SANTI

Siempre ha sido el más dispuesto. El mantenimiento de los diversos locales que hemos tenido ha sido, en gran parte, mérito suyo. Su amor por darle al bombo con el mazo ha irritado a medio pueblo. Son famosas sus apariciones en pleno baile de la plaza con una bañera en la cabeza. Un día en San Antón saltó una hoguera y estampó su cabeza contra la casa del cura, tras el vendaje de urgencia parecía un zaguero del País de Gales.

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