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LA GUERRA DE LA VENDÉE
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A principios de 1793, el gobierno francés había decretado una leva forzosa de 300.000 hombres, pero un grupo de hombres reunidos para ser informados del proceso manifestaron su negativa a enrolarse. Las protestas se repitieron el 10 de marzo en diversas localidades, la misma fecha en la que la Convención nacional decretó la constitución de un Tribunal criminal extraordinario, más conocido como Tribunal revolucionario, que juzgaría sin posibilidad de apelación a todos los sospechosos de actuar contra la revolución. Como acusador público fue elegido Antoine Quentin Fouquier de Tinville, primo de Camille Desmoulins. En los departamentos se organizaron comités de vigilancia, que otorgaban cartas cívicas a los buenos ciudadanos, y hacían detener a los sospechosos de no ser tan buenos.

El 11 de marzo una multitud de unos 6.000 hombres dispersó en Machecoul a un centenar de guardias nacionales y se dedicó a matar y desvalijar a quienes tachaban de "patriotas", es decir, de quienes desempeñaban funciones públicas al servicio de la república. El 12 de marzo se produce una sublevación similar en Anjou, donde más de 600 hombres se reunieron y la guardia nacional disparó contra ellos matando a varias decenas y dispersando al resto, pero al día siguiente, el 13 de marzo, más de 300 hombres dirigidos por Jacques Cathelineau se dirigieron al castillo de Jallais tomando como escudos a algunos patriotas que habían capturado. En diez minutos tomaron el castillo y se hicieron con tres cañones, el más grande de los cuales fue bautizado como la Marie-Jeanne. El 15 de marzo Cathelineau llevó a 15.000 hombres y la Marijuana a la pequeña ciudad de Cholet. Un emisario exigió a los patriotas la rendición de la plaza, pero el comandante consideró que con sus 580 guardias nacionales podía hacer frente a 15.000 campesinos armados con hoces. Sin embargo, en unas horas los rebeldes saquearon la ciudad. En los días posteriores se llegaron a agrupar unos 35.000 rebeldes, que formaron un auténtico ejército vendeano (por la Vendée, que era el nombre de la región donde se estaban produciendo la mayoría de las revueltas). Los vendeanos se dirigieron contra Chalonnes-sur-Loire, donde los republicanos concentraron 4.000 hombres y cinco cañones. No obstante, los miembros del ayuntamiento decidieron rendir la ciudad. El paso siguiente que cabía esperar en los rebeldes era tomar Angers, pero los campesinos (que lo querían esencialmente era no ser soldados) decidieron disolverse y regresar a sus casas.

El 17 de marzo se reunió por primera vez en Maguncia la Convención nacional alemana del Rhin, el primer parlamento democrático elegido en Alemania, y órgano legislativo de la República de Maguncia, que la declaró independiente del Sacro Imperio Romano Germánico.

El 18 de marzo el ejército francés dirigido por el general Dumouriez fue derrotado en Neerwinden, en los Países Bajos austríacos. Los franceses perdieron unos 4.000 hombres.

La Convención nacional decidió tomar la iniciativa contra los insurrectos de la Vendée, y reunió un ejército de 2.200 soldados, 100 jinetes y 8 cañones, que intentó llevar hasta Nantes. El 17 de marzo dispersaron a algunos campesinos, pero, la noche del 19 de marzo, los republicanos fueron atacados por sorpresa y puestos en fuga en desbandada. A finales de mes, los vendeanos contaban con tres ejércitos de 40.000, 10.000 y 15.000 hombres, respectivamente, bastante mal equipados y mal coordinados, pero suficientes como para preocupar a la Convención nacional y para que la revuelta de la Vendée pueda considerarse como una pequeña guerra civil.

El 22 de marzo unos 4.000 vendeanos salieron de Machecoul para atacar la ciudad de Pornic, que tomaron sin dificultad y se dieron al saqueo, pero más tarde llegaron unos 200 soldados republicanos que pillaron a los campesinos por sorpresa y desorganizados, y los pusieron en fuga, aunque algunos fueron capturados y fusilados poco después. En Machecoul, algunos patriotas fueron ejecutados también como represalia. Entonces, los vendeanos buscaron a François-Athanase de Charette de La Contrie, un militar de treinta años que había luchado en la guerra de independencia de los Estados Unidos, y le pidieron que aceptara dirigirlos. Charette aceptó y el 27 de marzo se dirigió a Pornic con 8.000 hombres, que volvieron a tomar Pornic sin que los republicanos pudieran hacer nada para evitarlo esta vez. Por otra parte, Charette impidió el saqueo.

En general Dumouriez arrestó a los enviados de la Convención nacional que debían investigar su actuación en Neerwinden y los entregó a los austríacos. Después trató de convencer a sus tropas de que marcharan sobre París para derrocar el gobierno revolucionario, pero su intento fracasó y el 5 de abril tuvo que huir a territorio austríaco junto con Luis Felipe y Antonio de Orleans, hijos de Felipe Igualdad.

Sospechoso de ser amigo de Dumouriez, el corso Pasquale Paoli fue declarado traidor a la patria y llamado a París, pero Paoli se rebeló contra Francia y buscó el apoyo británico.

Desde principios de año, Marat había librado una batalla política contra los brissotinos, a los que acusaba de ser enemigos encubiertos del republicanismo. (Se habían opuesto a la ejecución de Luis XVI así como a la constitución del tribunal revolucionario. Además, el traidor Dumouriez era brissotino.) Ese mismo día, Marat instó al Club de los jacobinos a solicitar la destitución de los diputados de la Convención que habían votado en favor de consultar al pueblo si el rey Luis XVI debía ser ejecutado.

La derrota de neerwinden y la insurección de la Vendée llevaron a la Convención nacional a tomar medidas de excepción. El 6 de abril se nombró un Comité de salvación pública, formado por nueve de sus miembros con la autoridad necesaria para agilizar las decisiones de gobierno. Los componentes del Comité tenían competencias durante tan sólo un mes, pero el periodo era renovable. Entre sus nueve miembros iniciales figuraba Danton, que en la práctica dominó a los restantes. Sus declaraciones no podían ser más inquietantes: La salvación del pueblo —dijo— requiere grandes medios y medidas terribles.

El 8 de abril llegó a los Estados Unidos un embajador del gobierno francés, el "ciudadano" Edmond Charles Genet. Desembarcó en Charleston, y desde allí, con la colaboración del gobernador de Carolina del Sur, se dedicó a organizar expediciones al sur contra los españoles y al norte contra los británicos.

Un ejército republicano de 4.000 hombres se dispuso a combatir a los sublevados de la Vendée, y el 11 de abril se encontró en Chemillé con un contingente de 6.000 hombres dirigidos por Cathelineau. La batalla se prolongó desde el mediodía hasta el anochecer, cuando finalmente los republicanos tuvieron que retirarse, aunque habían sufrido menos bajas que los vendeanos.

El 13 de abril los brissotinos denunciaron a Marat por haber conspirado contra ellos para lograr su destitución, y la Convención nacional acordó detenerlo y enviarlo al tribunal revolucionario. Ese mismo día, en el Poitou, unos 3.000 vendeanos armados con hoces y unos pocos fusiles, se enfrentaron a un ejército republicano de 2.500 hombres en Les Aubiers. Se dice que el general de los vendeanos, Henri de La Rochejaquelein, gritó a sus hombres: Si avanzo, seguidme, si retrocedo matadme, si muero vengadme. Los republicanos, tomados por sorpresa, se asustaron y no tardaron en huir. Los vendeanos se hicieron con numerosas armas y municiones.

El 14 de abril un ejército de 32.000 hombres, principalmente prusianos, rodeó Maguncia, que seguía bajo el poder de los franceses.

El 15 de abril 35 de las 48 secciones revolucionarias (o distritos) de París presentaron ante la Convención nacional una petición de destitución de 22 diputados brissotinos.

El 17 de abril un ejército español bajo el mando del general Antonio Ricardos invadió el Rosellón.

En la ciudad de Vezins se encontraba un ejército republicano de 5.000 hombres, de los cuales, 2.000 fueron enviados en auxilio de dos compañías de granaderos rodeadas en un castillo próximo, pero unos 10.000 vendeanos se lanzaron sobre ellos el 19 de abril, bajo la dirección del marqués Charles Artus de Bonchamps y de Maurice Joseph Louis Gigost d'Elbée, y los hicieron volver a Vezins, de donde fueron expulsados a su vez con cerca de un millar de bajas. Bonchamps había participado en la guerra de independencia de los Estados Unidos.

En los Estados Unidos, las posiciones respecto de la revolución francesa estaban divididas. Los federalistas eran probritánicos, mientras que los republicanos demócratas eran profranceses. Éstos arguían que Estados Unidos estaba en deuda con Francia por la ayuda que este país había prestado a la revolución americana, mientras que los federalistas consideraban que la ayuda se la había proporcionado el rey Luis XVI, no el gobierno republicano. Este punto de vista no era descabellado, pues, ciertamente, muchos de los franceses que habían luchado en la guerra de independencia norteamericana ahora luchaban contra la república francesa o eran perseguidos por ella.

Frente a estas discrepancias, Washington adoptó una solución intermedia. Afirmó que la alianza con Francia —en caso de existir— comprometía a los Estados Unidos a ayudarla en caso de que fuera atacada, pero, como había sido Francia quien había declarado la guerra a Gran Bretaña, los Estados Unidos podían declararse neutrales sin faltar a su presunto compromiso. Y así lo hizo: el 22 de abril, Washington proclamó la neutralidad de los Estados Unidos, al mismo tiempo que reconocía al gobierno revolucionario francés.

Ese mismo día, los vendeanos obtuvieron una nueva victoria en Beaupréau, dirigidos por Bonchamps, donde murieron 900 republicanos y otros 1.200 cayeron prisioneros. Pero ese mismo día Charette tuvo que abandonar Machecoul con más de 2.000 hombres ante el ataque de un ejército republicano de 2.700 soldados.

El tribunal revolucionario absolvió a Marat, que el 24 de abril regresó a la Convención nacional dispuesto a seguir combatiendo a los brissotinos con un renovado apoyo popular.

Tras su derrota en Machecoul, Charette se había refugiado junto con veinte de sus hombres en Lege, donde el 30 de abril fue atacado por un ejército republicano de 600 soldados. Pero Charette había logrado reunir unos 1.500 hombres, con los que puso en fuga a los atacantes, que perdieron cien hombres y sus dos cañones.

El 5 de mayo unos 20.000 vendeanos se presentaron ante la ciudad de Thouars dirigidos por Cathelineau, Bonchamps y La Rochejaquelein. Para acceder a ella debían cruzar el río Thuet, en cuyos puentes se habían apostado los republicanos. Tras seis horas de lucha infructuosa, Louis-Marie de Salgues, el marqués de Lescure, que a sus veintisiete años participaba por primera vez en una batalla, se adelantó solo hasta el puente de Vrines bajo el fuego enemigo y animó a sus hombres a seguirlo. Los vendeanos cruzaron el puente a la vez que algunos jinetes vadeaban el río y sorprendían a los republicanos por la retaguardia. Unas horas después los vendeanos entraban en la ciudad donde se apoderaron de armas y municiones, aunque esta vez no hubo saqueos ni matanzas. El 13 de mayo unos 12.000 vendeanos atacaron La Châtaigneraie, que estaba defendida por unos 3.000 republicanos, los cuales abandonaron la ciudad con 500 bajas al cabo de dos horas de combate.

El 16 de mayo 10.000 vendeanos provistos de treinta cañones se presentaron ante Fontenay-le-Compte, que los republicanos habían rebautizado como Fontenay-le-Peuple, donde se encontraban 6.000 soldados republicanos. Durante la batalla, los republicanos lograron rodear las líneas enemigas y atacar a los vendeanos por la retaguardia, y además llegaron 2.000 soldados más de refuerzo, con lo que los vendeanos se vieron obligados a huir perdiendo su artillería, incluida la famosa "Marijuana".

El ciudadano Genet permanecía ajeno a las reticencias del gobierno estadounidense hacia la revolución francesa. Mientras estuvo en territorio republicano demócrata, sólo oyó elogios y discursos entusiastas, pero cuando llegó a Filadelfia y se entrevistó con Washington el 18 de mayo, se encontró con una fría acogida. Washington le recordó que los Estados Unidos eran neutrales, y que muchas de las acciones que Genet estaba llevando a cabo desde su territorio ponían en entredicho la neutralidad.

El 18 de mayo Ricardos derrotó al ejército francés en la batalla de Mas Deu, consolidando la ocupación del Rosellón. Mientras tanto, el brissotino Élie Guadet denunciaba a la comuna de París (el gobierno revolucionario de la capital francesa), a cuyos dirigentes calificaba de "autoridades anárquicas, ávidas de dinero y de poder", y propuso su disolución inmediata.

Ese mismo día murió Timur Sah, el rey de Afganistán, que fue sucedido por su quinto hijo, Zaman Sah.

El 21 de mayo los brissotinos lograron que la Convención aprobara la formación de la que se llamó Comisión de los doce, encargada de supervisar los arrestos llevados a cabo por la comuna de París (el gobierno revolucionario de la capital francesa) y de informar a la Convención de todos los casos de conspiración contra la libertad en el interior de la República. La comisión contó con una mayoría de brissotinos, que tuvieron así un medio de defenderse de los arrestos arbitrarios a los que era propensa la comuna., a la vez que una herramienta para hacer lo propio con sus adversarios.

Otro ejército de la coalición había invadido Francia por el norte. El 23 de mayo, el duque Federico de York (el segundo hijo del rey Jorge III de Gran Bretaña) al mando de un ejército de británicos y austríacos, derrotó a los franceses en la batalla de Famars.

El 24 de mayo la Comisión de los doce ordenó el arresto del periodista y político Jacques-René Hébert, perteneciente al club de los cordeliers, que secundaba a Marat en sus denuncias contra los brissotinos.

El 25 de mayo los vendeanos reunieron 25.000 hombres para atacar de nuevo Fontenay-le-Compte, donde ahora había unos 6.000 soldados republicanos. Esta vez los vendeanos lograron una victoria completa: 3.000 republicanos fueron hechos prisioneros y recuperaron 40 cañones, entre ellos la "Marijuana".

Las tensiones entre jacobinos y brissotinos en la Convención nacional iban en aumento. El 27 de mayo Marat exigió la disolución de la Comisión de los doce, y aprovechando que ya era de noche y que faltaban muchos brissotinos en la sala, los jacobinos logran que la Convención decretara la puesta en libertad de todos los detenidos por la Comisión. Cuando al día siguiente, el 28 de mayo, los ausentes se enteraron del decreto, protestaron enérgicamente y exigieron que fuera retirado. Tras un acalorado debate, una votación decidió que, en efecto, el decreto debía ser retirado.

El 31 de mayo la comuna de París organizó una revuelta, y una multitud se presentó ante la Convención nacional para exigir, entre otras reivindicaciones, la destitución de los diputados brissotinos y la supresión de la Comisión de los doce. La convención, siguiendo el consejo de la Comisión de salvación pública y a pesar de la intervención enérgica de Robespierre (que había incitado a la sublevación) decidió suprimir la Comisión de los doce, pero no el cese de los diputados brissotinos.

El 2 de junio, en una nueva insurrección, 80.000 hombres de la guardia nacional, dirigidos por François Hanriot, rodearon la Convención nacional y exigieron nuevamente la destitución de los diputados brissotinos. Tras un breve debate, los miembros de la Convención trataron de abandonar el recinto, pero Hanriot gritó: ¡Artilleros, a vuestros puestos! y así, los diputados comprendieron cuán justo era que volvieran a la sala de sesiones y decretaran el arresto domiciliario de 29 diputados brissotinos, entre ellos el propio Brissot. La Convención nacional quedó así en manos de los jacobinos.

La caída de los brissotinos en la Convención nacional suscitó numerosas revueltas en las provincias, conocidas como insurrecciones federalistas. Ese mismo día en Marsella se formó un Comité general que dispersó a los jacobinos y apresó a sus cabecillas.

La ciudad de Lyon se había rebelado contra las autoridades republicanas cuatro días atrás, no por nada relacionado con los brissotinos en particular, sino porque sus habitantes estaban hasta las gónadas (por ser finos) de tribunales revolucionarios, arrestos, decapitaciones y otros abusos de poder. Sin embargo, pronto se adhirió a la causa brissotina y empezó a organizar revueltas en los departamentos vecinos, sobre todo en el Franco Condado.

Por supuesto, uno de los departamentos más virulentos contra la deposición de los brissotinos fue La Gironda, de donde provenían muchos de ellos. El 7 de junio organizó un ejército.

El 9 de junio los franceses obtuvieron una victoria frente a los austríacos en la batalla de Arlon, en los Países Bajos. Ese mismo día, 12.000 soldados republicanos fueron derrotados una vez más en Saumur por unos 30.000 vendeanos dirigidos por Cathelineau y La Rochejaquelein. En las prisiones de Saumur, los vendeanos enconraron al general Pierre Quetineau, que había sido encarcelado por su derrota en Thouars, el mes pasado. Lescure le ofreció la posibilidad de quedarse con los vendeanos sin necesidad de unirse a su causa, pero Quetineau rechazó la oferta, en parte por sus convicciones, en parte para evitar que su familia sufriera represalias. Las rebeliones brissotinas habían dado alas a los monárquicos, y ahora el ejército vendeano se hacía llamar ejército católico y real. Ese mismo día Olympe de Gouges dirigió al presidente de la Convención Nacional una carta en la que expresaba su indignación por el arresto de los diputados brissotinos, medida que atentaba contra los principios democráticos.

El 11 de junio Charette, al frente de unos 12.000 vendeanos, logró arrebatar Machecoul, que estaba defendida por unos 2.500 soldados republicanos.

El 17 de junio el ejército de la coalición, tras una serie de tentativas fracasadas, empezó a bombardear Maguncia.

El 24 de junio la Convención nacional aprobó finalmente la nueva Constitución de la República Francesa, que después fue aprobada por sufragio universal.

El 28 de junio un ejército realista trató de tomar la ciudad de Luçon, pero unos 150 soldados republicanos desertores que se habían unido a los realistas decidieron cambiar nuevamente de bando y sembraron tal confusión que los realistas terminaron huyendo al caer la noche, perseguidos por los republicanos. Al día siguiente, el 29 de junio, un ejército de más de 40.000 realistas con 20 cañones trató de dar un golpe decisivo tomando Nantes, lo cual, tal vez, les habría permitido marchar sobre París. La batalla duró desde el amanecer hasta que llegó la noche, y finalmente los realistas tuvieron que retirarse con más de un millar de bajas, entre ellas el general Cathelineau, que resultó gravemente herido. El 30 de junio, el general François-Joseph Westermann, al mando de 4.000 soldados republicanos, atacó la ciudad de Parthenay, en poder de los realistas bajo el mando de Lescure, quienes, sorprendidos, se dieron pronto a la fuga. Unos 2.000 prisioneros liberados se unieron a las filas de Westermann. Al enterarse de lo sucedido en Parthenay, La Rochejaquelein deja Saumur para acudir en ayuda de Lescure. Entre ambos reunen 5.000 hombres, que se encuentran de nuevo con Westermann el 3 de julio, que amenazaba Châtillon, la "capital" vendeana. El encuentro se produjo en Moulin-aux-Chèvres, y al cabo de dos horas de combate los realistas se dispersaron. Unas horas después Westermann tomaba Châtillon. Los dirigentes realistas huyeron a Cholet. El 5 de julio, los realistas reunieron 25.000 hombres para recuperar Châtillon. La "Marijuana" dio la señal para empezar el combate y esta vez los realistas obtuvieron una victoria aplastante. Westermann pudo huir hasta Parthenay con 500 jinetes, pero 4.500 de sus hombres murieron, ya en combate, ya asesinados por los realistas, que estaban un tanto molestos con Westermann, porque esos días había incendiado numerosas propiedades en la región. Otros 1.000 soldados republicanos fueron hechos prisioneros.

Los federalistas de Normandía y de Bretaña organizaron un ejército de 3.000 hombres en Caen, que pretendía atacar París, pero el 13 de julio se encontró con un ejército de 4.000 republicanos en Brécourt. Allí éstos dispararon su artillería y los federalistas se dispersaron presos del pánico. Ningún bando sufrió ninguna baja.

El 13 de julio Marat se encontraba escribiendo en la bañera, donde pasaba largos periodos de tiempo debido a su enfermedad cutánea, cuando recibió la visita de una joven aristócrata brissotina llamada Charlotte Corday, que se declaró dispuesta a revelarle los nombres de algunos conspiradores brissotinos, aunque lo que hizo en realidad fue asesinarlo clavándole un puñal. David pintó a raíz del suceso un cuadro que gozaría de gran fama en los meses siguientes (incluso se encargó a sus discípulos que hiceran copias propagandísticas). Se trata de La muerte de Marat.

El 14 de julio murió el general realista Jacques Cathelineau, a consecuencia de las heridas que había sufrido en Nantes.

El ejército francés había penetrado en Anjou (foco de la revuelta vendeana) provocando tantos saqueos y matanzas que su propio general, Jacques Marquerite Pilotte  de La Barollière, pidió ser relevado del mando. El 15 de julio fue atacado en Martigné-Briand por un ejército de 15.000 realistas, pero unos errores de maniobra que sembraron la confusión entre ellos terminaron por dispersarlos.

El 17 de julio fue decapitada Charlotte Corday.

La Barollière se había establecido en Villiers, pero el 18 de julio tuvo que huir cuando la ciudad fue atacada por 10.000 realistas dirigidos por oficiales secundarios, pues los principales generales realistas se encontraban en Châtillon decidiendo quién sucedería a Cathelineau como generalísimo del ejército católico y real. El elegido fue Maurice d'Elbée.

Después de un largo asedio, los ejércitos aliados entraron en Maguncia el 22 de julio y disolvieron la república.

El 25 de julio unos 1500 realistas atacaron Saint-Philbert-du-Pont-Charrault, pero fueron rechazados y los republicanos se apoderaron de Chantonnay. Ese mismo día Danton se convirtió en el presidente de la Convención nacional y el 27 de julio Robespierre pasó a formar parte del Comité de salvación nacional. Gracias a su popularidad, no tardó en convertirse en la máxima autoridad en Francia. Arguyendo que las circunstancias así lo requerían, logró que el Comité y la Convención nacional secundaran todas sus decisiones. Otra incorporación al Comité fue la del general Lazare Nicolas Marguerite Carnot, que inmediatamente se dispuso a reorganizar el ejército.

Los realistas reunieron 15.000 hombres para recuperar Chantonnay, pero los republicanos la abandonaron tras haberla incendiado. Los realistas los persiguieron y se encontraron el 30 de julio frente a Luçon, pero finalmente los republicanos pusieron en fuga a los realistas.

El 2 de agosto Caen se rindió a los republicanos, que el 9 de agosto se dispusieron a asediar Lyon.

El 8 de agosto, la Convención nacional promulgó un decreto por el que se suprimían todas las academias reales francesas, entre ellas la Academia de Ciencias de París. Se mantuvo la comisión de pesos y medidas, pero pronto fueron expulsados de ella Laplace, Lavoisier, Coulomb y varios más porque sus integrantes debían destacar "por sus virtudes republicanas y odio a los reyes". Por esa época. Laplace y Coulomb habían dejado la capital francesa continuar sus investigaciones en el campo.

El 10 de agosto la Convención nacional decretó que la aplicación de la Constitución se suspendía hasta que llegara la paz. El 12 de agosto, Robespierre se declara en la Convención partidario de las medidas drásticas:

¡Que la espada de la ley, planeando con terrible rapidez sobre la cabeza de los conspiradores, sacuda de terror a sus cómplices! ¡Que estos grandes ejemplos acaben con las sediciones por el terror que inspirarán a todos los enemigos de la Patria!

El 14 de agosto los realistas y los republicanos se enfrentaron de nuevo frente a Luçon. Esta vez eran 35.000 contra 6.000, pero los republicanos vencieron una vez más dejando unos 3.000 muertos y 2.000 heridos entre sus adversarios, que además perdieron los 17 cañones que habían llevado a la batalla.

El ciudadano Genet había seguido estimulando a los norteamericanos a realizar acciones bélicas contra británicos y españoles, y cuando fue amonestado nuevamente por ello, amenazó con apelar al pueblo norteamericano pasando por encima de Washington. No era consciente de que estaba en los Estados Unidos, y que para los estadounidenses, la idea francesa de oponer "el pueblo norteamericano" a "el presidente de los Estados Unidos" era una contradicción. Thomas Jefferson no tardó en reconocer que las acciones de Genet estaban perjudicando a los intereses de los republicanos demócratas, y sugirió que Genet fuera expulsado del país. El 23 de agosto, Washington pidió a Francia que llamase de vuelta a Genet, y Francia hizo más que eso: envió un nuevo embajador que llevaba una orden de arresto contra él, porque era brissotino. Genet, viendo que su cabeza no permanecería mucho tiempo pegada a su tronco en caso de volver a Francia, pidió asilo político y Washington se lo concedió. Se instaló en Nueva York, donde se casó con la hija del gobernador Clinton y adquirió la nacionalidad estadounidense.

En Francia, el general Carnot dispuso una leva masiva que aumentó el número de soldados franceses hasta 550.000, frente a los 270.000 registrados el año anterior.

En la ciudad de Toulon, en la costa mediterránea francesa, los brissotinos se habían impuesto sobre los jacobinos, pero finalmente fueron los realistas los que se hicieron con el control de la ciudad. Recientemente, un ejército republicano dirigido por el general Jean François Carteaux había sofocado la rebelión realista de Marsella, así como otras en Aviñón y en Ollioules, así que los realistas de Toulon (situada sobre la costa mediterránea) solicitaron ayuda británica, y el 28 de agosto fue enviada una flota bajo el mando del almirante Samuel Hood, al frente de unos 13.000 soldados británicos, españoles, napolitanos, sardos y piamonteses.

En Santo Domingo, los esclavos negros rebelados contra Francia contaban con el apoyo de los españoles (que ocupaban la parte oriental de la isla) y de Gran Bretaña. Su cabecilla era conocido como Toussaint Louverture, por su habilidad para abrir brechas en las líneas enemigas. El 29 de agosto, difundió panfletos en los que se leía:

Hermanos y amigos. Soy Toussaint Louverture. Quizás el conocimiento de mi nombre haya llegado hasta vosotros. He iniciado la venganza de mi raza. Quiero que la libertad y la igualdad reinen en Santo Domingo. Trabajo para que existan. Uníos, hermanos, y luchad conmigo por la misma causa. Arrancad de raíz conmigo el árbol de la esclavitud. Vuestro muy humilde y muy obediente servidor, Toussaint Louverture, General de los ejércitos del rey, para el bien público.

Ese mismo día, el gobernador francés de Santo Domingo abolió la esclavitud para evitar que los esclavos continuaran uniéndose a las filas de Toussaint.

El 3 y el 4 de septiembre los sans-culottes invadieron de nuevo la sala de reunión de la Asamblea Legislativa, y los diputados se vieron obligados a prometer que redactarían y aprobarían leyes que demostraran la culpabilidad de todos los sospechosos de intrigar contra la república.

El 5 de septiembre 18.000 realistas derrotaron a 8.000 republicanos en Chantonnay, tras lo cual se apoderaron también de Puybelliard.

Entre el 6 y el 8 de septiembre, el ejército francés se enfrentó al británico en Hondschoote, al norte de Francia, y el resultado fue que 40.000 franceses derrotaron a 24.000 británicos, que además se vieron obligados a abandonar el asedio de Dunquerque. Ese mismo día el general Carteaux llegó a Toulon, dispuesto a someter a los realistas.

El 13 de septiembre, el ejército francés derrotó en Méribel al del rey Víctor Amadeo II de Cerdeña.

El 17 de septiembre la Convención nacional aprobó la Ley de sospechosos, que permitía detener como tales a "quienes, sea por su conducta, sea por sus relaciones, sea por sus propósitos o por sus escritos, se muestren partidarios de la tiranía o del federalismo y enemigos de la libertad, quienes no puedan justificar de la forma descrita por el decreto del pasado 21 de marzo sus medios de subsistencia y el cumplimiento de sus deberes cívicos, aquellos a quienes no se les haya concedido los certificados de civismo, los funcionarios públicos suspendidos o destituidos de sus funciones por la Convencion nacional o por sus comisarios y no reincorporados, quienes antes eran nobles, junto con sus maridos, esposas, padres, madres, hijos o hijas, hermanos o hermanas, y representantes de emigrados, quienes no han manifestado constantemente su adhesión a la Revolución, quienes han emigrado en el intervalo entre el 1 de julio de 1789 hasta la publicación del 30 de marzo de 1792, aunque hubieran vuelto a Francia en el plazo prescrito por este decreto."

Se institucionalizaba así lo que se conoce como el periodo del Terror en la Revolución francesa, durante el cual miles de personas fueron decapitadas. Por esta época, la luisette había recibido toda suerte de nombres (como el de corbata del Capeto, tras la ejecución de Luis XVI), aunque finalmente prevaleció el de guillotina, por el doctor Guillotin, que había propuesto su empleo, aunque a éste no le hizo ninguna gracia que su apellido se vinculara así con semejante instrumento de ejecución.

Una ley estableció que todos los extranjeros nacidos en países enemigos fueran arrestados y que sus propiedades fueran confiscadas. Esto incluía, entre muchos otros, a Lagrange, nacido en Turín (en el ducado de Saboya), pero Lavoisier intervino para que se hiciera una excepción.

El 18 de septiembre Carteaux inició el asedio de Toulon. Su jefe de artillería había resultado herido en Ollioules, y los representantes de la Convención Nacional, entre los que se encontraba Augustin Robespierre, hermano de Maximilien, le impusieron como sustituto al joven capitán Buonaparte, amigo de Augustin, a pesar de que no se llevaba bien con Carteaux.

Ese mismo día los republicanos trataron de asestar un duro golpe a los realistas con un ejército de 17.000 hombres. El enfrentamiento se produjo frente a Coron, pero 12.000 realistas hicieron fracasar sus planes. Los republicanos perdieron 5.000 hombres entre muertos y prisioneros, además de 24 cañones. Simultáneamente, otros 20.000 realistas derrotaron a 6.000 republicanos en Tiffauges. El 19 de septiembre, 18.000 republicanos bajo el mando del general Charles Duhoux de Hauterive fueron derrotados en Pont-Barré por 9.000 realistas dirigidos por Pierre Duhoux de Hauterive, sobrino del anterior.

El 21 de septiembre, 15.000 realistas dirigidos por Lescure y Charette pillaron por sorpresa y pusieron en fuga a un ejército de 6.000 soldados republicanos en Montaigu. Las pérdidas fueron escasas (unos 400 muertos), pero el general Jean-Michel Beysser, sospechoso de brissotino, fue llamado a París. Lescure y Charette debían entonces unir sus fuerzas a las de d'Elbée y Bonchamps, que el 22 de septiembre planeaba atacar a un ejército en Clisson que marchaba hacia Nantes. Sin embargo, Charette decidió atacar a los republicanos en Saint-Fulgent. Envió un mensajero para que d'Elbée retrasara el ataque, pero no llegó a tiempo y d'Elbée atacó con 7.000 hombres a un ejército de 14.000 sin que los refuerzos llegaran en el momento crucial para atacar por la retaguardia. A consecuencia de ello, los vendeanos tuvieron que retirarse con unas 900 bajas. Ese mismo día, el ejército francés sufrió una derrota frente a los españoles en Truillás.

Buonaparte había ideado un plan para capturar varios fuertes realistas, pero Carteaux, reticente, le asignó sólo un pequeño destacamento y el resultado fue un fracaso. El 1 de octubre la flota del almirante Hood llegó finalmente al puerto de Toulon y los realistas le entregaron la ciudad. Ese mismo día la Convención nacional aprobaba la Ley de destrucción de La Vendée, por la que se autorizaba al ejército a incendiar cualquier localidad de la región.

Los británicos, informados del intento de ataque republicano, construyeron un nuevo fuerte llamado Fort Mulgrave, que consideraron inexpugnable y por ello se referían a él como "el pequeño Gibraltar".

El 2 de octubre, Jean-Michel Beysser fue encarcelado acusado de traición.

El 3 de octubre murió Fletcher Christian, el que había dirigido el motín del Bounty. Al parecer, murió junto con otros de los amotinados en un enfrentamiento contra los indígenas de las islas Pitcairn, donde se habían alojado.

El 6 de octubre se produjo un nuevo enfrentamiento entre vendeanos y republicanos en Treize-Septiers. Tras dos horas de combate, la llegada de un segundo ejército republicano de refuerzo dio a éstos la victoria.

El 9 de octubre Lyon se rindió a los republicanos. Al mismo tiempo, un ejército de 11.000 republicanos derrotó en Moulins-aux-Chèvres a 6.000 realistas dirigidos por Lescure y La Rochejaquelein, que trataban de evitar que los republicanos llegaran a Châtillon. Poco después la capital vendeana fue incendiada. El 10 de octubre los generales realistas se reunieron y decidieron que tenían que recuperar Châtillon a toda costa. Reunieron 18.000 hombres y el 11 de octubre lograron su objetivo. Los republicanos huyeron, pero Westermann retrasó la retirada y, durante la noche, volvió a atacar por sorpresa y ordenó incendiar la ciudad. Al cabo de dos horas de combate, Westermann constató que la mayor parte de sus hombres había muerto y ordenó la retirada, pero Châtillon estaba completamente arrasada. Los vendeanos tuvieron que abandonar las ruinas y marchar a Mortagne.

Junto a la costa de la Vendée se encuentra la isla de Noirmoutier, que es una auténtica isla cuando la marea está alta, pero que está unida a tierra por el passage du Gois cuando está baja. Los vendeanos consideraban que tomar la isla les facilitaría recibir ayuda británica, y sus habitantes eran partidarios de la causa vendeana, así que el 12 de octubre, a la una de la madrugada, Charette condujo a unos 3.000 hombres por el pasaje que conducía a la isla. Unas semanas antes había intentado una operación similar, pero sus hombres habían terminado huyendo. Ahora había hecho cálculos para que la marea subiera cuando estuvieran cerca de la isla, de modo que sólo pudieran huir hacia adelante. Así, viendo que no tenían opción, los vendeanos lograron poner en fuga a los 800 republicanos que había en la isla, que se refugiaron en el castillo de Noirmoutier y, poco después, se rindieron.

El 13 de octubre los republicanos incendiaron Clisson y el 14 de octubre Tiffauges. El 15 de octubre llegaron a Mortagne, y la encontraron abandonada, excepto por 1.500 prisioneros que los vendeanos habían dejado encerrados. D'Elbée desplegó 25.000 hombres y se enfrentó a unos 15.000 republicanos cerca del castillo de La Tremblaye. Cuando Lescure fue herido de bala en la cabeza, los vendeanos, creyéndolo muerto, se dieron a la fuga y se refugiaron en Cholet, pero tuvieron que huir de nuevo hasta Beaupréau cuando les alcanzaron los republicanos. D'Elbée había enviado un correo a Charette pidiéndole que atacara por la retaguardia, pero no hubo respuesta.

Charette había dejado una guarnición en Noirmoutier y había marchado llevándose los prisioneros republicanos, que fueron recluidos en Bouin. Sin embargo, entre ellos se reconoció a algunos miembros de un regimiento que había cometido ejecuciones sumarias en Machecoul unos meses atrás. Tomando como pretexto unas revueltas entre los prisioneros, el oficial encargado de su custodia hizo fusilar a unos 200 soldados republicanos: los responsables de las ejecuciones y muchos otros que nada tenían que ver con ellas.

Entre tanto, un ejército francés de 45.000 hombres se enfrentó al austríaco, compuesto por 21.000 soldados, en la llanura de Wattignies. Durante dos horas, ambos ejércitos lucharon en un frente de casi 20 kilómetros. Al día siguiente prosiguieron los combates, hasta que los austríacos fueron completamente derrotados. El general Carnot recibió el sobrenombre de "El organizador de la victoria". Ese mismo día, el 16 de octubre, fue guillotinada en París la reina María Antonieta, a la que el fiscal Fouquier-Tinville había calificado en su proceso de "enemiga declarada de la nación francesa". El "rey" Luis XVII siguió en prisión.

Mientras tanto, el ejército republicano llegó a Beaupréau, y sus generales se reunieron para elaborar un plan de ataque. Esperaron refuerzos hasta contar con 25.000 hombres. Los generales vendeanos también se reunieron para estudiar la situación. Contaban con 40.000 hombres, pero apenas tenían armas y municiones. Finalmente decidieron atacar Cholet. El 17 de octubre, al mediodía, los dos ejércitos entraron en combate junto a Cholet. Los republicanos retrocedieron y trataron de refugiarse en la ciudad, con lo que la batalla continuó en sus calles. Allí, los republicanos lograron rodear a los vendeanos, quienes, creyendo que un nuevo ejército republicano los atacaba por sorpresa, se dieron a la fuga. D'Elbée y Bonchamps cayeron heridos casi al mismo tiempo. Se transmitió la consigna de huir atravesando el Loira, hacia Bretaña, aunque D'Elbée fue llevado hacia Noirmoutier.

Las barcas vendeanas cruzaban el Loira una y otra vez, para transportar, no sólo a los soldados, sino también a mujeres, niños y heridos que habían acudido huyendo de las represalias republicanas. Tenían consigo a unos 5.000 prisioneros republicanos, con los que no sabían qué hacer. Todos coincidían en que era necesario fusilarlos, pero ningún oficial quería dar la orden. Los soldados los encerraron por su cuenta en una iglesia y llevaron los cañones dispuestos a volarlos por los aires. Sin embargo, Bonchamps, en su lecho de muerte, se enteró de lo que estaba sucediendo y ordenó a su ayudante que obtuviera el perdón para los prisioneros. Le dijo: Amigo mío, esta será seguramente la última orden que os dé. Aseguradme que se cumplirá. Y éste fue a donde estaban los soldados y les gritó: "Perdón para los prisioneros, Bonchamps lo ordena, Bonchamps moribundo así lo quiere". Y la popularidad de Bonchamps entre sus soldados salvó la vida a los prisioneros. Bonchamps murió el 18 de octubre. Cuando los republicanos llegaron al Loira, se encontraron con que todos los vendeanos habían cruzado el río en un tiempo récord. Habían perdido unos 8.000 soldados, D'Elbée estaba lejos, de camino a Noirmoutier, Bonchamps había muerto y Lescure estaba gravemente herido.

El 19 de octubre Buonaparte, ascendido a jefe de batallón, organizó una batería de artillería en las colinas que circundaban la ciudad de Toulon.

Los realistas tomaron Varades y el 19 de octubre sus oficiales se reunieron para estudiar la situación. Cuando propusieron a Lescure que sustituyera a D'Elbée, éste rehusó por sus heridas, y finalmente fue La Rochejaquelein quien quedó al mando, con sólo 21 años. Fue recibido un mensaje de los británicos que les prometían ayuda a condición de que se hicieran con el control de un puerto. Como objetivo prioritario se fijó el de sublevar a la Bretaña y a Maine, donde la causa realista contaba con numerosos partidarios. Sus expectativas se vieron confirmadas cuando el 22 de octubre La Rochejaquelein, al mando de 20.000 hombres, puso en fuga ante Laval a un ejército de 15.000 republicanos, que opuso escasa resistencia. Además, la población local simpatizó con los realistas. Numerosas bandas locales que combatían al gobierno republicano por motivos similares se unieron a los vendeanos, entre ellas la de los hermanos Jean, Pierre, François y René Cottereau, que antes de la revolución se dedicaban al contrabando de sal. El primero de ellos era conocido por el apodo de Chouan (el taciturno), heredado de su padre, por lo que sus seguidores eran conocidos como los Chouans.

El 23 de octubre unos ochocientos bretones, capitaneados por Jean Chouan y por Aimé Picquet de Boisguy, que había sido miembro de la Asociación bretona (aunque a la sazón tenía diecisiete años), decidieron que al día siguiente asaltarían La Gavelle para proveerse de armas. La población estaba protegida por unos 200 soldados, pero por la noche llegó un ejército de unos 1.800 hombres, parte de los que habían huido de Laval. Sin tener esta información, el 24 de octubre los Chouans atacaron La Gavelle por tres puntos distintos. Los republicanos creyendo que les atacaba todo el ejército vendeano, se rindieron rápidamente y fueron hechos prisioneros casi en su totalidad (sólo unos 200 pudieron huir). Los Chouans consiguieron un gran número de fusiles y algunos caballos.

La república francesa
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