Casto Méndez
        Núñez. 
    
El 5 de diciembre Perú
      firmó una alianza con Chile en la guerra contra
      España, conocida como Guerra
        del Pacífico. 
    
Los ex Estados confederados habían realizado elecciones al
      Congreso, pero los republicanos radicales lograron que sus
      representantes no pudieran ocupar sus asientos, como respuesta a
      los infames códigos negros. El Congreso puso en marcha una
      comisión para elaborar un "plan de reconstrucción" distinto del
      propuesto por el presidente Johnson. El 6 de diciembre entró en vigor la
      decimotercera enmienda de la Constitución de los Estados
      Unidos. Para entonces la esclavitud seguía siendo legal en
      Brasil y en las colonias de España, Portugal y Francia,
      así como en China y otros países africanos y
      asiáticos.
    
El ex presidente dominicano Buenaventura Báez
      regresó de su exilio en España y, con el apoyo de
      sus partidarios, logró derrotar a Pedro Guillermo y el 8 de diciembre se convirtió
      de nuevo en presidente de la república.
    
El 10 de diciembre
      murió el rey Leopoldo I de Bélgica. Fue sucedido por
      su hijo Leopoldo II. 
    
El 11 de diciembre los
      franceses retomaron Chihuahua, aunque Juárez había
      logrado huir a tiempo, perseguido por los franceses. Por segunda
      vez en ese año, Juárez rechazó el consejo de
      abandonar el país refugiándose en los Estados
      Unidos.
    
El 20 de diciembre, apenas una
      semana después de que terminara la publicación por
      entregas de Las aventuras del
        capitán Hatteras, Julio Verne empezó a
      publicar otro de sus viajes extraordinarios: Los hijos del capitán Grant,
      en la que los protagonistas buscan a su padre naufragado por
      Sudamérica, Australia y Nueva Zelanda, mientras tratan de
      descifrar un mensaje que había sido lanzado al mar en una
      botella, pero que resultaba casi ilegible.
    
Rimski-Kórsakov estaba de regreso en San Petersburgo,
      aunque había perdido gran parte de su interés por la
      música. Sin embargo, Balákirev lo animó a
      terminar su primera sinfonía, de la que revisó toda
      la orquestación y finalmente fue estrenada bajo la batuta
      del propio Balákirev.
    
El rey Luis II de Baviera tuvo que ceder a las presiones y pedir
      a Wagner que abandonara su corte. En principio se planteó
      abdicar para poder marcharse con su héroe, pero Wagner
      prefería tener un rey entre sus partidarios, aunque fuera a
      cierta distancia, y le quitó la idea de la cabeza. Luis II
      acomodó a Wagner en una villa cerca del lago de Lucerna, en
      Suiza.
    
Manet pintó ese año El combate entre el Kearsage y el Alabama,
      así como varias pinturas más de temática
      española, como El hombre
        muerto, que representa a un torero desangrándose
      en la arena. Ese año el pintor visitó españa
      por primera vez, y quedó entusiasmado con el
      espectáculo de las corridas de toros. A su regreso a
      Francia empezó a trabajar en La corrida de toros, que muestra a un toro
      corneando a un caballo derribado. Pero su obra más
      comentada ese año fue un lienzo que había pintado
      dos años atrás con la intención de exponerlo
      en el Salón de los
        rechazados, pero que finalmente se expuso por primera vez
      en el Salón (oficial) de París de ese año, y
      causó un gran escándalo. El cuadro se conoce con el
      nombre que le dio Baudelaire: Olimpia,
      y representa un desnudo femenino similar en cuanto a su estructura
      a la Venus de Urbino de
      Tiziano, pero una serie de elementos dejan claro que la
      protagonista es una prostituta a punto de recibir a un cliente, la
      cual mira al espectador con gesto insolente. El cuadro
      generó un gran escándalo.
    
La revista El mensajero ruso
      empezó a publicar por entregas Guerra y paz, de Leo Tolstói.
    
El rey Kamehameha V de Hawai sorprendió a su parlamento al
      negarse a aprobar una ley que permitiría la venta de
      bebidas alcohólicas a los nativos hawaianos. Sus palabras
      fueron "nunca firmaré la
        pena de muerte para mi pueblo". 
    
El 24 de diciembre seis ex
      oficiales confederados se reunieron en Pukaski (Tennessee) para fundar una sociedad
      secreta. Su principal objetivo era garantizar la supremacía
      blanca en los ex Estados Confederados intimidando, agrediendo o
      incluso matando a aquellos negros que pretendieran hacer uso de
      cualquier "privilegio" que les concediera cualquier ley impuesta
      desde el norte. La organización recibió el nombre de
      Cyclos, que en griego
      significa "círculo". La mayoría de los fundadores
      eran de ascendencia escocesa, y para recalcar que "el
      círculo" era como una familia —lo que en Escocia se llama
      un clan— en el sentido mafioso del término, se
      referían a él como el clan Cyclos, en inglés Cyclos Clan, que, de acuerdo
      con la pronunciación establecida para el griego
      clásico, debía leerse Kuclos Clan, donde la u se pronuncia como en
      francés. Sin embargo, el "clan del círculo"
      reunió rápidamente una gran cantidad de adeptos que
      no eran eruditos patéticos como sus fundadores, sino meros
      brutos patéticos cuyo conocimiento del griego
      clásico estaba al mismo nivel que el resto de su intelecto,
      y el Cyclos Clan no
      tardó en degenerar en el Ku
        Klux Klan. Sus miembros se vestían con
      túnicas y capuchas blancas, en parte para ocultar su
      identidad y en parte para asustar a los negros, a los que al
      principio les decían que eran fantasmas de soldados
      confederados muertos, aunque los negros no eran tan tontos como
      ellos pensaban y la historia de los fantasmas no se la
      tragó nadie.
    
Por esas fechas la triple alianza contaba con 50.000 hombres
      desplegados en la frontera paraguaya listos para invadir el
      país.
    
Los bóers del Estado Libre de Orange se estaban
      expandiendo por tierras que los Sotho
      consideraban suyas. Éstos eran un grupo de tribus que
      durante las últimas cuatro décadas habían
      sido unificadas bajo la monarquía del rey Moshoeshoe I. El rey
      había llegado a acuerdos diplomáticos con los
      británicos, pero cuando éstos abandonaron la zona
      sus relaciones con los bóers se volvieron cada vez
      más tensas. El año anterior habían llegado a
      un punto crítico y ahora finalmente estallaba la guerra.
    
Los rebeldes Nian lograron una victoria importante frente al
      ejército imperial chino en la batalla de Goulawjai, en la que murió el
      general Senggelinqin, uno
      de los mejores oficiales chinos del momento.
    
Ese año murió Faisal ibn Turki, el emir del Segundo
      Estado Saudí, que fue sucedido por su hijo Abdallah ibn Faisal ibn Turki.
      Sin embargo, su hermano Saud ibn
        Faisal ibn Turki no tardó en alzarse en armas
      contra él y el emirato entró en guerra civil.
    
Antes de que Baháulláh se hubiera convertido en el principal líder de los babistas, el liderazgo lo había ostentado Mirza Yahya, quien se había casado con la viuda del Bab, pero que carecía del carisma y la capacidad de manipulación imprescindibles en todo dirigente religioso que quiera ganar muchos seguidores. Ese año Mirza Yahya fue acusado de organizar el asesinato de Baháulláh. Al parecer, trató de persuadir al menos a dos personas (una de ellas el barbero de Baháulláh) para que lo asesinaran, pero ambas se negaron y alertaron a los babistas.
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