Cribado y Diagnóstico de Malformaciones

 

Dado que el feto es muy pequeño en la semana 12, apenas pueden diagnosticarse algunas malformaciones en esa ecografía.

 

En la semana 20 el mayor tamaño fetal facilita la identificación de muchas malformaciones fetales, lamentablemente algunas

solo se hacen aparentes en semanas más tardias.

 

Este programa se propone a todas las embarazadas, para lo que se utiliza un Consentimiento Informado firmado por la gestante.

Este cribado logra detectar casi todas las malformaciones del sistema nervioso central y muchas de las malformaciones graves de otros órganos,

aunque la tasa de detección de cardiopatías, en especial las menos graves, que son las malformaciones  más frecuentes, es limitada.

 

La base es primero detectar que la anatomía fetal básica es normal, si es así es poco probable que existan malformaciones graves.

 

Se revisa la anatomía del cráneo, con su contenido cerebral, el tórax, con su configuración y la anatomía básica del corazón y de los pulmones,

la columna vertebral, las cuatro extremidades (ya se revisaron en la semana 12, el abdomen, con su contenido del estómago, riñones,

vejiga e intestino.

Se observa la vascularización del cordón umbilical, la inserción y anatomía placentarias y el volumen del líquido amniótico.

 

Junto a la identificación de la anatomía normal se realizan mediciones del Diámetro Biparietal, Atría de los ventrículos cerebrales, Cerebelo,

Cisterna Magna, Pliegue de la Nuca, longitud del Húmero, del Fémur y Perímetro abdominal.

Con estas variables anatómicas y la identificación de otros marcadores se recalcula el riesgo de Síndrome de Down lo que nos ha permitido

identificar varios casos en los que el cribado del primer trimestre fracasó

 

 

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