c) Revalorización en
beneficio de los pueblos europeos y de aquellos autóctonos,
recursos naturales de África, con
el absoluto respeto por aquellos pueblos, especialmente los
musulmanes, que, como Egipto, ya están civil y socialmente
organizados.
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9. La base de la República Social y su
objeto primario es el trabajo: manual, técnico e intelectual
en cada una de sus manifestaciones.
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10. La propiedad privada, fruto del trabajo
y del ahorro individual, complemento de la personalidad humana
será garantizada por el Estado. Sin
embargo, la propiedad no debe convertirse en desintegradora
de la personalidad física o moral de otros hombres, por
medio de la explotación laboral.
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11. En la economía
nacional todo aquello que, por dimensión o función, exceda
el interés individual para entrar en el interés colectivo,
pertenecerá a la esfera de acción que le es propia al
Estado. Los servicios públicos y, por lo general, la
industria militar deberán ser gestionados por el Estado, a
través de entidades para-estatales.
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12. En cada empresa (industrial, privada,
para-estatal o estatal) los representantes de los técnicos y
de los obreros cooperarán estrechamente (a través de un
conocimiento directo de la gestión) en la equitativa fijación
de los salarios; así como al reparto equitativo de los
beneficios, entre el fondo de reserva, la renta del capital
accionarial y la participación en los beneficios mismos por
parte de los trabajadores. En algunas empresas esto podrá
darse con una extensión de las prerrogativas de las actuales
comisiones de fábrica, compuestas por técnicos y obreros, con
un representante del Estado; en otras incluso, en forma de
cooperativa para-sindical.
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13. En la agricultura,
la iniciativa privada del propietario encontrará sus
límites, allí donde la propia iniciativa faltare. La
expropiación de las tierras no cultivadas y de las
explotaciones agrícolas mal gestionadas, podrá llevar a la
partición de las mismas en lotes entre los jornaleros, para
convertirlos en agricultores autónomos, o a la constitución
de cooperativas para-sindicales o para-estatales.
Según varíen las exigencias de la economía agrícola. Esto, por
otra parte está previsto por las leyes vigentes, a cuya
aplicación, el Partido y las asociaciones sindicales están
imprimiendo el impulso necesario.
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14. Está plenamente reconocido a los
agricultores autónomos, a los artesanos, a los profesionales y
a los artistas, ofrecer y ejercer las propias actividades
productivas individuales por familias y por sociedades, salvo
las obligaciones de consignar y someter al control las tarifas
de las prestaciones.
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15. En cuanto al hogar, no es solo un
derecho de propiedad, sino un derecho a la propiedad. El
partido inscribe en su programa la creación de un Ente
nacional para la “Casa del Pueblo”, el cual, absorbiendo el
instituto existente y ampliando al máximo su acción, provee dar en propiedad la casa a las familias
de los trabajadores de todas las categorías, mediante la
construcción directa de nuevas viviendas, o la recompra
gradual de las existentes. El propósito es afirmar el
principio general de que el alquiler – una vez reembolsado el
capital pagado en la justa renta – constituya un título de
compra. Como primera tarea el Ente resolverá los problemas
derivados de las destrucciones de la guerra con la requisa y
la distribución de locales inutilizados, y con edificaciones
provisionales.
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16. El trabajador será
inscrito de oficio en el sindicato del gremio, sin
que ello le impida transferirse a otro sindicato, cuando
cumpla los requisitos. Los sindicatos convergen en una única
confederación que comprende a todos los trabajadores, técnicos
y profesionales, con exclusión de propietarios que no sean
directores o técnicos. Llamada Confederación General del
Trabajo, de la Técnica y de las Artes. Los trabajadores
dependientes de las industrias del Estado y de los servicios
públicos conforman sindicatos gremiales como cualquier otro
trabajador. Todas las imponentes providencias sociales
realizadas por el régimen fascista en un ventenio permanecerán
íntegras. “La Carta del Trabajo” constituye en su letra la
consagración, así como constituye en su espíritu el punto de
partida para continuar el camino.
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17. En la línea de la actualidad, el
Partido estima inaplazable una adecuación salarial para los
trabajadores, a través del acuerdo de unos mínimos nacionales
e inmediatas revisiones locales y más aún para el pequeño y
medio empleado, tanto estatal como privado. Pero para que el
decreto no resulte ineficaz y al final perjudicial para todos,
es necesario que tanto las cooperativas, las empresas, el ente
“Provisorio” en su ampliación de competencias, coo las
sanciones a las empresas culpables de infracciones y su
posterior gestión para-estatal o cooperativa paguen en víveres
a los precios oficiales una parte del salario. Solo así se
contribuirá a la estabilidad de precios y de la moneda y al
saneamiento del mercado. En cuanto al
mercado negro se pide que los especuladores a la par que los
traidores y los derrotistas vuelvan a entrar en la
jurisdicción de tribunales extraordinarios y sean sujetos de
aplicación de pena de muerte.
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18. Con este preámbulo en la Constituyente,
el Partido demuestra no solo que va hacia el pueblo, sino que
está con el pueblo. Por su parte el pueblo italiano debe darse
cuenta por ello que solo hay una forma de defender sus
conquistas de ayer, hoy y mañana: rechazar la invasión
esclavista de las plutocracias anglo-americanas, la cual, por
mil claros signos, quiere volver aún más mezquina y mísera la
vida de los italianos.