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Los diputados de los Estados Generales de Francia parecían
haber ganado ya su batalla política, de modo que en un
breve
plazo Francia se convertiría en una monarquía
constitucional. Sin embargo, el rey Luis XVI cometía un
error
tras otro. Después de haber dado su conformidad a la
Asamblea
Constituyente, concentró varios regimientos alrededor de
Versalles. Se extendieron rumores entre el pueblo sobre un complot
de
la nobleza,
se dijo que los diputados de la Asamblea serían ahogados en
sangre.
Oradores improvisados, como Camille
Desmoulins, incitaban al pueblo a tomar las armas. El 2 de julio de 1789, el
marqués de
Sade gritaba a la calle desde su celda de la Bastilla que iban a
degollar a todos los prisioneros. El 4
de
julio fue trasladado a un manicomio.
El 11 de julio el rey
despidió a Necker, al que veía demasiado
entusiasmado con
las reformas. De este modo, sus recelos quedaron patentes. El 12 de julio, al conocer la noticia,
Desmoulins convocó al pueblo a manifestarse ante el palacio
real.
Recientemente, el rey Carlos IV de España había
tenido
una hija, María Isabel.
Hasta la fecha había tenido seis hijos varones y cinco
hijas,
pero todos los varones habían muerto prematuramente excepto
dos,
Fernando, que iba a
cumplir los
cinco años, y Carlos
María Isidro, de un año. En cambio, de las
hijas
sólo se le había muerto una. Temiendo que pudiera
perder
a sus dos varones, convocó las Cortes para que aprobaran la
Pragmática Sanción
de 1789,
por la que se derogaba la Ley
Sálica que Felipe V había introducido al
ascender
al trono español. La pargmática fue aprobada, pero
no fue
publicada, pues hubiera sido de mal gusto que el monarca
reconociera
sus recelos de que sus hijos murieran.
Thomas Hudson, el capitán británico al que
José
Esteban Martínez había expulsado de la bahía
de
Nutka, decidió que no tenía nada que hacer en China
y se
volvió a atrás. No intentó penetrar en la
bahía, pero fue avistado por los españoles, que lo
capturaron y le requisaron el barco. En la bahía de Nutka
vivían los indios Nuu-chah-nuhlt,
que consideraban plenamente satisfactorias sus relaciones
comerciales
con los británicos y veían con consternación
que
los españoles las estuvieran saboteando. El 13 de julio, el jefe Maquinna envió a su
hijo Callicum a
entrevistarse con los
españoles, pero éstos le dispararon mientras se
acercaba.
Ese mismo día murió el
marqués de Mirabeau, pero su hijo Gabriel heredó
únicamente el título de conde
de Mirabeau. Esa noche se provocaron incendios en
París y
se constituyó una nueva guardia, pronto conocida como guardia nacional, dirigida
por
La Fayette, con el fin de evitar tanto los excesos de los
ciudadanos
como
los de las tropas del rey. Sus miembros se distinguían por
una
insignia roja y azul, los colores de París. Los sublevados
levantaron barricadas en las calles para oponerse a las tropas del
rey.
En la mañana del 14 de julio,
el precio del pan superó todas las cotas precedentes. Se
extendió el rumor de que el rey iba a ordenar que
dispararan al
pueblo desde la Bastilla, y una multitud de cerca de 50.000
personas se
concentró ante el castillo, después de haber
asaltado el hospital de los
Inválidos,
un cuartel-museo en el que obtuvieron armas. Los intentos de
conciliación fracasaron y los soldados dispararon, pero
numerosos guardias se unieron a los manifestantes y la Bastilla
fue
tomada. El populacho se hizo así con millares de fusiles y
todos
los prisioneros fueron liberados (todos eran siete: cuatro
falsificadores, dos locos y un noble libertino). Tanto el
gobernador De
Launay como el preboste de los comerciantes fueron decapitados y
sus
cabezas fueron paseadas en lo alto de sendas picas. Cuentan que,
cuando
el rey se enteró de la toma de la Bastilla exclamó:
"¡Pero esto es un
motín!"
Y el duque de La Rochefoucauld
le replicó: "No sire, es
una
revolución".
El 15 de julio el rey
anunció ante la Asamblea (a la que, por primera vez,
calificó de Nacional) la retirada de las tropas de
París.
La Fayette ordenó la demolición de la Bastilla y,
aunque
el pueblo contribuyó gustoso de forma improvidada, la obra
fue
dirigida por el empresario Pierre-François
Palloy, que tuvo la idea de esculpir algunas de sus
piedras como
maquetas del castillo en miniatura y venderlas por toda Francia.
El 16 de julio, el rey
anunció la
reincorporación de Necker y se dirigió a
París,
donde el 17 de julio tuvo que
aceptar la escarapela tricolor que le ofreció La Fayette en
el
ayuntamiento: entre el rojo y el azul de París se
había insertado una franja con el color blanco del rey.
Pero
estas medidas no calmaron los ánimos. La noticia de la toma
de
la Bastilla se difundió por las provincias, donde se
formaron
nuevos gobiernos municipales que expulsaron a los representantes
del
rey. Surgieron rumores sobre conspiraciones de nobles, que
trataban de
acaparar trigo para matar de hambre a los pobres, y pagaban a
bandas de
mendigos y vagabundos para que devastaran pueblos y cosechas.
Desde el 20 de julio, tales
rumores estaban
extendidos por todo el reino. Los campesinos, presos del
pánico,
se dirigían a los castillos, destruían archivos,
provocaban incencios y, a veces, asesinaban.
Asesinar nobles se convirtió en el deporte nacional. En
París, las farolas se convertían en patíbulos
improvisados. La más célebre fue la que estaba
frente al
ayuntamiento de París. Allí, cualquier "enemigo del
pueblo" podía ser ejecutado sin juicio alguno, y su cabeza
se
pinchaba luego en lo alto de una pica para pasearla por las
calles. Por
todas partes se oía una alegre melodía que rezaba: "¡Ah, ya irán, ya
irán
los aristócratas a la farola!".
Tras un largo viaje, Pigneau de Behaine logró llegar a
Saigón el 24 de julio,
para
reunirse con Nguyen Anh, proporcionándole armas y algunos
hombres, aunque eran muchos menos que los que Francia había
prometido (tal vez no más de un centenar). No obstante,
entre
ellos había oficiales que entrenaron a los seguidores de
Nguyen
Anh en las técnicas de guerra occidentales y le ayudaron a
construir una flota.
Cuando las noticias sobre la actuación de José
Esteban
Martínez en la bahía de Nutka llegaron al virrey de
Nueva
España, éste se asustó ante las consecuencias
diplomáticas que podrían desencadenarse, y
así, el
29 de julio Martínez
recibió instrucciones de desalojar la bahía. Por
aquel
entonces Martínez había capturado dos barcos
norteamericanos más, aunque uno había logrado
escapar
finalmente.
Otro hecho que encolerizó los ánimos de algunos
sectores parisinos fue un intento del gobierno de prohibir la
exposición de la última obra de David: Los lictores llevan a Bruto el
cuerpo de
sus hijos. (Según la leyenda romana, Bruto
había
ordenado que sus propios hijos fueran ejecutados por tratar de
restaurar la monarquía.) Finalmente, los censores hubieron
de
ceder y la obra fue presentada al público.
Algunos de los diputados de la Asamblea Constituyente que eran
terratenientes, inquietos por el caos imperante, se reunieron la
noche
del 4 de agosto en el club bretón para
discutir la
situación. La mayoría era partidaria de medidas
represivas, pero finalmente triunfó la idea de que
había
que hacer concesiones sustanciales. Se decidió por
unanimidad
suprimir el diezmo que cobraba la Iglesia y todos los privilegios
feudales de la nobleza. Sin embargo, unos días
después,
la Asamblea Constituyente matizó estas decisiones:
sólo
se suprimirían los que se pasaron a llamar derechos del feudalismo dominante, es
decir, los
honoríficos, mientras que los del feudalismo contratante, es decir,
los derivados de un contrato entre el señor y sus vasallos,
(impuestos sobre el trigo, etc.) se mantendrían a cambio de
un
pago del equivalente a veinte veces su valor anual.
El 26 de agosto, la Asamblea
Constituyente aprobó la Declaración
de
los derechos del hombre y del ciudadano, cuyo texto transcribimos aquí.
En Francia se estaban formando numerosas asociaciones
políticas, de entre las cuales destacó una que, por
reunirse en un antiguo convento de los dominicos, en la calle de San Jacobo de
París, pronto fue conocido como el club de los jacobinos.
Contaba con
85 diputados de la Asamblea Constituyente.
La flota rusa derrotó a la sueca en la batalla de Svenksund.
Suiza había tenido que reprimir una nueva revuelta en
Ginebra
a principios de año, y ahora se encontraba asolada por
revueltas
campesinas en todo su territorio.
El astrónomo William Herschel acababa de construir un
telescopio que, durante medio siglo, fue el mayor del mundo. Lo
probó por primera vez el 28 de
agosto
y con él descubrió un sexto satélite de
Saturno,
que fue llamado Encélado.
Un mes después encontró uno más, llamado Mimas. Ambos son interiores al
anillo del planeta.
En septiembre, Marat
abrió
su propio periódico, titulado Moniteur
patriote, aunque cuatro días después
pasó a
llamarse Publiciste Parisien
y, finalmente, L'Ami du peuple.
El 11 de septiembre, George
Washington nombró a Alexander Hamilton secretario del
Tesoro,
Thomas Jefferson fue nombrado secretario de Estado, pero de
momento no
pudo ocupar el cargo (se encontraba en Francia negociando una
renovación de la alianza con este país) y el cargo
quedó interinamente en manos de John Jay, quien lo
había
ocupado hasta la disolución del antiguo Congreso.
También
Henry Knox conservó su cargo de secretario de Guerra,
Edmund
Randolph fue nombrado Fiscal General, y Samuel Osgood fue nombrado director
general de Correos. El 24 de
septiembre,
el Congreso de los Estados Unidos creó el Tribunal Supremo,
y
Washington convirtió a John Jay en su primer presidente.
Y mientras Francia daba lecciones al mundo de cómo se
ganan
las
libertades con sangre y atrocidades, los Estados Unidos daban
lecciones
al mundo de cómo se ganan las libertades civilizadamente:
Algunos de los Estados habían aprobado la
Constitución
bajo la condición de que se le añadiera una
declaración de derechos que salvaguardara las libertades
individuales, así que, por iniciativa de James Madison, el
Congreso se puso a trabajar en ello y el 25
de septiembre aprobó doce enmiendas a la
Constitución que a su vez debían ser ratificadas por
cada
Estado. Finalmente, sólo diez lo serían:
El rey Felipe V había implantado en España la ley
sálica, por la que las mujeres no podían heredar la
corona ni transmitirla a sus hijos. Esta ley no tenía
ningún precedente en España y el 30 de septiembre Campomanes
presentó en las Cortes un informe para derogar dicha ley,
lo
cual fue aprobado por unanimidad, si bien la decisión nunca
fue
publicada.
En Francia seguía el recelo popular hacia la aristocracia.
El
inepto Luis XVI seguía gozando de las simpatías y la
veneración del vulgo, pero se consideraba que estaba mal
influido por la nobleza. La reina María Antonieta, en
cambio,
era abominada. Se decía que era frívola y
derrochadora.
Corrió el rumor de que Luis XVI y María Antonieta
habían asistido a un banquete de soldados en Versalles
donde se
había pisoteado la escarapela tricolor. La Asamblea
Constitucional había acordado elaborar una declaración de derechos del
hombre,
pero el rey manifestó su negativa a aceptar tal cosa, como
tampoco estaba dispuesto a aceptar la abolición de los
derecos
feudales. Empezó a
extenderse la opinión de que si el rey residiera en
París, se libraría de la nefasta influencia de la
corte
de Versalles. El 5 de octubre
se
organizó una manifestación frente al ayuntamiento de
París para reclamar pan, y por la tarde más de seis
mil
personas se presentaron en Versalles. El 6
de octubre, la muchedumbre asesinó a algunos
guardias del
palacio real, se hizo con carros de trigo y harina y se los
llevó a París juntamente con el rey, la reina y el
Delfín (a los que llamaban "el
panadero", "la panadera" y "el
mozo de tahona". El monarca fue obligado a instalarse en
el
palacio de las Tullerías.
Marat escribía en su periódico: "Poseer por fin a su rey es toda una
fiesta para los buenos parisienses. [...] Pero esta felicidad no
tardará en
desvanecerse si no fijamos la residencia de la familia real
entre
nosotros hasta que la constitución esté
debidamente
consagrada." El duque de Orleans, Luis Felipe
José, fue
acusado de haber organizado estos sucesos, por lo que tuvo que
huir a
Gran Bretaña.
Mientras tanto, Hendrik Van der Noort invadió Brabante y
el 27 de octubre derrotó
a los
austríacos en la batalla de Turnhout.
Las revueltas de campesinos en Suiza fueron sofocadas.
José Esteban Martínez había terminado de
desalojar la bahía de Nutka, pero, para entonces, el virrey
Flores había sido sustituido por Juan Vicente de Güernes Padilla
Horcasitas y Aguayo, quien decidió mantener la
ocupación española de la zona, para lo cual
envió
a Juan Francisco de la Bodega y Quadra.
El 2 de noviembre la Asamblea
Constituyente francesa decretó la nacionalización de
los
bienes del clero.
El 13 de noviembre, los
insurrectos de los Países Bajos tomaron Gante. La
revolución de los Países Bajos fue presenciada por
Brissot, que había regresado de los Estados Unidos. Por esa
época, su Sociedad de
amigos
de los negros contaba con 141 miembros en Francia. Poco
después regresó a su país, donde editó
el
periódico Le patriot
francais.
En cuanto las enmiendas constitucionales fueron presentadas a los Estados (y antes de ser aprobadas) Carolina del Norte reconsideró su posición, convocó elecciones y el 21 de noviembre aprobó la Constitución, con lo que se convirtió en el décimo segundo Estado de la Unión, a falta de la diminuta Rhode Island, que seguía sin verlo claro.
Los austríacos habían perdido el control sobre la
totalidad de los Países Bajos a excepción de
Luxemburgo.
Van der Noort había declarado a Brabante independiente, y
las
restantes provincias no tardaron en unírsele, de modo que
el 11 de enero de 1790 firmaron
un pacto por
el que se constituían los Estados
Unidos
de Bélgica, que serían gobernados por un
Congreso, que tenía por modelo al de los Estados Unidos de
América.
El virrey de Nueva España envió una poderosa flota
a
la bahía de Nutka, bajo el mando de Francisco de Eliza. Por esta
época empezaron a llegar a Gran Bretaña las noticias
de
los incidentes acaecidos el año anterior, y las reacciones
de
indignación no se hicieron esperar.
En el transcurso de la guerra de la Independencia, los Estados
Unidos habían contraído una fuerte deuda con varias
naciones europeas, fundamentalmente Francia y los Países
Bajos.
El 14 de enero, el secretario
del
Tesoro, Alexander Hamilton, planteó que el país
debía asumir esa deuda, al igual que las deudas que el
viejo
Congreso continental había asumido con los propios
norteamericanos. Para ello propuso que se emitieran bonos de deuda
pública que se entregarían a los acreedores con el
compromiso de un próximo reembolso con un interés
del 6%.
Como fuente de ingresos para hacer frente a esta deuda, propuso la
venta de tierras en el Oeste, el establecimiento de impuestos
federales
sobre el consumo y unos aranceles más elevados.
Marat tuvo que huir a Londres para evitar ser detenido por sus
ataques contra La Fayette. Allí escribió su Denonciation contre Necker.
Sabiendo que en Tahití no estaban
seguros, Fletcher Christian, junto con otros ocho amotinados del
Bounty, seis tahitianos y
nueve tahitianas, se estableció en la isla Pitcairn. Los restantes
dieciséis amotinados se quedaron en Tahití. Entre
ellos
había algunos que no habían participado en el
motín realmente, pero tampoco se habían opuesto a
él. En Pitcairn, los amotinados esclavizaron a los
indígenas y vivieron de la caza y de la pesca.
El marqués de Sade fue puesto en libertad, publicó
anónimamente algunos de sus libros y estrenó algunas
obras de teatro. Padecía una extrema obesidad y problemas
respiratorios.
El 26 de enero Mozart
estrenó en Viena su ópera Cosí fan tutte.
El 20 de febrero murió
el
emperador José II. No dejó descendencia, así
que
fue sucedido por su hermano, el gran duque de Toscana, que ahora
se
convertía en el emperador Leopoldo
II. Ese mismo año, su heredero, Francisco, se casó con
María Teresa, hija
del rey
Fernando I de las Dos Sicilias. El Gran Ducado de Toscana se lo
transmitió a su segundo hijo, Fernando
III.
Con motivo de los funerales del emperador, la Sociedad
Artística de Bonn encargó una cantata a Beethoven,
que a
sus veinte años tardó tres semanas en terminar la
pieza,
de casi una hora de duración, y que puede considerarse su
primera obra de envergadura. Sin embargo, no fue interpretada como
estaba previsto, tal vez porque resultaba demasiado complicada
para los
intérpretes. Lo mismo sucedió con una segunda
cantata
encargada después para la coronación de Leopoldo II.
La Asamblea Constituyente acordó la nacionalización de los bienes de la Iglesia, y a partir de marzo los puso a la venta. De este modo se puso fin a la bancarrota del Estado.
La propuesta de Hamilton sobre la deuda estadounidense había suscitado una gran controversia. Nadie discutía la necesidad de saldar la deuda externa, pues el país necesitaba generar confianza en sus relaciones internacionales, pero la forma de cubrir la deuda interna era delicada. Por una parte estaba la cuestión de si debía hacerse cargo el gobierno federal o si cada Estado debía cargar con la suya. Unos Estados se habían endeudado más (más irresponsablemente) que otros, por lo que, en caso de que la deuda recayera sobre el gobierno federal, los Estados que habían sido más prudentes estarían pagando las deudas de los más pródigos, y eso podría considerarse injusto.
Por otra parte, muchos granjeros que habían aceptado
dinero
continental se habían visto arrastrados a venderlo a
especuladores por un precio mucho menor que su valor nominal, con
lo
que al saldar la deuda se estaría beneficiando a los
especuladores en detrimento de quienes realmente habían
financiado la revolución. Thomas Jefferson había
regresado de Francia y el 22 de marzo
tomó posesión de su cargo de secretario de Estado.
Secundado por James Madison, propuso que la deuda fuera pagada a
los
primeros acreedores de los créditos, y no a los
intermediarios,
mientras que Hamilton, respaldado por Washington, se opuso.
Igualmente,
Jefferson y Madison eran partidarios de que cada Estado asumiera
sus
deudas, mientras que Hamilton y Washington eran partidarios de que
las
asumiera el gobierno federal.
Estas discrepancias procedían de dos visiones
políticas distintas: Hamilton y Washington aspiraban a que
los
Estados Unidos se convirtieran en una nación industrial, lo
cual
requería un gobierno fuerte, que respaldara a los hombres
de
negocios. Por ello estaban también a favor de elevar los
aranceles, para que la población se viera estimulada a
producir
por sí misma productos manufacturados en lugar de
importarlos de
Europa. Por el contrario, Jefferson y Madison pretendían
que los
Estados Unidos siguieran siendo lo que eran, un país cuya
economía se sustentaba principalmente en los
pequeños
granjeros, a los que había que proteger. Aunque todos
habían sido lo suficientemente "federalistas" para apoyar
la
Constitución, el caso era que Hamilton y Washington eran
genuinamente federalistas, mientras que Jefferson y Madison, sin
ser
antifederalistas, recelaban de un poder central excesivo que
perjudicara a ciertos sectores de la población (los
granjeros y
otras clases humildes) frente a otros. Por su convicción de
que
había que defender los intereses de todos los sectores
sociales,
sus partidarios empezaron a llamarse a sí mismos republicanos demócratas,
con
lo que el Congreso no tardó en dividirse en dos partidos:
los
federalistas y los republicanos demócratas.
Sucedía que los Estados de Nueva Inglaterra habían
contraído las mayores deudas, y su economía se
basaba en
gran medida en la industria, por lo que se veían
favorecidos por
las propuestas de Hamilton (que la deuda fuera asumida por el
gobierno
federal y que se establecieran aranceles elevados), mientras que
los
Estados del sur tenían menos deudas y una economía
agrícola que importaba muchos productos manufacturados en
Europa. Por ello, en los Estados norteños predominaron los
federalistas y en los sureños los republicanos
demócratas. En los estados intermedios había de
todo.
En abril, el Parlamento británico ya había recibido numerosos testimonios de lo sucedido en la bahía de Nutka. Además, John Meares había informado de los grandes beneficios que podría proporcionar una red comercial en el Pacífico Norte, por lo que Gran Bretaña lanzó un ultimátum a España amenazando con la guerra si seguía interfiriendo en su comercio. Pitt el Joven nombró ministro de Asuntos Exteriores a William Wyndam Greenville, hermano de George Nugent Greenville, el que había sido lugarteniente en Irlanda hasta el año anterior.
Edmund Burke publicó sus Reflexiones
sobre la revolución francesa,
en las que condenaba violentamente la insurrección popular
y
llamaba a
una cruzada contra ella. Por esa época, las opiniones en
Gran
Bretaña
estaban divididas.
En la India, Cornwallis inició una nueva campaña
contra el sultán Tipu Sahib de Mysore.
Los franceses construyeron una ciudadela fortificada en
Saigón para el príncipe vietnamita Nguyen Anh.
El 17 de abril murió en
Filadelfia Benjamin Franklin.
Tras veinte años de exilio, el revolucionario corso
Pasquale
Paoli fue recibido en Francia con todos los honores. Acogido por
La Fayette, fue recibido por la Asamblea el 22
de abril y el 26 de abril
por
el club de los jacobinos, que lo admitió en su seno por
unanimidad.
El 27 de abril se fundó
en
París la Sociedad de los
derechos del hombre y del ciudadano, más conocida
como Club de los cordeliers,
porque
tenía su sede en la antigua capilla del convento de los Cordeliers. Entre sus
miembros
figuraba Camille Desmoulins.
En mayo, el rey Gustavo III de
Suecia obtuvo una victoria frente a Rusia en la batalla naval de Fredrikshamm.
La Academia de Ciencias de París nombró un
comité para estandarizar los pesos y medidas. Entre sus
miembros
se encontraban Lagrange y Laplace.
Marat regresó a París para seguir publicando su
periódico L'ami du
peuple.
Sus ataques contra diversas personalidades lo obligaron a
esconderse
durante un tiempo en las catacumbas de París, donde
contrajo una
enfermedad crónica de la piel.
El 19 de mayo fue arrestado François Noël Babeuf,
que, a través de artículos publicados en el
periódico Courrier de
l'Europe
(editado en Londres) luchaba contra los impuestos indirectos y
organizaba peticiones y reuniones.
Immanuel Kant publicó la Crítica
del juicio, en la que trata de teorizar racionalmente
sobre la
estética y el arte.
Amenazada con el establecimiento de barreras arancelarias, el 29 de mayo, Rhode Island
aceptó la
Constitución de los Estados Unidos y se integró como
el
decimotercer Estado, aunque sólo por 34 votos a favor
frente a
32 en contra.
En su día, el Estado de Maryland se había negado a
aceptar los Artículos de
la
Confederación hasta que los estados con
posibilidades
geográficas de expansión hacia el Oeste no
renunciaran a
ellas en favor del gobierno central, y se conformó cuando
la
mayoría de ellos lo hicieron, pero Georgia y Carolina del
Norte
nunca habían llegado a presentar formalmente su renuncia.
Ahora
lo hacía Carolina del Norte, con lo que Georgia era el
único Estado que todavía reclamaba las tierras
situadas
al oeste de su territorio hasta el Mississippi. Por otra parte,
Nueva
York y New Hampshire seguían reclamando
el territorio de Vermont, que se consideraba a sí mismo un
Estado independiente, si bien esto nunca había sido
reconocido
por los Estados Unidos. Finalmente, ambos Estados renunciaron a
sus
pretensiones y se le planteó a Vermont la posibilidad de
aceptar
la Constitución de los Estados Unidos e integrarse en la
Unión como decimocuarto Estado.
Las propuestas de Hamilton fueron derrotadas por un escaso margen
de
votos: 31 frente a 29, pero Hamilton halló la forma de
lograr
que los
Estados sureños reconsideraran su posición. En junio, se reunió con Madison
y le
propuso una contrapartida a cambio de que aceptaran su proyecto:
el
apoyo de los estados norteños para construir una nueva
capital
para la nación junto al río Potomac, entre Virginia
y
Maryland, más o menos en el centro del país, pero en
territorio sureño. Hamilton sabía que los Estados
del sur
querían albergar la capital del país, y pronto
llegaron a
un acuerdo.
En España hubo una fuerte reacción contra la revolución francesa: numerosos periódicos fueron prohibidos, se controló la frontera con Francia para evitar la entrada de propaganda revolucionaria, y los ilustrados fueron vistos con mucho más recelo, especialmente los de procedencia francesa. Por ejemplo, el año anterior, el rey Carlos IV había nombrado conde de Cabarrús a Francisco Cabarrús Lalanne, un financiero francés nacionalizado español que había aportado interesantes ideas a la política económica española, entre las que destacaba el proyecto de creación de un banco nacional. Estas ideas le habían valido la amistad de los ilustrados y también muchos enemigos. Ahora era encarcelado acusado de un supuesto fraude. Jovellanos intervino ante Campomanes en defensa de su amigo, pero no tardó en ser destinado a Asturias como inspector de minas. Campomanes se negó a intervenir en favor de Cabarrús y ello lo desprestigió entre los ilustrados. Jovellanos se refirió a él como "ese inutilísimo conde que sólo trata de destruir en su vejez la reputación que se labró en su buen tiempo".
Tales medidas reaccionarias le valieron al conde de Floridablanca
ser víctima de un atentado: el 18
de
junio recibió dos puñaladas de un curandero
llamado Juan Pablo Pairet,
que
fue ahorcado dos meses después. Floridablanca
sobrevivió
al atentado.
Mozart compuso dos nuevos cuartetos de cuerda para el rey
Federico
Guillermo II de Prusia.
El 3 de julio, Mirabeau fue
acusado de traición al descubrirse que había
mantenido
una entrevista secreta con la reina María Antonieta.
La flota sueca fue encerrada por la rusa en la bahía de Vyborg, con el propio rey
Gustavo
III a bordo. Sin embargo, los suecos lograron escapar
milagrosamente
gracias a unos vientos favorables y el 9
de
julio derrotaron a la flota rusa, superior en
número, en
la segunda batalla de
Svenksund.
El emperador Leopoldo II firmó un tratado de amistad con
Prusia.
El 12 de julio, la Asamblea
Constituyente aprobó la Constitución
civil
del clero, que regulaba la Iglesia Católica en
Francia con fuertes tintes galicanos, es decir, sin ninguna
consideración hacia la autoridad papal. Los obispos y
sacerdotes
serían elegidos por los fieles y cobrarían un sueldo
del
Estado.
El 14 de julio, en el
aniversario
de la toma de la Bastilla, el rey Luis XVI de Francia juró
lealtad a la Constitución que estaba elaborando la Asamblea
Constituyente.
Ese mismo día Pasquale Paoli zarpó hacia
Córcega, donde fue recibido triunfalmente.
El 16 de julio el
Congreso aprobó el emplazamiento de la futura capital de la
nación,
así como que, hasta que estuviera dispuesta, la capital se
trasladaría de Nueva York a Filadelfia. Maryland y Virginia
cedieron el terreno necesario al gobierno federal para que
ningún Estado individual tuviera potestad sobre la capital
de la
nación. La región recibió el nombre de Distrito de Columbia, un
nombre
poético que se le daba por entonces a América (o a
los
Estados Unidos que —ya se sabe— para los estadounidenses es lo
mismo).
También se estableció que la nueva capital
recibiría el nombre de Washington.
El 17 de julio murió en
Edimburgo el economista Adam Smith.
El 18 de julio François Babeuf fue liberado por la intercesión de Marat.
Ese año se realizó el primer censo de los Estados
Unidos, y se dispuso que se realizaría uno nuevo cada diez
años. Se contaron 3.929.214 habitantes, de los cuales, casi
700.000 eran esclavos. De éstos, unos 300.000 se
concentraban en
el Estado de Virginia. Al norte de Maryland no había
más
de 40.000 esclavos, la mitad de los cuales se encontraban en el
Estado
de Nueva York. El único Estado sin esclavos era
Massachusetts.
Una vez se aprobó que el gobierno federal se haría
cargo de las deudas de los Estados, Hamilton propuso la inevitable
creación de un Banco de los Estados Unidos, que controlase
a los
bancos estatales y, en particular, el papel moneda de la
nación.
Jefferson se opuso alegando que la Constitución no otorgaba
al
gobierno el poder de crear un banco, mientras que Hamilton
arguyó que, si no lo otorgaba explícitamente, lo
hacía de forma implícita, pues tal banco era
necesario
para gestionar numerosas atribuciones que la Constitución
sí que otorgaba al gobierno federal, como la
recaudación
de impuestos y la regulación del comercio. Surgió
así la polémica entre los llamados construccionistas estrictos,
que
consideraban que el gobierno no tenía más
atribuciones
que las que explícitamente le otorgaba la
Constitución, y
los construccionistas vagos,
para los cuales el gobierno podía atribuirse cualquier
derecho
que pudiera considerarse implícito en las atribuciones que
le
otorga la Constitución. Esta polémica no se
asoció
al enfrentamiento entre federalistas y republicanos
demócratas,
sino que, en general, quienes estaban en el gobierno se
convertían en construccionistas
vagos y quienes estaban en la oposición se
volvían
construccionistas estrictos.
El duque Luis Felipe José de Orleans consideró que
la
revolución francesa, de la que había sido ferviente
partidario desde el principio, estaba lo suficientemente
consolidada
como para que pudiera regresar a Francia de su exilio en Gran
Bretaña. Por esta época, los clubes jacobinos se
multiplicaban por el país, y su número
ascendía ya
a 152.
El 9 de agosto, el
capitán
Robert Gray estaba de regreso en Boston con el Columbia, procedente de
China.
Había regresado por el este, con lo que se convirtió
en
el primer norteamericano en dar la vuelta al mundo.
El 14 de agosto Suecia y Rusia
firmaron la paz de Varela.
El
rey Gustavo III no logró apoderarse de ningún
territorio
ruso, pero puso fin a la intervención rusa en la
política
sueca. Además aumentó su reputación ante sus
súbditos y su autoridad quedó reforzada, aunque las
finanzas del país se resintieron un tanto.
El 2 de septiembre murió
el
teólogo Justinus Febronius.
En Francia, Necker
presentó su dimisión como ministro de Estado y se
retiró de la política.
El 28 de septiembre
murió
el príncipe Nicolás Esterházy, el protector
de
Michael Haydn, y su hijo Antonio
decidió desmantelar la orquesta. Esto benefició a
Haydn,
pues fue el único modo en que pudo abandonar su
"reclusión" en el palacio Esterházy.
En octubre, los indios miami, que habitaban al oeste
del
territorio de Ohio, atacaron y derrotaron a una unidad del
ejército estadounidense. En los últimos años,
los
estadounidenses habían ido construyendo fortificaciones en
territorio indio para reforzar la frontera con el Candadá
británico, pero los indios las veían, no sin motivo,
como
una amenaza. Tras la derrota, se empezó a planear un
contraataque, pues si la acción de los indios quedaba
impune se
producirían muchas más en el futuro.
François Babeuf inició la publicación de su
propio periódico: Le
correspondant picard, aunque sólo se
mantendría
durante unos meses.
El 24 de octubre el
ejército austríaco tomó la ciudad de Namur y
el 26 de octubre conquistaba
Flandes.
Por esta época, la Asamblea Constituyente decidió
que
Francia no estaba
en condiciones de prestar ayuda a España en una posible
guerra
contra
Gran Bretaña a causa de la crisis
de Nutka,
ayuda con la que los españoles habían contado en
todo
momento. Ante
este revés, el conde de Floridablanca se apresuró a
negociar con los
británicos para evitar un conflicto. El 29 de octubre tuvo lugar la convención de la bahía
de
Nutka, en la que se acordó que la costa occidental
de
Norteamérica estaría abierta al comercio tanto
británico como español y que los barcos
británicos
que los españoles habían capturado serían
devueltos, junto con unas indemnizaciones adecuadas. Los
británicos exigieron también que España
reconociera su soberanía sobre la bahía de Nutka,
arguyendo que John Meares había comprado la zona al jefe
Maquinna, cosa que no estaba clara en absoluto. En la
práctica,
los españoles siguieron teniendo el control sobre la zona.
El 7 de noviembre, el
capitán Edward Edwards
zarpó al mando del Pandora
con la misión de recuperar el Bounty
y capturar a los marineros amotinados que habían abandonado
a su
suerte al capitán Bligh.
Ese año murió el sultán Muhammad ibn Abd
Allah
de Marruecos, que fue sucedido por su hijo Al-Yazid.
En diciembre, todos los
Países Bajos estaban de nuevo bajo la autoridad
austríaca, y así los Estados Unidos de
Bélgica
dejaron de existir tras apenas un año de su
fundación.
El 4 de enero de 1791, los
diputados del clero que formaban parte de la Asamblea
constituyente
fueron exortados a prestar juramento a las disposiciones de la Constitución civil del clero
aprobada el año anterior, pero 80 obispos se negaron a
ello. A
partir del 7 de enero se
iniciaron
los juramentos en el resto del país, pero casi todos los
obispos
se negaron a prestar juramento. De este modo, el clero se
dividió entre jurantes
o constitucionales y refractarios.
El 29 de enero, Mirabeau fue
nombrado presidente de la Asamblea Constituyente.
El obispo de Pistoia, Scipione de'Ricci, tuvo que dimitir a causa
de
sus medidas josefinistas, a pesar del apoyo del gran duque de
Toscana.
El escritor alemán Johann Gottfried Herder terminó
su
tratado Ideas sobre la
filosofía de la historia de la humanidad, dividido
en
veinte libros en los que propugna el desarrollo de una filosofía de la historia,
que daría sentido a todos los acontecimientos
históricos.
Ese año suspendió pagos la Compañía neerlandesa
de las
Indias Orientales, que desapareció para siempre.
El rey Pomare I de Tahití abdicó en su hijo Pomare II, de diecisiete años, que fue coronado el 13 de febrero, pero su padre siguió ejerciendo de regente.
El 4 de marzo, Vermont fue
admitido como decimocuarto Estado de los Estados Unidos. Se
integró con los mismos derechos que los trece Estados
fundadores.
El Papa Pío VI había adoptado una actitud vacilante ante la revolución francesa, que confundía al clero francés, hasta que el 10 de marzo publicó un breve pontificio en el que condenaba la Constitución civil del clero. Una parte de los eclesiásticos refractarios huyó a Roma y fue acogida por el Papa. Por su parte, la Asamblea constituyente decretó la anexión a Francia del estado pontificio de Aviñón.
El 17 de marzo, la Asamblea
constituyente prohibió las asociaciones gremiales, de modo
que
cualquier ciudadano podía ejercer libremente cualquier
profesión.
El 23 de marzo, el Pandora
llegó a Tahití, tras haber doblado el cabo de
Hornos.
Cinco de los amotinados del Bounty se entregaron voluntariamente a
lo
largo del día, y otros nueve, que huyeron a las
montañas,
fueron capturados en las semanas siguientes. Los catorce fueron
encerrados en una minúscula celda en el barco que fue
conocida
como la caja de Pandora.
Los
otros dos que Christian había dejado en Tahití
habían muerto antes de la llegada del Pandora.
El 1 de abril zarpó una
expedición británica con la misión de
explorar la
costa occidental norteamericana y supervisar el cumplimiento por
parte
de España de los acuerdos sobre la bahía de Nutka.
Estaba
dirigida por el capitán George
Vancouver, al mando del Discovery,
pero el reciente motín del Bounty hizo que el Almirantazgo
decidiera acompañarlo del Chatham,
un barco de guerra. Previamente, la expedición
exploraría
el océano Pacífico.
El 2 de abril murió
repentinamente el conde de Mirabeau. Entre los bienes que el
Estado
había confiscado a la Iglesia se encontraba un edificio de
estilo neoclásico que iba a convertirse en una iglesia
dedicada
a Santa Genoveva, la patrona de París, pero que finalmente,
bajo
el nombre de El Panteón,
fue destinado a enterrar a los hombres ilustres. En su
frontispicio se
grabó la inscripción: Aux
grands hommes la patrie reconnaissante (A los grandes
hombres,
la patria agradecida). Allí fue enterrado Mirabeau. Ese
mismo
año se trasladaron al Panteón los restos de
Voltaire, en
medio de una fastuosa ceremonia organizada por el pintor David.
Por esa
época estaba trabajando en un encargo monumental: un cuadro
de
10.67 x 10.97 metros titulado El
juramento
del juego de la pelota, que nunca llegó a
terminar.
En Polonia, los patriotas elaboraron una constitución de
espíritu similar al que estaba elaborando la Asamblea
francesa y
fue aprobada el 3 de mayo.
Proclamaba una monarquía constitucional hereditaria,
derechos
políticos para la burguesía, dos cámaras
legislativas, y algunas medidas de protección a los
campesinos.
El rey Estanislao II no tuvo más opción que jurar a
la
Constitución.
El 8 de mayo, Edwards
zarpó de Tahití con el Pandora en busca del Bounty.
El 6 de junio el Chatham llegó a Ciudad
del
Cabo, en el sur de África, y el 8
de
junio llegó el Discovery.
El 14 de junio la Asamblea
constituyente promulgó una ley por la que se
prohibían
las asociaciones obreras, las coaliciones y las huelgas.
El 20 de junio, el rey Luis
XVI
de Francia decidió huir de París con su familia, con
la
ayuda del conde sueco Hans Axel
de
Fersen. Salieron disfrazados por la noche y el rey
dejó
una declaración en la que se quejaba del trato recibido y
revocaba el asentimiento que se le había obligado a dar a
todas
las reformas revolucionarias. La fuga se descubrió la
mañana del 21 de junio,
y se
acusó a La Fayette de haber colaborado. La Asamblea
temió
que Luis XVI pudiera recabar ayuda de algún sector del
ejército francés o de alguna potencia europea, por
lo que
inmediatamente entabló contactos diplomáticos con
los
principales países europeos y envió comisionados que
aseguraran que las tropas prestaran juramento a la Asamblea en vez
de
al rey. No obstante, Luis XVI fue descubierto en Varennes esa
misma
tarde, y escoltado de nuevo a París. Fue recibido en
silencio,
pues La Fayette había ordenado distribuir carteles por la
ciudad
que decían: El que
aplauda al
rey será azotado, el que lo insulte será ahorcado.
No se dejó de
observar que, como el rey, muchos nobles estaban huyendo de
Francia por
miedo o disconformidad con la revolución, y se dictaron
leyes
contra quienes trataran de abandonar el país sin los
debidos
permisos. Hasta ese momento, la Asamblea había tratado de
mantener que las reformas se estaban haciendo con el
consentimiento del
rey, pero eso ya era insostenible, con lo que empezaron a cobrar
fuerza
las tesis republicanas. Entre los nobles que habían huido
de
Francia se encontraban los hermanos del rey: el conde Carlos de
Artois,
que se había marchado a Gran Bretaña antes incluso
de la
toma de la Bastilla, y el conde Luis de Provenza, que se
fugó al
mismo tiempo que lo intentaba Luis XVI.
Así, el 15 de julio, en
el
aniversario de la toma de la Bastilla, los Cordeliers pidieron que
Francia se
convirtiera en una república. Desmoulins y Georges-Jacques Danton
pronunciaron
discursos exaltados. Como respuesta, el 16
de julio se formó el Club
des Feuillants, o Amigos
de
la Constitución, partidarios de una
monarquía
constitucional como la que proponía la Constitución
que
estaba redactando la Asamblea Constituyente. Entre ellos figuraba
La Fayette.
El 17 de julio, los Cordeliers llevaron su
petición republicana al Campo
de
Marte, una explanada donde todavía se alzaba un
altar
construido para la conmemoración del año anterior.
Allí empezó a reunirse una multitud para
solidarizarse y
firmar la petición. La Asamblea Constituyente ordenó
disolver la manifestación, y el alcalde de París, Jean Sylvain Bailly,
decretó
la ley marcial, lo que permitía a las fuerzas del orden
hacer
uso de las armas. La Fayette intentó en vano dispersar a
las
masas y, finalmente, Bailly ordenó a la guardia nacional
que
disparara. Murieron unas cincuenta personas y varios centenares
resultaron heridas. Las autoridades cerraron varios clubes
políticos y varios periódicos, como el de Marat, que
tuvo
que esconderse, al igual que Desmoulins. Danton se fugó a
Gran
Bretaña. El duque Luis Felipe José de Orleans fue
acusado
de haber instigado la petición
del
Campo de Marte.
El emperador Leopoldo II, hermano de María Antonieta,
estaba
especialmente preocupado por la situación de la familia
real
francesa,
y trató de organizar una conferencia entre los principales
monarcas
europeos para examinar las posibilidades de intervenir en su
defensa.
Sin embargo, sólo encontró una respuesta favorable
en
Rusia, Prusia y
Suecia, así que optó por negociar con los Feuillants.
Un irlandés llamado Theobald
Wolfe
Tone fundó la Sociedad
de
los irlandeses unidos, con el fin de aunar a
católicos
y protestantes en defensa de los intereses de Irlanda.
El 26 de julio Mozart tuvo su
quinto hijo: Franz Xaver
Wolfgang
Mozart. Pocos días antes, el compositor
había
recibido la visita de un desconocido vestido de gris que le
encargó la composición de un réquiem, por el
que
le pagaría una cuantiosa suma, a condición de que la
obra
fuera mantenida en el más absoluto secreto. Por aquel
entonces,
Mozart estaba trabajando en una ópera a instancias del
actor,
escritor y empresario Johann
Joseph
Schikaneder, autor del libreto. Se titulaba La flauta mágica, y es
una
extraña fábula impregnada de doctrina y propaganda
masónica. Sin embargo, Mozart dejó de lado ambos
proyectos para trasladarse a Praga, con el fin de componer otra
ópera: La clemencia de
Tito,
para la coronación del emperador Leopoldo II como rey de
Bohemia. Cuando estaba a punto de emprender el viaje, el
desconocido
misterioso se le apereció de nuevo preguntando por su
encargo.
Coulomb envió a la Academia
de
ciencias de París el último de una serie de
siete tratados dedicados a la electricidad y el magnetismo. En
ellos
mostraba evidencias experimentales en favor de una ley de
atracción y repulsión entre cargas eléctricas
análoga a la que Newton había propuesto para la
atracción gravitatoria.
Galvani publicó su libro De
viribus electricitatis in motu musculari comentarius, que
divulgó su teoría sobre la electricidad animal e
interesó a numerosos investigadores. Entre ellos figuraba
su
amigo Alessandro Volta, que realizó diversos experimentos y
se
persuadió de que, en contra de lo que opinaba Galvani, la
"electricidad animal" no era de naturaleza diferente de la
"electricidad metálica" estudiada hasta entonces por los
físicos, sino que se trataba del mismo fenómeno.
El 17 de agosto, el Discovery y el Chatham zarparon de Ciudad
del Cabo
rumbo al Pacífico.
El rey Federico Guillermo II de Prusia casó a su hija Federica con el duque Federico de York, hijo del rey
Jorge
III de Gran Bretaña, y a su hija Guillermina con Guillermo
Federico, hijo del
príncipe Guillermo V de Orange-Nassau. El 22 de agosto, Federico Guillermo II
firmó con el emperador Leopoldo II la declaración de
Pillnitz, en la que
denunciaban la
situación interior de Francia e invitaban a los soberanos
europeos a actuar urgentemente.
La isla de La Española estaba poblada por 30.000 blancos,
30.000
mestizos libres y 45.000 esclavos negros. La mitad occidental de
la
isla era francesa, y los blancos no aceptaban un decreto
según
el cual los mestizos tenían los mismos derechos que ellos,
así que aprovecharon los desórdenes de la
Revolución para romper las relaciones con Francia. Los
negros,
por su parte, veían que la igualdad de la Revolución
no
iba con ellos. Ese mismo día, al caer la noche,
estalló
una revuelta de esclavos, entre cuyos cabecillas pronto
destacó François-Dominique
Bréda,
conocido como Toussaint
por
haber nacido el día de Todos los santos. Organizó a
las
bandas de esclavos evadidos hasta formar un ejército de
4.000
hombres.
El 29 de agosto el Pandora
encalló en la gran barrera de coral. Se hundió a la
mañana siguiente, cobrándose la vida de treinta y un
tripulantes y cuatro prisioneros. El resto logró reunirse
en una
isleta de arena y, tras permanecer en ella dos noches, navegaron
en
cuatro botes hasta la isla de Timor. Tras numerosas vicisitudes,
Edwards pudo regresar a Gran Bretaña junto con setenta y
ocho
hombres, de los ciento treinta y cuatro con que había
zarpado.
El 6 de septiembre Mozart
estrenó en Praga La
clemencia
de Tito.
El 14 de septiembre se
promulgó la Constitución
francesa, que tenía como preámbulo la Declaración de los derechos
del
hombre y del ciudadano. El poder legislativo quedaba en
manos de
una Asamblea Legislativa
elegida por
los "ciudadanos activos",
que
eran los varones mayores de 25 años, que supieran leer y
escribir y que pagaban un determinado nivel de impuestos directos.
El
poder judicial en manos de jueces elegidos bajo las mismas
condiciones
y el poder ejecutivo quedaba en manos del rey ("el rey de Francia por la gracia de
Dios y
la voluntad nacional"). El 29
de
septiembre el rey tuvo que jurar
nuevamente la Constitución y la Asamblea Constituyente se
disolvió.
El 30 de septiembre se
estrenó en Viena La
flauta
mágica, de Mozart. El propio Schikaneder
interpretó el papel de Papageno,
un personaje popular del teatro vienés.
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