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LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE
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Emiliano chamorro Vargas fue elegido presidente de Nicaragua, y el 1 de enero de 1917 tomó posesión del cargo.

Ese día se encontró el abrigo de Rasputín y, por la tarde, apareció su cadáver en el río. Posteriormente corrió el rumor de que la autopsia había revelado que Rasputín murió ahogado, de modo que ni el veneno, ni los disparos, ni otros golpes habían logrado acabar con él, pero no hay nada de cierto en eso.

El 4 de enero, un día después del entierro de Rasputín, sin que mediara juicio alguno, el zar Nicolás II envió al exilio a su primo Demetrio y a Félix Yusúpov. El 5 de enero la policía recibió órdenes de detener toda investigación sobre la muerte de Rasputín. Si éstas hubieran proseguido, tal vez se hubiera puesto de manifiesto la participación en el asesinato del servicio secreto británico. Un agente secreto llamado Oswald Rayner afirmó posteriormente haber presenciado el asesinato. Rayner y Yusúpov se habían conocido en la universidad de Oxford, se hallaba en Petrogrado cuando ocurrieron los hechos, y hay constancia de que se vieron varias veces en las semanas previas al asesinato, la última justo la víspera. A los británicos no les faltaban motivos, pues Rasputín estaba presionando al primer ministro Shtiúrmer para que llegara a un acuerdo unilateral con Alemania para terminar la guerra.

Mientras tanto un ejército ruso de unos 40.000 hombres atacaba el frente de Riga, (la capital de la provincia rusa de Letonia) defendido por unos 25.000 alemanes en la primera de las que fueron conocidas como "batallas de Navidad", (porque, según el calendario juliano vigente en Rusia, la fecha era 23 de diciembre). De hecho, los alemanes fueron tomados por sorpresa porque pensaron que los rusos estarían celebrando la Navidad. Los rusos cortaron inadvertidamente las alambradas alemanas por varios puntos y tomaron la primera línea defensiva alemana.

El 7 de enero los rusos rompieron la segunda línea defensiva alemana en Riga y crearon una brecha de unos 7 km.

El 9 de enero se reunió la Duma (el parlamento ruso) por primera vez tras las vacaciones navideñas, y el primer ministro Trepov fue sucedido por el príncipe Nikolái Golitsyn, que en vano había solicitado al zar no recibir tal "honor". Sin embargo, Nicolás II estaba lejos de Petrogrado, dirigiendo la guerra, y era la zarina Alejandra quien tomaba las decisiones políticas. Durante el poco más de un año que ostentaba la regencia, Rusia había tenido cuatro primeros ministros, cinco ministros del interior, tres ministros de asuntos exteriores, tres de guerra, tres de transporte y cuatro de agricultura, y ninguno había permanecido en el cargo el tiempo suficiente como para hacerse responsable de nada.

Un ejército británico atacó la ciudad de Rafa, en la península del Sinaí, donde había una guarnición de unos 2.000 otomanos. Tras varias horas de asalto, lograron penetrar en la ciudad con relativamente pocas bajas.

El 10 de enero murió Buffallo Bill. El rey Jorge V de Gran Bretaña, el Kaiser Guillermo II y el presidente Woodrow Wilson enviaron presentes al conocer su muerte.

Los rusos no aprovecharon la ventaja obtenida en Riga, en parte porque faltaron refuerzos y porque un regimiento siberiano se amotinó y se negó a entrar en combate. Los alemanes sí que desplegaron una potente contraofensiva, pero el 11 de enero la batalla tuvo que ser suspendida porque las temperaturas habían bajado hasta los 38 grados bajo cero. Para entonces los alemanes habían logrado recuperar las cuatro quintas partes del territorio que habían tenido que ceder inicialmente a los rusos. Éstos habían perdido unos 13.000 hombres. En cuanto a los amotinados, 92 de los instigadores fueron condenados a muerte, y otros enviados a Siberia.

Ese día se declaró un incendio en una fábrica de municiones de Nueva Jersey. Durante las cuatro horas siguientes estalló cerca de medio millón de bombas que destruyeron la fábrica por completo. No hubo ningún muerto gracias a la intervención de la telefonista Theresa Louise McNamara, que en lugar de huir tuvo la sangre fría de contactar una por una con cada una de las plantas de cada edificio de la fábrica y gritar un aviso de alerta para que los trabajadores escaparan. En un manicomio cercano, más de 900 enfermos mentales llegaron a la conclusión de que estaba llegando el fin del mundo, y los médicos responsables lograron controlar la situación distribuyendo grandes cantidades de helado, frutas y golosinas. Luego se reunió a todos los enfermos y se les explicó que la guerra en Europa había terminado y que lo que habían oído eran grandes cañones que disparaban para celebrarlo. Las investigaciones apuntaron a un acto de sabotaje alemán.

La pujanza del ejército británico en la ofensiva del Somme llevada a cabo el año anterior había sorprendido a los alemanes, que hasta entonces habían subestimado la importancia de los británicos en la guerra terrestre. Debilitar a Gran Bretaña se convirtió en objetivo prioritario, y por ello el alto mando alemán se mostraba partidario de reanudar la guerra submarina sin restricciones. Era casi seguro que eso arrastraría a la guerra a los Estados Unidos, pero confiaban en que un bloqueo a Gran Bretaña la dejaría fuera de combate antes de que los Estados Unidos pudieran movilizar sus efectivos. No obstante, los alemanes trataron de jugar una baza más. El 16 de enero Arthur Zimmermann, el ministro alemán de asuntos exteriores, envió un telegrama al embajador alemán en México, Heinrich von Eckardt, para que propusiera al presidente Venustiano Carranza declarar la guerra a los Estados Unidos (en caso de que éstos se la declararan a Alemania, cosa que el telegrama daba por probable) y que a cambio Alemania aportaría abundante ayuda financiera y el apoyo para que, en una futura conferencia de paz, México recuperara los territorios de Arizona, Nuevo México y Texas.

Pero los servicios de inteligencia británicos interceptaron el mensaje y lograron descifrarlo parcialmente. La información era valiosísima, pero había dos problemas: uno era que si la hacían pública los alemanes descubrirían que sus códigos habían sido rotos y los cambiarían, pero lo más grave era que los Estados Unidos permitían a los alemanes el uso de sus líneas telegráficas, por lo que técnicamente los británicos habían obtenido el mensaje espiando a los Estados Unidos. El telegrama iba dirigido en primera instancia a la embajada alemana en Washington, desde donde tenía que ser transmitido a México. Así, los británicos infiltraron un agente en la Ciudad de México, que logró una copia del mensaje cuando fue recibido.

A sus 25 años, el aviador Manfred von Richthofen fue condecorado por haber derribado 16 aviones enemigos, y fue puesto al frente de un escuadrón, muchos de cuyos pilotos habían sido entrenados por él mismo. Von Richthofen adquirió entonces la costumbre de pintar de rojo los aviones que pilotaba, para intimidar al enemigo con su fama. Por ello empezó a ser conocido como el Barón Rojo.

El 18 de enero los británicos tomaron Yanbu, en Arabia.

La situación en Rusia era precaria. La inflación ponía a los alimentos y la leña fuera del alcance de gran parte de la población. Hacía tiempo que los obreros no podían comprar huevos, leche, carne o fruta. Las huelgas se sucedían una tras otra, y eran reprimidas por la policía. El 22 de enero, el aniversario de los acontecimientos del domingo sangriento que habían tenido lugar hacía ya doce años, unos 150.000 trabajadores de Petrogrado (aproximadamente el 40% del total) se declararon en huelga. Lo más preocupante para las autoridades fue que muchos soldados animaban a los huelguistas.

El presidente Wilson pronunció un discurso en el Senado en el que, en referencia a la guerra europea, pidió una "paz sin Victoria", es decir, un regreso a la situación política que se daba antes de que estallara la guerra. Ésa fue la directriz de sus intentos de negociación con los beligerantes, pero ningún bando quería eso. Para empezar, Francia consideraba irrenunciable la recuperación de Alsacia y Lorena, entre Gran Bretaña y Francia se habían apoderado de casi todas las colonias alemanas y daban por hecho que se las repartirían, y otros países habían entrado en la guerra del lado aliado a cambio de recompensas territoriales a expensas de las potencias centrales, así que los aliados tenían muchas deudas territoriales que pagar y cobrarse. Por su parte, las potencias centrales también aspiraban a anexionarse sus conquistas en el frente oriental, y el Imperio Otomano aspiraba a recuperar parte del territorio que había ido perdiendo paulatinamente por la rapiña de las potencias occidentales.

Ese día se estrenó Charlot en la calle de la paz, un cortometraje de Charlie Chaplin. El actor cuidaba cada vez más la realización de sus películas y exigía más tiempo a la productora para cada una de ellas. Ese año estrenó además Charlot en el balneario, El inmigrante y El aventurero. Según una estadística, nueve de cada diez personas que acudían a una fiesta de disfraces lo hacían disfrazadas de Charlot.

El 27 de enero un golpe de Estado derrocó al presidente costarricense Alfredo González Flores, que fue sustituido por su Secretario de Guerra y Marina, Federico Alberto Tinoco Granados, que a continuación se organizó su propio partido político y sus propias elecciones (sin más candidatos), y se hizo elegir presidente por una abrumadora mayoría de votos.

El 31 de enero Alemania anunció que atacaría con su flota submarina a todo barco de cualquier nacionalidad que intentara introducir mercancías en Gran Bretaña. El 3 de febrero los Estados Unidos rompieron las relaciones diplomáticas con Alemania.

Los senussi tuvieron que enfrentarse con coches blindados británicos y finalmente fueron expulsados de Egipto, hacia Libia.

El 5 de febrero John J. Pershing estaba de regreso en los Estados Unidos sin haber logrado su propósito de capturar a Pancho Villa en México.

Ese día dimitió el primer ministro griego Spyrídon Lámpros, a causa del bloqueo que los aliados estaban imponiendo a Grecia. Fue sucedido por Aléxandros Zaimis.

En Kuwait murió el jeque Jaber II Al-Sabah, que fue sucedido por su hermano Salim Al-Mubarak Al-Sabah.

El 8 de febrero algunos sindicalistas fueron detenidos en Petrogrado porque estaban organizando una manifestación ante la Duma para exigirle que tomase el poder.

El 13 de febrero los británicos iniciaron una campaña en el centro de la península del Sinaí con el objetivo de expulsar hasta Palestina al resto de tropas otomanas que permanecían en el desierto.

El 19 de febrero el secretario de la embajada estadounidense en Londres tuvo la primera noticia del telegrama Zimmermann. Al día siguiente fue informado el embajador, que a su vez informó al gobierno estadounidense.

El 21 de febrero estalló una revuelta en Servia contra la ocupación búlgara. Varios cientos de rebeldes dirigidos por Kosta Pećanac se concentraron junto al río Toplica y se apoderaron de las ciudades de Prokuplje y Kuršumlija. 

Para entonces apenas quedaban ya soldados otomanos en el Sinaí.

Dos años atrás los ingenieros estadounidenses Herbert Kalmus y Daniel Frost Comstock habían fundado en Boston la Technicolor Boston Picture Corporation, con la finalidad de explotar un sistema para grabar películas en color. Ese día hicieron la primera demostración de su sistema en el Instituto Americano de Ingenieros de Minas.

El 23 de febrero los británicos dieron un nuevo paso en su avance hacia Bagdad y, bajo el mando del general Frederik Stanley Maude, derrotaron a los otomanos en Kut. Éstos presentaron batalla con 17.000 hombres, de los cuales 9.000 fueron hechos prisioneros, y la mayor parte de los restantes resultaron muertos o heridos.

Para reforzar el frente occidental, debilitado como consecuencia de la campaña del Somme, los generales Paul Hindenburg y Erich Ludendorff habían puesto en marcha la construcción de la que sería conocida como línea Hindenburg, un frente altamente fortificado de 160 km de longitud y que había sido construido por medio millón de civiles alemanes y prisioneros de guerra rusos. Contaba con una red de fortalezas, alambradas, túneles para el movimiento de tropas, trincheras profundas y puestos de mando. El 24 de febrero se produjo la retirada a la nueva línea defensiva y el territorio intermedio fue arrasado, siguiendo una política de tierra quemada.

Ese día los británicos recuperaron Kut.

El 27 de febrero se celebraba la primera sesión anual de la Duma (respecto del calendario juliano) y unos 84.000 trabajadores se declararon en huelga, secundados por los estudiantes.

El 1 de marzo el gobierno estadounidense publicó en la prensa el telegrama Zimmermann. 

El 2 de marzo estalló una huelga en la fábrica Putílov, la mayor planta industrial de Petrogrado, que empleaba a más de 30.000 obreros.

El presidente Wilson firmó la ley de Jones-Shafroth, que había sido aprobada por el Congreso a finales del año anterior, en virtud de la cual Puerto Rico se convertía en un territorio "organizado, pero no incorporado". Los puertorriqueños conseguían así una ciudadanía estadounidense restringida, que no los autorizaba, por ejemplo, a votar en las elecciones presidenciales. La ley establecía un gobierno autónomo para Puerto Rico, con su Senado y su Cámara de Representantes, si bien el gobernador y el presidente de los Estados Unidos podían vetar cualquier ley aprobada por la legislatura local.

En Haití los estadounidenses disolvieron la Asamblea Nacional y designaron una comisión para redactar una nueva constitución. Por otra parte, los estadounidenses habían descubierto que las leyes haitianas estipulaban que los campesinos podían trabajar en la construcción de carreteras en sustitución del pago de un impuesto por usarlas, así que iniciaron un programa de construcción de carreteras en el que el régimen de trabajo de los haitianos se diferenciaba en poco de la esclavitud.

Aunque, tras la publicación del telegrama Zimmermann, los diplomáticos alemanes y mexicanos habían denunciado que se trataba de una falsificación británica encaminada a meter a los Estados Unidos en la guerra, y buena parte de la opinión pública estaba dispuesta a creerlo, el 3 de marzo el propio Arthur Zimmerman confirmó desde Berlín la autenticidad del telegrama, y trató de justificarse en un intento de restablecer las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. Sin embargo, el efecto fue nefasto para Alemania, pues la opinión pública estadounidense, que hasta entonces sólo podía decirse que era levemente hostil hacia Alemania, se inflamó en su contra.

Un ejército francés logró liberar Agadez del asedio de los tuareg de Kaocen.

El 4 de marzo Woodrow Wilson inició su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos. En la nueva legislatura que se inauguraba ese día se sentó por primera vez una mujer en la Cámara de Representantes, Jeanette Rankin, de Montana.

El 5 de marzo Maude reanudó su marcha hacia Bagdad.

Como consecuencia de la huelga, las autoridades rusas decidieron cerrar la fábrica Putílov, con lo que todos sus trabajadores se quedaron de repente sin empleo. El 8 de marzo se celebraba el Día Internacional de la Mujer, y la ocasión sirvió para reunir a grupos diversos que protestaban por motivos variados. A primeras horas de la mañana unas siete mil hilanderas de una fábrica textil se declararon en huelga y fueron visitando otras fábricas, de modo que unas horas después el número de huelguistas era ya de 20.000. Los trabajadores despedidos de la fábrica Putílov se les unieron, y al mediodía eran ya 50.000. Por la tarde se les unieron obreros metalúrgicos y de las fábricas de municiones. Al anochecer había ya unos 90.000 huelguistas y empezaron a oírse las primeras consignas políticas, principalmente demandando el fin de la guerra y el derrocamiento del zar. Se produjeron algunos saqueos en tiendas de comestibles, pero la policía pudo restaurar el orden.

Mientras tanto los británicos llegaban a las afueras de Bagdad.

En Berlín murió el conde Ferdinand von Zeppelin. La compañía Luftschiffbau Zeppelin, dedicada a la construcción y explotación comercial de dirigibles, pasó a ser dirigida por uno de los capitanes que pilotaban sus aeronaves, Hugo Eckener.

El 9 de marzo Petrogrado se despertó en paz, pero poco después más de cuarenta mil obreros se habían concentrado para avanzar en manifestación hacia el centro de la ciudad, que la policía y el ejército había mantenido hasta entonces libre de incidentes. Para ello tenían que cruzar el río Nevá, pero los puentes estaban custodiados por la policía y el ejército. Sin embargo, el río estaba helado y la muchedumbre cruzó sobre el hielo evitando los puentes. Los manifestantes sumaban ya unas 200.000 personas, y los cosacos enviados para contenerlos no hacían gran cosa.

Hasta entonces las protestas habían surgido y crecido de forma espontánea, dirigidas por agitadores independientes y, sobre todo, por las mujeres, que encabezaban todas las manifestaciones y se ganaban la simpatía de los soldados asegurando que sólo reclamaban comida. Los socialistas se habían opuesto a las manifestaciones, pero finalmente el 10 de marzo los bolcheviques se unieron a las protestas y empezaron a organizarlas. Finalmente se produjeron disturbios serios con la policía. Un jefe de escuadrón fue bajado de su caballo por la muchedumbre y asesinado con su propio revólver. Se empezaron a producir asaltos a comisarías de policía. A mediodía se produjo un cambio decisivo: los cosacos se pusieron de parte de los manifestantes y empezaron a enfrentarse a la policía. El zar Nicolás II se encontraba lejos, en Bielorrusia, desde donde envió la orden de que al día siguiente los disturbios fueran sofocados por cualquier medio, descartando toda forma de negociación.

Los otromanos habían resistido un primer ataque británico al sur de Bagdad el día anterior, pero un asalto repentino los obligaba ahora a retirarse, evacuar la ciudad y formar un nuevo frente al norte de la misma.

El 11 de marzo el geneal Maude entró en Bagdad sin encontrar resistencia y allí capturó a unos 9.000 soldados otomanos cuyo grado de desorganización les había impedido presentar batalla. Ahora media Mesopotamia estaba ya bajo control británico.

Ese día era domingo, y Petrogrado amaneció empapelada con proclamas del gobernador de San Petesrburgo, en las que se amenazaba con enviar al frente a todos los huelguistas y con dispersar con las armas cualquier futura manifestación. Se habían instalado ametralladoras en los cruces de las calles principales de la ciudad y los soldados custodiaban los edificios más importantes. Sin embargo, los trabajadores volvieron a marchar hacia el centro de la ciudad, y esta vez fueron dispersados por las ametralladoras. Sin embargo, algunas compañías se amotinaron al recibir la orden de disparar contra los manifestantes.

Durante la madrugada, algunos soldados lograron organizarse y ponerse de acuerdo para desobedecer futuras órdenes de abrir fuego contra los trabajadores. El 12 de marzo algunos oficiales que trataban de huir al ver que no controlaban a sus tropas fueron asesinados, mientras algunos soldados se unían a los obreros. Al mediodía el centro de Petrogrado estaba tomado de nuevo por los manifestantes, y la resistencia de los soldados era cada vez menor. Finalmente los rebeldes tomaron un arsenal en el que se hicieron con 40.000 fusiles, 30.000 pistolas y 400 ametralladoras. Más tarde los rebeldes tomaron otro arsenal y una fábrica de municiones. El gobierno había ordenado la disolución de la Duma, pero los diputados se negaron a acatar la orden y formaron un comité provisional que se declaró a sí mismo como el nuevo gobierno del Imperio Ruso. Sin embargo, al mismo tiempo los sindicalistas habían organizado una asamblea que esa noche constituyó el Soviet de Petrogrado, que se arrogó la misma función. Unos 60.000 soldados apoyaban ya a los revolucionarios. Su primer presidente fue el menchevique Nikolái Chjeidze, y el vicepresidente fue Aleksandr Kérenski, que había sido diputado en la Duma hacía algunos años.

Mientras tanto los búlgaros, apoyados por los austro-húngaros, iniciaron una operación contra Pećanac.

Por su parte los franceses atacaron las fortificaciones búlgaro-alemanas cercanas a Monastir.

El 13 de marzo el comité provisional de la Duma, con la ayuda de tropas rebeldes, hizo detener a los ministros zaristas y se hizo con el control de ministerio de transportes. Inmediatamente envió comunicados al resto del país para informar de que la Duma gobernaba ahora el Imperio. En distintos puntos del país surgieron nuevos comités revolucionarios, que ese mismo día tomaron el control de Moscú y de la base naval de Kronstadt, que controlaba el acceso por mar a Petrogrado.

Al norte de Bagdad seguía habiendo un importante contingente otomano que amenazaba la ocupación británica, así que Maude inició un despliegue de tropas para alejarlos.

El 14 de marzo el comité provisional de la Duma invitó al comité ejecutivo del Soviet de Petrogrado a una reunión de coordinación. En ella el Soviet aceptó dejar en el comité provisional la dirección política del país, pero se negó a entregar las armas y, más aún, publicó la Orden número 1, según la cual las órdenes del gobierno provisional sólo debían acatarse si no se oponían a las directrices del Soviet. Fue publicada en el periódico Izvestia (noticias), que había sido fundado la víspera por el Soviet.

Por estas fechas Georgi Plejánov estaba ya totalmente desprestigiado entre los socialistas más radicales: el padre del marxismo veía con horror las consecuencias de que sus teorías se llevaran a la práctica. Se oponía a la nacionalización de las tierras que reclamaban los campesinos, al menos sin compensar a los expropiados, aconsejaba moderación a los obreros y acusaba a los bolcheviques de anarquistas, bakuninistas y demagogos.

Los búlgaros recuperaron Prokuplje mientras los austro-húngaros ocupaban Kuršumlija, pero el servio Pećanac siguió dirigiendo una guerra de guerrillas.

El zar Nicolás II se había encaminado hacia Petrogrado para reunirse con su familia, a pesar de los consejos del alto mando militar. Pero a causa de varios sabotajes sólo logró llegar hasta Pskov. Allí recibió telegramas del general Mijaíl Alexéyev, que le comunicaban que había consultado a los principales mandos del ejército y éstos se mostraban favorables a que abdicara en su hijo, el zarévich Alejo, de trece años, bajo la regencia de su hermano, el gran duque Miguel Románov. Nicolás II se resignó a aceptar la sugerencia. El 15 de marzo recibió a dos representantes del comité provisional y les anunció su abdicación, si bien no en los términos que habían sido previamente planteados, pues los médicos le habían informado que, dado el mal estado de salud crónico del zarévich, no era previsible que viviera más de seis años, así que Nicolás II abdicó directamente en su hermano Miguel. Los delegados del comité no sabían si eso era legal, pero ante la urgencia de la situación aceptaron la decisión. Ese mismo día se formó un Gobierno Provisional Ruso con Georgi Lvov como primer ministro. Kérenski aceptó el puesto de ministro de justicia.

El 16 de marzo el gran duque Miguel anunció que sólo aceptaría la sucesión en el caso de que una nueva constitución monárquica fuera aprobada democráticamente. Al mismo tiempo instaba al pueblo ruso a acatar las resoluciones del Gobierno Provisional. La idea de que el gran duque se convirtiera en el nuevo zar había suscitado la protesta popular, pero su renuncia zanjó el asunto.

El Soviet de Petrogrado seguía ganando poder político. El 17 de marzo contaba ya con 3.000 delegados, 2.000 de los cuales eran soldados, pero estaba controlado por los 29 miembros del comité ejecutivo, de mayoría menchevique.

Mientras tanto en Kiev se constituía la Rada Central Ucraniana, bajo la presidencia de Mijáilo Jruchevsky, una asociación en la que participan políticos, militares, trabajadores, clérigos, estudiantes y diversas organizaciones culturales.

Aristide Briand fue sustituido como primer ministro francés por Alexandre Ribot.

El 19 de marzo el general Maude capturó Faluya a los otomanos, al oeste de Bagdad.

Durante el mes de marzo cinco barcos mercantes estadounidenses habían sido hundidos por submarinos alemanes. La indignación en los Estados Unidos no podía ser mayor, y a la cabeza de los que clamaban por la guerra estaba Roosevelt, que, en referencia a Wilson, dijo: Si no declara la guerra, yo mismo lo despellejaré vivo. El 20 de marzo Wilson reunió a su gabinete y el voto a favor de la guerra fue unánime.

El 22 de marzo Nicolás II pudo reunirse finalmente con su familia en el palacio de Tsárskoye Seló. Ese día los Estados Unidos fueron el primer país en reconocer la nueva república rusa, convencidos de que el país había pasado de un régimen absolutista a convertirse en una república democrática similar a los propios Estados Unidos.

El ejército británico en el Sinaí había penetrado ya en Palestina y el 26 de marzo atacaba la fortaleza de Gaza, como primer paso para capturar Jerusalén. Sin embargo, tuvieron que retirarse ante la defensa otomana. Pese a ello, los oficiales británicos presentaron la operación como un éxito, pues en efecto el frente había avanzado considerablemente.

El 27 de marzo Puccini estrenó en Montecarlo su ópera La golondrina, que no tuvo muy buenas críticas. Hubo quien la llamó "La traviata de los pobres", o "mal Lehàr".

El 1 de abril se produjo el traspaso de soberanía de las Indias Occidentales Danesas, que pasaron a llamarse Islas Vírgenes Estadounidenses. El 2 de abril, una vez que Alemania ya no tenía la posibilidad de usarlas como base naval contra los Estados Unidos, Wilson se dirigió al Congreso para explicar que la actitud alemana había vuelto insostenible su política de neutralidad armada, y solicitó el permiso para declarar la guerra a Alemania. El 4 de abril el Congreso estadounidense aprobó la declaración de guerra y el 6 de abril, con la firma de Wilson, se hizo oficial. Wilson nombró comandante en jefe del ejército estadounidense al general Pershing.

Los británicos habían estado preparando cuidadosamente una nueva ofensiva en Francia. El objetivo eran los alrededores de Arras, y durante los meses anteriores se había procedido a excavar túneles que comunicaban distintos puntos del frente y que avanzaban hasta escasos metros de las líneas alemanas, listos para ser abiertos mediante explosivos en el momento oportuno. Finalmente, tras una semana de intenso bombardeo, el 9 de abril se inició el ataque.

El 10 de abril se produjo una nueva explosión en una fábrica de municiones estadounidense en Pennsylvania. Murieron 133 personas.

Mohandas Ghandi había logrado un gran ascendiente sobre sus compatriotas indios. Cada vez eran más los que se referían a él como Mahatma Gandhi, donde el título "Mahatma" significa "venerable". Ese día llegó a Champaran, con un equipo de abogados indios para ocuparse de una crisis que había estallado el año anterior. Allí decenas de miles de campesinos eran obligados a cultivar añil, la planta de la que se extrae el tinte del mismo nombre, en las posesiones de los grandes terratenientes británicos, cuando en la región se necesitaban plantaciones de alimentos. En medio de una hambruna, los gobernantes británicos elevaron los impuestos, y ello había provocado una revuelta. Uno de los campesinos había pedido a Ghandi que acudiera al lugar, y en cuanto tomó conocimiento de la situación, Ghandi elaboró una estrategia insólita en ese tipo de conflictos: fue conocida como Satyagraha, y consistía en la desobediencia civil masiva, sin violencia. Ghandi insistió en que ninguno de los rebeldes debía alentar a la independencia política, pues no había que enfocar el conflicto como un problema político, sino como una revuelta contra una tiranía abyecta en medio de una grave crisis de supervivencia. Ghandi aceptó la ayuda de otras partes de la India, pero insistió en que ninguna debía rebelarse contra el gobierno británico ni realizar ningún acto más allá de proclamar resoluciones de apoyo. Esto impediría que los británicos pudieran acusar a los rebeldes de traición.

Al mismo tiempo que los campesinos se negaban a seguir trabajando las tierras de los británicos, Ghandi organizó voluntarios que recababan relatos sobre las atrocidades cometidas por las autoridades y las deplorables condiciones de vida de los campesinos. Sus seguidores limpiaban las calles, construían escuelas y hospitales,

El ataque aliado en Arras fue especialmente exitoso en Vimy, al norte, donde unos 170.000 británicos, mayoritariamente canadienses, lucharon contra unos 40.000 alemanes y el 12 de abril se hacían con la victoria. Unos 4.000 alemanes fueron hechos prisioneros.

Las regiones de Estonia y el norte de Livonia (poblado mayoritariamente por estonios) se unificaron en una Provincia Autónoma de Estonia, con el consentimiento del gobierno Ruso, que eligió como gobernador provisional a Jaan Poska.

El 13 de abril llegó a Petrogrado Georgi Plejánov, donde fue aclamado por una multitud. Tenía ya 61 años y estaba enfermo, pero no quiso perderse lo que consideraba que iba a ser el triunfo de la revolución socialista que siempre había estado esperando.

El 14 de abril murió en Varsivoa el doctor Zamenhof, padre del esperanto.

El 15 de abril los alemanes rompieron el frente británico en Lagnicourt, que estaba defendido por varias divisiones australianas, pero sucesivos contraataques lograron restaurar las posiciones iniciales.

Mientras los británicos combatían en el frente de Arras, el 16 de abril los franceses iniciaron una gran ofensiva paralela entre Soissons y Reims, conocida como la ofensiva Nivelle, por el general Robert Nivelle, que desde finales del año anterior era el comandante en jefe del ejército francés. Los franceses contaban con unos 850.000 hombres, que se enfrentaron a unos 682.000 alemanes.

La policía entregó a Ghandi una nota en la que se le ordenaba abandonar Champaran en el próximo tren, acusado de "causar disturbios". Ghandi contestó con un escrito en el que afirmaba que no abandonaría Champaran y que en su lugar aceptaría las penas que conllevara su desobediencia.

En Alemania se declaró una huelga masiva de los trabajadores de Berlín y otras ciudades industriales. Participaron unos 200.000 obreros, influidos en gran parte por las noticias que llegaban sobre Rusia. No obstante, eran protestas mal organizadas y el gobierno no tuvo dificultad en sofocarlas.

Ese día Lenin llegó a Petrogrado tras un largo viaje desde Suiza facilitado por las autoridades alemanas, que sabían que era partidario de sacar a Rusia de la guerra. El 17 de abril pronunció un discurso en una reunión de bolcheviques en el que expuso sus llamadas tesis de abril, que determinaban la dirección que debía seguir el partido socialista a su juicio. Lenin explicaba que había tenido lugar la primera etapa de la revolución, que había arrebatado el poder a la aristocracia para dárselo a la burguesía, pero que era necesario pasar a la segunda etapa, en la que el poder pasara al proletariado y a los campesinos pobres. Instaba a no dar apoyo alguno al gobierno provisional, al que tachaba de capitalista. Afirmaba que caer en un gobierno democrático sería un retroceso, y que en su lugar había que crear una República de los Sóviets, es decir, no dirigida por un parlamento, sino por una jerarquía de Soviets estructurados a distintos niveles, cada cual con representantes elegidos por el nivel inferior. Lenin urgía a realizar una reforma agraria, por la que todas las tierras serían confiscadas, nacionalizadas y explotadas bajo el control de los sóviets. Todos los bancos del país debían ser fundidos en un único banco nacional bajo el control de los sóviets. Por lo demás, había que poner fin a la guerra inmediatamente, cuyos fines eran imperialistas.

El 18 de abril Ghandi fue arrestado, y decenas de miles de indios se concentraron ante la cárcel en la que estaba recluido a la espera de juicio para exigir pacíficamente su liberación. En el juicio Ghandi explicó sus motivos para desobedecer las leyes voluntariamente junto con su disposición a acatar cualquier pena que se le impusiera. Esta actitud desconcertó al tribunal, que vaciló ante la posibilidad de encarcelarlo. Se le propuso liberarlo bajo fianza, pero Ghandi afirmó que no tenía quien pagara su fianza. Por la noche fue puesto en libertad y el gobernador retiró los cargos antes de que se dictara sentencia. Esto enfureció a los terratenientes británicos, que empezaron a difundir falsas acusaciones contra Ghandi. Las réplicas que éste envió a la prensa nunca fueron publicadas.

Franceses y británicos iniciaron un ataque conjunto contra Gaza, con tanques y bombas de gas. Tras un exitoso avance, el 19 de abril se inició un bombardeo contra la fortaleza. Sin embargo, después de haber tomado varias trincheras, cuando llegaron a estar en situación de lanzar un ataque definitivo, las fuerzas aliadas estaban demasiado agotadas para ello a causa de la fiera defensa otomana. Los contraataques no habían dejado ningún punto del frente susceptible de ser forzado con facilidad, así que la batalla terminó en un segundo fracaso. El frente palestino se estancó durante unos meses.

Aunque España era neutral, el presidente del consejo de ministros, el conde de Romanones, adoptaba una política claramente proaliada, y sufrió los ataques de la prensa conservadora, que era proalemana. Finalmente presentó su dimisión y fue sustituido por Manuel García Prieto.

El 20 de abril las tesis de abril de Lenin  fueron publicadas en el Pravda.

El 22 de abril los británicos atacaron las posiciones búlgaras junto al lago Doiran, en Macedonia. Durante los cuatro primeros días, su artillería disparó unas 100.000 bombas sobre las posiciones enemigas.

El 23 de abril el general Maude tomó Samarra, donde se encontraba una estación ferroviaria de gran importancia estratégica para la defensa de Bagdad. La operación le costó 18.000 bajas, sin contar las causadas por enfermedades diversas.

Ese día se estrenó El carnicero, un cortometraje de Fatty Arbuckle en el que intervino por primera vez un joven de 25 años llamado Joseph Frank Keaton, aunque tenía desde pequeño el sobrenombre de Buster Keaton. Desde los tres años había participado en comedias de vaudeville con sus padres, y en varias ocasiones algunos espectadores presentaron denuncias porque el niño recibía golpes, sufría caídas, era arrojado por sus padres, etc., pero Buster siempre mostraba a la policía que no tenía ninguna clase de herida o lesión. Sabía cómo caer o recibir impactos sin hacerse daño. Pronto se ganó la fama de ser "El niño al que no se le puede hacer daño", y de adulto confirmó que jamás había recibido daño alguno de sus padres, y que todas sus caídas y golpes eran pura técnica. De hecho, afirmó que se divertía tanto en el escenario que al principio se le escapaban risas cuando su padre lo golpeaba o lo arrojaba al suelo, pero que al ver que sus risas en esos contextos desvirtuaban la escena y el público se reía menos, se acostumbró a poner cara seria bajo cualquier circunstancia, y eso sí que resultaba gracioso. Últimamente su padre había caído en el alcoholismo y el negocio familiar como actores de teatro se había venido abajo, y por ello Buster se decidió a entrar en el mundo del cine. Al poco de iniciar su colaboración con Rosco Arbuckle se convirtió en su segundo director. Ese año coprotagonizaría también "Fatty en su casa", "Su noche de bodas" y "Coney Island".

La noche del 24 de abril la infantería británica inició su avance en el frente del lago Doiran, pero los búlgaros la rechazaron.

Tras un largo año al frente del gobierno portugués, el 25 de abril António José de Almeida fue sucedido nuevamente por Alfonso Augusto da Costa.

El 27 de abril los británicos habían vuelto a sus posiciones iniciales antes de iniciar el ataque en el lago Doiran, y los búlgaros se apresuraban a reconstruir sus defensas.

El 28 de abril los británicos obtuvieron una victoria en Arleux que permitió consolidar las posiciones tomadas por los canadienses en Vimy. No obstante, esto se logró a costa de muchas bajas y no fue considerado un éxito.

El 30 de abril Mascagni estrenó en Roma su opereta Lodoletta.

El 1 de mayo Venustiano Carranza fue reconocido como presidente de México según una nueva constitución aprobada un mes antes, en la que se incorporaban tenuemente algunos de los objetivos de la revolución que había derrocado a Victoriano Huerta. Emiliano Zapata seguía resistiendo al gobierno, y en una contraofensiva recuperó ese año Jonacatepec, Yautepec, Cuautla, Miahuatlán, Tecala y Cuernavaca.

El número de barcos hundidos por los submarinos alemanes en su bloqueo a Gran Bretaña había ido ascendiendo vertiginosamente desde febrero hasta alcanzar el máximo en el mes de abril, pero a partir de ahí los británicos empezaron a emplear la técnica de organizar convoyes integrados por un gran número de barcos mercantes escoltados. Así, aunque se acercaran los submarinos alemanes, a lo sumo eran capaces de hundir unos pocos barcos del convoy, y los daños globales eran mucho menores que si los barcos navegaban independientemente. Esta técnica hizo el bloqueo alemán mucho menos efectiva. La actividad de los submarinos austro-húngaros en el Mediterráneo también estaba siendo intensa, pero se vio limitada en parte con la llegada de 14 destructores japoneses, que empezaron a patrullar el Mediterráneo desde su base en Malta.

Tras haber reforzado el área alrededor de Arleux, el 3 de mayo los británicos iniciaron dos ataques simultáneos, uno dirigido contra el Wotanstellung, una de las principales fortificaciones alemanas, al mismo tiempo que los australianos atacaban en Bullecourt. El primer objetivo no pudo lograrse, y el ataque fue suspendido al día siguiente con muchas bajas. En cambio, el ataque en Bullecourt se prolongaría durante dos semanas.

Alekandr Kérenski cambió el puesto de ministro de justicia ruso por el de ministro de guerra, y el 4 de mayo sustituyó al general Alexéyev por Alekséi Brusílov como comandante en jefe del ejército ruso, a la vez que lo instaba a desarrollar una gran ofensiva que devolviera a los rusos la confianza en el gobierno, a la vez que cumpliera los acuerdos establecidos con los aliados. La mayor parte de las fuerzas políticas rusas respaldaban el proyecto, incluidos los mencheviques. Sólo los bolcheviques se oponían abiertamente a la guerra.

El 5 de mayo un ejército conjunto de franceses italianos y rusos inició un nuevo intento de romper el frente búlgaro en Macedonia, esta vez junto al rio Crna. La batalla se abrió con un intenso bombardeo que duró cuatro días.

El 7 de mayo se inauguró un congreso del partido socialista ruso en el que Lenin instó a que se preparase una nueva revolución sin ninguna vinculación con partidos no socialistas que permitiera aplicar las reformas previstas en sus tesis de abril.

El 8 de mayo los británicos iniciaron una nueva carga de artillería en el lago Doiran e inmediatamente lanzaron a la infantería, pero cuatro ataques sucesivos fueron repelidos por los búlgaros. Los británicos desistieron de intentar nuevos ataques por el momento.

La ofensiva Nivelle no estaba dando los resultados previstos. Nivelle esperaba una victoria decisiva, pero el 9 de mayo el frente francés apenas había avanzado unos 7 kilómetros a costa de enormes bajas de magnitud similar a las sufridas por los alemanes, nada que pudiera considerarse decisivo.

Mientras tanto, tras un nuevo bombardeo, la infantería aliada inició su avance en frente del río Crna. Sólo los rusos lograron algún éxito momentáneo, pero al final del día los búlgaros habían recuperado sus posiciones iniciales.

El 10 de mayo Luigi Cadorna intentó por décima vez derrotar a los austro-húngaros en el río Isonzo.

El 13 de mayo unos niños pastores analfabetos que vivían en el pueblo portugués de Fátima anunciaron que habían visto en una encina a una mujer "más brillante que el Sol" que, naturalmente, no podía ser sino la Virgen María. Los niños eran Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos Jacinta y Francisco Marto, de seis y nueve años. Todo apunta a que las visiones partían de Lucía, porque su primo sólo admitía ver a la Virgen, pero que no la oía (que era una buena forma de no tene que responder a preguntas sobre lo que decía) y Jacinta sí que afirmaba verla y oírla, pero era demasiado pequeña como para que toda contradicción pudiera atribuirse a su corta edad. La Virgen les instó a la oración y a acudir al mismo lugar cada més. Los padres de Lucía se mostraron escépticos, pero los de sus primos creyeron la historia.

El 14 de mayo una flota austro-húngara y alemana se lanzó contra la flota aliada (británica, francesa e italiana) que custodiaba el estrecho de Otranto, que comunica el mar Adriático con el Mediterráneo. Finalmente, ante la llegada de refuerzos enemigos, la flota aliada se retiró.

El 15 de mayo el servio Kosta Pećanac penetró en Bulgaria e incendió la ciudad de Bosilegrad. Después desapareció durante un tiempo, para reaparecer más tarde y volver a desaparecer. Poco a poco, los búlgaros acabaron con los pocos insurgentes servios que quedaban.

Philippe Pétain sustityó al general Nivelle como comandante en jefe del ejército francés.

El 17 de mayo los británicos habían expulsado a los alemanes de Bullecourt, lo que puso fin a la campaña de Arras. Globalmente era una victoria táctica, pero no condujo a ninguna ventaja significativa a largo plazo, y el coste en vidas humanas había sido elevado.

El 23 de mayo el presidente Li Yuanhong forzó la dimisión de Duan al descubrirse unos préstamos que había recibido en secreto de Japón. Duan huyó de la capital y varios militares abandonaron el gobierno en solidaridad.

Ese día murió en su exilio argelino la derrocada reina Ranavalona III de Madagascar.

El 26 de mayo terminó la batalla de Monastir, en la que los búlgaros lograron recuperar todas las posiciones que los franceses habían tomado en la primera fase de la campaña. Los franceses mantuvieron el control sobre Monastir, pero la ciudad había recibido más de 20.000 bombas que habían destruido la mitad de su superficie.

El 30 de mayo León Trotski llegó a Petrogrado, donde fue aclamado por una multitud. Pronto ingresó en el Sóviet de Petrogrado.

El emperador Carlos I de Austria y Hungría reabrió el parlamento, que no se reunía desde antes de la muerte de Francisco José I, y se encontró con la Declaración de Mayo, una proclama de los diputados eslavos que reclamaban una nueva unidad territorial dentro del imperio formada por los territorios de habla eslava, que estaría en pie de igualdad con Austria y Hungría. Al mismo tiempo, políticos eslavos exiliados estaban formando un comité yugoslavo, que trataba de convencer a las potencias aliadas de que, en caso de ganar la guerra (o de un fin negociado) permitieran la formación de un Estado eslavo (al que llamaban Yugoslavia, derivado de jug, que significa sur). La propuesta en principio mal acogida, por el Imperio Austro-Húngaro, y los aliados se mostraban indecisos. Entre ellos sólo Italia estaba radicalmente en contra, pues le habían prometido territorios en la costa de Dalmacia, y no le gustaba la idea de un Estado eslavo fuerte que a la larga podría reinvindicar dichos territorios.

El 3 de junio se reunieron en Leeds (en Gran Bretaña) alrededor de un millar de socialistas opuestos a la guerra, que expresaron su apoyo a los revolucionarios rusos e instaron a que una revolución similar se produjera en Gran Bretaña. La personalidad más destacada que intervino fue Bertrand Russell.

El 4 de junio se celebró la primera entrega de los premios Pulitzer, cuya organización había sido encargada en su testamento por Joseph Pulitzer a la Universidad de Columbia (en Nueva York). Se concedieron en las categorías de Artículo editorial, Reportaje, Biografía e Historia, aunque estas categorías han ido variando (y multiplicándose) con el tiempo.

El 7 de junio los británicos iniciaron una nueva ofensiva en Messines, en Bélgica.

El 8 de junio Cadorna dio por concluido su ataque. Había logrado un pequeño avance, a costa de 150.000 bajas sobre un total de 400.000 hombres. De ellas, 35.000 fueron muertos, frente a 17.000 del bando austro-húngaro.

El 10 de junio el general Luigi Cadorna debió de sorprender por completo a los austro-húngaros al atacar sus posiciones en un lugar alejado del río Isonzo. Esta vez atacaba el monte Ortigara, en el Trentino.

El 11 de junio los alemanes dispararon por primera vez bombas de gas venenoso en Messines (hasta entonces sólo habían generado nubes de gas abriendo bidones y esperando a que el viento las empujara hacia las líneas enemigas).

Como todo intento de conciliación entre el rey Constantino I de Grecia y el gobierno que Venizélos había organizado en Salónica era definitivamente imposible, el Alto Comisario de los aliados en Atenas pidió al gobierno la renuncia del rey y de su heredero Jorge. Ese mismo día su segundo hijo Alejandro I, de 23 años, fue reconocido como rey de Grecia, pero Constantino I no había abdicado, e incluso había explicado a su hijo que, aunque iba a ocupar el trono, no era el auténtico rey de Grecia.

El año anterior habían cobrado auge en España unas "Juntas de Defensa" que agrupaban a militares que reclamaban distintas reivindicaciones sobre salarios, política de ascensos, etc. El gobierno de García Prieto había tratado de prohibirlas, pero éstas habían aumentado su presión y habían apelado al rey Alfonso XIII. Éste, que no deseaba perder su prestigio ante los militares, se puso de su parte y finalmente destituyó a García Prieto y puso en su lugar al conservador Eduardo Dato. Como los liberales tenían la mayoría en el Parlamento, Dato cerró las Cortes, suspendió las garantías constitucionales y censuró la prensa, al tiempo que legalizaba las Juntas de Defensa.

El 12 de junio Constantino I salió a escondidas de su palacio con su familia y embarcó hacia su exilio en Suiza.

El presidente chino, Li Yuanhong, había tratado de reforzar su posición frente a Duan Qirui y otros militares solicitando el apoyo del general Zhang Xun, pero éste, inesperadamente, entró en Pekin con su ejército el 14 de junio y anunció su intención de restaurar la monarquía Qing.

Ese día los alemanes se retiraron de Messines.

El gobierno estadounidense había aprobado una ley que obligaba a todos los hombres entre 21 y 30 años a registrarse para su posible alistamiento. Algunos grupos se opusieron a esta ley, entre ellos la Liga contra el alistamiento, fundada en Nueva York por el anarquista Alexander Berkman, que declaraba: "Nos oponemos al alistamiento porque somos internacionalistas, antimilitaristas y nos oponemos a todas las guerras financiadas por gobiernos capitalistas". Al principio, la liga actuó organizando concentraciones públicas, pero, ante la actuación policial que las saboteaba, cambió de estrategia y se centró en la distribución de panfletos propagandísticos. Finalmente el 15 de junio Berkman fue arrestado y puesto en libertad bajo fianza hasta el juicio. En éste se defendió a sí mismo apelando a la quinta enmienda:

¿Vais a proclamar ante el mundo que vosotros, que lleváis la libertad y la democracia a Europa, no tenéis libertad aquí, que vosotros que lucháis por la democracia en Alemania la suprimís aquí mismo, en Nueva York, en los Estados Unidos? ¿Vais a suprimir la libertad de expresión y la libertad en general en este país y todavía sostenéis que amáis tanto la libertad que estáis dispuestos a luchar por ella a cinco mil millas de distancia?

Fue condenado a la máxima pena: dos años de prisión, una multa de 10.000 dólares y la posibilidad de ser deportado tras su salida de la cárcel.

El 19 de junio la Cámara de los Comunes británica reconoció el derecho de voto a las mujeres mayores de 30 años.

Lenin temía que la inminente ofensiva Kérenski podría cumplir su objetivo de reforzar al gobierno provisional, así que propuso organizar una manifestación armada en contra del gobierno. El congreso del partido bolchevique aprobó la difusión de una proclama a favor de la manifestación redactada por Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Stalin (de acero), que se había convertido en la mano derecha de Lenin. Durante esos días se estaba celebrando el Primer Congreso de los Sóviets de todas las Rusias, y el 21 de junio había aprobado por amplia mayoría apoyar al gobierno de Lvov frente a los ataques bolcheviques. El Soviet de Petrogrado envió delegados a las fábricas y cuarteles para explicar la oposición del Soviet a la manifestación y contrarrestar la proclama bolchevique. La delegación bolchevique en el Congreso de los Sóviets informó a Lenin de la situación y, ante el temor de que los bolcheviques fueran expulsados del congreso y quedaran aislados políticamente, le sugirieron anular la convocatoria. Lenin dudó, y finalmente se enviaron delegados para comunicar la suspensión de la manifestación.

En Ucrania se celebró el Primer Congreso Militar Panucraniano, que el 23 de junio declaró la autonomía de la República Popular Ucraniana dentro de la República Rusa. Se creó una Secretaría General que fue reconocida por Kérenski como delegación en Ucrania del gobierno provisional ruso. La Rada Central Ucraniana pasó a desempeñar las funciones de un parlamento.

A pesar de que los bolcheviques habían anulado la manifestación armada que pretendían convocar pese a la oposición de los sóviets, en el Congreso de los Sóviets se planteó la necesidad de desarmar a los bolcheviques, pero la propuesta fue rechazada. El 25 de junio se aprobó una moción más moderada de prohibir manifestaciones futuras que no contaran con el respaldo del Soviet. Como muestra de conciliación con los bolcheviques, se aprobó también la convocatoria de una manifestación pacífica y desarmada.

Ese día llegaron a Francia las primeras tropas estadounidenses. Los mandos aliados querían usar las tropas estadounidenses como tropas de refuerzo, repartiéndolas entre distintas unidades, pero Pershing se negó rotundamente a ello, e insistió en que formarían sus propias unidades (básicamente porque sólo así podrían atribuirse el mérito en caso de victoria). Pero comprendió que sus hombres carecían de la experiencia que los franceses y británicos habían adquirido en más de dos años de combate, así que durante los primeros meses sólo fueron empleados en labores auxiliares, mientras eran entrenados sobre el terreno para la lucha en el frente. No obstante, la flota estadounidense estaba realizando labores cruciales de escolta a barcos de aprovisionamiento que anularon definitivamente la efectividad de los planes alemanes de bloqueo contra Gran Bretaña.

Mientras tanto los italianos lograban el control del monte Ortigara.

Tras la ocupación de Servia por parte de los austro-húngaros se habían iniciado nuevas diligencias sobre el atentado de Sarajevo. En última instancia, el plan de asesinar al archiduque Francisco Fernando había surgido del ahora coronel Dragutin Dimitrijević, conocido con el sobrenombre de Apis. Había ascendido al primer plano con el golpe de Estado que culminó con el asesinato del rey Alejandro I, catorce años atrás, y ahora era considerado una amenaza para su nieto y para los generales que lo apoyaban. Por ello, el gobierno servio cooperó con los austro-húngaros y, como no había pruebas disponibles, Dimitrijević y otros militares próximos a él fueron acusados de un ficticio intento de atentado contra el regente y condenados a muerte. El 26 de junio fueron fusilados.

El rey Alejandro I de Grecia, que era un mero títere de los aliados, llamó a Eléftherios Venizélos y el 27 de junio lo nombró primer ministro, de modo que su gobierno de Salónica se trasladó a Atenas. Así Alejandro I dejó de ser un títere de los aliados para convertirse en el títere de Venizélos. En principio no quiso asumir este papel, pero Venizélos lo amenazó con destituirlo y nombrar un consejo de regencia en nombre de su hermano Pablo, menor de edad. No obstante, los representantes de los aliados lograron calmarlo y Alejandro I conservó la corona.

El 29 de junio se inició la ofensiva Kérenski con un intensísimo bombardeo en el frente de Galitzia. Kérenski pasó el día arengando a las distintas unidades del ejército.

El 30 de junio Grecia declaró la guerra a las Potencias Centrales.

El 1 de julio se inició el avance de la infantería rusa en Galitzia.

Ese mismo día tuvo lugar la manifestación pacífica convocada por el Soviet de Petrogrado, en la que participaron unas 400.000 personas, pero el Sóviet la había convocado en apoyo a la política del gobierno, mientras que los manifestantes llevaban pancartas con consignas bolcheviques de oposición a la guerra y al gobierno. En los días siguientes se convocaron manifestaciones similares en otras ciudades rusas.

En China, el general Zhang Xun anunció que el emperador Xuantong, que tenía entonces once años, volvía a ocupar el trono e instó al presidente Li Huanhong a que dimitiera y reconociera el nombramiento.

El Estado de Dakota del Sur prohibió las bebidas alcohólicas. Dos meses antes había hecho lo mismo el Estado de Nebraska.

El 2 de julio los rusos habían roto las líneas austro-húngaras y avanzaban en un frente de 60 km. Hicieron más de 18.000 prisioneros y tomaron varias fortificaciones.

El 3 de julio Li Huanhong huyó y se refugió en la embajada francesa, y luego en la japonesa. Antes había emitido un decreto por el que el vicepresidente Feng Guozhang se convertía en presidente en funciones, y además restableció a Duan Qirui como primer ministro. Ambos eran generales poderosos y Li esperaba que esta legitimación los llevara a combatir a Zhang Xun. El 5 de julio Duan se apoderaba de una estación ferroviaria a 40 km de la capital china. En los días siguientes diversos ejércitos republicanos fueron rodeando Pekín.

Diversas fuerzas políticas estaban presionando al gobierno español de Eduardo Dato para que restableciera el sistema democrático. De hecho, las reivindicaciones iban más allá, pues pedían reformas sustanciales del sistema político español (en el que liberales y conservadores seguían alternando en el poder de forma pactada). Entre estas fuerzas estaban los republicanos, dirigidos por Alejandro Lerroux, los reformistas, dirigidos por Melquiades Álvarez y los socialistas de Pablo Iglesias y Francisco Largo Caballero. Sin embargo, la iniciativa la tomó un nacionalista catalán, Francesc Cambó, que reunió en el Ayuntamiento de Barcelona a todos los diputados y senadores catalanes (aunque los 13 monárquicos no tardaron en abandonar la reunión) y declararon que Cataluña quería convertirse en una región autónoma dentro de España, reclamaron la apertura de las Cortes en calidad de asamblea constituyente para diseñar una constitución federal, y en caso de que el gobierno no aceptara sus reivindicaciones, invitaban a todos los parlamentarios españoles a reunirse en Barcelona.

Lawrence de Arabia había reunido un ejército formado por los beduinos de Auda Abu Tayi y algunos hombres cedidos por el emir Faiyal ibn Hussein (dirigidos por su primo Sherif Nasir) y el 6 de julio atacaron Aqaba, el último puerto que los otomanos controlaban en el mar Rojo, y se apoderaron de él.

El ejército ruso seguía avanzando, pero por aquel entonces empezaron los problemas. En algunas unidades los soldados discutían las órdenes y se negaban a prolongar el ataque. Otras unidades fueron más disciplinadas, y así el general Lavr Kornilov inició un ataque que el 8 de julio logró romper las líneas enemigas y capturar más de 7.000 prisioneros. El 10 de julio los rusos tomaron Galich y cruzaron el Dniéster. Pero al mismo tiempo las unidades que desacataban las órdenes crecían en número. Varios comandantes informaron de que sus soldados no eran fiables, y algunos indicaban que los suyos sólo participarían en operaciones defensivas.

Alemania se había convertido en una dictadura militar en la que Hindenburg y Ludendorff ejercían un poder sin restricciones. Considerando que el canciller Theobald von Bethmann-Hollweg no era "adecuado", sugirieron al Kaiser que lo destituyera, éste les preguntó a quién considerarían "adecuado" y los militares le propusieron a Georg Michaelis, un completo desconocido para el Kaiser y para casi todo el mundo, pero cuya "idoneidad" consistía en que podría cumplir a la perfección el papel de canciller-títere en manos de los militares. El 13 de julio Michaelis se convirtió en el nuevo canciller, el primer primer ministro alemán en 400 años que no tenía un título nobiliario.

Los generales chinos republicanos iniciaron un ataque general contra las posiciones de los monárquicos que defendían Pekín. Poco después el general Zhang Xun huía y las fuerzas monárquicas se rendían.

La Virgen de Fátima seguía acudiendo regularmente a su cita con los jóvenes pastores el día 13 de cada mes. En esta ocasión les reveló tres secretos que no debían contar a nadie. Para entonces el número de crédulos estaba aumentando y en los meses siguientes los niños acudieron a sus citas con la Virgen acompañados cada vez de más curiosos, que nunca veían ni oían nada. Naturalmente, entre las peticiones de la Virgen no podía faltar que se construyera una capilla en el lugar, destinada a convertirse en el centro de un próspero negocio del turismo de peregrinación.

El 15 de julio se paralizó la ofensiva Kérenski por el colapso del ejército ruso.

La guarnición del ejército ruso en Petrogrado era considerada por el gobierno provisional como una amenaza, y hacía ya tiempo que corrían rumores de proyectos de enviar al frente a parte de ella. El 16 de julio algunas de sus unidades se amotinaron ante esta posibilidad, y aunque no lograron el apoyo de muchas más, sí que recibieron el respaldo de numerosos trabajadores, entre ellos los 30.000 de la fábrica Putílov. El Sóviet de Petrogrado estaba reunido cuando tuvo noticias de las revueltas. Stalin declaró que los bolcheviques no tenían nada que ver, cosa que a muchos les costó de creer. En realidad era así, y fueron las bases bolcheviques las que trataron de convencer al comité central de que apoyara la revuelta, para evitar que la situación política terminara escapando a su control. Muchos bolcheviques habían pasado el día tratando de disuadir a los rebeldes, cuando se enteraron de que varios regimientos se dirigían a la sede del partido para preguntar de qué lado estaban. Ante semejante pregunta por parte de una muchedumbre armada, las dudas de la dirección bolchevique se disiparon. Desde ese momento dirigieron la actuación de los rebeldes, y los condujeron a la sede del Soviet de Petrogrado. A medianoche la sede estaba rodeada por unos sesenta mil manifestantes, que exigían que los sóviets se hicieran cargo del gobierno del país. La situación era tensa: la muchedumbre quería que los sóviets se hicieran con el poder, pero los dirigentes de los sóviets apoyaban al gobierno.

Unos días antes Lenin se había marchado de vacaciones a Finlandia (a un pueblo que estaba a cuatro horas de tren de Petrogrado). Ante el estallido de la revuelta, el comité central del partido bolchevique solicitó urgentemente su regreso, y el 17 de julio estaba de vuelta en Petrogrado. Ese día pronunció un discurso entre cuya audiencia estuvieron unos 20.000 marinos de la base naval de Kronstadt. Lenin se mostró partidario de que los sóviets asumieran el poder, pero consideró absurdo forzarlos a hacerlo. Apoyó las consignas de los manifestantes, pero pidió moderación. Afirmó que el momento de tomar el poder todavía no había llegado.

Los manifestantes se dirigieron de nuevo a la sede del Soviet de Petrogrado, que envió a Víctor Chernov, a la sazón ministro de agricultura, a dialogar con ellos. Chernov fue retenido por la multitud, y sólo pudo ser liberado gracias a la intervención de León Trotski. Los ministros liberales, ante las presiones que el gobierno estaba sufriendo por parte de la extrema izquierda, presentaron su dimisión.

Con el matrimonio de la reina Victoria I de Gran Bretaña con Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, su hijo Eduardo VII se convirtió en el primer monarca británico de esta familia, cuyo nombre era demasiado alemán para un momento en que el país estaba en guerra contra Alemania, así que el rey Jorge V decretó que su dinastía pasaba a denominarse Casa de Windsor, en alusión al palacio en que residían los reyes británicos. Otros nobles británicos de ascendencia alemana siguieron su ejemplo, como los Battenberg, que cambiaron su apellido a Mountbatten. El Kaiser Guillermo II ironizó sobre esto anunciando su intención de asistir a una representación de la obra de Shakespeare Las alegres comadres de Sajonia-Coburgo-Gotha.

El 18 de julio la fuerza de las manifestaciones había descendido considerablemente, en parte por la frustración y desorientación al ver que los sóviets se negaban a asumir el poder, en parte porque habían llegado a la capital soldados leales al gobierno provisional, y en parte porque, viendo que la revolución se desinflaba, el partido bolchevique se puso a la cabeza de los oponentes a los revolucionarios con la misma rapidez con la que se había puesto a la cabeza de sus partidarios. A partir de ese momento los actos violentos los protagonizaban principalmente los partidarios del gobierno y no sus detractores.

El depuesto emperador Iyasu V de Etiopía seguía asediado en Maqdala, pero finalmente logró escaparse y se dirigió a Wollo, donde intentó provocar una revuelta de campesinos.

El 19 de julio los alemanes y austríacos empezaron a contraatacar al paralizado ejército ruso, en cuyo seno las insubordinaciones eran cada vez más frecuentes.

A pesar de las presiones de Eduardo Dato, Ese día se celebró en Barcelona la reunión de parlamentarios españoles convocada por Francesc Cambó, pero la asamblea fue disuelta por el gobernador civil de Barcelona y todos los participantes fueron detenidos por la policía, aunque fueron liberados en cuanto salieron del edificio.

El primer ministro ruso, Georgi Lvov, recibió un programa de reformas acordado por el Primer Congreso Nacional de los Sóviets, pero lo consideró demasiado radical y el 20 de julio presentó su dimisión. Fue sustituido por Aleksandr Kérenski.

Para entonces el ejército alemán-austro-húngaro había avanzado sobre Galitzia y Ucrania aplastando completamente las líneas rusas.

El Comité Yugoslavo firmó con el gobierno servio la Declaración de Corfú, por la que se se marcaban el objetivo de formar un Reino de los servios, croatas y eslovenos que integraría a Servia y los territorios eslavos del Imperio Austr-Húngaro, con forma de monarquía parlamentaria bajo la soberanía del príncipe regente Alejandro de Servia.

El gobierno había retomado el control de Petrogrado y ahora emprendía un proceso de represión contra los bolcheviques. Muchos de sus dirigentes fueron arrestados. Contra Lenin se emitió una orden de busca y captura, pero el 21 de julio éste pasó a la clandestinidad y se instaló en una aldea a 30 km de la capital.

Jósef Piłsudski desconfiaba cada vez más, y no sin motivo, de las intenciones del gobierno alemán sobre el nuevo estado polaco que, de momento, existía sólo sobre el papel. Además, cada vez estaba menos claro que Alemania fuera a ganar la guerra, y Piłsudski no quería comprometerse con los perdedores. Las tensiones entre las Legiones Polacas y el gobierno alemán fueron en aumento hasta que se exigió a los soldados polacos que juraran lealtad al Kaiser Guillermo II. Entonces Piłsudski se negó a hacerlo y parte de sus soldados siguió su ejemplo. El 22 de julio Piłsudski fue encarcelado y los soldados que se negaron a prestar juramento fueron degradados y enviados al frente italiano. Sin embargo, una parte logró evadir las represalias y pasó a la clandestinidad en forma de una organización llamada Organización Militar Polaca, que empezó a realizar operaciones contra las guarniciones y líneas de aprovisionamiento alemanas y austro-húngaras.

Mientras tanto el ejército rumano, apoyado por el ruso, inició una operación en Mărăști con la intención de rodear al ejército alemán.

El 23 de julio los rumanos iniciaron un ataque contra los austro-húngaros que debía respaldar el ataque ruso, pero que en la práctica sirvió únicamente para cubrir la retirada del ejército ruso, que ya había retrocedido 240 km en unos pocos días.

El alistamiento de estadounidenses para luchar en Europa había dejado muchos puestos de trabajo vacantes, y ello estaba estimulando la emigración de negros hacia el norte, en busca de mejores condiciones laborales que las que podían obtener en los Estados sureños. Así, las comunidades negras en Estados del Norte, como en Nueva York, se estaban incrementando sensiblemente. Si en principio en estos Estados no había un sentimiento racista acusado, el hecho de que los negros aparecieran como mano de obra barata, y que fueran usados a menudo para romper huelgas, terminó por extender hacia el Norte las concepciones racistas que imperaban en el Sur. Unos meses atrás había habido incidentes violentos en St. Louis, en Illinois, contra trabajadores negros, y el 28 de julio W.E.B. Du Bois organizó en Nueva York una marcha silenciosa de unos 9.000 negros que manifestaron pacíficamente sus reivindicaciones de derechos civiles. Du Bois había organizado un campo de entrenamiento para que voluntarios negros pudieran entrar en el ejército como oficiales, y naturalmente se encontró con muchas trabas.

Ante la falta de disciplina en el ejército ruso, Kérenski, con el respaldo del Sóviet de Petrogrado, restauró la pena de muerte (abolida tras la revolución), con lo cual sólo logró aumentar el número de deserciones. El 29 de julio el primer ministro se reunió con los altos mandos militares para evaluar la situación.

El 31 de julio británicos, franceses y belgas iniciaron un nuevo ataque conjunto en el frente occidental, en Ypres.

El 1 de agosto terminó la batalla de Mărăști con una clara victoria del ejército rumano, que había penetrado unos 20 km en las líneas alemanas. Entre rusos y rumanos tomaron unos 2700 prisioneros alemanes, 70 cañones y mucho material bélico. La prensa occidental celebró la noticia. 

En Petrogrado, Kérenski sustituyó a Brusílov por el general Lavr Kornílov como jefe supremo del ejército ruso. Por otra parte, envió a Nicolás II y su familia a Tobolsk, en Siberia, para su propia protección. Kérenski le dijo: "Los sóviets desean mi cabeza, después vendrán por usted y su familia". El zar trató de negociar su exilio en Gran Bretaña. Durante mucho tiempo se dijo que a ello se opuso radicalmente el primer ministro, David Lloyd George, pero parece ser que en realidad no hacía sino seguir las instrucciones del rey Jorge V. Tanto él como su esposa, la reina María (hija de un duque alemán) estaban realizando un esfuerzo enorme por distanciarse de sus parientes alemanes, y esto incluía el adoptar una actitud radicalmente opuesta a los modos autoritarios y prepotentes de los emperadores. Por el contrario, los monarcas británicos procuraban estar en contacto con el pueblo, visitaban fábricas, minas y otros lugares donde podían ser informados de los problemas de las clases más humildes, la reina organizaba la recogida de ropa usada para los soldados del frente, y en general estaban logrando que la sociedad británica estuviera muy satisfecha con sus reyes. Acoger en Gran Bretaña al zar Nicolás II, cuya fama de déspota despreciable estaba bien asentada en los países aliados, podría arruinar esa imagen cuidadosamente labrada, y el rey no quiso correr riesgos. Al fin y al cabo, el zar se había ganado a pulso sus problemas.

El 6 de agosto los alemanes contraatacaron en el frente rumano iniciando la batalla de Mărășești. Unos 245.000 soldados alemanes se enfrentaron a unos 218.000 rusos y rumanos.

El presidente chino Li Yuanhong no quiso permanecer en el cargo, y traspasó el poder al general Feng Guozhang. Este mantuvo como primer ministro a Duan Qirui.

El 10 de agosto los británicos continuaron la ofensiva en Ypres. Capturaron una cantidad considerable de terreno, aunque casi todo se perdió tras el contraataque alemán. No obstante, retuvieron Westhoek.

El 11 de agosto los franceses iniciaron los bombardeos preliminares a una nueva ofensiva en Verdun.

Como Eduardo Dato seguía sin aceptar las reivindicaciones de reforma política, el 13 de agosto se inició una huelga general en España de carácter indefinido, que el gobierno se dispuso a reprimir con violencia.

El 14 de agosto el primer ministro chino, Duan Qirui, declaró la guerra al Imperio Alemán y al Imperio Austro-Húngaro. Su intención era que China pudera librarse del pago de la parte de la indemnización correspondiente a los imperios centrales que venía abonando desde la guerra de los bóxers.

El 15 de agosto, cuatro divisiones canadienses atacaron la colina 70, cerca de la ciudad de Lens. La infantería avanzó protegida por la artillería, que a su vez era dirigida por observaciones desde el aire. Los contraataques alemanes fueron infructuosos.

Ismael Montes fue sucedido como presidente de Bolivia por José Gutiérrez Guerra.

El 16 de agosto el general Lavr Kornílov se presentó en Petrogrado para presentar al primer ministro Kérenski una propuesta de reformas que en principio estaban destinadas a restaurar la disciplina en el frente, pero que daban pie a ser extendidas hasta el punto de dejar a Rusia bajo una dictadura militar. Kérenski no se atrevió a informar de las propuestas de Kornílov a todo su gabinete, pues sabía que supondrían el fin de las buenas relaciones con los sóviets. Por otra parte, Kornílov tenía el apoyo de los conservadores, y Kérenski trataba de nadar entre dos aguas. Para ello encargó al comisario Maximilian Filonenko que redactara una versión más suave de las propuestas de Kornílov que pudiera presentar cómodamente al consejo de ministros.

Los canadienses continuaron su avance, pero los alemanes contraatacaron con una nueva arma química: el gas mostaza. Al mismo tiempo se iniciaba una gran ofensiva en Langemarck con ocho divisiones británicas y dos francesas. Se desarrolló hasta el 18 de agosto, con resultado exitoso en el norte, mientras que en el sur los contraataques alemanes obligaron a retroceder al punto de partida. Ese día los alemanes lograron romper brevemente las líneas canadienses en la colina 70 mediante el uso de lanzallamas, pero finalmente fueron repelidos.

Mientras tanto Luigi Cadorna volvió a la ortodoxia e hizo que sus tropas cruzaran de nuevo el río Isonzo.

Para entonces el gobierno español había aplastado casi en su totalidad la huelga general convocada por los progresistas, con un balance de 71 muertos, unos 200 heridos y unos 2.000 detenidos. Los principales instigadores fueron juzgados y condenados a cadena perpetua por el delito de dedición.

Las propuestas de Kornílov se filtraron a la prensa rusa, lo que dio lugar a grandes discusiones entre partidarios y detractores. El 19 de agosto Kornílov solicitó que el distrito militar de Petrogrado, hasta entonces bajo el control de Ministerio de Defensa, pasara a estar bajo su mando, aduciendo como razón la proximidad al frente. Al mismo tiempo empezó a ordenar que algunas unidades de su ejército se aproximaran a Petrogrado. Filonenko, en lugar de suavizar las propuestas de Kornílov, estaba incluyendo en su nueva redacción nuevas ideas del general, que incluían la militarización de las fábricas y ferrocarriles, la eliminación de los sóviets y la aniquilación de los bolcheviques.

El 20 de agosto se inició la ofensiva francesa en Verdun.

Una vez asegurada la colina 70, los canadienses intentaron atacar Lens a partir del 21 de agosto, pero la artillería alemana frustró todos los planes y unos días más tarde se puso fin a la operación.

Entre los principales apoyos del general Kornílov en el entorno del gobierno estaba Boris Sávinkov, viceministro de defensa, quien trató de convencer a Kérenski para que presentara ante el consejo de ministros algunas de las propuestas de Kornílov que estimaba más urgentes. Al parecer Kérenski las consideraba apropiadas, pero sabía que los sóviets no las aceptarían y no se atrevía a llevarlas adelante. Entonces Sávinkov sugirió a Kornílov que las presentara él mismo ante el gobierno, en calidad de Jefe del Estado Mayor. Kornílov se mostró reticente a presentarse en Petrogrado, pues temía ser destituido y arrestado. Finalmente Sávinkov logró convencerlo y el 23 de agosto Kornílov se presentó en Petrogrado rodeado de guardaespaldas y se entrevistó con Kérenski y algunos de sus ministros. La entrevista fue tensa, pues Kérenski se negó a consentir que Kornílov presentaras sus propuestas ante su gabinete en pleno. Terminaron a gritos, donde cada uno acusaba al otro de llevar al país al desastre. Sávinkov presentó su dimisión.

Sintiéndose inseguro en su escondite cerca de Petrogrado, Lenin se marchó a Helsinki disfrazado de obrero.

El 25 de agosto se inauguró en el teatro Bolshói la Conferencia Estatal de Moscú, en la que el primer ministro Kérenski trató de explicar a las distintas fuerzas políticas la grave situación del país en un intento de convencerlas de la necesidad de abandonar de momento las posiciones extremas y adoptar medidas de coalición que permitieran superar la crisis. La conferencia era meramente informativa, y reunió a más de 2000 delegados de todas las esferas de la sociedad. Los bolcheviques la consideraron "contrarrevolucionaria" y se negaron a participar. Más aún, habían convocado una huelga para ese día que fue seguida por unos 400.000 trabajadores. La disposición de los representantes en la sala del teatro reflejaba fielmente su posición política: a la derecha estaban los representantes de la burguesía, banqueros, industriales y diputados, mientras que a la izquierda estaban los delegados de los sóviets y de los soldados. Los primeros eran partidarios de Kornílov y de la necesidad de aplicar medidas duras para restablecer el orden, los segundos estaban de acuerdo en la necesidad de restablecer el orden, pero consideraban que al mismo tiempo había que aplicar ciertas reformas. El número de representantes de cada facción era aproximadamente el mismo, pero hay que tener en cuenta que los miembros de la conferencia habían sido elegidos para representar a todos los sectores, sin que existiera ninguna proporción entre el número de representantes y el número de ciudadanos representados por ellos, sin contar además con la ausencia absoluta de la extrema izquierda. Kérenski pronunció un discurso en el que quiso moderar ambas posturas sin decantarse por ninguna, pero su intervención fue juzgada como excesivamente teatral y artificiosa.

El ataque francés en Verdun estaba siendo un éxito. El 26 de agosto el frente había avanzado hasta las afueras de Beaumont y habían capturado casi 10.000 prisioneros alemanes.

En la Conferencia Estatal de Moscú, los ministros fueron exponiendo los detalles concretos de los problemas que atravesaba el país junto con propuestas de medidas que podrían resolverlos si contaban con la cooperación de todas las fuerzas políticas. Esa tarde llegó a la ciudad el general Kornílov, que fue recibido calurosamente por sus partidarios en la estación. El 27 de agosto intervino en la Conferencia. Kérenski se había dirigido a él, primero a través de uno de sus ministros y luego personalmente por teléfono, para insistirle en que en la Conferencia se limitara a exponer la situación en el frente sin entrar en asuntos políticos. Para su alivio, la intervención de Kornílov fue moderada, pero no así las subsecuentes intervenciones de sus partidarios, que propusieron todo lo que él podría haber propuesto y no propuso: la disolución de los sóviets, el abandono de las medidas económicas socialistas, etc.

En Etiopía, la mayor parte de los generales que apoyaban a Iyasu V fueron derrotados. Iyasu V huyó al desierto con unos pocos seguidores.

La Conferencia Estatal de Moscú se clausuró el 28 de agosto. Kérenski pronunció un último discurso largo y errático que fue interrumpido por una gran ovación, que más que una muestra de apoyo fue más bien una exitosa estrategia para que dejara de hablar de una vez.

El 1 de septiembre, tras un bombardeo de tres horas, unos 60.000 alemanes empezaron a cruzar el río Jugla, cerca de Riga. Los alemanes usaron gas venenoso, lanzallamas y ataques aéreos, pese a lo cual los rusos lograron contener su avance durante más de un día. Sin embargo, el 3 de septiembre tomaban Riga y los rusos se retiraban a nuevas posiciones defensivas.

El 5 de septiembre fueron fusilados cinco marineros alemanes que habían dirigido un motín. Hacía ya meses que se producían desórdenes en la flota alemana y el fusilamiento aumentó el descontento.

El 7 de septiembre los franceses iniciaron un nuevo avance cuyo objetivo era tomar hasta el último puesto desde donde los alemanes podían ver Verdun, y casi lo consiguieron, pero los alemanes lograron retener todavía los puestos de observación más alejados.

El 8 de septiembre terminó la batalla de Mărășești cuando ambos bandos quedaron agotados. Pero los alemanes habían sufrido 47.000 bajas, frente a las 27.000 de sus adversarios. 

Durante los últimos días el general Kornílov había estado manteniendo conversaciones indirectamente con el primer ministro Kérenski, a través de la mediación de Vladímir Lvov, que tergiversó lo que ambos decían creando graves malentendidos. Kornílov trataba de convencer a Kérenski de la necesidad de proclamar la ley marcial en Petrogrado para perseguir y acabar con los bolcheviques y los sóviets. Durante las negociaciones, creía contar con el apoyo de Kérenski, pero éste, que en principio habría estado dispuesto a apoyar tales medidas, creía que Kornílov planeaba dar un golpe de Estado y derrocar al gobierno. Por ello, el 9 de septiembre envió un telegrama a Kornílov comunicándole su destitución a la vez que hacía público un llamamiento a los rusos para que le ayudaran a frustrar el golpe de Estado que planeaba Kornílov, y empezó a distribuir armas entre los obreros para que defendieran Petrogrado de los soldados de Kornílov. Éste, sin poder entender los motivos de su destitución, la interpretó como que el gobierno había sido secuestrado por los sóviets, y dio la orden a sus fuerzas de ocupar Petrogrado, pensando que Kérenski estaría de su parte una vez librado de las amenazas bolcheviques. Cuando la noticia del avance del ejército llegó a Petrogrado el Sóviet se decidió a respaldar al gobierno y envió agitadores al encuentro de los soldados, para convencerlos de que dejaran de obedecer a sus oficiales, mientras la guarnición de Petrogrado marchaba a sabotear las vías férreas. Los bolcheviques habían estado organizando en los últimos meses de forma clandestina un cuerpo paramilitar conocido como la guardia roja, que ahora salió a la luz pública y se formaron largas colas de obreros dispuestos a alistarse para defender la capital.

Ese día se estrenó "Sobre la valla", un cortometraje de Harold Lloyd, en la que interpreta por primera vez al "chico de las gafas", el personaje que le haría famoso, caracterizado por un sombrero de paja y unas grandes gafas sin cristales. Parece ser que su productor, Hal Roach, le había advertido que era demasiado guapo para hacer comedia sin alguna clase de disfraz. Hasta entonces había interpretado a personajes mal vestidos, al estilo de Chaplin, mientras que el nuevo "Harold" era un "buen chico" sin los elementos picarescos de Charlot. Si Charlot representaba la marginalidad, las peripecias del "chico de las gafas" eran las de un ciudadano medio, perfectamente integrado en la sociedad, que superaba las dificultades que se le presentaban desde su ingenuidad y su optimismo. Su coprotagonista en "Sobre la valla" era Bebe Daniels, que era también su compañera sentimental. Formaban la pareja más popular en las fiestas de Hollywood y a menudo participaban y ganaban en concursos de baile.

Sun Yat-sen había regresado a China, y el carácter dictatorial del gobierno de Pekín lo llevó a establecer un nuevo gobierno en Cantón, en el Sur. No obstante, su gobierno tampoco era democrático, sino que era también un gobierno militar en el que Sun ostentaba el título de Gran Comandante de las Fuerzas Armadas, que la prensa occidental tradujo por "generalísimo". Seis provincias del sur acataron la autoridad del gobierno de Cantón.

La guerra había despertado el sentimiento religioso en algunos escépticos, especialmente en Gran Bretaña y Francia. Un ejemplo fue H.G. Wells, que ese año publicó una novela titulada "El alma de un obispo". El arrebato le duró pocos años, tras los cuales se sentiría incómodo al recordar su "conversión" momentánea. En su descargo hay que decir que fue moderada: En El alma de un obispo sostuvo un cristianismo depurado de su mayor atentado contra la lógica y la matemática: denunció la Trinidad como un invento del concilio de Nicea.

Miguel de Unamuno publicó su novela Abel Sánchez.

El 12 de septiembre la undécima batalla del Isonzo terminó por extenuación mutua de ambos bandos sin que los italianos hubieran logrado ninguna ventaja.

Alexandre Ribot fue sustituido como primer ministro francés por su ministro de guerra, el matemático Paul Painlevé.

El 13 de septiembre se estrenó The gulf between, la primera película comercial en technicolor. Fue un fracaso, porque requería casi constantemente de un técnico que ajustara la proyección, así que la película tuvo una distribución limitada y los productores, Kalmus y Comstock, empezaron a buscar otra técnica más eficiente.

Como parte del plan de Kornílov para tomar el control de Petrogrado, algunos de sus oficiales se habían desplazado a la capital para fingir una revolución bolchevique, y a los soldados que marchaban sobre la ciudad se les había dicho que su misión era aplastar una revuelta, pero los oficiales no habían tenido ocasión de provocar nada, con el revuelo que había, así que cuando los enviados de los sóviets fueron explicando a los soldados que no había ninguna revuelta bolchevique, éstos depusieron las armas. Otras divisiones fueron detenidas por la guardia roja o por acciones de sabotaje, y la mayoría terminaron declarando su lealtad al gobierno de Petrogrado. Pronto Kornílov se vio sin más apoyo que el de unos pocos oficiales. El 14 de septiembre Kornílov se rindió y fue internado cómodamente en un monasterio junto con sus seguidores. Kérenski proclamó la República Rusa, y formó un directorio presidido por él mismo. Sin embargo, la derecha no le perdonaba que hubiera hecho fracasar el golpe de Estado, y la izquierda creía que había estado implicado.

El intento de golpe de Estado de Kornílov había llevado a las masas a desconfiar de la derecha, y consecuentemente los bolcheviques ganaron una popularidad que nunca habían tenido hasta entonces. Esto se tradujo en que fueron alcanzando la mayoría en los distintos sóviets del país, en los que hasta entonces habían sido minoritarios. El 18 de septiembre lograron la mayoría en el Sóviet de Moscú. Otro cambio significativo fue que los soldados rusos empezaron a desconfiar de sus oficiales, suponiéndolos conspiradores partidarios de Kornílov. Aumentaron las deserciones, e incluso hubo casos de soldados que arrestaron a oficiales, y en algunos casos los torturaron.

Lituania se encontraba entre los territorios que Alemania había arrebatado a Rusia en su avance en el frente oriental, y Alemania se había propuesto organizarla igual que la parte de la Polonia rusa, como un estado teóricamente independiente pero satélite de Alemania a todos los efectos. Ese día se inauguró la Conferencia de Vilna, en la que los lituanos decidirían (dentro de ciertos límites impuestos por Alemania) el futuro de su país.

El 20 de septiembre los británicos lanzaron un nuevo ataque general en Ypres, en la meseta Gheluvelt. La infantería utilizó una nueva técnica conocida como "salto de la rana": una oleada alcanzaba un objetivo y, mientras se detenía a consolidarlo, otra oleada se adelantaba para atacar el objetivo siguiente, y así sucesivamente. Gracias a un buen soporte tanto de la artillería como de la aviación, los resultados fueron buenos.

El 22 de septiembre se clausuró la Conferencia de Vilna, cuyos representantes habían hecho caso omiso de todas las presiones alemanas para que incluyeran en sus resoluciones una declaración de lealtad hacia Alemania. A ese respecto se adoptó la resolución siguiente, que a Alemania le pareció inaceptablemente vaga:

Si Alemania acepta proclamar el Estado de Lituania antes de la conferencia de paz, así como apoyar las necesidades de Lituania en la conferencia de paz, entonces la conferencia lituana, teniendo en cuenta que en condiciones normales de un estado de paz los intereses de Lituania no se inclinan tanto hacia el este [= Rusia] o al Sur [= Polonia] como hacia el oeste [= Alemania], reconoce la posibilidad de que el futuro Estado de Lituania entre en cierta relación, cuya naturaleza queda pendiente de determinar, con Alemania, sin perjuicio de su propio desarrollo independiente.

En consecuencia, Alemania no permitió que la resolución fuera publicada. Por otra parte, la conferencia de Vilna acordó la creación de un Consejo de Lituania, que sería un gobierno provisional encargado de establecer un Estado independiente lituano.

El 26 de septiembre los británicos se habían apoderado de todas las defensas alemanas en la meseta Gheluvelt. Desde allí se lanzaron sobre el bosque del Polígono, que tomaron el 27 de septiembre.

Ese día se inauguró en Petrogrado la Conferencia Democrática, en la que representantes de las distintas fuerzas políticas trataron de llegar a un acuerdo para formar un nuevo gobierno y crear una asamblea constituyente. Los socialistas estaban mayoritariamente convencidos de que debían renunciar a toda alianza con los liberales, y estaban dispuestos a imponer un gobierno exclusivamente socialista. Los socialistas moderados veían dicha imposición como una forma de asegurar que se formara una asamblea constituyente que permitiera organizar un gobierno democrático, mientras que los bolcheviques veían en dicha maniobra una forma de transferir el gobierno a los sóviets que ahora controlaban.

En París murió el pintor Edgar Degas.

El 28 de septiembre el Comité Central del partido bolchevique recibió dos cartas de Lenin (que seguía en la clandestinidad) en las que le instaba a abandonar todo intento de pactar con las demás fuerzas políticas y provocar un alzamiento bolchevique inmediato. Todas las circunstancias eran propicias: los bolcheviques controlaban un gran número de soviets del país, habían sido armados durante el intento de golpe de Kornílov y la guardia roja contaba con un enorme número de afiliados. Sin embargo, el Comité Central había logrado una buena avenencia con los socialistas moderados y desoyó a Lenin, el cual presentó su dimisión como miembro del Comité.

Los británicos atacaron la ciudad de Ramadi, al oeste de Bagdad. Emplearon tanques contra los que los otomanos no estaban preparados para luchar. Por la noche los otomanos trataron de huir sigilosamente, pero fueron capturados por la caballería británica. El 29 de septiembre el general Maude entraba en Ramadi.

El 3 de octubre Ghandi entregó al gobierno británico de la India un voluminoso y bien documentado informe en el que denunciaba la situación de los campesinos de Champaran y proponía algunas reformas.

Los británicos seguían adentrándose en Bélgica desde Ypres. El 4 de octubre tomaron Broodseinde.

La Conferencia Democrática no logró llegar a ningún acuerdo significativo, y finalmente lo que se acordó fue que se formara un preparlamento, formado por una parte de los delegados de la Conferencia, y que Kérenski formara un nuevo gobierno de coalición, pero no se acordó ninguna competencia específica para el preparlamento, que en la práctica no pasaba de ser un órgano meramente consultivo. Kérenski formó su gobierno el 8 de octubre, y ese mismo día los bolcheviques lograban el control en el Sóviet de Petrogrado.

El 9 de octubre los británicos atacaron Poelcappelle, pero los alemanes lograron mantener su línea defensiva.

Ese día murió el sultán Hussein Kamel de Egipto. Fue sucedido por su hermano Fuad I.

El 12 de octubre los británicos atacaron las posiciones alemanas cerca de Passchendaele, y los alemanes nuevamente lograron resistir, pero a costa de tantas bajas que algunas divisiones que estaban destinadas a Italia tuvieron que ser redirigidas a Bélgica.

La flota alemana inició una ofensiva sobre las islas del golfo de Riga, bajo soberanía rusa

El 13 de octubre unas 70.000 personas acompañaban a Lucía dos Santos y sus primos para presenciar su sexta entrevista con la Virgen de Fátima. Algunos infelices deseosos de ver algo debieron de mirar al Sol demasiado rato, porque empezaron a gritar que veían "bailar el Sol". Gran parte de los presentes volvieron su mirada hacia el Sol, y al poco tiempo todos veían cosas anómalas (no todos lo mismo), efectos habituales en la sobreexposición de la retina a la luz solar, más el contagio psicológico propio de las histerias colectivas. Obviamente, el negocio de Fátima había encontrado con esto su golpe de efecto definitivo y una nueva aparición de la Virgen podría haber sido decepcionante y contraproducente, de modo que ya no hubo más.

El 14 de octubre se estrenó Cleopatra, la película más taquillera del año, producida por William Fox y protagonizada por Theodosia Burr Goodman, bajo el nombre artístico de Theda Bara, que fue uno de sus mayores éxitos. Le seguían en recaudación dos películas de Mary Pickford: Rebecca de Sunnybrook Farm y La pobre niña rica. Mary Pickford, Douglas Fairbanks y Charlie Chaplin recorrieron ese año los Estados Unidos vendiendo bonos de guerra.

Ese año tuvo lugar un juicio muy polémico en Francia. Una bailarina exótica y cortesana neerlandesa llamada Margaretha Geertruida Zelle, más conocida por su nombre artístico de Mata Hari, fue acusada de espionaje. Es difícil saber qué hay de cierto en todo lo que se dijo sobre ella. Estaba acostumbrada a vivir en el lujo que le proporcionaban sus numerosos amantes, pero tenía ya 41 años y es probable que aprovechara sus múltiples contactos para pasar algunas informaciones de unos a otros en un intento de seguir siendo considerada "importante" por unos y por otros, y seguir gozando así del lujo y las atenciones que hasta entonces había recibido, y también es probable que no fuera consciente de las graves repercusiones que el espionaje podía acarrearle. Mata Hari se creía segura por el gran número de "amistades" influyentes que tenía. Un militar británico declaró que Mata Hari le había revelado que era una espía francesa, y el agregado militar de la embajada alemana en Madrid envió unos telegramas a Berlín en los que se refería a Mata Hari como la espía alemana de nombre en clave H-21. No daba su nombre real, pero incluía información más que suficiente para que los franceses pudieran identificarla. Lo más destacado era que los telegramas estaban cifrados con una clave que los franceses conocían, los alemanes sabían que los franceses la conocían, pero los franceses no sabían que ellos lo sabían. En suma, todo apunta a que los alemanes querían que los franceses interceptaran los telegramas y les dieran crédito. Y así fue. Mata Hari fue arrestada bajo acusación de contraespionaje, fue juzgada en condiciones muy irregulares, sin que se aportara ninguna prueba concluyente de que tuviera relación alguna con los servicios de inteligencia alemanes, y el 15 de octubre fue fusilada.

Ese día un destructor estadounidense encontró al sur de Irlanda un submarino alemán. Tras perseguirlo durante un tiempo, éste se volvió y lanzó un torpedo que causó destrozos en el barco, pero aun así los estadounidenses destrozaron la torre de cubierta del submarino y lo obligaron a retirarse.

La única colonia africana que resistía el ataque aliado era el África Oriental Alemana, donde, tras tres días de combate, un ataque británico en Mahiwa fue enérgicamente rechazado por unos 1.500 alemanes. Los británicos eran 4.900 y contaron unas 2.700 bajas.

El 18 de octubre el gobierno británico admitió la mayor parte de las recomendaciones del informe de Ghandi, que unos meses más tarde se tradujeron en una reforma legal.

El descontento con el gobierno de Kérenki, que no estaba haciendo nada para resolver los graves problemas que atravesaba Rusia, iba en aumento, a la par de la sensación general de que sólo un gobierno bolchevique fuerte podría tomar iniciativas provechosas. En este ambiente, Lenin se presentó finalmente en Petrogrado el 20 de octubre y los bolcheviques abandonaron el preparlamento.

Mientras tanto los aliados atacaban de nuevo Passchendaele, ahora con cuatro divisiones canadienses, seis británicas, una australiana, dos francesas y una belga.

Los submarinos austro-húngaros también causaban estragos en el Mediterráneo. El más destacado fue el U-14, que era en realidad un submarino francés (el Curie) capturado dos años atrás y que ahora operaba bajo el mando del lugarteniente von Trapp. El 23 de octubre hundió un barco de transporte italiano, y era el undécimo que hundía ese año.

Ese día se inició el último episodio de la ofensiva Nivelle, con el ataque francés a las posiciones alemanas en La Malmaison. Durante los días previos, los franceses habían atacado las posiciones alemanas con su artillería y con bombas de gas. Ahora la infantería empezó a avanzar con el apoyo de 63 tanques. Se desató una tormenta y algunos tanques quedaron atascados en el barro, pero otros llegaron hasta las líneas alemanas.

Para entonces los alemanes tenían ya el control completo sobre las islas del golfo de Riga.

Lenin se entrevistó con el Comité Central bolchevique, y logró que aprobase un alzamiento armado contra el gobierno, pero no se fijó una fecha, porque los dirigentes bolcheviques querían tratar el asunto en el próximo congreso de los sóviets.

El frente que los austro-húngaros mantenían en Italia recibió finalmente refuerzos alemanes, y el 24 de octubre un ejército conjunto de ambos imperios lanzó un ataque en Caporetto contra las fuerzas del general Luigi Cadorna. Allí el general pudo demostrar que sus escasas dotes para organizar ataques eran superadas con creces por su pésima capacidad para organizar una defensa. Dio órdenes de resistir y lanzar contraataques imposibles de cumplir y con ello sólo logró desmoralizar a sus tropas. Los alemanes avanzaban rápidamente empleando técnicas totalmente desconocidas para los italianos.

Tras el fracaso y la represión que siguió al Alzamiento de Pascua en Irlanda el año anterior, los nacionalistas irlandeses estaban reorganizándose. El Sinn Féin, que había sido acusado injustamente de haber participado en la rebelión y había sufrido represalias por parte del gobierno británico, se había radicalizado. Tras el encarcelamiento de Griffith fue elegido presidente el parlamentario Éamon de Valera, que era abiertamente republicano (mientras que Griffith había defendido una monarquía dual al estilo austro-húngaro). El 27 de octubre, al mismo tiempo que tenía lugar en Dublín una convención del Sinn Féin, tuvo lugar también una reunión de unos 250 revolucionarios irlandeses que organizaron un cuerpo de Voluntarios Irlandeses, que eligió a Valera como presidente.

El 28 de octubre las líneas italianas habían cedido y los alemanes tomaban la ciudad de Udine. Por primera vez en el curso de la guerra había tropas enemigas en territorio italiano. Cadorna ordenó organizar una nueva línea defensiva en el río Tagliamento.

Tras el desastre de Caporetto, el 29 de octubre cayó el gobierno de Paolo Boselli, que fue sustituido por Vittorio Emmanuele Orlando.

Los alemanes avanzaban en Italia a la misma velocidad que los italianos se retiraban, y no dejaban de hacer prisioneros. El 30 de octubre Cadorna tuvo que autorizar que sus tropas se pusieran a salvo cruzando el Tagliamento abandonando armas y prisioneros.

En Madrid se volvió a reunir la Asamblea de Parlamentarios que se había reunido meses antes en Barcelona, bajo la presidencia de Francesc Cambó. Ese mismo día Cambó fue llamado por el rey Alfonso XIII, y así tuvo la ocasión de proponer al monarca la formación de un gobierno de concentración que organizara algo totalmente novedoso en España: unas elecciones limpias. El rey accedió.

El estancamiento en el frente de Palestina llegó a su fin después de que los británicos hubieran reorganizado sustancialmente su ejército. El 31 de octubre expulsaron a los otomanos de Beerseba.

La situación en Alemania era cada vez más crítica, el bloquo británico estaba causando estragos, la población estaba mal alimentada y estaban surgiendo brotes de escorbuto, tuberculosis y disentería. Los partidarios de poner fin a la guerra aumentaban día a día, y el parlamento aprobó una resolución que aceptaba ponerle fin aunque fuera sin recibir ninguna compensación ni anexión territorial por parte de los aliados. El canciller Michaelis se negó a firmarla y su impopularidad, ya bastante elevada puesto que era evidente su papel de canciller-títere, le forzó a dimitir, así que Hindenburg y Ludendorff tuvieron que cambiar de marioneta. En su lugar hicieron que el Kaiser Guillermo II nombrara al conde Georg von Hertling, un anciano de 76 años, filósofo y conservador convencido de que Alemania tenía que conseguir una victoria indiscutible, tres características que lo volvían fácilmente manipulable por los militares.

El 1 de noviembre los británicos iniciaron por tercera vez un ataque contra Gaza y contra las guarniciones otomanas en las colinas de su alrededor.

Mientras tanto, en Francia, los alemanes se retiraban de La Malmaison.

Los británicos debieron de considerar que Palestina sería un territorio difícil de mantener a largo plazo, debido al gran valor religioso que tenían los santos lugares para los musulmanes a los que se la estaban arrebatando. Pero había otra cultura para la que dichos lugares tenía aún un valor mucho mayor, y además sus miembros eran en general mucho más ricos e influyentes que los musulmanes. El 2 de noviembre el ministro de asuntos exteriores británico, Arthur James Balfour, publicó una carta abierta a Lord Lionel Walter Rothschild,  banquero, zoólogo y activista del movimiento sionista. El texto decía:

Querido Lord Rothschild:

Tengo el placer de dirigirle, en nombre del gobierno de Su Majestad, la declaración siguiente de simpatía hacia las aspiraciones sionistas, que ha sido presentada al gobierno y aprobada:

El gobierno de Su majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de una patria nacional para el pueblo judío, y se esforzará en la medida de lo posible para facilitar el logro de este objetivo, donde debe entenderse claramente que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles o religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina ni a los derechos o al status político de los judíos residentes en cualquier otro país.

Le estaría agradecido si pusiera esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista.

Ese día se constituyó en Petrogrado el Comité Militar Revolucionario, según lo dispuesto unos días antes por el Sóviet de la capital rusa. Estaba formado por un sistema de comisarios que se ponían en contacto con las distintas unidades y departamentos de la guarnición de Petrogrado en principio con la función de supervisar su funcionamiento, pero el 3 de noviembre estos comisarios iniciaron sus visitas y fueron confirmando que la mayor parte de las unidades ratificaban su lealtad al Sóviet frente al gobierno. Similarmente, los comisarios del Comité dieron instrucciones a los arsenales de no suministrar armas o municiones sin su permiso.

De acuerdo con lo acordado, el rey Alfonso XIII de España destituyó a Eduardo Dato y restituyó a Manuel García Prieto, que formó un gobierno de concentración, en el que entró también Francesc Cambó.

El zar Nicolás II era también el gran duque de Finlandia, y constituía teóricamente el único nexo entre Rusia y Finlandia. Con su abdicación sin sucesor, Finlandia ya no tenía ningún vínculo con Rusia. Como esto era más teórico que práctico (había varias guarniciones del ejército ruso en territorio finés) se constituyó un gobierno provisional que había entrado en negociaciones con el gobierno de Petrogrado y, basándose en los acuerdos adoptados (si bien distorsionándolos un poco) el parlamento finés redactó una resolución por la que se arrogaba todos los poderes legislativos, excepto los relacionados con la política exterior y asuntos militares. Sin embargo, el gobierno provisional no aceptó la resolución y disolvió el parlamento. Pero luego se habían celebrado nuevas elecciones en las que el gobierno provisional fue derrotado y el 5 de noviembre el Parlamento de Finlandia se arrogó finalmente todos los poderes legislativos, sin excepción.

Mientras tanto, los bolcheviques de Estonia, dirigidos por Jann Anvelt, dieron un golpe de Estado contra el gobernador Poska.

El 6 de noviembre los italianos tuvieron que retirarse aún más ante el avance alemán, hasta el río Livenza. Fue entonces cuando Cadorna fue destituido y sustituido por el general Armando Diaz.

El gobierno ruso estaba cada vez más inquieto por las actividades del Sóviet de Petrogrado y, en particular, por el Comité Militar Revolucionario, que estaba tomando lentamente el control efectivo de la ciudad. Durante los días siguientes inició diversas maniobras para minar el poder del Sóviet: cerró un par de periódicos de defendían abiertamente el derrocamiento del gobierno, permitió que milicianos leales trataran de impedir la actuación del Comité, y Kérenski llegó a presentar un ultimátum al Comité para que renunciara al control que estaba ejerciendo sobre los soldados de la guarnición. Ante las presiones del gobierno, el Comité Militar Revolucionario respondía tomando más y más medidas para asegurarse el control de todos los centros estratégicos de la capital: la central telefónica, la central eléctrica, las estaciones de ferrocarril, etc. Sin embargo, todas sus medidas eran defensivas, encaminadas a asegurarse de que el 7 de noviembre se pudiera inaugurar, como estaba previsto, el Segundo Congreso de los Sóviets de todas las Rusias. Lenin seguía escondido en la ciudad, desesperado de ver cómo los bolcheviques tenían todos los medios para hacerse con el poder y, en cambio, no los empleaban. Aunque el Comité Central del partido bolchevique le había ordenado permanecer escondido, finalmente salió disfrazado, acompañado de un guardaespaldas, y se presentó en la sede del Sóviet de Petrogrado, que a la sazón estaba presidido por Trotski, uno de los que más empeño había puesto en hacerse con el control efectivo de la ciudad. Lenin logró convencer al Comité Militar Revolucionario de que, en vez de esperar a las decisiones del Segundo Congreso, era mejor presentar en éste como un hecho consumado que los bolcheviques tenían el control efectivo de Petrogrado para que los congresistas decidieran cómo usar ese control efectivo. Paulatinamente, los comisarios del Comité Militar Revolucionario se fueron poniendo al frente de todos los puntos relevantes de la ciudad, y al amanecer sólo el Palacio de Invierno, la sede del gobierno, escapaba a su control, aunque carecía de suministro eléctrico y de conexión telefónica, y los automóviles del palacio habían sido saboteados. El alto mando militar comunicó al gobierno que casi la totalidad de los soldados obedecían al Comité Militar Revolucionario. Kérenski logró encontrar un automóvil con el que salir de Petrogrado hacia el frente, en busca de tropas con las que someter a los bolcheviques. Mientras tanto Lenin se presentaba en el Sóviet de Petrogrado, donde recibió una gran ovación y desde allí emitió esta proclama:

¡A los Ciudadanos de Rusia!

El Gobierno provisional ha sido depuesto. El poder estatal ha pasado a manos del órgano del Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado, el Comité Militar Revolucionario, que dirige al proletariado y a la guarnición de Petrogrado.
La causa por la que el pueblo ha luchado —la oferta inmediata de una paz democrática, la abolición de la propiedad de la tierra por los terratenientes, el control obrero de la industria y la creación de un Gobierno de los sóviets— ha quedado asegurada.

¡Viva la revolución de los trabajadores, soldados y campesinos!
Comité Militar Revolucionario del Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado
25 de octubre de 1917, 10:00 de la mañana.

Poco después se inauguraba el Segundo Congreso de los Sóviets de todas las Rusias. Los bolcheviques habían tratado de retrasar su apertura, pero finalmente los delegados forzaron la inauguración. Eran 670, entre ellos 300 bolcheviques y cerca de un centenar de revolucionarios que aprobaban el derrocamiento del gobierno. Se eligió una presidencia del congreso con Yuli Mártov a la cabeza.

Por la tarde Trotski anunció en una reunión del Sóviet de Petrogrado que el gobierno había caído, lo cual era cierto en cuanto a que el gobierno no tenía ya ningún control sobre la ciudad, pero seguía parapetado en el Palacio de Invierno. Se formó un doble anillo: uno interior para atacar el palacio y otro exterior para evitar posibles intentos de auxilio desde el exterior. Se entregó un ultimátum al gobierno con un plazo de 40 minutos para rendirse. Transcurrido el plazo sin haber obtenido respuesta, los bolcheviques iniciaron el asalto. Al cabo de algo más de una hora parte de las tropas que defendían el palacio negociaron con los bolcheviques su rendición y se les permitió marcharse. Otro grupo hizo lo mismo algo más tarde. En el puerto de Petrogrado se encontraba el crucero Aurora, al que el gobierno había ordenado zarpar para alejar a su tripulación, en la que no confiaba, pero ésta se había amotinado y se había unido a los bolcheviques. Un disparo de su cañón de popa fue la señal convenida para iniciar el bombardeo del palacio de Invierno, aunque sólo dos o tres proyectiles impactaron en él, causando daños menores.

Cuando los delegados del Congreso de los Sóviets oyeron los cañonazos, una parte de ellos abandonó la reunión en señal de protesta y se unió a un grupo de unas 300 personas que partieron desde el ayuntamiento hacia el Palacio de Invierno cantando La Marsellesa en apoyo al gobierno. Sin embargo, a mitad de camino un grupo de marinos les cortó el paso y, tras una discusión, la manifestación regresó ordenadamente a su punto de partida.

Mártov propuso elegir un nuevo consejo de ministros con representación de los distintos partidos que integraban el Congreso de los Sóviets, pero Trotski desacreditó a los delegados que habían abandonado el congreso y a los partidarios de llegar a un acuerdo con ellos. Al ver que los bolcheviques radicales, con Trotski a la cabeza, se oponían a todo intento de conciliación entre las distintas familias socialistas, parte de los mencheviques abandonaron también la reunión, y Trotski aprovechó para arremeter también contra ellos. Lenin no estaba presente en el Congreso, pero se leyó esta propuesta suya, que fue aprobada casi por unanimidad:

El Gobierno soviético propondrá inmediatamente una paz democrática a todas las naciones y el establecimiento de un armisticio inmediato en todos los frentes. Asegurará el traspaso de la tierra de los terratenientes, de la Corona y de los monasterios a los comités campesinos sin compensación; protegerá los derechos de los soldados mediante la introducción de una democracia completa en el Ejército; establecerá el control obrero de la producción; asegurará la convocatoria de la Asamblea Constituyente en la fecha fijada; se encargará de abastecer de pan las ciudades y de productos básicos a los pueblos; garantizará a todas las naciones que pueblan Rusia un genuino derecho de autodeterminación. El Congreso decreta que todo el poder en las poblaciones pasará a los sóviets de los diputados de obreros, soldados y campesinos.

Tras haber perdido ante los británicos sus posiciones alrededor de Gaza, los otomanos se retiraron de la fortaleza.

Los socialistas que habían abandonado el Congreso de los Sóviets formaron un Comité para la Salvación de la Patria y la Revolución, que denunció la actitud de los bolcheviques y solicitó el apoyo de la población para formar un nuevo gobierno. Sin embargo, no pudieron ganarse el apoyo de los liberales, que seguían defendiendo la legitimidad del gobierno provisional.

Al anochecer pequeños grupos de sitiadores empezaron a entrar en el palacio. Los primeros fueron reducidos por los defensores, pero a medida que se iban haciendo más numerosos la situación se invirtió y fueron los defensores los que empezaron a verse reducidos.

A las dos de la mañana, ya del 8 de noviembre, los asaltantes entraban en la habitación en la que se encontraba reunido el gobierno y todos los ministros fueron arrestados, salvo Kárenski, que no se encontraba allí. Fueron conducidos a pie hasta la fortaleza de San Pedro y San Pablo, protegidos por una guadia especial de marinos y soldados, ya que la muchedumbre quería lincharlos. La toma del palacio se había hecho sin apenas resistencia ni derramamiento de sangre. Apenas murieron seis atacantes y ningún defensor.

Mientras tanto, el Congreso de los Sóviets eligió un nuevo consejo de ministros al que Trotski dio el nombre de Sóviet de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin, con Trotski en la Comisaría de Exteriores. El Sóviet gobernaría Rusia hasta la convocatoria de una asamblea constituyente. Todos los comisarios eran bolcheviques, ya que los partidos moderados habían renunciado a formar parte del gobierno si no se llegaba a un acuerdo con los delegados que habían abandonado el Congreso, y los bolcheviques se negaron a ello. Así se hicieron con el control absoluto del nuevo gobierno.

Ese día el Congreso de los Sóviets emitió dos decretos: el primero abolía la propiedad de la tierra. Ésta pasaba a los Sóviets para distribuirla entre los campesinos según sus necesidades, sin que los terratenientes tuvieran que recibir ninguna compensación. El segundo encargaba al nuevo gobierno iniciar negociaciones de paz con las potencias centrales, sin indemnizaciones ni anexiones. Después se clausuró el congreso.

En Kiev los bolcheviques lograron expulsar a la guarnición rusa.

Por la noche Kérenski llegó a las afueras de Petrogrado con todas las fuerzas que había logrado reunir: unos seiscientos cosacos con algunos cañones y un carro blindado, todo ello suministrado por el general Piotr Krasnov. Otros generales habían obstaculizado sus intentos de reunir tropas.

El 9 de noviembre Kérenski tomó Gátchina sin resistencia y recibió algunos refuerzos, pero muchos menos de los que esperaba. Consiguió un par de aviones con los que lanzó octavillas sobre Petrogrado. Pero Lenin creía que las fuerzas de Kérenski eran mucho mayores.

Los bolcheviques habían logrado el control de algunas ciudades rusas, especialmente de las más industrializadas, donde ostentaban la mayoría en el sóviet local. Sin embargo, en Moscú la situación era más conflictiva. Dos días antes el comité militar revolucionario había tomado la central de telégrafos, la oficina de correos y el Kremlin, con su arsenal. Pero la mayoría de la población se mostraba tibia en su apoyo a los bolcheviques. El gobernador militar de Moscú, el coronel Riábtsev, exigió a los bolcheviques que entregaran el Kremlin y que disolvieran el comité militar relvolucionario. Ante su negativa, esa misma noche inició un ataque contra la fortaleza.

El 10 de noviembre terminó la batalla de Passchendale con una rotunda victoria aliada que dio por concluida la campaña de Ypres.

Las tropas de Kérenski se enfrentaron por primera vez a los bolcheviques y tomaron Tsárkoye Seló. Krasnov había logrado ahuyentar a los bolcheviques con su artillería ligera. Mientras tanto el Comité Militar Revolucionario organizaba la defensa de Petrogrado y enviaba hacia las posiciones de Kérenski a un ejército integrado por parte de la guarnición junto con guardias rojos, civiles y marinos. Por su parte, los mencheviques animaban a la declaración de huelgas en oposición al gobierno bolchevique y el Comité de Salvación de la Patria preparaba un alzamiento simultáneo al inminente ataque de Kérenski.

En Moscú, las tropas de Riabtsev arrebataron el Kremlin a los bolcheviques. Algunos de sus defensores fueron ametrallados.

Dada la lentitud del avance de Kérenski, por falta de recursos, el 11 de noviembre se inició el alzamiento en Petrogrado, que contaba con unos 800 hombres, de los cuales 300 eran cadetes desarmados de varias academias militares. Siguiendo el plan previsto, se apoderaron de algunos vehículos blindados y de la central telefónica, donde capturaron al comisario de defensa, que se hallaba en el edificio realizando una inspección. Luego tomaron algunos edificios más. Sin embargo, no pudieron lograr el apoyo de soldados y obreros, y así los bolcheviques terminaron aislando a los rebeldes en los distintos edificios que habían ocupado. Unos diez mil guardias rojos se enfrentaron a unos centenares de rebeldes que terminaron rindiéndose. Una parte de los organizadores de la revuelta logró escapar hacia Gátchina para reunirse con Kérenski. Las tropas bolcheviques lincharon a algunos de los insurrectos.

El gobierno bolchevique de Petrogrado decretó la jornada laboral de ocho horas.

En Moscú se acordó una tregua, de la que ambos bandos esperaban sacar partido con la llegada de refuerzos, pero sólo los bolcheviques recibieron los refuerzos esperados, pues controlaban gran parte de las ciudades del entorno de Moscú. Pronto llegaron 2000 voluntarios de la provincia de Vladímir y 500 marinos de Petrogrado.

Ese día murió la derrocada reina Lili'uokalani de Hawai.

En las últimas tres décadas se había desarrollado un nuevo estilo musical en el sur de los Estados Unidos. Su origen estaba en el blues, que surgió en la segunda mitad del siglo XIX entre los esclavos negros que trabajaban en las plantaciones sureñas. De ahí derivaron varios estilos relacionados, como el ragtime en San Luis o el hot en Nueva Orleans. Con la abolición de la esclavitud, algunos negros empezaron a ganarse la vida como músicos, y finalmente su estilo interesó también a músicos blancos, que incorporaron nuevos recursos técnicos, y así surgió el dixieland en el delta del Misisipi. El año anterior, en el diario Times-Picayune de Nueva Orleans apareció la primera referencia conocida a este estilo musical con la palabra jazz, de origen incierto. Las bandas y cantantes de jazz de Nueva Orleans se concentraban en el barrio llamado Storyville, entre los que destacaban el cornetista Buddy Bolden, el clarinetista Big Eye Nelson, el trompetista Bunk Johnson, el contrabajista Pops Foster o los pianistas y cantantes Tony Jackson y Jelly Roll Morton, todos ellos negros. Las bandas solían tener hasta siete u ocho miembros. En general no ganaban lo suficiente como músicos y compaginaban su trabajo con otras actividades (eran albañiles, estibadores, obreros, etc.) La mayoría eran autodidactos. La música no era el único "atractivo" de Storyville, sino que también se concentraban en el barrio numerosos burdeles, cabarets, salas de baile, etc. y por ello eran el destino preferido de los marines de permiso en Nueva Orleans, y a menudo se veían implicados en peleas, robos e incluso homicidios. Tanto fue así que la Marina de los Estados Unidos ordenó el cierre del barrio. El 12 de noviembre se completó su desalojo y posteriormente fue demolido. Esto hizo que muchos músicos de jazz emigraran a otras ciudades, principalmente hacia Chicago y Nueva York, lo que marcó el inicio de la difusión del jazz por los Estados Unidos.

Ante las noticias de lo sucedido en Petrogrado, Kérenski intentó un ataque contra las fuerzas bolcheviques, veinte veces más numerosas. Ante el peligro de ser rodeados, sus hombres tuvieron que abandonar Tsárkoye Seló y retirarse a Gátchina. Durante la retirada parte de los soldados desertaron y se unieron a los bolcheviques.

El general Diaz logró frenar el avance alemán en el río Piave, tras haber reorganizado las fuerzas italianas en medio de los ataques alemanes. En total unos 270.000 soldados italianos habían caído prisioneros, y los que se habían librado habían abandonado al enemigo todo su material bélico. Los alemanes habían penetrado más de 100 km en territorio italiano. Mientras tanto, tropas francesas y británicas estaban empezando a llegar al frente italiano, para evitar que Italia pudiera terminar fuera de combate.

A Moscú llegaron otros 1200 marinos y guardias rojos, con lo que el comité militar revolucionario se sintió ya lo suficientemente fuerte como para romper la tregua esa noche.

Tras la toma de Gaza, los combates entre británicos y otomanos se habían prolongado al norte de la ciudad y, finalmente, el 13 de noviembre, el último ejército otomano que protegía Jerusalén se retiró para protegerse en la ciudad, que empezó a prepararse para resistir el inminente ataque británico.

El 14 de noviembre el descontento entre las tropas de Kérenski era tal que éste corría el riesgo de ser capturado por sus propios hombres y entregado a los bolcheviques, así que sus partidarios lo convencieron para huir disfrazado de marino. Krasnov fue capturado por los bolcheviques, pero fue liberado al poco tiempo tras prometer que no combatiría de nuevo contra ellos.

El 15 de noviembre un destacamento de guardias rojos tomó el Kremlin al asalto y linchó a algunos de sus defensores por la matanza que habían realizado cuando lo capturaron. Moscú no tardó en quedar bajo el control de los bolcheviques. En los meses siguientes el gobierno bolchevique de Petrogrado controlaba efectivamente una amplia franja de lo que había sido el Imperio Ruso alrededor de Moscú, desde Petrogrado hasta el mar Caspio. Ese día promulgó la declaración de los derechos de los pueblos de Rusia, que abolía la discriminación por nacionalidad y religión, y establecía el derecho de autodeterminación.

El 16 de noviembre Paul Painlevé fue sustituido como primer ministro francés por Georges Clemenceau. Era un belicista convencido. Desde primeros de año, el emperador Carlos I de Austria-Hungría estaba negociando en secreto la paz con el presidente de la república, Raymond Poincaré, el cual estaba dispuesto a hacer concesiones, pero Clemenceau se negó en redondo a toda paz negociada, asegurando que era una trampa tendida por Alemania. Por el contrario, se apresuró a tomar toda clase de medidas para que Francia pudiera resistir la guerra todo el tiempo que fuera necesario.

Alemania seguía tratando de modelar lo que llamaba Mitteleuropa, una cadena de estados satélites en el Este de Europa que consolidaría en la práctica la expansión territorial que estaba obteniendo hacia el este con el avance de sus tropas sin plantearla como una anexión que difícilmente podría justificar. Este plan incluía a Polonia, Lituania y también la parte de Letonia que había ocupado unos meses atrás. El 17 de noviembre se constituyó el Consejo del Pueblo de Letonia, que debía organizar un gobierno Letón teórica, pero no prácticamente independiente.

Mijaíl Alexieyev había sido general en el ejército zarista ruso, y ahora llegaba a Novocherkassk, la capital de los cosacos del Don, donde recibió el apoyo de su dirigente, el general Alexéi Kaledin, para organizar un Ejército de Voluntarios con el que combatir a los bolcheviques. Ese mismo día se formó su primer escuadrón, pero el reclutamiento era lento. En las primeras semanas no contaba con más de cuatrocientos hombres. Los voluntarios no recibían paga alguna, sólo comida, y tenían que prestar servicio durante cuatro meses.

Ese día los británicos iniciaron el ataque contra Jerusalén.

Dos destructores estadounidenses encontraron en el océano Atlántico a un submarino alemán, lo obligaron a emerger lanzando cargas de profundidad, dispararon contra él hasta dejarlo incapaz de maniobrar y entonces se rindió. La tripulación fue hecha prisionera y el submarino fue hundido. Era la primera vez que un barco estadounidense hundía un submarino.

Suiza se mantenía neutral en la guerra, pero internamente estaba muy polarizada: la población francófona simpatizaba con los aliados y la germanófona con los imperios centrales. Esto había provocado algunas tensiones, e incluso algún conflicto diplomático por ataques sufridos a la embajada alemana, o porque algunos militares suizos fueron acusados de cooperar con los alemanes, o porque algunos diplomáticos suizos habían tratado de negociar una paz separada entre Rusia y Alemania. A estas tensiones se unía ahora la agitación de la extrema izquierda. Los jóvenes socialistas y los anarquistas improvisaron una fiesta para celebrar la revolución rusa, pero finalmente derivó en una pequeña revuelta en la que murieron tres manifestantes y un policía.

En Francia murió el escultor Auguste Rodin.

El 18 de noviembre murió de cólera el general Maude, que tuvo que ser sustituido en la campaña de Mesopotamia por el general William Marshall.

El 20 de noviembre franceses y británicos iniciaron un ataque en Cambrai con la participación de 476 tanques. Los resultados del primer día de combates fueron un éxito rotundo que fue celebrado con entusiasmo por la prensa aliada, pues el ataque por sorpresa había logrado atravesar la línea Hindenburg en varios puntos.

El 22 de noviembre la Rada ucraniana se concedió una mayor autonomía, sin romper su vinculación con Rusia.

Los bolcheviques habían tenido acceso a numerosos tratados secretos de la diplomacia europea firmados por el Imperio Ruso o bien acuerdos de los que éste había sido informado, y ahora se dedicaban a publicarlos para desprestigiar a los gobiernos capitalistas. El 23 de noviembre Izvestia y Pravda publicaron el Acuerdo Sykes-Picot, que era especialmente embarazoso para los aliados, pues suponía un reparto de Oriente Medio entre Gran Bretaña y Francia que contradecía las promesas que la Entente había hecho a sus aliados árabes, que aspiraban a la independencia. Unos días más tarde el texto fue reproducido por el Manchester Guardian.

Ese mismo día el gobierno bolchevique de Petrogrado abolió los títulos nobiliarios y rangos sociales. El 24 de noviembre se aprobó el traspaso de las escuelas religiosas al comisariado de educación.

El gobierno tuvo que emitir un decreto para proteger a Georgi Plejánov, a quien su mujer había internado en un hospital de la Cruz Roja francesa.

Otro desengañado de la revolución fue Piotr Kropotkin. Había llegado a Petrogrado meses antes cargado de entusiasmo y entre aclamaciones, pero ahora afirmaba que los bolcheviques habían mostrado cómo no debía hacerse la revolución, mediante métodos autoritarios en lugar de liberales.

En la ciudad de Milwaukee, en el Estado de Wisconsin, una trabajadora social encontró una bomba junto a una iglesia católica, y tuvo a bien llevarla dentro para que la viera el cura. Éste la llevó a una comisaría de policía, y allí explotó. Murieron nueve policías y una mujer que estaba allí. No se llegó a esclarecer quién fue el autor del atentado (aparte de la valiosísima colaboración de la mujer y el cura, sin los cuales ningún anarquista habría soñado con meter una bomba en una comisaría de policía), pero se sospechó del anarquista italiano Luigi Galleani, que llevaba más de una década publicando en Vermont la revista Cronaca Sovversiva, en la que defendía ardientemente la Propaganda por el hecho. Alguien que lo conoció dijo de él: Si oyes hablar a Galleani, acabas dispuesto a disparar al primer policía que veas. 

El 25 de noviembre se realizaron las elecciones para la Asamblea Constituyente rusa. Se votaron listas cerradas (es decir, que se votaba a los partidos y no a los candidatos), y los resultados no se conocen con exactitud porque el gobierno de Lenin hizo lo posible por sabotear la elección. Al parecer, el partido Socialrevolucionario, liderado por Víctor Chernov, obtuvo la mayoría de los votos (un 41%), mientras que los bolcheviques apenas consiguieron el 23.5% de los votos. Los menos votados fueron los liberales y los mencheviques. El partido de Chernov defendía un programa muy similar al de Lenin, pero exento de su radicalismo y partidario de convertir a Rusia en una república democrática. Sus votantes eran principalmente los campesinos de las áreas rurales. Por el contrario, el partido bolchevique había obtenido la mayoría en los grandes centros urbanos y, sobre todo, entre los soldados, pues las dos terceras partes del ejército los apoyaba, así que Lenin contaba con fuerza suficiente para no dejarse amedrentar. No estando dispuesto a ceder el poder que había conseguido por algo tan nimio como haber perdido unas elecciones, redobló su empeño por sabotear la Asamblea Constituyente. El lema de los bolcheviques era "todo el poder para los sóviets" (desde que los sóviets eran bolcheviques, claro). Desde el momento en que se conocieron los resultados, los bolcheviques iniciaron una campaña de agitación entre obreros y soldados para contar con su apoyo cuando fuera necesario.

Como los alemanes en el África Oriental Alemana se estaban quedando sin suministros hasta un nivel alarmante, invadieron la colonia portuguesa de Mozambique, derrotaron a unos 900 portugueses en Ngomano, capturaron a unos 700 y mataron o hirieron al resto, y saquearon la colonia apropiándose de gran cantidad de material que les permitió continuar la guerra contra los británicos en el norte.

El 30 de noviembre los alemanes empezaron recuperar en Cambrai el terreno que habían perdido ante el ataque aliado. Ese día llegó a Francia una nueva división estadounidense, conocida como arco iris, porque contaba con soldados de todos los Estados. A su frente estaba el general Douglas MacArthur.

Los ucranianos habían estado a la expectativa de lo que ocurría en Petrogrado, y finalmente, al constatar el sabotaje a la asamblea constituyente, decretaron que el gobierno bolchevique no era una autoridad legítima, y preparó la convocatoria de su propia asamblea constituyente.

El 5 de diciembre el gobierno bolchevique sustituyó los antiguos tribunales de justicia por otros nuevos nombrados por los sóviets.

En Portugal, una junta militar presidida por Sidónio Pais disolvió el congreso y obligó al presidente Bernardino Machado a abandonar el país.

La revolución rusa había desestabilizado la política finlandesa, donde las fricciones entre los socialdemócratas (apoyados por Lenin) y los conservadores no había dado lugar a una guerra civil por falta de armas, principalmente, pero ambos bandos estaban reuniendo armas a marchas forzadas. Hasta hacía unos meses, los conservadores se mantenían leales al gobierno ruso, mientras que los socialdemócratas eran independentistas, pero con el cambio político en Rusia la situación se había invertido: ahora eran los conservadores los más fervientes partidarios de la independencia y los socialdemócratas trataban tímidamente de desdecirse de su independentismo. El 6 de diciembre el senado (dominado por los conservadores) aprobó una declaración de independencia que los socialdemócratas no apoyaron, pero se vieron en la necesidad de aprobar poco después su propia declaración de independencia, que se distinguía en poco de la aprobada ya. El presidente del Senado, Pehr Evind Svinhufvud af Qvalstad empezó a actuar como primer ministro provisional.

Ese día todas las fuerzas políticas opositoras, desde los liberales hasta los mencheviques, fundaron en Petrogrado la Unión para la Defensa de la Asamblea Constituyente, con objeto de reforzar el apoyo popular a la asamblea constituyente que el gobierno bolchevique se había comprometido a convocar, de modo que ésta se convirtiera en la autoridad suprema en Rusia, en detrimento del gobierno provisional bolchevique.

El 7 de diciembre el Senado estadounidense aprobó por unanimidad la declaración de guerra a Austria-Hungría. La Cámara de Representantes la aprobó por 365 votos contra 1.

Para entonces los alemanes habían recuperado todo el terreno perdido en Cambrai, excepto una pequeña sección de la línea Hindenburg que permaneció en poder de los aliados. No obstante, aunque la ofensiva no había tenido unos resultados significativos, y además se había cobrado unas 45.000 vidas en cada bando, había puesto de manifiesto que no era difícil romper la línea Hindenburg con la estrategia adecuada, de modo que un ataque futuro mejor preparado podría poner en jaque la resistencia alemana. Por su parte, los alemanes tuvieron que hacer un esfuerzo enorme para preparar sus líneas defensivas para posibles ataques con tanques.

El 8 de diciembre Sidonio Pais fue nombrado primer ministro de Portugal.

Rusia estaba negociando con las potencias centrales su salida de la guerra, y Rumanía, al verse sin el apoyo ruso, no tuvo más remedio que pedir un armisticio, que fue acordado en Focșani el 9 de diciembre, y prepararse para unas desventajosas negociaciones de paz.

Para entonces el ejército británico tenía casi rodeada Jerusalén, cuya única vía de comunicación con el exterior era el monte de los olivos, que permanecía bajo el control del ejército otomano, de donde fue expulsado al atardecer. Mientras tanto el alcalde de Jerusalén había entregado a los británicos una carta en la que rendía la ciudad. El texto decía:

Debido al rigor del asedio de la ciudad y al sufrimiento que este pacífico país ha sufrido por vuestros pesados cañones, y por miedo de que esas bombas mortíferas alcancen los santos lugares, nos vemos obligados a entregaros la ciudad a través de Husseins al-Husseini, el alcalde de Jerusalén, con la esperanza de que la protegeréis como nosotros la hemos protegido durante más de quinientos años.

Un año más, no hubo ceremonia de entrega de los premios Nobel. Ese año se concedieron tres de ellos:

Los químicos alemanes Otto Hann y Lise Meitner aislaron el último de los elementos químicos predichos por Mendeleiev, al que llamaron protactinio. En realidad cuatro años antes el polaco Kasimir Fajans había descubierto un isótopo del protactinio que se desintegraba rápidamente en uranio. El isótopo descubierto por Hann y Meitner era mucho más estable: hacen falta 32.000 años para que se desintegre la mitad de una muestra.

El 11 de diciembre el general Edmund Allenby entraba en Jersualén. Lo hizo a pie, en lugar de a caballo o en automóvil, en señal de respeto a la ciudad santa.

Mientras tanto el Comité Militar Revolucionario de Kiev, apoyado por Petrogrado, entregaba un ultimátum al gobierno ucraniano en el que exigía que todo el poder fuera transferido a los bolcheviques, bajo amenaza de destruir la ciudad. Al mismo tiempo un ejército del frente rumano fue desviado a Kiev para entregar el poder a los bolcheviques, pero los militares ucranianos pudieron desbaratar el plan sin apenas derramamiento de sangre.

Ese día estaba prevista la inauguración de la Asamblea Constituyente rusa, pero Lenin la pospuso alegando que no habían llegado a Petrogrado un número suficiente de delegados. Los partidarios de la asamblea organizaron una manifestación en su apoyo que convocó en el centro de la capital rusa a un gran número de personas (aunque las cifras varían según las fuentes, entre 10.000 y 100.000) que por su aspecto debían de ser mayoritariamente de clases medias y altas. La mitad de los delegados para la asamblea presentes en la ciudad se reunieron e inauguraron una "asamblea oficiosa" que se reuniría diariamente hasta que hubiera el cuórum necesario para inaugurar la asamblea oficial. Sin embargo, el 12 de diciembre, cuando volvieron a reunirse, fueron expulsados del recinto y ya no se les volvió a permitir el acceso. Lenin estaba publicado una serie de escritos en los que desprestigiaba a la Asamblea Constituyente y afirmaba que debía limitarse a ratificar las disposiciones del gobierno, cuya autoridad era superior.

El 15 de diciembre Trotski firmó un armisticio con las potencias centrales, que entraría en vigor dos días después, para iniciar a su vez las conversaciones de paz encaminadas a que Rusia saliera de la guerra. Ese día la región rusa de Besarabia proclamó su independencia bajo el nombre de República Democrática de Moldavia.  (Besarabia era la parte del antiguo principado de Moldavia que Rusia había conquistado al Imperio Otomano. La parte que permaneció bajo dominio turco se independizó más tarde y se unió al principado de Valaquia para formar Rumanía.)

El 17 de diciembre se inauguró el Primer Congreso de los Sóviets de Diputados de Trabajadores, Soldados y Campesinos de Ucrania. Cuando los bolcheviques descubrieron que no eran la mayoría, trataron de que el Congreso no fuera considerado como un congreso, sino como un mero "encuentro". Su propuesta no fue aceptada y entonces los delegados bolcheviques abandonaron el congreso. Ese mismo día llegó un nuevo ultimátum, firmado por Lenin y Trotsky, que exigían la entrega del poder a los bolcheviques en 48 horas.

Ese día un submarino alemán hundió un destructor estadounidense cerca de Irlanda.

El 18 de diciembre se disolvió el Comité Militar Revolucionario de Petrogrado, pues sus funciones estaban siendo desempeñadas por los ministerios del nuevo gobierno y sus dirigentes estaban chocando en algunos asuntos con el propio gobierno.

En el Cáucaso la revolución soviética había formado el Comisariado Transcaucásico, que ese día firmó un armisticio con el Imperio Otomano. El Comisariado consideraba a su territorio como parte de Rusia, mientras que los otomanos lo consideraban una entidad independiente.

El Congreso estadounidense aprobó una resolución de enmienda a la constitución por la que se prohibía la elaboración, distribución, importación y venta de bebidas alcohólicas, que ahora pasaba a los distintos Estados para su ratificación. Ese año Indiana, Michigan y Florida, habían aprobado una ley estatal al respecto, y Montana lo haría una semanas más tarde.

El 19 de diciembre, el Congreso de los Sóviets de Ucrania condenó el ultimátum de Lenin y Trotsky.

El 20 de diciembre el gobierno ruso fundó la "Comisión Extraordinaria Panrusa para la lucha contra la Contrarrevolución y el Sabotaje", más conocida por sus iniciales en ruso como "la Checa", que era la sucesora del servicio de inteligencia zarista, cuyo objetivo era suprimir y liquidar por cualquier medio todo acto contrarrevolucionario o desviacionista, es decir, que no sólo había que exterminar a los contrarios a la revolución, sino también a los partidarios que no la concibieran exactamente igual que Lenin. Su máximo responsable fue Félix Dzerzhinski.

El gobierno ucraniano comunicó a Petrogrado que no aceptaba el ultimátum y el gobierno bolchevique declaró la guerra a Ucrania.

El ejército británico cruzó por la noche el río Yarkon, con lo que aseguraba la comunicación entre Jerusalén y el puerto de Jafa.

Un ejército bolchevique ruso había entrado en Ucrania, apoyado por los bolcheviques locales, que el 25 de diciembre proclamaron en Járkov la República Socialista Soviética de Ucrania. El 26 de diciembre el ejército ruso tomó Járkov.

El 27 de diciembre los otomanos, tras haber recibido refuerzos, intentaron recuperar Jerusalén, pero fueron rechazados.

Sidonio Pais ocupó el cargo de Presidente en funciones de la República Portuguesa.

El 28 de diciembre los bolcheviques ucranianos inauguraron en Járkov el "verdadero" Congreso de los Sóviets de Ucrania. Se notaba que era el verdadero porque todos los delegados eran bolcheviques.

El 31 de diciembre el gobierno de Petrogrado reconoció en un decreto la independencia de Finlandia.

La Primera Guerra Mundial III
Índice La guerra civil rusa I